Clasificación de las ideas según Descartes

pregunta 3.  Como vemos en este fragmento, Descartes concede una importancia fundamental al método y a su relación con el conocimiento.
Para Descartes, las distintas ciencias y saberes son manifestaciones de un saber único. Esta concepción unitaria del saber proviene de una concepción unitaria de la razón, es decir, el saber es único porque la razón es única.
Puesto que la razón es única, interesa conocer su estructura y funcionamiento para poder aplicarla correctamente. De ahí la importancia que Descartes le concede al método, pues a través de él se llega a la verdad al aplicar correctamente la razón. 
Partiendo de la intuición y la deducción como formas básicas de conocimiento, expone Descartes como vemos en este fragmento perteneciente a la parte
II del Discurso del Método, un método basado en la razón, que consta de las siguientes cuatro reglas:
1- La primera regla es la regla del análisis, que supone que hay que empezar por descomponer cualquier problema o cuestión hasta llegar a sus elementos más simples. Esta regla tendría que ver con el descubrimiento de las intuiciones.
2- La segunda regla proporciona un criterio de verdad, es decir, sólo se considera como verdadero aquello que es evidente y algo es evidente cuando es percibido por la razón con total claridad y distinción.
3- En tercer lugar, hay que aplicar la regla de la síntesis, a partir de la cual se construyen verdades más complejas a partir de las naturalezas simples. Esta regla tiene que ver con la deducción.
4- La cuarta regla recomienda hacer enumeraciones y revisiones constantemente en nuestro razonamiento y seguir un orden riguroso.
Según Descartes, este método basado en la estructura de la razón, sólo se ha aplicado con éxito hasta ahora en el campo de las matemáticas, proporcionando importantes resultados. Nada impide que se puede aplicar en otros ámbitos del saber, como por ejemplo la filosofía, esperando obtener también resultados importantes. 
Al aplicar el método a la filosofía, habrá que empezar por el análisis de nuestros conocimientos, con el objetivo de llegar a una verdad o intuición que sea absolutamente cierta y que sirva de fundamento para el resto de nuestros conocimientos. Esta verdad no puede ofrecer el más mínimo motivo de duda, pues de lo contrario no sería un fundamento sólido para otros conocimientos.
De aquí se sigue que el primer paso del método aplicado a la filosofía consistiría en la duda metódica, es decir, hay que eliminar de nuestro conocimiento todo aquello de lo que sea posible dudar.
Descartes propone tres motivos para dudar, la llamada falacia de los sentidos, la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño y la hipótesis del genio maligno.
La duda llevada hasta este extremo parece conducir al escepticismo. Esto pensó Descartes durante algún tiempo, hasta que encontró una verdad absolutamente cierta de la que era imposible dudar. Esta verdad es mi propia existencia como sujeto que duda y piensa. Podemos dudar de todo menos de que nosotros dudamos; por tanto, si dudo, pienso y si pienso, existo


