Autarquía y racionamiento

Entre 1936 y 1939 se desenvolvíó en España la Guerra Civil, que enfrentó al bando republicano (los rojos) y al bando nacional, que dedian los principios del fascismo. El 1 de Abril de 1939 el bando nacional declaró la victoria sobre el republicano, comenzando así un régimen fascista bajo el mando de Francisco Franco. Esta victoria trajo consigo unas repercusiones económicas muy negativas. A corto plazo, sometió al hambre y la miseria a la mayor parte de la población española; a largo plazo, consolidó una economía poco competitiva que dificultó en gran medida la reconstrucción y el crecimiento económico de la posguerra. Entre 1939 y 1959, Franco trato de consolidar  un modelo económico basado en la autarquía (autoabastecimiento) para solucionar “doc.
1 línea 1″. Para esto se fomento el aislamiento exterioor y la sustitución del libre mercado por la intevención del estado en la economía, justificando esta política con un discurso fascista y patriótico expresado por el propio Franco en el Doc.1. La política autárquica tuvo tres grandes ámbitos de actuación. El primero fue la regularización del comercio exterior, controlando las importancias y las exportaciones para limitar al máximo los intercambios con el exterior (solo los indispensábles) (Doc.1, 1º a 4º). Los resultados de estas restricciones fueron el encarecimiento de los productod que el Estado debía importar y una gran escaseza de bienes de consumo. El desaprovisionamiento afectó también a las materias primas, provocando un gran descenso de la producción industrial. El segundo ámbito de actuación fue el aumento de la industria y de los transportes para asegurar la independencia militar y política del nuevo Estado (doc. 1, 3º). También se fomentó el desarrollo de las industrias de bienes de equipo. En 1941 se nacionalizaron todas las compañias de ferrocarriles y se creó la Red Nacional de España (RENFE). En 1941 se produce la nacionalización de la Compañia Telefónica Nacional de España (CTNE). En 1941 se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI), dando prioridad a la inversión en sectores vinculados a los intereses de defensa militar. En estas primera estapa se creáron las principales empresas del grupo: Iberia, Banco Exterior de España, Endesa y Seat. El tercer ámbito de intervencionismo estatal afecto al sector agrario (regulación de la producción, comercialización, prezos y consumo). Los bajos precios oficiales provocaron un descenso de la producción, que se trató de incrementar a través de la explotación de nuevas tierras con la creación del Instituto Nacional de Colonización. Ademas, se aprobó la Ley de Concentración Parcelaria para evitar la parcelación de las tierras. El resultado de la autarquía, en palabras del historiador Gracia Delgado, tiene una doble dimensión: Por una banda, supuso un estacamiento económico que acabó con el proceso de crecimiento moderado del ultimo tercio del S. XIX y del primer tercio del S.XX; por otra banda, supuso el freno de las tendencias modernizadoras de la economía española iniciadas a comienzos del S.XX e implicó una ampliación de las diferencias con los niveles de bienestar del resto de  países europeos. (Doc.2). García Delgado cualifica esta etapa como “la más negativa de la historia económica contemporánea de España” y la relaciona al “fracaso económico de la autarquía con la regresión política y social” (Doc.2) La rígida regulamentación de la economía autárquica implicaba el control del mercado por parte del Estado. El resultado fue el desaprovisionamiento generalizado de alimentos y el racionamiento de productos de primera necesidad, que se distribuían mediante una cartilla de racionamiento, vigente entre los años 1939 y 1952. La taxación de los precios de los alimentos por debajo de su valor provocó que muchos productores prefiriesen escontder la producción para venderla en el mercado negro, en el que obtenían unas ganancias más elevadas. Los 40 fueron años de hambre y miseria: salarios bajos, escaseza de productos y precios altos. El incremento del coste de la vida súperó el 500% respecto a los precios anteriores a la guerra (en los alimentos básicos más del 700%). El hambre afecto a una parte significativa de la población y la precariedad se hizo evidente también en la carencia de viviendas dignas.
