LAS JARCHAS: manifestación lírica que consta de  estrofas breves esritas en romance mozárabe que se incluían al final de una moaxaja árabe o hebrea y surgen de que un poeta se sentía atraído por la letrilla popular y escribía una moaxaja de introducción.Las primeras no se descubrieron hasta 1948 pero las mas antiguas se encuentrar por el Siglo XX. Las jarchas, al igual que el resto de las formas tradicionales suelen desarrollar con brevedad un contenido amoroso expresado desde el punto de visto femenino Es muy frecuente el motivo de queja por asencia del amado .EL MESTER DE JUGLARÍA: los cantares de gesta son oras son obras de género épico que narran, en verso, hazañas de héroes. En España aparecen hacia el Siglo XIII(echa de la composición del mio Cid) La difusión oral de estas historias correspondía a los juglares, actores y cantores errantes que iban de lugar en lugar actuando. Su espectáculo debe tener música, mímica, malabarismo… Para mantener la atención del público. El oficio de los juglares se denomina mester de juglaría, que posee un estilo propio de expresión , una serie indefinida de versos de arte mayor en torno a las 16 sílabas, con pausa interna y rima asonante. Se utilizaban las llamadas de atención al público y fórmulas juglarescas haciendo alusión a los adverbios de presencia y referencias visuales, las repeticiones son constantes ya que ayudan a la recitación y memorización, predominio de oraciones simples y coordinadas, ya que permitían improvisar y está implícito en el castellano, uso del presente indicativo para acelerar la acción a los oyentes y petición final de soldada, un sueldo por actuación. POEMA DEL mio Cid: es un cantar de gesta que narra en verso las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador. Se trata del más antiguos de los cantares de gesta conservados y el único casi íntegro. / Cantar de destierro: El cid es desterrado de Castilla por el rey
Alfonso VI y pierde su honra. No se menciona la causa, pero es sabido que se vierte una serie de acusaciones contra el héroe, que se dice que se había apropiado de los tributos de los moros al rey de Castilla. El cid se ve obligado a abandonar a su mujer, Doña Jimena y sus hijas Elvira y Sol y sus pertenencias. Deja Castilla con sus soldados más fieles. Pronto participa en una serie de batallas para recuperar su honor y poder volver a casa. Destaca la victoria sobre el conde de Barcelona. CANTAR DE BODAS. El cid conquista Valencia que supone su principal victoria. Desde allí envía presentes al rey para ganar su favor y se conciertan las bodas de su hija con los inantes de Carrión. L cid recupera así su reputación militar y pasa a disfrutar de una situación completamente honrosa, tanto en el ámbito público como el familiar. CANTAR DE LA AFRENTA DE CORPES: Los infantes de Carrión por su cobardía son objeto de burla de los guerreros del mio Cid, especialmente cuando aparece un león suelto en palacio mientras Rodrigo duerme , se esconden aterrados. Cuando el campeador se despierta lo reduce y acorrala ya que este estaba domado . Al sentirse humillados  y decide vengarse de las hijas del Cid , maltratándolas y abandonándolas en robledo de Corpes. Vuelve la deshonra para el héroe. Pide ayuda al rey y consigue que se celebren cortes en Toledo. Allí infantes son vencidos por hombres de confianza del Cid . Las hijas del Cid se casan con los infantes  de Navarra y Aragón quedando como familiares del rey de España. Honra otra vez. MESTER DE CLERECÍA: En la primera mitad del Siglo XIII surge le mester de clerecía. Se llama a la escuela de los escritores cultos (clérigos) ue eligen el romance como lengua literaria. Los clérigos compondrán una literatura mucho más regular que la juglaresca con mayor cuidado de los aspectos formales. La cuadrna vía será la nueva estrofa: cuatro versos alejandrinos que riman entre sí en consonancia. Los temas tratados son principalmente religiosos e históricos. El mester de juglaría y clerecía son opustos Sin embargo coexistieron . El lenguaje de estas composiciones se caractria por ser cuidadoso y selecto aunque dbido a su afán didáctico y divulgador emplea un tono menos elevado que el épico.