Reinos cristianos de la península

1.1. Los periodos de la Prehistoria marcan el avance tecnológico del utillaje y por tanto de la evolución socioeconómica. Durante el Paleolítico (800.000-8000 a. C.) tuvieron lugar las cuatro últimas glaciaciones, y el proceso de hominización o evolución del género homo desde los primates al ser humano actual, unido a la evolución de las técnicas que usaban. Eran grupos nómadas que vivían de la caza, pesca y recolección, es decir, una economía depredadora. Habitaban en cobijos provisionales y cuevas desde el Paleolítico Medio. El Neolítico (7.000-4.000 a. C.), fue una revolución, se pasó de una economía depredadora a productora, basada en la agricultura y ganadería. Esta economía condujo a la sedentarización, división del trabajo y diferenciación social. La pintura rupestre es obra del homo sapiens. Se inicia en el Paleolítico Superior en Cantabria (Altamira-Cantabria y Tito Bustillo-Asturias). Son pinturas realizadas en cuevas, relacionadas con rituales mágicos o religiosos. Sus rasgos son: representación de animales aislados, acusado Naturalismo y policromía. En el Neolítico se desarrolla la pintura levantina (Valltorta-Castellón, Cogull-Lérida). Con carácterísticas propias y sin relación con las cántabras: en abrigos rocosos bien iluminados; incluye la figura humana, formando escenas, con sentido narrativo; presentando figuras estilizadas, esquemáticas y casi monocromas    

1.2. Los pueblos prerromanos se asentaron en la Península en la Edad de Hierro. Los iberos (VI-I a. C.), vivían en pueblos fortificados de la costa mediterránea, con una economía agrícola y ganadera, junto a la metalurgia y cerámica; y organizados ciudades-estado. Los celtas de origen indoeuropeo (V-III a.C.), organizados en tribus en la Meseta y costa atlántica, destacan las culturas de campos de urnas, verracos y castros. Bajo desarrollo social (clanes y linajes), económico (primitiva agricultura y ganadería) y político (consejo de ancianos). Los celtíberos, en las submesetas. Los tartessos (VIII-V a. C.), formaron el primer Estado de la Península; situados en el valle del Guadalquivir; con una economía agropecuaria, junto al comercio y minería; gobernados por reyes, desaparecen en el V a. C. Las colonizaciones históricas llegan por motivos económicos, a lo largo del primer milenio a.C. Estos pueblos eran: Fenicios (VIII a. C.), con factorías* como Gades, Malaka; aportan el torno de alfarero, escritura alfabética y generalizaron el uso del hierro. Los griegos focenses* (mitad VII a.C.) fundaron colonias como Emporión y Rhode, introdujeron la vid y el olivo, y la acuñación de moneda. Los cartagineses (mitad VI a.C.), fundan colonias como Ebussus y Cartago Nova; sus intereses chocaron con Roma, enfrentándoles en las guerras púnicas. 

1.3. Como pueblos prerromanos tenemos a los Íberos, asentados en el sur y en la costa mediterránea. Economía basada en agricultura y ganadería con gran actividad comercial llegando incluso a acuñar moneda. Sociedad tribal jerarquizada en función del poder económico y militar. Organización política muy buena por el modelo ciudad-Estado. Elementos culturales como escritura, religión y arte (Dama de Elche). Los celtas, de origen indoeuropeo, se ubican en la Meseta Norte y zona noroeste. Economía principalmente ganadera. Su sociedad se agrupaba en tribus y vivían en los castros fortificados y circulares. Los celtas y los íberos llegaron a unirse creando la cultura celtíbera que fueron extraordinarios guerreros. Los fenicios, de origen libanés y primeros en colonizar, crearon ciudades como Gadir o Malaca hacia el S. IX a.C. Para potenciar el comercio y por la abundancia de metales, por la cercanía a África. Los griegos también fueron otros colonizadores con el fin de comerciar con los metales y solucionar su problema demográfico. Fundaron Rhode, Emporion, etc. Y divulgaron alfabeto y moneda. Nombrar a los cartagineses como pueblo colonizador que vino a la Península por el comercio y por las Guerras Púnicas contra los romanos. Los Tartessos era un grupo reducido en Andalucía occidental cuya economía se sustentaba en la minería y las actividades metalúrgicas de cobre pero por una serie de elementos, esta cultura decayó. 

