La novela después de la Guerra Civil

1.INTRODUCCIÓN Y CONTEXTO
La novela durante el Franquismo estuvo influenciada por los avatares políticos de la dictadura. El país
estaba marcado por la censura y por una mala situación económica. Además, muchos autores tuvieron
que exiliarse durante la Guerra Civil, cosa que influyó decisivamente en la narrativa.
Los novelistas españoles recibieron en esta época influencias exteriores a la hora de hacer su
narrativa. En primer lugar, importaron nuevas técnicas narrativas de autores europeos y
norteamericanos en las primeras décadas del S.XX. Destacan autores como James Joyce, con el
monólogo interior; Virginia Woolf, narradora de gran influencia;
O Franz Kafka, centrado en lo absurdo
de la existencia humana.
En segundo lugar, destaca la influencia desde mediados del S.XX de narradores hispanoamericanos
del llamado Boom. Este grupo tiene precursores como Jorge Luis Borges, y se incluyen narradores
como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, que renovaron la narrativa
española con técnicas como el Realismo mágico o la novela de dictadores. Muchos de estos narradores,
como Vargas Llosa, residieron en España durante los años 60 y 70, por lo que su influencia fue más
directa.
2.LA NOVELA EN LOS AÑOS 40
Tras la Guerra Civil, comenzó en España una dura posguerra marcada por las dificultades económicas
y la censura impuesta a los artistas por el régimen franquista. Muchos narradores tuvieron que exiliarse
por motivos políticos, mientras que otros permanecieron por afinidad a la Dictadura o por no haberse
pronunciado políticamente. Así, tenemos dos grupos de narradores españoles: exiliados y los que se
quedaron en España.
Los narradores exiliados se establecieron mayoritariamente en América Latina, y publicaron obras en
las que suele haber un recuerdo amargo de España. Entre estos autores destacaron Rosa Chacel y
Francisco Ayala (Muertes de perro).
Entre los narradores que permanecieron en España, destacan una serie de obras de autores afines
al Franquismo que publicaron novelas triunfalistas que describen la Guerra Civil desde una perspectiva
victoriosa, o de evasión con asuntos sentimentales. También hay novela de humor y fantasía en la que
se crean mundos imaginarios con el fin de evadirse de la realidad, como El bosque animado, de
Wenceslao Fernández Flórez.
Sin embargo, también encontramos dos novelas que ofrecen versiones más críticas de la realidad
española de esta primera época de la posguerra.
La primera gran novela escrita en España durante el Franquismo es La familia de Pascual Duarte,
de Camilo José Cela, que relata los asesinatos de un campesino extremeño. Esta obra es la máxima
representante del tremendismo, una corriente literaria que muestra con crudeza la violencia y que da
protagonismo a personajes marginales.
La otra novela en esta primera década es Nada, de Carmen Laforet. Este libro, existencialista,
cuenta el choque entre el idealismo de una estudiante universitaria y el asfixiante mundo burgués que le
produce una gran angustia.
La influencia de estas dos novelas llega a los años 50 con el Realismo social, cultivado por Rafael
Sánchez Ferlosio (El Jarama) o Ana María Matute (Los Abel), entre otros. Estos autores piensan que la
novela debe cumplir una función social.
3.EL Realismo SOCIAL DE LOS 50
Durante los años 50 se produjo un impulso renovador en la narrativa, con una serie de autores dentro
del Realismo social. Estos buscan reflejar la situación de la sociedad española para concienciar a los

lectores de las injusticias que sucedían. El Realismo social destacó por el uso de estas técnicas
narrativas y estos temas:
– Técnicas:
narrador oculto para lograr una mayor objetividad; protagonista colectivo y ausencia de
análisis psicológico de los personajes; estilo sencillo; predominio del diálogo; tiempo y espacio
concentrados.
– Temas: el egoísmo burgués; la miseria de los campesinos y el proletariado y su explotación; la
soledad del individuo y su incomunicación; el éxodo del campo a los suburbios de las ciudades; el
recuerdo de la Guerra Civil desde un punto de vista adolescente o infantil.
Entre los autores del Realismo social destaca Camilo José Cela, con La Colmena, novela colectiva
que muestra la miseria de la ciudad durante la posguerra. Por otro lado, Miguel Delibes destaca por la
descripción del mundo rural castellano, con obras como El camino. Otros autores destacados fueron
Rafael Sánchez Ferlosio o Carmen Martín Gaite.
4.LA NOVELA EXPERIMENTAL DE LOS AÑOS 60
Durante los años 60 se produjo una cierta apertura gracias a la flexibilización de la censura a mejoras
económicas. Se mantuvo en la novela esa conciencia crítica sobre la sociedad española, cambiando la
forma de escribir. Bajo influencias extranjeras, los novelistas españoles introdujeron nuevas técnicas
narrativas.
Cambios en la perspectiva, encontrando en una misma novela narradores en primera, segunda y
tercera persona; personajes con conflictos interiores, profundizando en la psicología de los
protagonistas y empleando el monólogo interior; ruptura en el orden de la trama, quitando importancia
al argumento y centrándose la narración en anécdotas con el uso de saltos en el tiempo y elipsis;
técnicas experimentales, como novelas sin separaciones o que incluyen otros tipos de textos y dibujos.
La obra más importante es Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos. La obra cuenta las experiencias
en Madrid de un joven médico que se mezcla con todas las clases sociales, encontrándose con lo peor
de la sociedad española. Se trata de una novela que emplea técnicas experimentales en su estructura y
en su lenguaje.
Además, en esta década destacan nuevos nombres como Juan Benet y Juan Marsé (Últimas tardes
con Teresa), entre otros.
CONCLUSIONES
Finalmente, comenzará a quedar atrás el interés por la experimentación y los autores se centrarán más
en la trama y la estructura de la novela, más tradicional, simple y lineal. Entre los autores y obras más
destacados están Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta y Juan Marsé con Si te dicen
que caí. Así, la novela seguirá diversos itinerarios, vinculados a veces a las necesidades editoriales y al
éxito.