La Lírica Romana: Poetas Clave, Temas y Legado de Catulo y Horacio

La Lírica en Roma: Orígenes y Evolución

La lírica en Roma se aplica a obras en verso no narrativas que suelen expresar sentimientos personales del poeta. Al principio, como su propio nombre indica, solía cantarse con un acompañamiento de lira. La lírica tiene subgéneros como la elegía, un canto triste, o la oda, una canción ligera de temas como el amor.

La lírica griega alcanzó gran altura literaria e influyó notablemente en el nacimiento de la lírica romana. Los primeros líricos de Roma formaron el movimiento conocido como los poetas neotéricos (o novi poetae). En el siglo I a.C., estos poetas trajeron a Roma una poesía muy novedosa, inspirada en los modelos griegos. De este grupo surgieron grandes poetas como Catulo.

Catulo: Pasión y Originalidad en la Poesía Romana

Catulo nació en el siglo I a.C. en el norte de Italia, de una familia muy distinguida. Debió de irse a Roma bastante joven. Allí vivió apasionadamente sus dos grandes aficiones: la poesía y la vida. Brilló en los círculos literarios y en los salones de la alta sociedad. Se enamoró de Clodia, una aristócrata joven, hermosa, pero sin escrúpulos, con la que vivió unos amores tempestuosos que no duraron demasiado. Murió joven.

La vida y la obra de Catulo están eternamente relacionadas; fue un ser apasionado que amaba y odiaba con la misma fuerza. Sus amigos y enemigos lo eran todo sin término medio. Atendiendo a su contenido, sus poemas pueden encuadrarse en los siguientes apartados:

Poemas Eruditos

En ellos, el poeta hace gala de erudición y mitología. El poema más largo trata sobre las bodas de Tetis y Peleo, los padres de Aquiles. Es un epilio, es decir, un poema épico corto. Algunos piensan que estos poemas pertenecen a la juventud del poeta.

Poemas Amorosos

Constituyen el bloque mayor de su obra. Bajo el nombre de Lesbia, se puede seguir paso a paso la línea recorrida por estos amores: una curva ascendente en su primera fase, que pronto iniciará su descenso hasta llegar a la ruptura.

Poemas a Amigos y Enemigos

Dedica poemas de ternura a sus grandes amigos. A sus enemigos les dedica poemas satíricos y mordaces.

Catulo fue un gran poeta lírico, y lo mejor de su producción son los poemas amorosos. La originalidad de Catulo radica en haber introducido entre los romanos los metros de los líricos griegos, adaptándolos a la lengua latina.

Horacio: Sabiduría, Moderación y Legado Poético

Horacio no pertenece a este círculo de los poetas neotéricos, aunque tampoco escapa a su influencia. Nació de un liberto bastante rico, quien le dio una esmerada educación en Roma y Atenas. Tuvo una breve y desafortunada experiencia militar, tras la cual regresó a Roma, donde comenzó a escribir. Conoció a Virgilio y Mecenas, quienes, impresionados por la calidad literaria de Horacio, le regalaron una finca en el campo. Allí pudo pasar la mayor parte de su vida dedicándose únicamente a escribir, y donde murió.

Obra de Horacio

Épodos

Diecisiete poemas breves, entre los que destaca el Beatus ille, dedicado al elogio de una vida en el campo.

Sátiras

Reunidas en dos libros, critican vicios humanos como la discordia, la indiscreción y la ambición. De esta censura se desprende una lección de moderación y de vida sencilla.

Odas

Influenciadas por la filosofía epicúrea, que anima a disfrutar sensatamente de los placeres de la vida, reduciendo las ambiciones. Una de sus frases más famosas es Aurea mediocritas (dorada medianía), que define su ideal de vida moderada. También es suya la expresión Carpe Diem, que nos invita a disfrutar de los placeres de la vida.

Incluso en el amor se muestra partidario de la sensatez y la moderación: aconseja no dejarse llevar por las pasiones desenfrenadas, sino buscar el amor calmado en un puerto tranquilo. Otras veces, habla de Roma, de su padre para exaltar su grandeza, y del emperador Augusto, con cuya política se siente identificado.

La última colección de poemas que escribió Horacio fueron las Epístolas, cartas líricas. La más famosa es la Epístola a los Pisones (también conocida como Arte Poética), donde desarrolla una auténtica teoría de la literatura.

Tópicos Horacianos: Influencia en la Literatura Universal

Muchos de estos tópicos de la lírica arrancan de Horacio. En ocasiones, él mismo los creó, y otras veces recreó tópicos que ya habían aparecido en la literatura griega. Estos tópicos se fueron extendiendo porque Horacio fue uno de los poetas más leídos, incluso en la Edad Media y, en mayor medida, en el Renacimiento. Por ello, se les conoce como tópicos horacianos.

Su influencia se trasladó después a poetas españoles, sobre todo a Garcilaso de la Vega, Fernando de Herrera y Fray Luis de León. Este último es considerado el poeta horaciano por excelencia.

Algunos de los tópicos más famosos son:

  • Carpe Diem: “Aprovecha el día”. Invitación a disfrutar del presente sin preocuparse excesivamente por el futuro.
  • Beatus ille: “Feliz aquel”. Elogio de la vida retirada en el campo, lejos del bullicio y las preocupaciones urbanas.
  • Alegoría de la nave: La vida es como una nave agitada por las tormentas (adversidades), ante las que hay que buscar un puerto seguro en la tranquilidad del espíritu.
  • Inmortalidad de la obra literaria: La creación artística del poeta trasciende el tiempo y otorga fama imperecedera.
  • Locus amoenus: “Lugar agradable”. Descripción de un paisaje idealizado, bello y sereno, propicio para el amor o la reflexión.
  • Ubi sunt?: “¿Dónde están?”. Pregunta retórica que lamenta la fugacidad de la vida y la ausencia de quienes ya no están con nosotros.