El Teatro en la Grecia Clásica
El teatro floreció en Atenas, la ciudad-estado democrática. Nació de la fusión de la poesía lírica popular, leyendas y rituales, abordando los grandes problemas del hombre y la filosofía.
Orígenes y Función Social
Las representaciones eran parte esencial de las fiestas religiosas y del culto a Dioniso, celebradas en las Leneas (en enero) y las Grandes Dionisíacas (en marzo). Estas se organizaban como concursos patrocinados por el Estado.
- Financiación: Los gastos eran sufragados por ciudadanos ricos, conocidos como coregos.
- Acceso: El Estado pagaba la entrada a los ciudadanos pobres.
Temas y Géneros
La Tragedia
La tragedia abordaba la vida humana de manera atemporal, majestuosa y solemne, explorando temas como la inocencia o la culpabilidad, la sabiduría, el destino y los dioses. Un tema recurrente era el del héroe soberbio que, al provocar la ira divina, recibía una lección de moderación.
La Comedia
La comedia se caracterizaba por una acción inventada y feliz, a menudo ligada a la actualidad. Buscaba la salvación por medios fantásticos, donde el héroe triunfaba gracias a su astucia, gozando de mayor libertad temática.
Elementos y Estructura
- Elementos escénicos: El coro y los actores utilizaban máscaras que amplificaban la voz. Inicialmente había dos actores, dirigidos por el Corifeo.
- Agón: El agón era un enfrentamiento dialéctico crucial para defender diferentes perspectivas.
- Actores: Siempre eran varones, vestidos con ropas ricas y suntuosas, y utilizaban coturnos (zapatos altos).
Partes de la Representación
- Prólogo: Introducción.
- Párodo: Entrada del coro.
- Episodios: Varias secciones que se cerraban con cantos corales (estásimos).
- Éxodo: El final.
El Espacio Escénico
Las representaciones se realizaban al aire libre, aprovechando el declive del terreno. La acción se desarrollaba a los pies de las gradas.
- Orquestra: Espacio circular situado delante de las primeras gradas, donde se ubicaban el coro y el altar de Dioniso.
- Proscenio y Escena: Detrás de la orquestra, los actores dialogaban. La escena, que cerraba el espacio con un fondo decorado (originalmente una tienda de campaña), era el lugar de los actores.
- Párodos: Pasillos a los lados de la orquestra.
Grandes Autores de la Tragedia
Ésquilo (525 – 456 a.C.)
Representante de la tradición, su obra idealiza a Zeus como símbolo de justicia. Abordó el poder y el enfrentamiento entre sexos, utilizando el diálogo lírico y la intervención de un mensajero.
Obras destacadas: Persas, Siete contra Tebas, Prometeo encadenado y la trilogía La Orestíada.
Sófocles (496 – 406 a.C.)
También tradicional, se centró en los problemas individuales, mostrando al protagonista que resiste a su destino. Fue el primero en introducir el tercer actor.
Obras destacadas: Edipo Rey, Edipo en Colono, Antígona y Electra.
Eurípides (485 – 406 a.C.)
Defensor de ideales igualitarios y de una visión racional. Profundizó en los problemas individuales, introduciendo un prólogo expositivo y realizando un análisis profundo de los personajes, lo que aportó gran realismo. El coro se alejó de la acción y popularizó el recurso del deus ex machina.
Obras destacadas: Medea, Hipólito, Andrómaca, Electra, Heracles, Troyanas, Orestes y Bacantes.
La Comedia
La Comedia Antigua: Aristófanes (444 – 385 a.C.)
Conservador y amante de Atenas, se burlaba de las costumbres y personajes contemporáneos, especialmente en el contexto de la guerra. Su obra se caracteriza por elementos obscenos, alusiones a noticias de actualidad y el ataque personal. En esta etapa, el coro era menos relevante o inexistente.
Obras destacadas: Las Nubes, Las Avispas, La Paz, Las Aves y Pluto.
La Comedia Media y Nueva
Se dispone de poca información sobre esta etapa. Era un género alegre, sin crítica política, centrado en el amor y las situaciones de enredo. Introdujo nuevos personajes arquetípicos (el criado pícaro, el tío avaro). Se eliminó el coro y se estableció la división en actos y el uso del prólogo.
La Historiografía Griega: El Nacimiento de la Historia Racional
La historiografía consiste en relatar acontecimientos en prosa, bajo una visión del mundo racionalista basada en el conocimiento personal y la investigación de los sucesos.
Orígenes y Evolución
Surgió en Jonia en el siglo VI a.C., inicialmente con interés en describir lugares y tradiciones. Los primeros historiadores intentaron distinguir entre los episodios legendarios y los acontecimientos reales, aunque todavía existía un contraste entre la importancia dada a los elementos míticos y los racionalistas. La historia se utilizaba para reflejar transformaciones sociales y ofrecer lecciones morales.