1.4. El Imperio romano es invadido en el siglo V por pueblos bárbaros. A Hispania llegan los suevos a la Gallaecia, los vándalos a la Bética, y los alanos a la Lusitania y Cartaginense. El Imperio mandará a los visigodos, establecíéndose el reino de Tolosa, aunque su instalación definitiva vino en el 507, dando inicio al reino visigodo de Toledo. La consolidación de la monarquía visigoda fue obra de varios monarcas. Leovigildo (569) logra la unificación política, contuvo a los francos, replegó a los vascones y expulsó a los suevos. La unificación religiosa llegó con Recaredo (589) al convertirse al catolicismo, y la unificación jurídica con Recesvinto que promulgó el Fuero Juzgo (654). La monarquía electiva y dependiente del apoyo de nobleza e Iglesia; gobernaba con dos instituciones: Oficio Palatino (magnates auxiliaban en tareas de gobierno) y el Aula Regia (colaboradores y alta nobleza), asamblea consultiva que asesoraba al rey en asuntos políticos, militares y en la elaboración de leyes. Por otro lado los Concilios de Toledo, inicialmente eran asambleas eclesiásticas, pero con la conversión de Recaredo en el III Concilio de Toledo, adquieren una dimensión política; adquiriendo más poder la Iglesia y la monarquía podrá nombrar obispos. Eran convocados y presididos por el rey, y en ellos se tomaban decisiones políticas y religiosas. 


2.1. En 711, un grupo de bereberes dirigidos por Tariq y Muza entran a la Península por Gibraltar, derrotan al rey don Rodrigo en la batalla de Guadalete y se expande rápidamente excepto por la zona cantábrica y la zona pirenaica donde se sitúa la frontera Franco-musulmana tras ser vencidos en Poitiers (732). Se establece un emirato dependiente (desde la conquista hasta el siglo VIII) que se organiza como una provincia más del Imperio Omeya (dependencia política y religiosa del Califa de Damasco). AbdalRahman I, tras el asesinato de su familia (Omeya) por los Abasíes, escapa a Al-Ándalus donde existen muchos miembros de su linaje, desembarcando en Almuñécar, derrotando al emir Yusuf y proclamando un emirato independiente político pero no religioso (756) del califato de Bagdad. Enfrentó revueltas e intentos de invasión.  AbdaRahman II consiguió un gran esplendor político y económico, mejorando la administración estatal y organizando el territorio en coras con un valido al mando. Abd al-Rahman III sofocó la revuelta de Umar Hafsun y en 929 proclamó el califato y establecíó la capital en Córdoba con un gran esplendor político, económico y cultural. AlHakam II defendíó ciencia y arte y Hisham II relevó en Almanzor, quién se hizo con el poder y convirtió el califato en una dictadura militar apoyado en las victorias de su ejército contra los núcleos cristianos del norte, y a cuya muerte (1002) llevan conflictos que integran el califato.

2.2. Tras la muerte de los hijos de Almanzor el califato se desmorona y surge la disgregación del territorio en reino taifas siendo los de Toledo, Sevilla y Valencia los de mayor prosperidad económica y cultural. Los reinos de taifas eran autónomos y tenían conflictos entre ellos, lo que es aprovechado por los cristianos para intentar avanzar. Cuando Alfonso VI ya ha conquistado el reino de Toledo, los árabes piden ayuda a los almorávides (bereberes del norte de África), quienes se enfrentan y derrotan a los cristianos en la batalla de Sagrajas (1086). También consiguen hacerse con el control de todos los reinos, pero más tarde, al volver a separarse, los almohades (bereberes) llegan a la Península enfrentándose y derrotando a los cristianos en la batalla de Alarcos. En 1212, en la batalla de las Navas de Tolosa, los cristianos consiguen la victoria, expandíéndose así por la Península y reduciendo a los árabes al Reino Nazarí de Granada (1237-1492) fundado por Muhammad I, estaba dividido en tres coras (Elvira, Rayya y Pechina). Pagaban parias a Castilla y reconocían vasallaje a su rey. En 1492 fueron incorporados a Castilla. 

