Concepto de educación según nassif

SUBSTANCIA:


La substancia es justamente lo que está debajo de, lo que permanece detrás de toda mutación. Esta sustancia es la physis o naturaleza o principio fundamental del ser. Dice Aristóteles: Hay muchas acepciones del ser, pero todas ellas se refieren a un término. Podemos hablar de muchas maneras de ser, pero todas ellas se refieren a una forma primordial: la substancia. Cierto que hay muchos seres, pero a todos denominamos substancias. Por eso, la pregunta metafísica por el ser se convierte en la pregunta por la sustancia.

T.HILEMORFICA:

Las sustancias individuales, es decir, los individuos concretos, constan, según Aristóteles, de materia y forma. Esta teoría se conoce tradicionalmente como hilemorfismo o teoría hilemórfica (de las voces griegas hyle = materia, y morfé = forma). Ejemplo: La estatua de David, de Miguel Ángel, es un todo, compuesto de materia, el mármol, y de forma, David. Ni la materia ni la forma sola constituyen la substancia primera, sino que éste es el compuesto(synolon)de las dos realidades. No se trata de la suma de dos elementos yuxtapuestos, sino de la totalidad de un ser, de manera que no se pueden separar (no se trata de una separación física sino lógica, por aplicación del entendimiento), como son inseparables el mármol y la figura de David, en el ejemplo anterior.

IDEAS DE LA COSMONOLOGIA:

El geocentrismo: El universo está constituido por una serie de esferas cristalinas concéntricas en las cuales estarían los cuerpos celestes, y, en el centro, se encuentra la Tierra inmóvil. La última esfera es la de las estrellas fijas. Más allá, el Primer Motor.
El mundo sublunar está situado debajo de la esfera de la Luna y limitado por ella: Es el escenario de la generación y la corrupción, es decir del cambio de los seres. Todas las cosas se componen de los cuatro elementos de Empédocles (aunque para Aristóteles todos ellos corresponden a una misma materia prima). –
El movimiento propio de las cosas de este mundo es el rectilíneo y vertical. Pero este movimiento no tiene ninguna causa eficiente externa a los cuerpos, sino que se debe a una tendencia natural, es decir, debido a la naturaleza de los elementos. Así, el fuego y el aire son ligeros, y se mueven -por su propia naturaleza- hacia su lugar natural: el cielo. La tierra y el agua son pesados y se mueven hacia su lugar natural: el centro de la tierra. El resto de movimientos son violentos rompiendo la tendencia natural (por ejemplo, arrastrar una piedra sobre la tierra).

El mundo supra-lunar:

constituido por los planetas y las estrellas.
Los astros son seres animados no sometidos a corrupción ni generación, siendo su materia un quinto elemento, eterno e incorruptible, el éter (cuya etimología es, según Aristóteles, lo que siempre se mueve por una eternidad de tiempo). El movimiento de que están dotados es perfecto: circular, eterno, regular. Cada astro se encuentra colocado en una esfera de éter –
El cosmos es finito, ya que está encerrado en la esfera última de las estrellas fijas y en él no existe el vacío.

Características COSMONOLOGIA: Es esencialista:

todo se explica por la naturaleza o cualidades inmanentes de los cuerpos –

Es teleológica:

está basada en el concepto de finalidad: El motor inmóvil mueve como causa final; la realización de la propia forma o naturaleza es la finalidad de los movimientos naturales. ***


Es dualista:


el dualismo platónico de los dos mundos (Ideas y cosas materiales) es sustituido por otro dualismo: el del mundo supralunar (perfecto) y el mundo sublunar, siendo ambos mundos considerados como absolutamente heterogéneos –
Manifiesta una concepción jerárquica del universo: primero los seres inmateriales e inmóviles (el motor inmóvil); luego, los seres materiales, pero incorruptibles -compuestos de éter- (los astros y las esferas); por último, los seres corruptibles compuestos de los cuatro elementos.
Es deductiva, no empírica: así, por ejemplo, se afirma que el cielo es una esfera, porque la esfera -figura perfecta- es la figura que conviene al cielo (realidad inmutable). En resumen, para Aristóteles este cosmos es único, esférico, perfecto, finito en el espacio, pero no en el tiempo y comparable a un organismo viviente. Cada una de sus regiones tendrá sus propias leyes, siendo distintas las del mundo sublunar y las del supralunar. 

