La Eneida de Virgilio: Virtud, Destino y Legado Épico

La Eneida: Un Poema Épico Romano

En la tradición romana, la Eneida es un poema que enaltece los sentimientos de *pietas* (virtud) y religión, rasgos característicos de la antigua Roma que Augusto intentaba restaurar. Eneas, ejemplo de *pietas*, se nos presenta guiado paso a paso por la voluntad de los dioses en su tarea de establecer los “Penates” (dioses protectores de la ciudad) troyanos en Italia.

El poema comienza cuando Eneas y sus compañeros llevan ya algunos años vagando en busca de la tierra donde, según el mandato de los dioses, han de fundar una nueva ciudad. Eneas, con los Penates de la destruida Troya, su padre Anquises y su hijo Ascanio, vaga, asistido por su madre Venus, durante mucho tiempo por el mar, cuando una tempestad los arroja a las costas de África (Túnez). Allí se está levantando Cartago, la futura rival de Roma. Recibido hospitalariamente por la reina Dido, Eneas hace un relato de la destrucción de Troya y de los acontecimientos posteriores. Narra a continuación Virgilio los amores de Eneas y Dido, que se ven obstaculizados por Júpiter, quien recuerda a Eneas la misión encomendada por los “hados”; Eneas parte y Dido se quita la vida.

Estos episodios ocupan los primeros cuatro libros y destacan de entre ellos la destrucción de Troya, narrada con tono verdaderamente épico en el libro II, y los amores de Dido y Eneas, que ocupan todo el libro IV, de un gran valor dramático y centrado en torno a la figura de Dido, uno de los personajes más logrados del poema.

La primera parte del poema termina con el descenso de Eneas al infierno, narrado en el libro VI; allí contempla los espíritus de personas desaparecidas y recibe de su padre Anquises una visión profética sobre sus descendientes. Éste es un libro de una gran belleza formal y dotado, al mismo tiempo, de un importante contenido ideológico y filosófico; en él se exponen las ideas de Virgilio, tomadas del Neoplatonismo, acerca de la vida de ultratumba y de la reencarnación.

Los seis libros siguientes, de mayor contenido narrativo y tono épico, narran la llegada a Italia de Eneas y sus compañeros y sus luchas, principalmente con los Rútulos, por el dominio de Italia. Destacan en estos libros algunos episodios, como el de Niso y Euríalo (libro IX), de gran valor dramático, el ataque de las amazonas dirigidas por Camila y, muy especialmente, el combate final entre Turno y Eneas que termina con la victoria de este último.

Lengua y Estilo de la Eneida

Desde el punto de vista de la evolución del género épico, la Eneida se distancia de todos los poemas anteriores. El estilo de la Eneida es nuevo: Virgilio varía el tono del poema según los momentos y alterna con gran naturalidad la solemnidad épica con el lirismo más puro y con momentos de fuerte dramatismo. Aunque Virgilio imita a Homero y se inspira en él, su concepción de la poesía es ya muy distinta. Homero es el representante paradigmático de una épica primitiva oral, pensada para ser recitada generalmente con acompañamiento musical. Virgilio, por su parte, es un poeta erudito: su obra es producto de un intenso estudio de las fuentes y de los modelos tanto griegos como latinos.

Uno de los aspectos más criticados del poema virgiliano es el tratamiento de los personajes, en concreto el de Eneas. Se acusa a Virgilio de crear un personaje excesivamente frío, atento solamente a la voluntad de los dioses y con poca vida. El rasgo más característico de Eneas es la *pietas*, y es más un héroe humano que un héroe guerrero como los homéricos. El segundo personaje en importancia es Dido, cuyos amores con Eneas son el centro del libro IV; este personaje está tomado de la tradición épica latina: Nevio ya la había introducido en su obra. Virgilio nos la presenta como una víctima de los dioses. La figura de Dido desmiente a quienes consideran que Virgilio es incapaz de crear caracteres fuertes; es quizá la figura más lograda de la Eneida, llena de fuerza y pasión humana.

La Eneida es una obra de extraordinaria perfección estilística y métrica, aunque su autor pidió en su testamento que se destruyera por considerarla inacabada. A pesar de los deseos del poeta, Augusto dio orden de que se publicara sin añadir nada, motivo por el cual encontramos versos incompletos.

Virgilio es el creador de un lenguaje poético clásico de extraordinaria perfección formal. Su estilo se caracteriza por la ya comentada variedad de tonos y por la cuidada selección de términos: alterna la utilización de neologismos con arcaísmos que dan solemnidad al texto. Logró además una perfecta adaptación del hexámetro a la lengua latina.