2.3. La economía era fundamentalmente agrícola, los musulmanes intensificaron el regadío, utilizando la noria y ampliando el uso de acequias, introdujeron nuevos cultivos (algodón, arroz, azafrán, cítricos) que unieron a la tríada mediterránea (cereal, vid y olivo). En la ganadería, retrocedíó la porcina, desarrollándose más la ovina y equina. La minería se revitalizó, destacando el hierro, cobre y Mercurio. Famosos fueron sus productos artesanales: cordobanes, brocados, armas y cerámicas. El comercio interior que se realizaba en los zocos urbanos, y el comercio exterior a través de sus puertos con el Magreb, norte de África y Oriente; utilizándose dos monedas, el dinar (oro) y el dírhem (plata). La ciudad se revitalizó, como centro de consumo. La sociedad andalusí era muy heterogénea, por su gran diversidad étnica y religiosa. Con predominio de los musulmanes (árabes, bereberes y muladíes), esta sociedad se estructuraba en: grupo nobiliario (nobleza de sangre y de servicio), burguésía urbana (funcionarios, artesanos y comerciantes), plebe, y en último lugar los esclavos. Junto a ellos las minorías religiosas de mozárabes y judíos. Su cultura estuvo marcada por el Islam, e influyó en Occidente. Destacó en: arte (mezquita Córdoba, Alhambra Granada), filosofía (Averroes), literatura (collar, moaxaja y zéjel) y ciencia (álgebra, medicina, astronomía). 

2.4. Los reinos cristianos se originan y desarrollan entre los siglos VIIl y IX en la Cordillera Cantábrica y sur pirenaico, fuera del dominio musulmán, quiénes se enfrentan en 722 a Don Pelayo en la batalla de Covadonga, formándose el reino de Asturias, expandido por Alfonso III y nombrado por García I como reino de León al trasladar allí su capital. Fernán González independiza el condado de Castilla en el Siglo X y emplea la premura para repoblar el territorio. Navarra, parte de la marca hispánica, surge como reino con Iñigo el arista en el 824 alcanzando su mayor expansión con Sancho el Mayor que al morir en 1035 reparte su territorio entre sus hijos surgiendo así el Reino de Aragón. Los condados catalanes bajo dominio carolingio quedarán ligados a finales del siglo IX a Wilfredo el Velloso y a finales del Siglo X se volverán independientes. Desde el siglo IX surge el proceso de la reconquista seguido del proceso de repoblación. Durante la primera etapa (VII-X) los reinos cristianos avanzan hasta el Duero con un modelo de repoblación por iniciativa de los campesinos(presura), dando lugar a pequeñas y medianas propiedades; en la segunda (XI-1150) avanzan hasta Toledo aprovechando la debilidad de los reinos de taifas hasta que son frenados por los almorávides. El modelo de repoblación es el concejil mediante fueros dando lugar a una mediana propiedad. Durante la segunda mitad del Siglo XII se produce la tercera etapa de la reconquista tras el derrumbe de los almorávides y la creación de los segundos reinos de taifas llegando hasta el Guadiana; avance que se ve frenado esta vez por los almohades. La repoblación durante la primera mitad del Siglo XIII dará lugar a latifundios mediante las encomiendas de las órdenes militares. Por último, tras la batalla de las Navas de Tolosa, 1212, los reinos cristianos avanzan sobre los terceros reinos de taifas a excepción del reino nazarí, conquistado en 1492. La repoblación es mediante donaciones dando lugar a grandes latifundios (segunda mitad del XIII).


2.5. El gobierno de los reinos cristianos o de los condados catalanes, se organizó en torno al rey o conde. El rey estaba asesorado por una Curia Real. Hasta el s. XII la Curia Real (nobles y clérigos como asesores reales) fue el organismo más importante. En 1188 en el Reino de León y desde el s. XIII en el resto, los monarcas convocan a la Curia y a los burgueses, así nacen las Cortes. Sus funciones: asesorar al rey y votar impuestos extraordinarios. La administración territorial estaba a cargo de los condes y la local a cargo del concejo. Los recursos provénían de las tierras ocupadas a los musulmanes, aduanas, monopolios y cobro de impuestos. La organización social estuvo marcada por la aparición del régimen señorial. Los señoríos, territorios dados por el rey a particulares o instituciones, fueron evolucionando. Hasta el s. XII eran señoríos territoriales o solariegos. Desde el s. XII los reyes les otorgan el privilegio de inmunidad convirtiéndose en señoríos jurisdiccionales y sus pobladores en vasallos, obteniendo derechos jurídicos y limitando el poder del rey a las tierras de realengo. La sociedad estaba dividida en tres estamentos: nobles (caballeros), clérigos (monjes y sacerdotes) y campesinos. Los primeros establecían relaciones de vasallaje entre sí, y los más poderosos con el Rey, establecíéndose una estructura política piramidal en la que el rey dependía de los grandes nobles. 