VIRTUD MORAL E INTELECTUAL:

El desarrollo de los hábitos virtuosos parte de una decisión y elección voluntaria del sujeto entre aquellas conductas que conviene ejercitar. Pero toda elección supone deliberación previa, y la deliberación es una actividad intelectual del ser humano. Por ello encontramos en la Ética a Nicómaco la distinción que hace Aristóteles entre dos tipos de virtudes: las virtudes intelectuales (dianoéticas) y las virtudes morales (éticas).
Las virtudes intelectuales (dianoéticas). Son las que se encuentran en la esfera intelectual y que corresponden a la propia racionalidad del ser humano. Estas virtudes son definidas como excelencias del entendimiento. En cuanto son intelectuales, pueden ser desarrolladas a través de la educación (estudioexplícito). Son virtudes intelectuales la sabiduría práctica y la sabiduría teórica: la primera consiste en la capacidad para deliberar correctamente acerca de las cosas buenas para nosotros; la segunda es el conocimiento orientado a los seres más elevados (el ser puro, los números y los astros, en opinión de Aristóteles). Como el objeto o fin a que se dirige un saber determina, según el estagirita, su rango, la sabiduría teórica sería la superior. También la vida contemplativa, dedicada al estudio de esos objetos, es la que da mayor felicidad. Pero a menudo la vida contemplativa es muy elevada para seres tan limitados como nosotros. La sabiduría práctica es, por tanto, más importante, y también lo es el ejercicio de las virtudes morales para conseguir la felicidad que está a nuestro alcance.

Las virtudes morales (éticas)

Son precisamente las que pueden adquirirse a través de la práctica conveniente. Quedan definidas como excelencias del carácter y tienen su origen y desarrollo en el hábito moral, esto es, en la repetición de las buenas acciones. Algunas de estas virtudes son, para Aristóteles, la fortaleza, el valor y, sobre todas las demás, la justicia.

SABER PORPEDEUTICO:

Tal como nos ha llegado el pensamiento aristotélico, este comienza con el estudio de la Dialéctica, que es la parte de la Filosofía que después se llamará Lógica. Para Aristóteles, la Lógica no es una auténtica ciencia, sino más bien, un instrumento para hacer ciencia. Por eso, los tratados aristotélicos que versan sobre Lógica reciben el nombre de Órganon (palabra griega que significa instrumento) y son: Categorías, Sobre la interpretación, Analíticos (anteriores y posteriores), Tópicos y Las refutaciones sofísticas.


LAS VIRTUDES Y EL ETHOS:


La felicidad no se identifica sólo con la virtud, aunque es inseparable de ella y el desarrollo de los hábitos que la hacen posible. Pero, ¿en qué consiste la virtud? La virtud estaría basada en ciertas cualidades intrínsecas del sujeto y ciertas disposiciones de su alma para comportarse de un modo excelente; pero la mera disposición no basta. Es necesario que el sujeto adquiera hábitos de conducta personal y social que actualicen estas posibilidades de desarrollo. Así, el ejercicio y el hábito (ethos) es el camino a través del cual Aristóteles propone la construcción moral del ser humano, ya que éste no nace inmediatamente virtuoso ni se hace como tal a partir de recibir una educación exclusivamente teórica. La virtud de la justicia, por ejemplo, se adquiere mediante la comprensión de su concepto y mediante su práctica continuada. En estos planteamientos encontramos una crítica y un distanciamiento del intelectualismo moral estricto.

EL ANIMAL Político:

Si la aspiración humana es la felicidad, la comunidad política deberá facilitar las condiciones quela hagan posible. Ética y política resultan indisolublemente unidas en Aristóteles. La conducta moral del individuo no tiene sentido si no se realiza en el seno de una comunidad, debido a la sociabilidad natural del ser humano. Para Aristóteles, sin embargo, la ética queda subordinada a la política, ya que el bien de toda la sociedad es más amplio que el del individuo. Los seres humanos no pueden constituirse como tales al margen de la sociedad. La teleología natural vuelve a mostrarse aquí, pues Aristóteles afirma que, frente a los animales y los dioses, el hombre tiende naturalmente a la vida en sociedad. Así, esta sociedad está originada de manera natural por la tendencia humana comunitaria y supera la mera agrupación gregaria animal por su estructura y finalidades. La diferencia de estos planteamientos con los de algunos sofistas anteriores es notable, pues estos últimos llegaron a proclamar que la sociedad humana tenía su principio en el acuerdo entre sus miembros y en función de la utilidad inmediata. El individuo encuentra su lugar natural y su posibilidad de crecimiento en el Estado y éste debe asegurar las condiciones para que sus miembros alcancen la felicidad y la perfección que le son propias. Esta finalidad del Estado queda caracterizada por el concepto de bien común, que es prioritario y supera al de bien individual. En este sentido, el Estado debe favorecer el desarrollo de las virtudes éticas de sus ciudadanos, ya que, en su conjunto, son la base de la felicidad y la justicia colectivas. Por esto, la educación de quienes componen la comunidad debe ser organizada y cuidada por el Estado de manera homogénea para todos sus miembros y con el horizonte de la excelencia social basada en la perfección de sus individuos.

