Guerras carlistas resumen

12.1 EL REINADO DE Isabel II. LA OPOSICIÓN AL LIBERALISMO (INCLUYENDO LA CUESTIÓN SUCESORIA): CARLISMO Y Guerra Civil. LA CUESTIÓN FORAL.

Durante el reinado de Isabel II se produjo el desmantelamiento del Antiguo Régimen instalándose en España el estado liberal. La Ley Sálica impuesta por Felipe V impedía reinar a las mujeres. Durante el reinado de Carlos IV las Cortes en 1789 redactaron una Pragmática Sanción que derogaba dicha ley pero no fue publicada. Fernando VII en 1830 ante el embarazo de su esposa María Cristina publicó dicha Pragmática asegurando el trono a su descendiente aunque fuera niña. De esta forma, cuando nacíó Isabel fue proclamada heredera del trono, quedando Carlos María Isidro, hermano del rey, el segundo en el orden sucesorio. Carlos María Isidro no aceptó esta modificación legal y contó con el apoyo de los defensores del Antiguo Régimen conocidos como carlistas.
El carlismo fue el movimiento político presente en la Hª contemporánea de España que recoge en su programa la defensa del absolutismo, el lema que defendían: “Dios, patria, fueros y rey“. Supuso un elemento político de desestabilización a lo largo del Siglo XIX y una sangría económica. Tenía precedentes en los realistas del trienio constitucional.

Las causas del conflicto:

1. La cuestión sucesoria fue el pretexto que desencadenó la 1ª guerra carlista en la que se enfrentaron los isabelinos o cristinos contra los carlistas.
Este pleito dinástico ha pervivido hasta el Siglo XX.2. El enfrentamiento ideológico entre dos formas distintas de concebir el Estado, el Gobierno y la sociedad.
Los carlistas eran enemigos acérrimos del liberalismo y del centralismo político. Son tradicionalistas, a favor del Antiguo Régimen, del mantenimiento del foralismo.
Los isabelinos defienden las libertades políticas, económicas y sociales así como la uniformidad territorial, la monarquía limitada, la división de poderes… esta ideología se implantará con, lentitud, fragilidad y con cierto retraso respecto a los países de Europa occidental.

Apoyos en el conflicto:

Los isabelinos contaron con el apoyo de la burguésía comercial, industrial y financiera; con los trabajadores urbanos, altas jerarquías de la iglesia, alta nobleza, mayoría  del ejército.
Los carlistas contaron con el apoyo de pequeños   propietarios  campesinos, baja nobleza, clero conservador artesanos del norte, oficiales descontentos…Las zonas de mayor arraigo carlista fueron el País Vasco, Navarra, Cataluña y el Maestrazgo.Ambos bandos contaron con apoyo internacional: los carlistas tuvieron el apoyo de Austria, Prusia y Rusia. Los liberales eran apoyados por Inglaterra Francia y Portugal.

Guerras carlistas

Han habido tres guerras carlistas: La 1ª entre 1833-1840. La 2ª entre 1846-49 (mayoría de edad de Isabel II).La 3ª entre 1872-76 (sexenio democrático y principios de la Restauración).
La primera guerra carlista se desarrolló en cuatro etapas:1ª) 1833-35. Los carlistas intentaron una insurrección general  pero  el ejército isabelino consiguió reprimirla. Se formaron focos de insurrección, vascos, navarros, y catalanes. El general carlista Zumalacárregui formó un ejército regular agrupando las partidas dispersas. Consiguieron  controlar las áreas rurales pero fracasaron en el sitio de Bilbao en el que murió  Zumalacárregui.2ª) 1836-37.Los carlistas realizaron dos expediciones nacionales desde el norte sin resultados positivos. La expedición Gómez desde Galicia hasta Cádiz y la expedición real encabezada por Carlos María Isidro, desde Estella hasta Madrid. El general isabelino Espartero líberó Bilbao tras su segundo sitio y derrotó a los carlistas en Luchana adquiriendo un gran prestigio.3ª) 1837-39.La imposibilidad de vencer provocó la división de los carlistas: los partidarios de negociar la paz y los exaltados. Los primeros firmaron el Convenio de Vergara que quedó sellado con el abrazo entre el carlista Maroto y Espartero. Carlos María Isidro contrario al pacto se exilió a Francia.4ª) 1839-40. El general carlista Cabrera continuó guerreando hasta que Morella, principal reducto carlista en el Maestrazgo, fue tomada por Espartero. Los carlistas cesaron en la lucha y se reintegraron en la vida civil. Espartero se comprometíó a solicitar a la regente la incorporación al ejército nacional de los carlistas que lo desearan manteniendo su categoría militar y su retribución.Las consecuencias de la guerra fueron las pérdidas humanas y materiales y el consumo de los recursos económicos generados por la desamortización de los bienes eclesiásticos de Mendizábal. A pesar de su derrota el carlismo siguió latente dando lugar a dos guerras más.

La cuestión foral

Los carlistas defendían el mantenimiento de los fueros en el País Vasco y Navarra, así como su recuperación en Cataluña, Aragón y Valencia perdidos tras los Decretos de Nueva Planta en el Siglo XVIII. Estos fueros otorgaban privilegios, como exenciones fiscales  y militares y el mantenimiento de algunas instituciones y leyes propias.
Los liberales eran contrarios  a los fueros y partidarios de un Estado centralista .Sin embargo tras la primera guerra carlista se comprometieron a mantener privilegios fiscales y algunas instituciones forales como las Juntas Generales provinciales. Las Cortes y las aduanas interiores de Navarra  fueron suprimidas. Hasta el término de la tercera guerra carlista el País Vasco  conservó  sus fueros.