2.6. Los reinos cristianos presentan una estructura basada en tres instituciones políticas: Monarquía, Cortes y Municipios. En la Corona de Castilla, la Monarquía castellana luchó para afianzar el poder y su posición en los enfrentamientos con nobles. Era menos feudal que la aragonesa y se sirve para gobernar de una administración central formada por la Curia Regia, con el Consejo Real y las Cortes; la Audiencia (Chancillería a partir de 1442) qué es el máximo órgano de Justicia con sede en Valladolid; y la Hacienda, que nombra al mayordomo Mayor, responsable de gastos e ingresos. Las Cortes pierden su papel consultivo y legislativo, aprobando los impuestos y la toma de juramento del heredero. Los corregidores, designados por el rey para controlar los municipios, establecen un lazo de uníón entre los poderes territoriales y el monarca. La Corona de Aragón era una uníón de estados que conservaban sus propias leyes e instituciones, en la que los nobles tenían libertad y autonomía en los señoríos y se respetaban fueros y privilegios. Las instituciones de la administración central son el Consejo Real, la Corte Real, La Hacienda, la Audiencia y las Cortes, una asamblea en la que el Rey se compromete a aceptar las peticiones recibidas, formada por un grupo de diputados que valoran estos acuerdos y, al pasar a ser permanentes e institucionalizarse, reciben el nombre de Diputación General o Generalitat. Este modelo de gobierno, con reparto de responsabilidades entre rey e instituciones se llama pactismo. En la administración central cada reino tiene un lugarteniente o gobernador y se divide en honores. En la administración local, los concejos o municipios se convierten en instituciones controladas por una oligarquía de ciudadanos. En los ayuntamientos se eligieron los cargos por insaculación. En el Reino de Navarra existía el pactismo entre el rey y las instituciones políticas. Las Cortes, el Consejo Real, la Corte Mayor o Corte General y la Cámara de Comptos fiscalizan la gestión económica. Con la incorporación de Navarra en Castilla mantiene su condición de reino con un virrey y sus instituciones.

3.1. La boda de Isabel y Fernando (1469) y la muerte de Enrique IV (1474), provocan la guerra civil castellana (1474-1479) entre Juana la Beltraneja e Isabel. Finalizando con la renuncia de Juana en el Tratado de Alcacovas. Los Reyes Católicos, iniciaron la monarquía hispánica, como una uníón dinástica, no como un Estado unido; era una uníón política con tres objetivos: dominio peninsular, unidad religiosa y centralización del poder. No supuso la unidad territorial e institucional, y Castilla tenía la hegemonía. Su reinado, fue una etapa de monarquía autoritaria, buscando centralizar el poder, y estableciendo las bases de un Estado moderno. Los monarcas potenciaron o modificaron las instituciones de gobierno existentes; en Aragón, con escasas excepciones, permanecieron intactas. En Castilla el Consejo Real se convirtió en órgano de gobierno e instancia judicial superior. Las Cortes sólo se convocaban para aprobar recursos. La justicia se impartía en tres ámbitos: en el local con los corregidores, en segunda instancia la Chancillería (Valladolid y Granada), y en última instancia el Consejo Real. La Cancillería se sustituye por secretarios reales. Nace la Santa Hermandad para mantener el orden público. En Aragón, confirman los fueros, establecen el Consejo de Aragón y una Audiencia en cada reino, y nace la figura del virrey. Los reyes logran el derecho de presentación y el Patronato Regio, y la Inquisición funciónó en ambas coronas.

3.2. En 1492 tuvieron lugar acontecimientos, que marcarían el reinado de los Reyes Católicos y la Historia Moderna. La conquista del reino nazarí de Granada, primer objetivo en la política exterior, y se desarrolló en tres fases: (1)Conquista de Alhama (1481-1484). Los reyes se ganaron el apoyo de Boabdil. (2)Toma de Málaga (1485-1487). Asediada, fue ocupada y su población sometida a la esclavitud. (3)Rendición de Granada (1488-1492). Se firman las capitulaciones con Boabdil, el 2 de Enero 1492. Granada pasó a formar parte de Castilla, consiguiendo los monarcas la unidad en la fe. El descubrimiento de América. Portugal y Castilla, eran las dos potencias en las expediciones atlánticas, lo que condujo a Colón a proponerles su proyecto a las Indias por Occidente; rechazado por ambas y aceptado finalmente por Castilla, firmando las Capitulaciones de Santa Fe (reparto de beneficios entre Colón y Castilla).  El primer viaje partíó de Palos el 3 de Agosto, llegó a Guanahani el 12 de Octubre de 1492. Tras el viaje obtuvieron del Papa las Bulas Inter Caetera, que llevó a la firma del Tratado de Tordesillas (1494). Colón realizó tres viajes más, y en 1499 los Reyes autorizaron las expediciones privadas. En 1513 Vasco Núñez de Balboa atravesó el istmo de Panamá, descubriendo el Océano Pacífico, confirmando la existencia de América. La expulsión de los judíos el 31 Marzo 1492, acarrearía consecuencias: demográficas, económicas y sociales. 


