Reinos cristianos de la península

2.1 Al Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica. Emirato y califato de Córdoba

Aprovechando las disputas dinásticas de los visigodos y alentados por la yihad, los musulmanes, al mando de Tarik atraviesan el estrecho de Gibraltar y derrotan a los visigodos en la batalla de Guadalete. En tres años conquistan toda la península, excepto algunas zonas de la franja cantábrica y los Pirineos donde fueron derrotados en la batalla de Covadonga en el 722 por los astures y más tarde por los francos en Poitiers , lo que supuso el fin de la expansión musulmana por Europa. Habitualmente se firmaron capitulaciones que permitieron a los conquistados conservar sus tierras, a cambio del pago de tributos. Inicialmente además deben pagar la yizya y el jaray, lo que fomenta las conversiones al Islam. Tras la conquista musulmana, la Península se convirtió en una provincia o emirato del Califato de Damasco, gobernado por un emir que actuaba en nombre del califa.
En el año
756, Abd-al- Rahmán I, un miembro superviviente de la familia Omeya, familia expulsada del califato por los Abbasíes, llegó a la Península haciéndose con el poder y proclamándose emir independiente, jefe político pero no religioso. En el año 929 Abd-al Rahmán III, se autoproclamó califa, jefe político y espiritual, este periodo del califato representó la época de máximo esplendor cultural del Al-Ándalus. En el año 976 Almanzor, hayib de Hisham II, se hizo con el poder y convirtió el califato en una dictadura militar apoyado en las victoria de su ejército contra los núcleos cristianos del norte.

2.2 Al Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí

En el año 1031 una rebelión depuso al último califa, Hisham III y Al-Ándalus se fragmentó en numerosos reinos de Taifas , que se fueron reduciendo sobre todo por la incorporación de los más pequeños a otros mayores. Seguían siendo territorios prósperos económicamente y en algunos casos tuvieron gran importancia cultural pero su supervivencia dependía, con frecuencia, del pago de parias o tributos. Su dirigente Yusuf ibn Tashfin llegó a la Península en el año 1086 y vencíó a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas , frenando la expansión cristiana. En el 1172, los reinos de taifas volverán a ser unificados bajo el dominio almohade, un nuevo Imperio norteafricano, cuyo califa Yusuf II aplastó al ejército castellano dirigido por Alfonso VIII en la batalla de Alarcos. En el año 1212 las tropas cristianas destrozaron al ejército almohade en la batalla de las Navas de Tolosa. Con esta derrota el poder de los almohades en la Península quedó prácticamente aniquilado, conformándose el Reino Nazarí de Granada como último reducto de la presencia musulmana en la península.

2.3 Al Ándalus: economía, sociedad y cultura

La economía de Al-Ándalus era fundamentalmente agrícola, pero los musulmanes aportaron nuevas técnicas que dieron lugar a un desarrollo económico muy superior al de los reinos cristianos. En la agricultura los musulmanes impulsaron la práctica del regadío introduciendo la noria y las acequias y difundieron cultivos como los cítricos, el arroz, el algodón o el azafrán, aunque los cultivos principales siguieron siendo los cereales, la vid y el olivo. En la ganadería se desarrolló especialmente el ganado ovino y la cría del caballo y; en la minería, que estaba bajo control estatal, sobresalíó la extracción de plomo, cobre, estaño, azufre, cinabrio y oro, que se obténía del lavado de diversos cursos fluviales. Lo más destacable de la sociedad andalusí es su diversidad étnica y religiosa. Los musulmanes, árabes, bereberes, sirios y muladíes , convivían con mozárabes y con los judíos, además de los esclavos eslavos y negros. Esta diversidad se manifiesta también en su estructura social, en la que se puede distinguir una aristocracia de origen árabe que posee las tierras; grupos sociales medios formados por musulmanes mercaderes y miembros del ejercito; las clases populares integradas por los artesanos y campesinos y; los esclavos. Al-Ándalus fue el foco cultura de la Edad Media, la zona de contacto entre el mundo islámico, del cual se recopilaron una amplia colección de textos literarios, filosóficos y científicos, y la Europa cristiana. En filosofía destacaron Averroes y Avempace y el judío Maimónides por sus comentarios a las obras aristotélicas, las cuales llegaron al mundo occidental gracias a ellos. En el terreno científico se difundíó el sistema de numeración de origen indio y el concepto de cero que sustituyeron a la numeración romana. Como matemático cabe destacar a Al-Mayriti.