8.1 el Imperio de Carlos V. Conflictos internos comunidades y germanías

8. LA ESPAÑA DEL Siglo XVI


El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germánías



Con Carlos I, nieto de los RRCC, la corona española quedó en manos de la dinastía de los Hasburgo, o de los Austrias. 

El rey llegó a España en 1517. El nombramiento de nobles extranjeros para los altos cargos, como el de Adriano de

Utrecht como regente del reino, y su partida para ser coronado emperador en 1520 tras haber convocado cortes para

obtener fondos para el viaje, provocaron la sublevación de las principales ciudades castellanas con Toledo a la cabeza. 
En estas el poder municipal fue sustituido por comunas, (de ahí el nombre de Comunidades) integradas por artesanos, 
comerciantes y miembros de la baja nobleza y el bajo clero. Entre sus reclamaciones destacan: el regreso de Carlos a 
España, la exclusión de extranjeros de cargos políticos, mayor protagonismo de las cortes, reducción de impuestos… El 
conflicto se radicalizó y se convirtió en rebelión anti-señorial, por lo que la nobleza, hasta entonces al margen, uníó sus 
fuerzas a las del rey y los comuneros fueron derrotados en Villalar (1521) y sus líderes – Padilla, Bravo y Maldonado-
ajusticiados. A pesar de su victoria Carlos se deshizo de la camarilla de flamencos y prestó más atención a los asuntos castellanos. .
El movimiento de las Germánías (1519-1522) se inició en Valencia y se extendíó a Murcia y Mallorca. Desde el principio tuvo un carácter social. El rey había confirmado a los artesanos el permiso para formar una milicia 
Germánía- en caso de ataque de los piratas berberiscos. Tras reunirse en junta, proponen la reducción de los privilegios de los nobles, el conflicto se radicaliza hasta llegar a la rebelión cuando muchos nobles abandonan las ciudades ante la 
llegada de un brote de peste y las Germánías se hicieron con el poder municipal. El Ejército imperial, con el apoyo de la nobleza acabó con la rebelión. Como en Castilla la alianza entre monarquía y nobleza se consolidó. 

La monarquía hispánica de Felipe II. La unidad ibérica



Felipe II solo recibíó una parte de la herencia paterna pues Carlos V, consciente de la dificultad de gobernar tan

distintos territorios, tras retirarse a Yuste en 1556, dejó el titulo imperial y la corona de Austria a su hermano Fernando. 
A pesar de ello Felipe reunirá en su persona un Imperio mayor que el de su padre, porque a los territorios de Castilla 
(incluidos los del Nuevo Mundo y el Pacifico), de Aragón con sus territorios italianos y los Países Bajos, añadió Portugal y su Imperio ultramarino, herencia que recibíó a través de su madre, Isabel de Portugal.
Heredó de su padre dos objetivos: la lucha por la hegemonía en Europa y la defensa a ultranza de los territorios que formaban su patrimonio.
En 1578 murió el rey de Portugal Sebastián I, Sin descendientes directos, el trono pasa a tu tío abuelo, el Cardenal Enrique que muere dos años después también sin descendientes. Siguiendo la línea sucesoria el heredero legítimo era 
Felipe II, lo que significa la uníón dinástica de ambas coronas y por tanto la unidad ibérica. Las Cortes portuguesas proclaman rey a Felipe II en 1581. Tras la abdicación de su padre, asentó su Corte en Madrid, 
poniendo fin a la tradicional corte itinerante. Esto le alejó de sus posesiones europeas y fue dotando a su monarquía de 
un carácter más hispánico. Sus colaboradores más próximos eran castellanos en su mayoría, y su política internacional y sus matrimonios tuvieron más en cuenta los intereses de Castilla, que era la que financiaba la mayor parte de su 
política. La política exterior de Felipe II se inspiró en los mismos principios que la de su padre, defensa del catolicismoy lucha contra los turcos (Lepanto 1571). Pero surgieron nuevos problemas como la sublevación de los Países Bajos
(1548-1668) y la rivalidad con Inglaterra que condujo a la derrota de la Armada invencible en 1588. El escaso éxito de esta política y su alto coste llevaron a 

Felipe II a la bancarrota en tres ocasiones. Al finalizar su reinado España estaba

Arruinada y exhausta, y su Imperio se encontraba al borde de la desintegración





La España del Siglo XVI: el modelo político de los Austrias. La uníón de reinos


La monarquía hispánica del siglo XVI debía gobernar territorios con diferentes leyes, instituciones y tradiciones, mientras que seguían existiendo poderes paralelos al de la corona como el de la nobleza, la iglesia, las ciudades o las 
cortes. En ambas cuestiones los Austrias van a continuar la política de los RRCC, afirmando su autoridad mediante un progresivo control de estos poderes adoptando:


– Sistema de gobierno por consejos

– Aumentó el poder de los secretarios del rey, que llegaron a ser figuras claves del Gobierno. Los más importantes se convirtieron en secretarios de Estado
– Se mantuvo la delegación del poder en virreyes y gobernadores en los territorios en los que el soberano estaba ausente 
durante bastante tiempo. Eran personas que gozaban de la confianza del monarca, en especial en zonas conflictivas, como Aragón, Cataluña y los Países Bajos.