3.3. Carlos I, llegó a España en 1517 al frente de una gran herencia territorial. En 1519 recibe la corona imperial, Carlos V, acarreando una subida de impuestos a las Cortes castellanas que sufragaron el viaje a Alemania. La política interior estuvo marcada por la sublevación de las Comunidades de Castilla (1520-1522). Opuestos a los consejeros flamencos y a Adriano de Utrecht como gobernador; defendían una limitación del poder real y de los impuestos. Fueron derrotados en Villalar (1521), y sus líderes Bravo, Padilla y Maldonado ajusticiados. Al tiempo estallan las Germánías (1519-1523) en Valencia y Mallorca. Movimiento de contenido social, dirigidas por los gremios y campesinos contra los señores feudales. En ambos conflictos la monarquía salíó reforzada. Los conflictos europeos reflejaron la aspiración de conseguir una monarquía universal-cristiana: – Guerras con Francia (1521-1544). Francisco I aspiraba al dominio italiano. Ello desembocaría en cuatro guerras Franco-españolas en Italia, confirmando la hegemonía de Carlos I y la incorporación del Milanesado. – Lucha contra los turcos. Carlos I quiso defender la cristiandad ante el avance turco por el Mediterráneo. Alternó triunfos (conquista Túnez 1535) y fracasos (fallida conquista Argel 1541). – Conflictos religiosos. Iniciados con la reforma protestante de Lutero en Alemania. Frenados en Mühlberg (1547); pero con el apoyo francés y la Paz de Augsburgo, Carlos V reconocíó las dos religiones en el Imperio. 

3.4. El reinado de Felipe II (1556-1598) configuró lo que se conoce como Monarquía Hispánica, un proyecto político sustentado sobre la pervivencia de la hegemonía hispana a través de una combinación entre beligerancia y diplomacia. La Monarquía Hispánica se basó en la defensa del catolicismo, el respeto a las leyes y costumbres de cada territorio, una política autoritaria y una tendencia centralista. Felipe II logró la Uníón Ibérica al anexionar Portugal tras las Cortes de Tomar en 1581. En cuanto a la administración cabe destacar el mantenimiento de las instituciones preexistentes, entre las que cobrará gran importancia la figura del virrey, apoyados por los gobernadores. La tendencia autoritaria del poder monárquico llevará a una decadencia de las Cortes, puesto que evitarán convocarlas. La administración territorial se basará en los consejos (Castilla, Aragón e Indias) y la regulación burocrática se realizará mediante consejos temáticos (Hacienda, Cruzada, …) dirigidos por secretarios. Para favorecer la centralización administrativa se llevará a cabo una reforma fiscal (creación de impuestos y desconfianza de los acreedores). Felipe II tuvo que hacer frente a varios conflictos internos como la rebelión de las Alpujarras (1568-1570) motivada por la prohibición de costumbres islámicas que fue duramente reprimida por don Juan de Austria. La huida de su secretario, Antonio Pérez, tras intentar boicotear a don Juan, acabó con la ocupación de Zaragoza y la supresión de los privilegios de elección de la figura del Justicia.  Además, la incapacidad de hacer frente a los costes de los diferentes conflictos le obligó a declarar la Hacienda en bancarrota hasta en tres ocasiones. En el exterior, hizo frente al conflicto secesionista holandés (1568-1648), en el que participó el Duque de Alba, cuya dura represión le llevó a fundar el Tribunal de Tumultos. Vencíó al turco en Lepanto (1571) y derrotó a la Francia de Enrique II en San Quintín (1557), lo que llevó a la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis. Sus intentos por ocupar Inglaterra tendrán un resultado menos favorable, debido fundamentalmente al hundimiento de la Gran Armada en las costas británicas en lo que se conoce como el desastre de la Armada Invencible (1588).

