La teoria de la tectonica de placas


La estructura interna de la Tierra La geosfera es la masa, principalmente sólida, que se extiende desde la superficie hasta el centro del planeta Tierra. Sobre ella se desarrollan las otras capas de la Tierra: atmósfera, hidrosfera y biosfera. Capas de la geosfera Las capas de la geosfera se pueden clasificar en función de su composición química y de las propiedades físicas de los materiales que la forman. Clasificación según la composición química Corteza: es la capa más superficial. Tiene un grosor medio de 20 km y es rica en silicio y aluminio. Distinguimos dos tipos de corteza: Continental: forma los continentes y las plataformas continentales. Su grosor medio es de 40 km, y puede llegar a 70 km en las cordilleras. Oceánica : forma los fondos oceánicos. Es más densa y delgada que la continental y su grosor es de entre 5 y 10 km. Manto: es la capa intermedia y llega hasta los 2.900 km de profundidad. En proporción, contiene menos silicio y más magnesio que la corteza. Diferenciamos un manto superior (viscoso) y un manto inferior (sólido). Núcleo: es la capa más interna y se extiende desde los 2.900 km hasta el centro de la Tierra. Contiene, básicamente, hierro y níquel, y podemos distinguir un núcleo externo (fluido) y un núcleo interno (sólido). Clasificación según las propiedades físicas A medida que descendemos al interior de la Tierra, se produce un progresivo aumento de presión y temperatura. La combinación de estas condiciones físicas y las distintas composiciones químicas da lugar a una segunda clasificación en capas con propiedades mecánicas diferenciadas. Litosfera: es la capa más externa y delgada, y puede llegar a 100 km de grosor. Es una capa sólida e incluye la corteza (continental u oceánica) y la parte más externa del manto superior. Astenosfera: inmediatamente debajo de la litosfera, llega hasta los 400 km de profundidad. Tiene consistencia plástica, fluida, y está formada por rocas del manto superior semifundidas. La astenosfera es una capa dinámica. El calor interno de la Tierra provoca que en la astenosfera se generen diferentes corrientes por las que circulan los materiales semifundidos. Mesosfera: situada entre 400 y 2.900 km de profundidad. Es una capa rígida, en estado sólido. Núcleo externo: tiene un grosor de 2.200 km. Es una capa fluida de hierro y níquel fundidos a más de 4.000 ºC. La circulación de estos metales está relacionada con el campo magnético terrestre. Núcleo interno: es la capa más interna del planeta, formada también por hierro y níquel a altísimas temperaturas. La elevadísima presión provoca que su estado sea sólido. LA DINÁMICA DE LA LITOSFERA Continentes que encajan  A principios del siglo XX Alfred Wegener constató dos hechos: 1) Hay continentes cuyas costas encajan a la perfección (por ejemplo, el oeste de África y el este de América del Sur). 2) En América del Sur y África se encontraron restos de los mismos tipos de animales y plantas. El año 1910, Wegener formuló una hipótesis para explicarlo, conocida con el nombre de deriva continental: hace millones de años los continentes estuvieron unidos formando un supercontinente llamado Pangea. Con el paso de los años, los continentes se fueron desplazando hasta quedar separados en su disposición actual. Tectónica de placas La hipótesis de Wegener no fue aceptada hasta mediados del siglo XX. Entonces fue incorporada a la teoría de la tectónica de placas, una de las teorías más importantes de la geología, que explica gran cantidad de procesos: la deriva continental, el origen de los volcanes y los terremotos, la formación de cordilleras. La litosfera, la capa sólida superficial del planeta, no es una capa continua, sino una especie de puzzle formado por piezas que flotan sobre un mar de rocas fundidas, la astenosfera. Estos fragmentos de litosfera reciben el nombre de placas tectónicas. Las corrientes de magma de la astenosfera, generadas por la diferencia de temperatura entre la superficie y el centro de la Tierra, arrastran las placas que flotan sobre ella mediante las corrientes de convección. Las placas se desplazan con una velocidad de 2 a 15 cm/año. Los postulados de la tectónica de placas son los siguientes: 1.- La litosfera está dividida en placas que encajan entre sí como las piezas de un puzzle. 2.- Los bordes o límites de esas placas presentan una gran actividad sísmica y volcánica. 3.- La litosfera oceánica se crea en las dorsales y se destruye en las fosas. 4.- Las placas se mueven e interaccionan entre sí Existen tres tipos de placas: oceánicas, continentales y mixtas. Contactos entre placas Las placas tectónicas se desplazan en direcciones y a velocidades diferentes. Como las placas están encajadas entre ellas, estos movimientos provocan tensiones, compresiones y fricciones en las zonas de contacto o límites entre placas. Hablamos de tres tipos de contactos entre placas: Contactos convergentes o bordes destructivos Los contactos convergentes se producen cuando dos placas se desplazan la una en dirección a la otra. En estos contactos, una de las dos placas siempre se hunde bajo la otra. La que se hunde va siendo destruida al llegar al manto, por eso también se los denomina contactos o límites destructivos. Si dos masas continentales se acercan, llega un momento en el que el que el océano que las separa habrá subducido por completo y se producirá la colisión de ambos continentes, uno de los episodios más espectaculares de la