LA JUSTICIA Y FORMAS DE GOBIERNO:

La virtud clave para la organización perfecta del Estado es la justicia. Pero la justicia puede estar referida a la totalidad social o a las relaciones del Estado con los individuos y de éstos entre sí. En este sentido distingue Aristóteles dos clases complementarias de justicia: la primera es la justicia general, definida por el mantenimiento de la ordenación legislativa de la sociedad, es decir, por la necesidad del cumplimiento de las leyes; la segunda es la justicia particular, que, a su vez, puede mostrarse como justicia conmutativa o como justicia distributiva. La justicia conmutativa asegura la igualdad de trato delos ciudadanos por parte del Estado en determinados ****


asuntos públicos y legislativos; la justicia distributiva atiende al mérito y a los servicios prestados por cada ciudadano para proceder a la determinación del trato que el Estado debe dispensarle. En cuento a la realización de la justicia y su relación con las formas de gobierno, Aristóteles recoge la tradición que se extendía desde los sofistas hasta Platón y ordena los sistemas políticos según sus posibilidades de perfeccionamiento social. En este caso, las formas justas de organización social estarían representadas por la monarquía, la aristocracia y la politeia, mientras que las formas degeneradas de ejercicio del poder serían la tiranía, la oligarquía y la demagogia (como alteración decadente de la politeia). Las formas justas, frente a las desviadas, tienen en cuenta el interés común, mientras que éstas sólo atienden al interés de los dirigentes. Para Aristóteles, el gobierno ideal sería la monarquía de un hombre perfectamente virtuoso. Pero como encontrar un hombre perfecto, o unos pocos (Aristocracia), es muy difícil propone como ideal más accesible para conseguir el bien común la politeia.. La preferencia aristotélica se inclina, por lo tanto, hacia la politeia o hacia una organización híbrida entre aristocracia y democracia basada en el predominio de las clases medias y regida por aquellos ciudadanos que destaquen en mérito y excelencia. En efecto, Aristóteles desea hacer prevalecer una Constitución basada en la clase media y que se define como intermediaria entre los ricos, llevados por el egoísmo y la ambición, y los no propietarios, carga y amenaza para el Estado. Según Aristóteles, esta clase es la que asegura la estabilidad del Estado, permanece fiel a las leyes y desconfía de los arrebatos pasionales. No trabaja en su solo interés, sino en el de todos los gobernados. Esta posición política corresponde bastante exactamente a sus puntos de vista morales y a la forma en la que se sitúa a la virtud en una especie de término medio.

SABERES Teóricos:

Hay saberes que de suyo solo se proponen el conocimiento: contemplar(en griego theoréin, que se traducirá por teoría) el ser de las cosas, o sea, saber cómo es la realidad. Aristóteles y los peripatéticos dividían estos conocimientos en tres grupos:
La Filosofía Primera o Teología1 (siglos más tarde llamada Metafísica): saber teórico que estudia el ser en cuanto ser. Este saber es tratado por Aristóteles en catorce libros que Andrónico, al preparar su edición, reuníó (de una manera bastante aleatoria) después delos físicos (en griego, metafísica).
La Física (Filosofías segundas): saber teórico cuyo fin es conocer la Physis, o sea, la naturaleza. Según Aristóteles, pertenecen a la naturaleza todos aquellos seres que tienen ellos mismos el principio radical de sus cambios, de su movimiento. De aquí que los estudios físicos de Aristóteles abarquen campos que hoy ya, después de muchos siglos de haber conservado su misma terminología, no llamamos así. La física aristotélica abarca, además de nuestra física, la cosmología o astronomía, la meteorología, la biología, la psicología…En suma, el objeto de la física son los seres subsistentes (es decir, que existen por sí mismos) que tienen en sí mismo el principio de su movimiento o cambio. Los principales escritos aristotélicos en este dominio son: la Física, Sobre el alma, Sobre el cielo, Sobre la generación y la corrupción y Las partes de los animales.