Prohibición de libertad de expresión

VOTO A PARTIR DE LOS 16



La posibilidad de votar a partir de los 16 años y no a partir de los 18 ha supuesto siempre un complejo debate. Algunos creen que a esa edad la persona no ha alcanzado la madurez suficiente como para tener derecho a decidir en aspectos de importancia legal. A pesar de eso, existe una amplia diversidad de opiniones respecto a este tema.
Por un lado, como ya se ha mencionado, se cree que el joven, a los 16 años, no tiene la suficiente capacidad de decisión, dado que aún tiene una personalidad impresionable y flexible. La psicóloga Silvia Álava Sordo afirma de manera clara: “El consumismo  y la influencia de los medios de comunicación se han potenciado al máximo, por lo que los adolescentes
actuales son mucho más influenciables”. El radicalismo también es algo que se les suele adjudicar a los jóvenes. Por eso parte de la población no se siente segura al confiar el voto a los menores de edad.
Por otro lado, también se refuta la idea de dejar que la población empiece a votar a los 16 años exponiendo que, aunque el 21,9% de los adolescentes españoles de esa edad dejarán los estudios después de finalizar secundaria, estos son una minoría en comparación con los jóvenes que seguirán estudiando. Por lo que no deberían tomar decisiones relacionadas con temas laborales o políticos, ya que, por el momento, estos no les afectan de manera directa.
En conclusión, y teniendo en cuenta los argumentos mencionados previamente, hay razones suficientes para desestimar la idea de que los jóvenes puedan votar a partir de los 16 años.

¿ES NECESARIO LIMITAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?


La libertad de expresión es el derecho que consiste en reconocer que un individuo puede expresar sus opiniones y pensamientos sin que nadie lo impida. La necesidad de limitar esta libertad ha generado controversia a lo largo de la historia, por lo que hay una amplia diversidad de opiniones sobre este tema.
Por un lado, como expuso el filósofo inglés John Stuart Mill (1806-1873), en su ensayo Sobre la Libertad, solo se puede restringir esta libertad cuando se usa para dañar a otros, siempre teniendo en cuenta los intereses, los derechos y los contextos de los diferentes individuos. De
esta manera, en la actualidad, se establecerían unos límites en los actos de comunicación, ya que en ellos reside la capacidad de ofender, afectar y dañar a un tercero.
Por otro lado, otra de las posturas respecto a esta restricción es la que defiende que los ciudadanos, democráticamente, deben imponer unas leyes que definan de manera clara los límites de esta libertad. Esto haría que la población se concienciara a la hora de opinar. Un claro ejemplo son las diversas opiniones que se expresan en contra de los homosexuales o a favor de la xenofobia, en estos casos se cruzan los límites de la libertad de expresión, por la que esta debe restringirse.
En conclusión, y haciendo referencia a los argumentos previamente desarrollados, se cree que la libertad de expresión debería tener un límite. Este límite se encuentra en la capacidad de perjudicar a un tercero o en el mero hecho de incumplir la ley.

¿Aprobación o prohibición de la gestación subrogada?


La gestación subrogada se define como una técnica de reproducción asistida por la que una mujer accede a gestar el hijo de otra persona. Es la técnica reproductiva más controvertida dado que desde el punto de vista ético genera un gran debate.
Por un lado, los defensores de la subrogación de útero afirman que este es un método de procreación por el que una mujer, de forma libre y voluntaria, accede a gestar el hijo de otras personas. Siempre que los derechos de los padres, del menor y de la gestante sean respetados, no es un proceso contrario a la ética, pues no daña ni vulnera los derechos ni la dignidad humana. David González, presidente de la Asociación de Padres por la Gestación Subrogada, asegura: “Al igual que donamos órganos, e incluso se donan óvulos, lo cual hoy en día nos parece absolutamente normal, se puede ayudar a otra persona a gestar su hijo, con el que la gestante no mantiene vinculo genético alguno”.
Por otro lado, la gestación subrogada ofrece una vía más a aquellas parejas que no pueden gestar su hijo de manera tradicional. La Asociación Son Nuestros Hijos (SNH) ve la gestación subrogada como una manera más de acceder a la maternidad y la paternidad. Además, trabajan para que los cuidados médicos de la gestante estén asegurados y haya documentos legales que aclaren el trato entre los padres y la gestante.
En conclusión, y haciendo referencia a los argumentos previamente desarrollados, se cree en la aprobación de la gestación subrogada, ya que esta es una aliada en el objetivo de alcanzar la maternidad y la paternidad.