tectónica de placas. Contactos divergentes o bordes constructivos Por el contrario, los contactos divergentes son aquellos que se originan entre dos placas que se separan. Esta separación va asociada a la formación de nueva litosfera, porque se produce un aporte de magma que emerge desde el manto que va empujando las placas, provocando su separación. El magma solidificado en superficie se convierte en nueva litosfera y, por eso, también se les llama límites constructivos. Contactos transformantes o fallas. En los contactos transformantes, las placas se desplazan en paralelo, una al lado de la otra, rozándose. El desplazamiento de las placas que genera rozamiento es el que produce los terremotos y movimientos sísmicos característicos de estos contactos. A diferencia de los otros dos tipos, los contactos transformantes no generan ni destruyen corteza. En cambio, provocan fracturas en la corteza que reciben el nombre de fallas, como por ejemplo la Falla de San Andrés. Fenómenos ligados al movimiento de las placas Volcanes, terremotos y formación de orógenos (cordilleras) están asociados a la dinámica de la litosfera, especialmente a las zonas de contacto entre placas tectónicas. Chimenea Volcanes El vulcanismo se produce en las dorsales oceánicas, las zonas de subducción, en los rifts* y en los denominados puntos calientes**. *Rifts: Zonas centrales de las dorsales por donde asciende material de las capas inferiores. **Puntos calientes: Los puntos calientes son zonas donde asciende una pluma del manto profundo. Los volcanes son fisuras de la litosfera por donde el magma de la astenosfera asciende a la superficie terrestre, en un proceso llamado erupción. El magma es una masa fluida de rocas fundidas con una proporción variable de gases. Distintas composiciones de magmas producen distintos tipos de erupciones volcánicas: Los magmas ricos en gases originan erupciones volcánicas explosivas. Este tipo de erupciones producen volcanes cónicos de pendientes elevadas, como los conos de ceniza y los estratovolcanes. Los magmas pobres en gases dan lugar a erupciones poco explosivas, donde el mag ma fluye formando coladas de lava. Estas erupciones pueden originar fisuras y volcanes en escudo, de suaves pendientes. Estructura de un volcán Todos los volcanes tienen la misma estructura y los mismos componentes: Boca o cráter: abertura por donde el magma sale al exterior. Cono: montaña cónica formada alrededor del cráter por la acumulación de cenizas y piroclastos y la solidificación de coladas de lava. Chimenea : conducto por el que el magma asciende hasta la superficie. Cámara magmática : masa de magma atrapada entre las rocas de la corteza. Un incremento de la presión en ella provoca que el magma salga a la superficie. Cámara magmática Terremotos Los terremotos, seísmos o sísmos son vibraciones en la superficie de la corteza son una liberación brusca de energía en un momento dado, en un lugar determinado de la litosfera, generalmente, tienen lugar en las zonas de contacto entre dos placas tectónicas. La consecuencia es que se producen movimientos bruscos del terreno. El sismógrafo es una máquina que nos permite medir la fuerza o magnitud de los terremotos. La magnitud de un terremoto se suele expresar con un número de la escala de Richter. Los terremotos se perciben en superficie pero se generan en profundidad. El hipocentro o foco es el punto donde se origina el seísmo, y se encuentra, en promedio, a unos 80 km de profundidad. El punto de la superficie terrestre más cercano al foco del terremoto, que corresponde al lugar de la superficie donde el terremoto tienen una magnitud mayor, recibe el nombre de epicentro. Las vibraciones del terremoto viajan por la geosfera a través de las ondas sísmicas. Existen tres tipos de ondas sísmicas que viajan a distintas velocidades y hacen vibrar las partículas del terreno de forma distinta. Ondas P: También denominadas primarias o longitudinales. Son las primeras que se producen y son las más rápidas. Hacen vibrar las partículas del terreno en la misma dirección que la onda, provocando un movimiento de compresión y descompresión. Atraviesan todos los medios aunque son más rápidas en los medios sólidos. Ondas S: También denominadas secundarias. Se registran en segundo lugar y hacen vibrar las partículas del terreno en dirección perpendicular a la de la onda. Solamente atraviesan los medios sólidos. Ondas superficiales: Pertenecen a este grupo las ondas L y R. Sólo se propagan por la superficie por ello no nos dan información sobre el interior de la Tierra. Son las responsables de las catástrofes. Cuando el epicentro de un terremoto se sitúa en medio del océano, este seísmo puede causar un tsunami. La fuerte vibración de la corteza se transmite al agua y avanza hacia la costa formando olas enormes que, al llegar a la línea de costa, pueden causar devastaciones inmensas. La magnitud es la cantidad de energía que se libera en un terremoto. Se mide mediante la escala de Richter, y es un dato objetivo. Otra forma de medir un terremoto es mediante la intensidad del mismo. La intensidad mide los efectos del terremoto sobre las personas y las cosas. Existen varias escalas como referencia de medida. La escala de Mercalli (1902), la más tradicional y la MSK (Mendeved, Sponhevér y Karnik), que se utiliza actualmente. La intensidad es un dato subjetivo, ya que los terremotos afectan de forma distinta a cada persona y disminuye cuando nos alejamos del epicentro.