Se estendieron enfermedades, ya erradicadas, como la tuberculosis. Como consecuenciaa de esto, en el año 1941, la taxa de mortalidad llego a alcanzar en España el 18,7 por mil y la mortalidad infantil el 143 por mil. Entre 1959 y 1973 la economía española crecíó a un ritmo sin precedentes, resultando de la incorporación de España a la onda de prosperidad de los demás países europeos. El cambio económico determinó una profunda transformación de la sociedad española e impulsó la difusión de nuevas actitudes y pautas de comportamiento. A mediados de la década de los 50 era evidente que las posibilidades de desarrollo económico estaban agotadas. Por eso, se hizo imprescindible un cambio que abriese la economía española al mundo occidental. El cambio de política viene dado por la mala situación española de finales de la década de 1950, la precisión de los organismo internacionales, el aumento de las protestas sociales y la recuperación económica europea. El plan de Estabilización de 1959 (doc.3), diseñado por los ministros tecnócratas del Opues Dei, fue elaborado siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional: Su objetivo era ponerle fin al fuerte intervencionismo estatal y suprimir los obstáculos de liberación comercial y financiera. Su actuación abarcaba tres grandes ejes: la estabilización económica, para reducir la inflación se elevaron los tipos de intereses, limitándose la concesión de créditos bancarios y congelándose los salarios; para limitar el déficit público se propúso una reforma fiscal. La liberación interior de la economía se llevó a cabo a partir de la eliminación de organismos estatales interventores y de la regulación de los precios fijos. Y la liberación exterior tuvo como objetivo eliminar obstáculos de entrasa de mercancías extrangeras y facilitar la inversión en capitales exteriores. A cambio de estos compromisos diversos internacionales, le concedieron préstamos a España. A más largo plazo, todas estas medidas pretendían incorporar la economía española a los mercados internacionales. En definitiva, el Plan de Estabilización sentó las bases del fuerte crecimiento de la década de 1960, así como el abandono definitivo de la autarquía. Al programa de estabilización se le añadió la puesta en marcha de tres planes de desarrollo. Se trata de la planificación económica española, cuyos objetivos eran incrementar al máximo posible el PIB, conseguir el pleno empleo, integrar la economía española en la mundial, procurar una distribución más equitativa de la renta y flexibilizar el sist. Económico. Para reducir los desequilibrios económicos regionales se crearon los Polos de desarrollo y promoción industrial. El sector industrial actuó como motor central de la expansión de la economía española y entre 1960 y 1973, el incremento de la producción industrial alcanzó las tasas del 10% anual. Este incremento se debíó a la mejora de la productividad, que permitíó el descenso de los precios, y esto favorecíó a las exportaciones; hubo también un gran aumento de la demanda de bienes de consumo duradero (el Seat 600 (Doc.4) se comvirtió en un símbolo de la nueva sociedad de consumo). Los sectores industriales que lideraron el proceso fueron la industria química, la energética, la siderúrgia, la construcción naval y la automobilistica. Las nuevas oportunidades de trabajo que ofracia la industria estimularon el éxodo rural. Los empresarios agrícolas iniciaron un proceso de mecanización y de uso de fertilizantes químicos. Desde el gobierno se estimuló la concentración parcelaria y se promovíó la construcción de nuevos regadíos. En la década de 1960 se produce un considerable aumento del peso de los servicios. En la terciación de la economía  influyeron la urbanización, el aumento de las redes de distribución y comercio, la mejora de los medios de transporte y de comunicación, y muy especialmente  del turismo (doc. 6). El comercio internacional aumento su volumen de cifras absolutas , pero la balanza comercial resultante seguía siendo negativa. Este tradicional déficit comercial se vió compensado por los ingresos procedentes del exterior. El modelo de desarrollo económico de la década de 1969 producíó un crecimiento real, pero también provocó graves problemas y consecuencias negativas: un incremento de las desigualdades regionales, fomentándose el éxodo masivo del campo a la ciudad y la emigración exterior (doc.5); la expeculación, la degradación de los medios urbanos y de las costas, y la excesiva dependencia de las inversiones exteriores, de las remesas enviadas por los emigrantes y de los ingresos por los cambios sociales (doc. 6).