La Lírica Griega
La lírica es un género literario cuyo nombre proviene del término griego lýra (λύρα), ya que en la antigüedad las composiciones de este tipo se recitaban con acompañamiento musical, especialmente con la lira. Es un género que se caracteriza por la subjetividad y la expresión personal: el poeta habla de sí mismo, de sus sentimientos y emociones, a diferencia de la épica, que se centra en los hechos y en la objetividad.
Características de la Lírica
La principal característica que une a todas las manifestaciones de la lírica es la subjetividad, aunque dentro de este género existe una enorme variedad. Hay diversidad en los instrumentos musicales que acompañaban los poemas, como la lira o la flauta; en los tipos de versos, en contraposición a la épica que usa casi siempre el hexámetro dactílico; y en las formas de recitación, que pueden ser monódicas (recitadas por una sola persona), corales (interpretadas por un coro) o mixtas (alternancia entre solista y coro). También hay diversidad en los dialectos empleados: jonio, eolio y dorio, y sobre todo, en los temas tratados. Entre los temas más frecuentes destacan las canciones de boda llamadas epitalamios, los himnos religiosos como las partenias (dedicadas a diosas vírgenes) o los ditirambos (dirigidos a Dionisio), los elogios conocidos como encomios, y los epinicios, que eran composiciones de alabanza dedicadas a los atletas vencedores.
Tipos de Lírica Griega
Dentro del género lírico, los griegos distinguían tres formas principales: la lírica melódica o mélica, la elegía y el yambo.
Lírica Melódica o Mélica
La lírica mélica proviene de melos (“melodía”) y se divide en dos grandes escuelas: la escuela doria, que es coral y escrita en dialecto dorio, y la eolia, que es monódica y compuesta en dialecto eolio.
Elegía
La elegía deriva de la palabra elegos (ἔλεγος), que significa “canto fúnebre”, y aunque en sus orígenes se usaba para lamentar la muerte, con el tiempo se empleó para otros muchos temas. Está escrita en dialecto jonio y utiliza el dístico elegiaco, una combinación fija de un hexámetro seguido de un pentámetro, donde cada dístico contiene una unidad de sentido completa.
Yambo
Por su parte, el yambo también está compuesto en dialecto jonio y se caracteriza por el uso de versos yámbicos (u—), que dan al poema un ritmo rápido y tono festivo, burlesco, incluso obsceno o crítico, muy distinto de la solemnidad épica.
Autores Representativos de la Lírica
Se piensa que la lírica ya existía desde la Edad del Bronce, como demuestran algunos frescos micénicos en los que aparecen poetas tocando la lira. Sin embargo, no tenemos testimonios escritos ni representaciones del periodo de los siglos oscuros, por lo que no podemos confirmar si se siguió cultivando. La lírica reaparece con fuerza en la época arcaica, momento en que florecen numerosos autores, aunque de la mayoría solo conservamos fragmentos.
Entre los principales representantes de la lírica mélica destacan Safo de Lesbos y Alceo, también de Lesbos. Aunque de Safo solo se conserva un poema completo, es considerada la primera gran poetisa de la literatura occidental. Sus composiciones, muchas de ellas dirigidas a sus discípulas, le dieron fama y dieron origen al término “lesbianismo”. Anacreonte, otro poeta destacado, era jonio y escribió poemas propios de banquetes (symposia), con un tono ligero, alegre y festivo, dedicados al placer, el vino y la celebración. A partir de sus obras surgió el subgénero de las Anacreónticas, muy difundido incluso siglos después, en época bizantina. Durante la época clásica, el poeta más importante fue Píndaro, originario de Beocia. Compuso muchas obras, pero las más destacadas son los epinicios, himnos dedicados a los vencedores de competiciones deportivas. Estas composiciones estaban relacionadas con los principales Juegos Panhelénicos: los Juegos Olímpicos en Olimpia, los Juegos Píticos en Delfos (asociados al culto de Apolo y su sacerdotisa), y los Juegos Nemeos en Nemea. Tras la figura de Píndaro, la lírica griega entró en un periodo de decadencia, aunque volvió a cobrar fuerza en la época helenística con autores como Calímaco, procedente del norte de África, y Teócrito, originario de Sicilia. Este hecho demuestra cómo la cultura griega se había extendido por todo el Mediterráneo. Teócrito fue el creador del subgénero bucólico o pastoril, donde unos pastores idealizados cantan sus penas de amor en un entorno natural perfecto, conocido como locus amoenus. Este tipo de poesía influyó profundamente en la literatura romana y en las tradiciones literarias europeas posteriores.
El Teatro Griego
El teatro es un tipo de literatura que se escribe para ser representada ante un público. Una de sus características más importantes es que se cuenta en estilo directo, es decir, que los personajes hablan directamente, como si estuvieran conversando entre ellos. El autor casi no aparece en el texto, salvo en unas notas llamadas acotaciones, que sirven para decir cómo deben moverse o actuar los personajes. El teatro, además, no está completo hasta que no se representa con actores, luces, escenografía y público. Por eso, si solo se lee, no se entiende tan bien como cuando se ve. Como poner una obra en escena cuesta dinero, tanto por la preparación como por la publicidad, el escritor de teatro suele tener más dificultades que otros escritores para que su obra llegue al público.
