Arteria uterina

Hemostasia y coagulación
Para llevar a cabo sus funciones, la sangre tiene que mantenerse líquida y en circulación dentro de los vasos sanguíneos. Un equilibrio dinámico entre los mecanismos que impiden su pérdida excesiva cuando se rompe un vaso:
Hemostasia y coagulación, y los mecanismos que inhiben estos procesos con el objeto de mantenerla líquida: anticoagulantes. Si por alguna circunstancia se rompe un vaso sanguíneo, se presenta la pérdida de sangre o hemorragia Estos mecanismos pueden ser tisulares, vasculares e intravasculares, y al conjunto de todos ellos que actúan coordinadamente se le llama hemostasia, cuando se lesiona un vaso sanguíneo, de inmediato ocurre retracción y vasoconstricción que disminuye el flujo por el vaso y el tamaño de la lesión inicia el proceso de coagulación que termina formando un tapón de fibrina que sella el orificio de la pared del vaso; La coagulación es una sucesión de eventos muy complejos que se han descrito como una “cascada” de transformaciones bioquímicas, esto significa que una vez iniciadas no se pueden detener Existen más de 15 factores que intervienen en la coagulación, algunos de ellos, como el calcio,  


Aquí resumiremos la secuencia, que consiste en: liberación de tromboplastina del tejido lesionado o activación de la del plasma que actúa sobre la protrombina convirtiéndola en trombina; ésta, a su vez, cataliza la conversión de fibrinógeno a fibrina, Los inhibidores fisiológicos de la coagulación son principalmente la antitrombina, antitromboplastina y la heparina. La sangre tiene como funciones transportar oxígeno, bióxido de carbono, sustancias nutritivas, sustancias de desecho, hormonas, enzimas y células que nos protegen, así como mantener la integridad de los vasos por medio de la coagulación. 

Grupos sanguíneos y factor Rh  El sistema más conocido para determinar el grupo sanguíneo es el A, B y O, que distingue cuatro grupos: A, B, AB y O. En cualquier caso, la persona debe recibir, de preferencia, sangre de su mismo grupo y, si no se tiene a la mano, puede recibir sangre O; las personas del grupo AB pueden recibir de cualquier grupo, aunque, como se ha señalado, es preferible la sangre de su grupo. 


Corazón Es un órgano hueco que se encuentra en el mediastino (cavidad limitada por los pulmones, el esternón, la columna vertebral, el diafragma y la base del cuello), tiene el tamaño aproximado de un puño cerrado y la forma de un cono truncado, con su vértice hacia abajo y a la izquierda y su base dirigida hacia arriba, El interior del corazón está dividido en cavidades: las dos superiores o atrios (aurículas) se encuentran separadas entre sí por un tabique llamado septo interatrial (tabique interauricular); las dos cavidades inferiores o ventrículos están separadas entre sí por medio de un tabique denominado septo interventricular (tabique interventricular). Entre los atrios (aurículas) y los ventrículos están los orificios atrioventriculares (auriculoventriculares), en cuyos bordes se fijan unas estructuras llamadas valvas atrioventriculares (válvulas auriculoventriculares) que permiten que la sangre pase de los atrios impiden que regrese. La valva atrioventricular derecha se llama tricúspide porque está formada por tres hojas (válvulas) de tejido fibroso; la valva atrioventricular izquierda se llama mitral o bicúspide porque tiene dos hojas (válvulas). 


De los ventrículos salen dos arterias; del lado izquierdo sale la arteria aorta, separada del ventrículo por medio de una valva aórtica, y del ventrículo derecho sale la arteria pulmonar, separada del ventrículo por la valva pulmonar. El atrio derecho (aurícula derecha) tiene dos orificios donde desembocan la vena cava superior y la vena cava inferior; el atrio izquierdo (aurícula izquierda) tiene cuatro orificios donde desembocan las venas pulmonares. El corazón tiene también, como cualquier órgano, sus vasos sanguíneos propios que le llevan oxígeno y sustancias nutritivas y recogen bióxido de carbono y sustancias de desecho; son las arterias y venas coronarias del corazón. El corazón está constituido por tres túnicas (capas): la más gruesa es la capa media muscular, el miocardio; la capa interior, formada por células epiteliales planas, llamada endocardio, y la capa exterior es una membrana fibroelástica denominada pericardio. El pericardio está formado por dos capas, una exterior fibrosa y la interior serosa que a su vez tiene dos hojas: la hoja visceral o epicardio y la hoja que tapiza la cara interna de la capa fi brosa o parietal; entre estas dos hojas se encuentra una pequeña cantidad de líquido lubricante que evita que se rocen las dos hojas durante las contracciones del corazón. 


El corazón bombea la sangre contrayendo los atrios (aurículas) para que pase a los ventrículos; éstos se contraen y envían la sangre al organismo a través de las arterias. La fase de contracción se llama sístole y la fase en que los músculos están relajados y las cavidades se llenan de sangre se llama diástole. El ciclo cardiaco se repite entre 60 y 80 veces por minuto. El corazón tiene su propio sistema para generar y conducir sus impulsos mediante células musculares modificadas con este fi n: El nódulo sinoatrial (senoauricular, saomarcapaso) que se encuentra en el atrio derecho genera los impulsos, aunque recibe influencia del sistema nervioso vegetativo y de hormonas como la epinefrina; de aquí pasa el impulso al nódulo atrioventricular (auriculoventricular) que está en la parte baja del tabique interatrial y continúa por el fascículo atrioventricular (haz de His) para distribuirse desde el tabique interventricular o septo interventricular a la superficie de los ventrículos y, finalmente, por el plexo subendocárdico (de Purkinje). En cada ciclo cardiaco el corazón bombea alrededor de 70 mL de sangre, por lo que si hay 70 ciclos por minuto, bombeará durante ese lapso casi cinco litros de sangre, que es la cantidad aproximada que tenemos en el organismo. 70 a 90 veces x min bombea el corazón


hay 2 arterias coronales que llevan la sangre el corazón. Además del sistema nervioso vegetativo, existen quimiorreceptores y barorreceptores que ayudan también a regular la frecuencia cardiaca en función de los componentes químicos de la sangre y la presión arterial respectivamente; por ejemplo, en la arteria carótida La frecuencia cardiaca está relacionada con la edad, el sexo y otros factores