Al mismo tiempo la necesidad de ayuda militar del Papa permitirá un mayor control sobre la Iglesia.Las Cortes, dejarán de reunirse a medida que se dispone de otros recursos, como la plata de América o los créditos de los banqueros y los concejos de las ciudades estarán cada vez más controlados por los corregidores reales;
Los Austrias dispusieron de crecientes ingresos que no cubrieron sus enormes gastos, en particular los militares. Se instituyó un nuevo impuesto indirecto de carácter general que se aplicó sobre los alimentos esenciales afectando a las 
clases populares. Además se difundíó el método de venta de cargos públicos que llegaron a crearse con la intención de venderlos.
La diferencia entre gastos e ingresos endeudó a la Corona y la llevó a la quiebra en varias ocasiones por lo que los monarcas recurrieron al crédito y al préstamo.

Economía y sociedad en la España del Siglo XVI



A lo largo del Siglo XVI se dio en la península ibérica una etapa de crecimiento demográfico y económico. La población se incrementó, alcanzando los 8 millones de habitantes a finales de siglo. Se amplió el espacio de cereales y 
viñedo a costa de bosques aunque la ganadería siguió siendo la base de la economía castellana. Las actividades artesanales seguían siendo escasas. La demanda de productos aumentó en parte debido a los colonos americanos, 
además, la conquista americana permitíó el intercambio de productos agrarios. Aunque el oro y la plata fueron las mayores riquezas que se extrajeron de América. Los nuevos territorios supusieron una importante fuente de ingresos 
para Castilla, y especialmente para la Corona. Pero España desaprovechó la buena coyuntura económica y empezó a quedar relegada mientras que otros países como Francia, Inglaterra y Holanda iniciaban su despegue económico. Los 
gastos de las Guerras acabaron provocando la ruina de la Hacienda real, el endeudamiento y el aumento de la presión fiscal provocaron la ruina de los sectores productivos. El crecimiento económico se tradujo también en una peligrosa subida de precios. A mediados de siglo comenzaron a aparecer los primeros síntomas de crisis.
En cuanto a la sociedad, se mantuvo la sociedad estamental tripartita de la Edad Media (nobleza, clero y pueblo llano) destacando la diferenciación de un grupo de nobles: los Grandes de España, una élite instituida por Carlos I tras su 
coronación como emperador, su número aumento con el tiempo, gozaban de ciertos privilegios y desempeñaban altos cargos militares y diplomáticos. También se generalizó el requisito de la limpieza de sangre para acceder a 
determinados cargos o instituciones. Esto trajo consigo el rechazo de prácticas fundamentales para el desarrollo económico como el comercio que eran repudiadas como propias de judíos o conversos. Mientras en los países 
protestantes mejoraba la consideración del trabajo de artesanos y mercaderes en España eran estimadas incompatibles con el honor.

Cultura y mentalidades en la España del Siglo XVI . La Inquisición



En el Siglo XVI España se movíó entre el espíritu humanista del Renacimiento y la ortodoxia de la Contrarreforma.Paralelo al desarrollo artístico se produce un desarrollo de la cultura, pasándose de la escolástica bajomedieval al 

Humanismo renacentista, en el que tuvo una gran influencia Erasmo de Rotterdam y que se desarrolla en las nuevas

universidades como la de Alcalá de Henares, fundada por Cisneros, y la de Salamanca. Creciendo el número de alumnos universitarios. La política internacional de Carlos I y la expansión ultramarina estimuló la atención a los 
problemas de las relaciones internacionales, destacando el dominico Francisco de Vitoria como uno de los creadores del derecho internacional. Las conquistas también contribuyeron al desarrollo de la navegación, la geografía y las 
ciencias naturales. Pero el triunfo de la Reforma protestante en territorios europeos provocó un cambio de actitud mental, coincidiendo con el acceso al trono de Felipe II. La sociedad española se convirtió en la más rígida defensora 
de la ortodoxia católica. Teólogos españoles que asistieron al Concilio de Trento adquirieron gran protagonismo como Alfonso Salmerón o Melchor Cano. Se fundó la Compañía de Jesús que representaron el espíritu combativo frente a los 
protestantes y que desarrollara una activa labor misionera en América. La Inquisición se convirtió en un instrumento contundente contra el protestantismo. En 1553 la Inquisición publicó el primer Índice de libros prohibidos y cinco años más tarde se instauró la censura. Cualquier manifestación de heterodoxia podía llevar a la cárcel. En 1558 surgieron en Sevilla y Valladolid dos brotes de protestantismo en torno a grupos de intelectuales y nobles. Se detuvo a los 

Sospechosos y los principales cabecillas fueron ejecutados. El mismo Felipe II acudíó al auto de fe celebrado en

Valladolid para manifestar su posición frente al protestantismo. A pesar de todo la Inquisición era una institución popular y apreciada por el conjunto de la sociedad.