Origen del Teatro Griego
El teatro nació en la antigua Grecia, y fue el tercer género literario que apareció, después de la épica y la lírica. De la épica tomó los temas, como las aventuras de héroes y dioses, y de la lírica tomó el ritmo, la música y el uso del verso. La palabra teatro viene del griego thea (que significa “vista”), porque el teatro se creó para ser visto. El teatro griego surgió en celebraciones religiosas dedicadas al dios Dionisio. En estas fiestas, un grupo de personas cantaba en coro, y en algún momento uno de ellos se separó para hablar con el resto. Ese momento, en el que empieza un diálogo, es el nacimiento del teatro. Más tarde, cuando el teatro reaparezca en Europa durante la Edad Media, volverá a estar unido a la religión, como ocurre en la obra en castellano El Auto de los Reyes Magos.
Subgéneros del Teatro Griego
El teatro griego se dividía en varios tipos. Los principales eran la tragedia y la comedia. Además, había un tipo especial llamado drama satírico. Más adelante, en el Siglo de Oro español, Lope de Vega creó el drama, que mezclaba la tragedia con la comedia.
La Tragedia
La palabra tragedia viene de dos palabras griegas: tragos, que significa “macho cabrío”, y ode, que significa “canto”. En el año 535 a.C., Pisístrato, que gobernaba en Atenas, llevó una imagen del dios Dionisio desde un lugar llamado Eleuteras. Para celebrarlo, organizó un festival religioso donde se representaron las primeras tragedias. En ese lugar, Dionisio era llamado “el macho cabrío”, de ahí el nombre del género. Según Aristóteles, la tragedia servía para provocar en el público un sentimiento de catarsis, una palabra griega que significa limpieza o purificación. La idea es que, al ver los sufrimientos de los personajes, el público llora y se desahoga, y al final sale del teatro siendo una mejor persona. Los personajes de las tragedias solían ser dioses o héroes, y el lenguaje que se usaba era muy formal y serio.
Los tres autores más importantes de tragedias griegas vivieron en Atenas, en el siglo V a.C., y fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides.
- Esquilo fue el primero de los tres. Su teatro tenía poca acción y daba mucho protagonismo al coro. Añadió un segundo actor a las obras. Su tragedia Los Persas es la única que trata un hecho real (las guerras médicas entre griegos y persas) y sorprende porque no presenta a los persas como enemigos malvados. También escribió la trilogía La Orestíada, que incluye las obras Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides.
- Sófocles representó la perfección del teatro trágico. Introdujo más acción que Esquilo y redujo la importancia del coro. Además, añadió un tercer actor. Lo que más destacaba en sus obras era la profundidad de los personajes, que ya no eran figuras simples. Algunas de sus obras más famosas son Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona. Aunque no forman una trilogía oficial, suelen representarse juntas.
- Eurípides fue el más moderno de los tres. En su tiempo no tuvo tanto éxito como los otros, pero hoy en día es el más representado. Sus obras eran más rápidas, con tramas complicadas que a veces resolvía de manera inesperada con un truco llamado deus ex machina, donde un dios bajaba con una grúa para solucionar el problema. Eurípides reflexionaba mucho en sus obras sobre temas filosóficos y sociales. Defendía la democracia, criticaba a los dioses y solía dar más protagonismo a los personajes femeninos. Algunas de sus obras son Medea, Las Troyanas, Hécuba, Andrómaca, Las Bacantes, Hipólito, Electra y muchas más.
El Drama Satírico
Además de las tragedias, en los concursos de teatro griego también se exigía que cada autor presentara un drama satírico, que se colocaba después de las tres tragedias. Como se han conservado muy pocos, solo conocemos uno entero: El Cíclope, de Eurípides. También quedan fragmentos de Los Sabuesos, de Sófocles. Estos dramas trataban los mismos temas que las tragedias, pero de forma divertida o burlona. El coro estaba formado por sátiros, que eran personajes con cuerpo humano, orejas y cola de animal, seguidores del dios Baco (otro nombre de Dionisio).
La Comedia
La palabra comedia viene de komos (un grupo de personas que celebraban cantando) y ode (canto). Por eso, igual que la tragedia, la comedia tiene relación con el dios Dionisio. En esas fiestas, las personas hacían desfiles con cantos, bromas y a veces con disfraces con falos, que eran considerados símbolos de fertilidad. Para Aristóteles, la función principal de la comedia era hacer reír y entretener al público, ayudándole a olvidarse de sus problemas. En la antigüedad también se escribía en verso.
Aunque, igual que la tragedia, tuvo su centro en Atenas, la comedia duró más tiempo, y por eso se divide en tres etapas:
- La Comedia Antigua, del siglo V a.C., tenía un carácter político. Criticaba con mucho humor a personajes importantes de la época. El autor más famoso fue Aristófanes, cuyas obras todavía se representan hoy. Una de las más conocidas es Lisístrata, donde las mujeres deciden no tener relaciones con sus maridos hasta que estos firmen la paz. Otra obra parecida es La Asamblea de las Mujeres.
- La Comedia Media, del siglo IV a.C., fue un puente entre la Antigua y la Nueva. Se ha conservado muy poco de ella.
- La Comedia Nueva apareció en la época helenística, a finales del siglo IV a.C. Su autor más importante fue Menandro. Esta comedia era muy diferente de la Antigua: no hablaba de política, sino de enredos amorosos. Los personajes eran estereotipados, como un padre estricto, un joven enamorado, una criada lista, etc. Aunque solo se conservan fragmentos, esta comedia influyó mucho en el teatro latino (como en las obras de Plauto y Terencio) y en toda la comedia europea posterior.