3.5. La conquista se realizó mediante el sistema de las capitulaciones entre la Corona y los conquistadores. Las etapas de conquista son: (1) Etapa de las Antillas, protagonizada por Colón. (2) Etapa continental: Hernán Cortés, que salíó de la isla de Cuba, desembarcó en tierras mexicanas, fundó Veracruz y consiguió dominar a los aztecas. Francisco Pizarro dominó el Imperio Inca y conquistó Cuzco. Cabeza de Vaca exploró Florida, Texas y California; Orellana, el Amazonas; Núñez de Balboa descubre el Pacífico por el istmo de Panamá; Hernando de Soto, el Mississippi, Pedro de Mendoza fundó Buenos Aires; Almagro y Valdivia conquistaron Chile. La rapidez de la conquista (en 10 años) se realizó gracias a la superioridad de las armas de los conquistadores; uso de caballos y perros; las alianzas con los pueblos sometidos. Para España supone la explotación económica del territorio y una fuente de ingresos importante, la introducción a través del comercio de nuevos cultivos y animales, cuyo tráfico se controlaba desde la Casa de Contratación de Sevilla para recaudar los tributos reales, lo que dio lugar a la revolución de los precios (XVII). Desde un punto de vista social, América supuso una mezcla de indígenas, colonizadores y población africana que configuró un mundo multirracial. La influencia de América en España se aprecia en el lenguaje, costumbres, alimentación y vestimenta. Surge la mentalidad colonial. Para Europa, América ofrece un mundo por descubrir: flora, fauna, cartografía, gente, lenguas que amplían el horizonte cultural europeo. Para América, supone la introducción de nuevos cultivos y animales, un gran declive demográfico de los indígenas que lleva a la importación masiva de esclavos africanos y la imposición de la cultura castellana y europea.


3.6. Durante el Siglo XVII será particularmente importante la figura del valido, una suerte de representante político del monarca que se encargará de las tareas de gobierno en su nombre. Felipe III tendrá como valido al duque de Lerma, responsable de realizar una reforma fiscal y de trasladar la capital a Valladolid, obteniendo amplios beneficios económicos en el proceso; y su hijo el duque de Uceda, que ordenará la expulsión de los moriscos del territorio peninsular en 1609. Agravando la crisis demográfica y lastrará la economía valenciana durante varias décadas. El valido de Felipe IV será el conde-duque de Olivares, cuyo proyecto de gobierno se basará en la Uníón de Armas (un modelo de asimilación jurídica que reduzca las diferencias territoriales en favor de la legislación castellana). El intento por imponer este nuevo modelo provocará una crisis territorial en 1640 cuyo resultado será la independencia de Portugal, liderada por el duque de Braganza (Juan IV), y la revuelta de segadores en Cataluña que culmina con la proclamación de la república por parte del obispo Seo de Urgell, llegando a solicitar apoyo al soberano francés, este conflicto obligará a Felipe IV a jurar los fueros catalanes en 1652. El reinado de Carlos II será particularmente inestable debido a su incapacidad para llevar a cabo las labores de gobierno, por ello, se sucederán los válidos, entre ellos: Juan José de Austria, el duque de Medinaceli, el conde de Oropesa y la madre del rey, aconsejada por el padre Nithard.

3.7. El Siglo XVII supuso el fin de la hegemonía española en Europa. La política exterior de Felipe III estuvo presidida por la pacificación, firma la paz con Inglaterra (1604), la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos (1609), y paz con Francia al morir Enrique IV; pero 1618 estalló la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), entre los príncipes protestantes alemanes y el emperador católico Fernando II, España participó al lado del Emperador Fernando II. Así este conflicto local se convirtió en europeo, la cuestión religiosa acabó siendo un pretexto, ya que lo que se jugaba era el orden internacional, y todos los conflictos fueron integrados en esta contienda. En el reinado de Felipe IV expiró la Tregua de los Doce Años, reanudándose la guerra. Francia entra en la Guerra de los Treinta Años a favor de Suecia y Países Bajos. La sublevación de Cataluña y Portugal 1640 merma las fuerzas españolas. La Guerra de los Treinta Años finaliza en 1648 con la firma de la Paz de Westfalia, España reconoce la independencia de Holanda iniciándose la hegemonía francesa en Europa. España mantendría la guerra en solitario con Francia hasta 1659, firma la Paz de los Pirineos cediendo el Rosellón y la Cerdaña. El acoso francés siguió en el reinado de Carlos II. Forma la liga de los Augsburgo junto a los Habsburgo alemanes, Inglaterra y Holanda, deteniendo el expansionismo francés. 