Autores Fundamentales
Heródoto (484 – 425 a.C.)
Considerado el Padre de la Historia. Nació en Halicarnaso y fue un viajero infatigable. Su obra, Historias (en 9 libros), fue leída en público mientras la redactaba. Trata principalmente sobre las Guerras Médicas y las historias de los países cercanos a Grecia que tuvieron un papel en el conflicto. Utilizó el dialecto jonio, con un lenguaje claro, sencillo y un estilo ameno. Aunque su pensamiento era contemporáneo y racional, atribuía las causas del conflicto entre Grecia y Asia a los míticos raptos de mujeres llevados a cabo por dioses y héroes.
Tucídides (c. 460 – c. 395 a.C.)
Nació en Atenas y vivió las Guerras del Peloponeso. Fue general y sufrió un destierro de 20 años por llegar tarde a la defensa de una fortaleza. Su obra, Historia de las Guerras del Peloponeso (incompleta), es el primer ejemplo de historia realizada de forma científica y rigurosa, caracterizada por un exhaustivo análisis y una sintaxis compleja.
Jenofonte (430 – 354 a.C.)
Ateniense y seguidor de Sócrates, se sintió defraudado por la democracia y fue admirador de Esparta.
- Helénicas: Continuación de la obra de Tucídides, aunque omite acontecimientos favorables a los espartanos.
- Anábasis: Relata su experiencia como soldado mercenario del príncipe persa Ciro en la llamada Expedición de Los Diez Mil.
Polibio (200 – 118 a.C.)
Nació en Megalópolis y fue el primero en escribir una Historia Universal. En su obra, Historias, trata de justificar la hegemonía de Roma en el Mediterráneo, reuniendo de forma equilibrada las tres formas de gobierno.
La Oratoria Griega: El Arte de la Persuasión
La oratoria se define como el arte de hablar ante un auditorio con el fin de agradarle y persuadirlo, utilizando las reglas de la retórica. Surgió en el siglo VI a.C. en Siracusa (Sicilia), siendo Córax su posible creador, y se desarrolló plenamente gracias a la democracia ateniense.
Fundamentos y Estructura
Los sofistas ofrecían las primeras reglas de la oratoria. Aristóteles, en su obra Retórica, definió los procedimientos esenciales:
- Carácter moral o credibilidad (Ethos): La imagen del orador.
- Emoción (Pathos): La maestría para producir un efecto emocional en el público.
- Elocuencia o capacidad de argumentación (Logos): La lógica del discurso.
La democracia ofrecía la posibilidad de hablar en la Asamblea a cualquier ciudadano y defenderse ante los tribunales.
Partes del Discurso
- Introducción (o proemio): Para obtener la simpatía del tribunal.
- Exposición: Presentación de los hechos.
- Prueba: Presentación de testimonios o argumentos.
- Conclusión: Recapitulación final.
Tipos de Oratoria
- Forense o judicial: Pronunciada ante un tribunal.
- Deliberativa o política: Pronunciada ante la asamblea.
- Epidíctica: Dedicada a elogiar o censurar.
Grandes Oradores
Lisias (c. 445 – c. 380 a.C.)
Aprendió en Turios y se estableció en Atenas. Fue un logógrafo, es decir, escribía discursos de carácter judicial para otros, ya que, al ser meteco (extranjero residente), no poseía la ciudadanía y no podía pronunciar discursos él mismo.
Su estilo se adaptaba al carácter de sus clientes, destacando por su pureza, naturalidad y el uso de la lengua coloquial.
Obras destacadas: Contra Eratóstenes (acusación a uno de los Treinta Tiranos), Sobre el olivo sagrado, Contra Diogitón y Contra Agorato.
Demóstenes (384 – 322 a.C.)
El orador ateniense más importante. Estudió discursos anteriores y corrigió su tartamudeo introduciéndose piedrecitas en la boca. Famoso por sus discursos contra sus tutores (por estafa de su herencia) y, sobre todo, contra el rey Filipo II de Macedonia, a quien veía como una amenaza para Atenas.
Acusado de aceptar sobornos de Harpalo (ministro de Alejandro Magno), fue al destierro. Tras la orden de muerte de Antípatro, se suicidó.
Su estilo era vigoroso, apasionado y calculado, caracterizado por la exaltación de Atenas.
Obras destacadas: Filípicas, Para los megalopolitanos y Sobre la falsa embajada.
Isócrates (436 – 338 a.C.)
Proveniente de una familia adinerada, recibió una esmerada educación, siendo discípulo de Gorgias, Sócrates y Platón. Debido a su timidez, no participó en política, sino que fundó una escuela de retórica.
Propugnó la alianza entre Atenas y Esparta (como en su obra Panegírico). Su estilo es armonioso y equilibrado, utilizando frases complejas y antítesis.
Obras destacadas: Panegírico y Sobre la Paz.