Obras principales de lucresio caro

Garcilaso de la Vega


Su breve obra (38 sonetos, cuatro canciones, una oda, dos elegías, una epístola y tres églogas), publicada póstumamente, supone una revolución en la lírica española.

– En algunos de sus sonetos, el yo poético se identifica con personajes de la mitología; en la mayor parte, se exploran los matices del proceso de enamoramiento, desengaño y sufrimiento tras la muerte de la amada (celos, dolor por la ausencia, recuerdo de la felicidad perdida…).
– Las églogas son composiciones protagonizadas por pastores ( Salicio y Nemoroso en la primera, Albanio en la segunda, Tirreno y Alcino en la tercera) qué día Logan en una naturaleza idealizada y expresan sus quejas de amor.


San Juan de la Cruz


Su obra poética constituye una de las cimas de la lírica universal. El tema central de sus composiciones (Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva) es la cercanía o uníón del alma con la divinidad. En ellas se combinan diversas tradiciones: la literatura bíblica (el Cantar de los Cantares), la lírica tradicional y la poesía petrarquista (de dónde toma las estructuras métricas y la ambientación pastoril). Dentro del estilo de San Juan, destaca el uso de los símbolos y del oxímorón.

La variedad de la prosa renacentista.
La curiosidad y el vitalismo propios del Renacimiento, y la voluntad de imitar modelos grecolatinos o italianos explican el desarrollo en el Siglo XVI de una amplia variedad de subgéneros en prosa, tanto de carácter didáctico como estrictamente narrativos.


Misceláneas


Son obras de divulgación que en España añaden a las fuentes clásicas refranes, leyendas y testimonios directos. Las principales son la Silva de varía lección, de Pedro Mexía; Miscelánea, de Luis de Zapata; y Jardín de flores curiosas, de Torquemada).

La prosa narrativa


Comprende dos grupos:
– Subgéneros con ambientes o personajes idealizados: las novelas de caballerías, morisca, pastoril y bizantina. Entre ellas sobresale La Diana, de Jorge de Montemayor, novela pastoril protagonizada por pastores que viven sus cuitas amorosas en un marco natural idealizado; e Historia de los amores de Clareo y Florisea, de Alonso Núñez de Reinoso, novela bizantina que narra las aventuras de dos enamorados que deben separarse y superar una serie de obstáculos antes de reencontrarse.


– Obras de carácter realista: la prosa celestinesca -especialmente La lozana andaluza, de Francisco delicado-, y la anónima Lazarillo de Tormes.
En el Siglo XVI se desarrollan también algunos subgéneros caracterizados por su brevedad, como las facecias (Floresta, de Melchor de Santa Cruz) y las novellas (El patrañuelo, de San Juan de Timoneda). 

Lazarillo de Tormes


Por su ambientación realista y por la creación de un antihéroe que evoluciona a lo largo del relato se considera la primera novela moderna.

– Fuentes, fecha y autoría

La fuente más directa es El asno de oro, del autor latino Apuleyo (siglo II). La novela debíó escribirse hacia 1550, y se conservan tres ediciones de 1554. Aunque se han barajado distintos nombres como posibles autores, hoy por hoy es un texto anónimo.

– Difusión y trascendencia

Con el Lazarillo se inaugura una tradición de la narrativa realista en las que se sitúan Mateo Alemán y Cervantes en el Siglo XVII o Benito Pérez – Galdós en el XIX. Su trascendencia también se evidencia en la llamada novela de aprendizaje, cultivada por autores como Goethe o Dickens.

– Estructura y argumento

El Lazarillo adopta la forma de una carta que el protagonista dirige a un tal Vuestra Merced. Siguen al prólogo siete tratados que cuentan los servicios de Lázaro a varios amos (un ciego, un clérigo, un escudero, un fraile, un vendedor de bulas, un capellán) desde que era un niño hasta que se convierte en pregonero de Toledo.

– Rasgos

En el Lazarillo quedan fijados los rasgos de la novela picaresca: el personaje del pícaro; el autobiografismo ( el relato se cuenta en primera persona en forma de carta); la historia como proceso de aprendizaje; y el estado final de deshonor (para Lázaro, la aceptación del adulterio de su mujer), qué se trata de justificar mediante el relato.

– Originalidad de la obra

Reside, al menos, en tres factores: la articulación coherente de motivos o personajes folclóricos o de la realidad de la época, la innovadora relación entre realidad y ficción, y el empleo de la ironía.

– Temas e interpretación

Los principales temas del Lazarillo son el hambre (denuncia las miserias de la España imperial), la honra (crítica una sociedad inmovilista en la que el ascenso social es imposible y en la que la honra depende de las apariencias, el linaje y la limpieza de sangre) y la religión (su anticlericalismo puede interpretarse en clave erasmista, como reivindicación de una espiritualidad más auténtica o bien como expresión de escepticismo).