Pregunta 4 .
Voy a relacionar a Descartes con Platón, un filósofo de la antigüedad.
Tanto Platón como Descartes defienden que el conocimiento es innato, aunque para Platón eso significa que las ideas las conoce el alma desde antes de estar unida al cuerpo, mientras que para Descartes significa que las ideas verdaderas son connaturales a la Razón, y por tanto por el mero hecho de usarla, van a surgir en mi entendimiento.
Ambos defienden la dualidad del hombre, constituido por dos sustancias absolutamente heterogéneas, alma y cuerpo, y para ambos, el alma es el lugar donde “reside” la verdad y el cuerpo la fuente de nuestros errores; aunque difieren en la explicación que dan de ambos conceptos. El alma de Platón preexiste a su uníón con el cuerpo en el mundo de las Ideas. Platón con su dualismo lo que pretende es subrayar la existencia de dos ámbitos ontológicos diferentes; por eso, el alma es definida como una Idea que, tras la muerte, se une al mundo de las Ideas al que pertenece. Descartes lo que intenta sobre todo es señalar la independencia de la razón respecto a la materia, para encontrar así un lugar en su filosofía para la libertad. En 
definitiva, la motivación platónica es más ontológica o metafísica y la cartesiana más antropológica e incluso moral.
Existen unas realidades psíquicas intermedias a las que Platón denomina partes inferiores del alma (ánimo y apetito) y Descartes pasiones. Estas realidades surgen por el contacto entre lo puramente racional y lo físico, de modo que, aunque no tienen su origen en la razón pueden llegar a afectarla. Los dos coinciden en que la tarea del hombre sabio y prudente es dominar y someter estas partes inferiores del alma o pasiones a la razón. 
Platón y Descartes se inspiran en las matemáticas para hacer su Filosofía, Para Platón, el conocimiento matemático o pensamiento discursivo estaba dentro de la episteme o verdadero conocimiento y era una especie de preparación para alcanzar la dialéctica o conocimiento supremo de la idea de Bien. Con las matemáticas el hombre sabio acostumbraba su razón a tratar con las ideas, preparándose así para acabar conociendo las ideas puras que era el objetivo último del verdadero sabio. Descartes también afirma en la parte II del Discurso del Método que tomó como modelo el método utilizado por los matemáticos para construir su propio método, de modo que éste en realidad es una imitación del método utilizado en lógica y matemáticas aunque superando sus posibles desventajas. Descartes afirma también que gracias al estudio de las matemáticas preparó su razón para conocer con posterioridad la verdad filosófica.
Dentro de la filosofía tradicional, se pueden englobar los dos autores en el pensamiento idealista, dado que reservan a las ideas o conceptos el más alto grado de veracidad y certeza, entre los distintos tipos de conocimiento. Pero la concepción de “idea” que nos presentan es completamente diferente, sobre todo porque para Platón las Ideas, o formas, tienen una “realidad separada”, una existencia real fuera de mi, mientras que para Descartes son, fundamentalmente, contenidos mentales que están en el pensamiento.
En definitiva, ambos autores sostienen que es mediante la razón, y no los sentidos, como se puede llegar a alcanzar el conocimiento verdadero sin posibilidad de error.


pregunta 2
Comienza Descartes este fragmento señalando la ventaja de reducir el método a seguir al menor número de preceptos posibles pues parece demostrado que las cosas funcionan mejor cuando se rigen por sólo unas pocas leyes rigurosamente observadas. Llega así a la conclusión de que el método buscado podría reducirse a cuatro preceptos, que deberían ser escrupulosamente cumplidos: 
El primero consistía en admitir como verdadero sólo lo que conociera con total evidencia, es decir, aquello que se presente tan clara y distintamente al espíritu que sea imposible dudar de ello. Esta primera regla establece un criterio de certeza basado en la evidencia.
El segundo exige dividir las dificultades en sus partes más simples para así resolverlas más fácilmente. Esta segunda regla se corresponde con lo que se denomina la regla del análisis.
El tercero consiste en ascender poco a poco desde los objetos más simples y fácilmente cognoscibles hasta los más complejos. La tercera regla se corresponde con la regla de la síntesis.
El cuarto exige realizar revisiones y recuentos lo más completos posibles. Esta última regla es como una recomendación que nos aconseja seguir siempre un orden en nuestras reflexiones. 
Pertenece este fragmento al Discurso del Método, que es la obra más representativa del llamado giro cartesiano en la historia de la filosofía. A partir de Descartes, en la historia de la filosofía hay que tener en cuenta al sujeto en cualquier reflexión filosófica.
El texto objeto de comentario pertenece a la segunda parte del Discurso del Método. En esta parte se plantea Descartes la cuestión del método más adecuado para alcanzar la verdad. Después de analizar el método empleado por la lógica y las matemáticas, llega a la conclusión que el método que busca debe inspirarse en ellas, pero superando sus defectos. Así, reduce el método a cuatro preceptos fundamentales. Después de realizar algunas apreciaciones generales sobre la aplicación del método, concluye que este método debe ser aplicado al campo de la filosofía, de cuyos principios depende todo el edificio de nuestros conocimientos