3.8. El Siglo XVII fue un siglo de crisis en Europa. Los factores fundamentales de la crisis en España fueron: – El descenso demográfico. Como consecuencia de: grandes epidemias (tres oleadas de peste); la expulsión de los moriscos, que perjudicó sobre todo a Valencia y Aragón; las guerras constantes, y crisis de subsistencias. – La depresión económica. Al descenso demográfico se uníó el endeudamiento de la Corona, que agudizó la depresión económica. Así la producción agrícola disminuyó. La ganadería sedentaria crecíó frente a la trashumante, perjudicada por la disminución de exportaciones a Flandes. No se invertía en la industria y comercio, la artesanía castellana entró en recesión. La metalurgia vasca y la industria naval estaban en crisis. Decayó el comercio en América, agudizando el endeudamiento que supónía el mantenimiento del Imperio. Hacia 1680 se inicia una mejoría: aumenta la natalidad, y se recupera lentamente la producción y el comercio. Las consecuencias de la crisis, afectó a todos los grupos de la sociedad estamental del XVII. La nobleza y el clero aumentaron en número, la primera endeudada al disminuir sus rentas y querer mantener su nivel de vida. La burguésía intentaba ennoblecerse; y la situación de los campesinos empeoró, aumentando las revueltas y la emigración a Madrid o a la periferia. En torno a esta sociedad vivían mendigos, pobres y maleantes. 

3.9. A la muerte de Felipe IV, ante la minoría de Carlos II comenzó la Regencia de Mariana de Austria (1665-1675) hasta la mayoría de edad de su hijo. La reina depositó su confianza en el jesuita Nithard, como valido. Ya con Carlos II al frente de la corona (1675-1700), la delegación del poder siguió en manos de validos como Juan José de Austria y el duque de Medinaceli. La inestabilidad política fue en aumento, privatizándose muchas funciones, situación aprovechada por la nobleza y la Iglesia. A pesar de la decadencia política, la situación económica y demográfica mejoró las últimas décadas del siglo; ello no evitaría el tener que hacer frente a conflictos como la revuelta de los Barretines en Cataluña (1688- 1689), la Segunda Germánía en Valencia (1693) y el Motín de las Gatos en Madrid (1699). Pero el problema sucesorio fue el más importante. Hacia 1697, se intuía la muerte próxima del rey, y como este no tenía descendencia, se barajaron dos posibles sucesores: Felipe de Borbón, duque de Anjou, buscando el apoyo francés, y Carlos de Austria, de la rama austriaca de los Habsburgo. Carlos II se decantaría por el primero dejándolo como heredero al trono; el temor de algunas potencias a un bloque hispano-francés, provocó a la muerte del rey, la Guerra de Sucesión Española. 


4.1. Carlos II murió sin descendientes y dejó el trono a Felipe de Anjou; provocando una guerra internacional: el archiduque Carlos de Habsburgo, junto a la Gran alianza antiborbónica; con Felipe de Borbón apoyado por Francia y España. Y en España en una Guerra Civil, Castilla apoyó a Felipe de Anjou y Aragón al archiduque. El desarrollo de la Guerra de Sucesión (1701-1714) se alteró cuando el archiduque Carlos heredó el Imperio (1711), precipitando el fin. Los Tratados de Utrecht (1713) y Rastadt (1714), supusieron acuerdos de carácter: – Político. Felipe V era reconocido rey de España, prohibiendo la uníón de Francia y España. Pone fin a la hegemonía francesa, pasando a un equilibrio entre: Francia, Austria e Inglaterra. – Económico. Fin del monopolio americano y del asiento de negros*, instaurando el navío de permiso*. -Territorial. Inglaterra se quedó con Gibraltar y Menorca, Austria con Flandes y territorios italianos. Recuperar estos territorios fue el objetivo de la política exterior. Felipe V, tras el fracaso en Cerdeña y Sicilia firma el Primer Pacto de Familia* (1733-Guerra de Sucesión de Polonia), recuperando Sicilia y Nápoles para Carlos. Con el Segundo Pacto de Familia (1743-Guerra de Sucesión de Austria) obtiene Parma, para Felipe. Carlos III firmó el Tercer Pacto de Familia (1761), participando en la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y en la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783) recuperando Florida y Menorca. 

4.2. La reorganización del Estado fue obra de los tres primeros borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III), establecen una monarquía absoluta fuerte, centralista y unificada, siguiendo el modelo francés. Impulsan: -Reforma del Gobierno y Administración. Los Consejos son relegados (excepto el de Castilla) por los secretarios de Despacho. Los Decretos de Nueva Planta: suprimieron los fueros e instituciones de Aragón, respetándose los navarros y vascos; las Cortes serán únicas (Generales del Reino), manteniéndose las navarras; y los capitanes generales sustituyen a los virreyes. Ponen intendentes* en las provincias, crearon la Guardia Real y el regimiento* por los tercios. -Reformas administrativas en América. El Consejo de Indias y la Casa de Contratación perdieron funciones a favor de las Secretarías. Se crean dos nuevos virreinatos: Nueva Granada y Río de la Plata; y cuatro Capitánías Generales: Cuba, Guatemala, Venezuela y Chile. Impulsan una reforma militar, creando un ejército americano con cuatro guarniciones militares. -Control de la Iglesia. Aplicaron el regalismo* y consiguieron el Patronato Universal* (Concordato 1753). -Intervención del Estado en economía. Reformaron el sistema fiscal: impuesto único* en los reinos orientales, y contribución única en Castilla (Catastro Ensenada). El Estado creó manufacturas reales. 

4.3. La economía estaba limitada por la falta de competencia, la propiedad de la tierra y una oposición al cambio. La agricultura, tenía en el régimen de propiedad (tierras amortizadas) su obstáculo. Con Carlos III, se tomaron medidas: arrendamientos municipales, colonización de tierras, pero no acometíó la Ley Agraria de Jovellanos. La industria se incentivó por: el aumento población, demanda de productos y aumento de rentas de nobles y eclesiásticos, y nueva política comercial con América. El principal obstáculo era el sistema gremial. Los reyes la potenciaron con: el proteccionismo, manufacturas reales y el fomento de la construcción naval. Al comercio llegaron las ideas ilustradas (Sociedades Económicas de Amigos del País). El comercio interior inició una política proteccionista, y se creó el Banco de San Carlos. La política comercial con América se reforzó; se adoptaron medidas: nuevas compañías comerciales (Compañía Guipuzcoana de Caracas), introducción de navíos de registro y se promulgó el Reglamento de Libre Comercio (1788). Destaca el despegue económico de Cataluña. Duplicó su población; el campesino se orientó al mercado, se desarrolló una burguésía agraria innovadora (comercio de vinos), aumentaron los intercambios peninsulares y con el exterior; su industria se vio favorecida por el proteccionismo. El crecimiento generó excedentes de capital, invirtiendo en modernizar el sector textil, sentando las bases de la revolución industrial del s. XIX. 

4.4. Carlos III. La Ilustración es la corriente de pensamiento que se difundíó por Europa en el s. XVIII, y en España constituyó la base intelectual de las reformas, especialmente con Carlos III. Los rasgos de esta ideología son: el empleo de la razón y la crítica, el fomento de la economía nacional, el desarrollo del conocimiento científico y de la educación como base del avance técnico y económico, la difusión del progreso y de la felicidad. Se difundíó a través de: Academias, consulados, Sociedades Económicas de Amigos del País* y la prensa. Destacan intelectuales y artistas: Jovellanos, José Celestino Mutis, José Cadalso y Moratín. Con Carlos III (1759-1788), se instaura el despotismo ilustrado. Ilustrado por un lado e inmovilista por otro. Se rodéó de secretarios: Campomanes, Floridablanca, Esquilache. Este último protagonizó el Motín de Esquilache (1766) al liberalizar los precios del trigo e incrementar los impuestos. El motín acarreó consecuencias: sustitución de Esquilache por el conde de Aranda, expulsión de los jesuitas (1767); manteniendo la política regalista, y los privilegios de la nobleza y derechos señoriales. En política económica, Olavide, Jovellanos y Campomanes abordan la Ley Agraria. Olavide supervisó el plan de colonización de Sierra Morena. Se creó el Banco Nacional de San Carlos y comienza la emisión de vales reales. También emprendíó reformas en la educación, justicia y ejército (más profesional y al servicio del Estado).