Historia de la Revolución Francesa: De la Asamblea al Directorio

La Revolución Francesa

La Asamblea Nacional

La disputa por la forma en que deberían reunirse y votar los estamentos en los Estados Generales fue el desencadenamiento de la revolución. Los representantes del Tercer Estado habían pedido en los cuadernos de quejas que se votara por cabeza, y no por estamento, y que se duplicara el número de representantes del Tercer Estado.

De la revuelta institucional a la revuelta popular

La revuelta institucional comenzó el 10 de junio, cuando los diputados del Tercer Estado, dirigidos por Sieyès, solicitaron a la nobleza y el clero deliberar en común y no por separado. Los estamentos privilegiados se negaron a reunirse conjuntamente con el Tercer Estado. El Tercer Estado, como respuesta, se autoproclamó Asamblea Nacional, depositaria de la soberanía. Con esto querían decir que eran los únicos con plena capacidad de decisión política y de votar impuestos.

El 20 de junio, ante el cierre de su sala de reunión, los diputados del Tercer Estado se reunieron en la sala del Juego de Pelota. Por esta razón, la asamblea pasó a llamarse Asamblea Nacional Constituyente. Fue el primer acto de revolución y supuso el triunfo de los grupos sociales contrarios a los privilegiados. Pero la actitud del rey creó fuertes recelos entre los revolucionarios.

La respuesta popular fue la gran revolución urbana del 14 de julio de 1789, con el asalto a la prisión de la Bastilla de París. La multitud marchó hacia la Bastilla para liberar a los presos, pero el jefe de la fortaleza se negó a abrir las puertas y, ante la presión popular, mandó disparar a sus soldados. Este hecho se convirtió en el símbolo de la revolución. Se formó una Guardia Nacional, a la que se encomendó restablecer el orden, mientras el rey repuso a Necker en su cargo y aceptó las decisiones de la Asamblea Constituyente.

El Gran Miedo

En 1789 tuvo lugar una violenta revuelta campesina, llamada el Gran Miedo. Los campesinos dejaron de pagar las cargas señoriales.

La obra de la Asamblea Constituyente

La Asamblea respondió en la noche del 4 de agosto de 1789 con el decreto de abolición del sistema feudal. Se suprimieron las prestaciones personales y los demás privilegios, y se declaró la igualdad a la hora de pagar impuestos.

La segunda medida que adoptó la Asamblea Constituyente fue la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano.

La labor legislativa de la asamblea se completó con las medidas religiosas. Se expropiaron los bienes de la Iglesia, se disolvieron las órdenes monásticas y se decretó la Constitución Civil del Clero. Esto significaba que los religiosos pasaban a depender del Estado. Los clérigos que aceptaron esta medida se llamaron juramentados, y los que la rechazaron, refractarios.

En cuarto lugar, se estableció una nueva organización territorial del país que se dividió en departamentos y comunas.

Por último, la asamblea elaboró una constitución. La Constitución de 1791, la primera que tuvo Francia, establecía la soberanía nacional, que encarnaba la Asamblea Nacional, y la separación de poderes: el poder ejecutivo, para el rey; el legislativo, para la asamblea; y el judicial, en manos de jueces.

La Asamblea Legislativa

El rey intentó fugarse en 1791. Deseaba unirse a los aristócratas que se habían exiliado y formar un ejército, apoyado por tropas extranjeras, para tomar París y poner fin a la revolución. Sin embargo, fue reconocido cuando huía y detenido en Varennes, y se le obligó a regresar a París.

Una vez elaborada la constitución, la Asamblea Nacional Constituyente se disolvió y se realizaron elecciones. La Asamblea Legislativa estaba dominada por los sectores moderados y monárquicos.

En 1792, la asamblea declaró la guerra a Austria. Los franceses fueron derrotados por las tropas austriacas.

La Convención (1792-1794)

Ante la amenaza prusiana, las masas populares asaltaron el palacio de las Tullerías. Los asaltantes eran los revolucionarios más radicales, los sans-culottes. Tras la insurrección popular, la revolución se radicalizó. La asamblea suprimió la monarquía y decidió elegir una nueva asamblea llamada Convención.

Los girondinos al poder

En 1792, las tropas francesas derrotaron a los prusianos en Valmy y frenaron su avance. Al día siguiente, se abolió la monarquía y se proclamó la República.

Destacaron:

  • Los girondinos: revolucionarios moderados.
  • Los jacobinos: partidarios de una república democrática y de la alianza con los sans-culottes.
  • La Llanura: hombres fieles al espíritu de 1789.

La vida política estuvo dominada por la lucha entre girondinos y jacobinos, lucha que se manifestó primero en el proceso al rey: los primeros intentaron salvarlo, pero los jacobinos lograron que la Convención optase por la condena a muerte de Luis XVI. Luis XVI fue ejecutado.

Francia declaró la guerra a Reino Unido y las Provincias Unidas y después hizo lo mismo con España y los Estados italianos. En abril se formó la Primera Coalición.

La situación interna también fue empeorando:

  • En 1793 se sublevó la región de La Vendée.
  • Se adoptaron medidas represivas contra los enemigos de la revolución: se crearon el Comité de Seguridad General.
  • La penosa situación económica motivó las exigencias de control de los precios del pan por los sans-culottes, enfrentados a los girondinos.

La Convención jacobina

La victoria de los jacobinos, dirigidos por Robespierre, se quiso legitimar con una nueva constitución de carácter revolucionario. Se incluyó en ella una Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Proclamaba la soberanía popular, postulaba un régimen democrático y establecía por primera vez el derecho a la insurrección contra un gobierno que violara los derechos del pueblo.

El nuevo gobierno instauró el Terror. Se ordenaron detenciones y ejecuciones. Otras medidas revolucionarias fueron la Ley del Máximo General, la abolición total del sistema feudal, la supresión del culto y un nuevo calendario.

Los ataques a la política autoritaria de Robespierre y sus amigos fueron detenidos y guillotinados sin juicio.

La República Conservadora

La Convención Termidoriana

La reacción termidoriana daba fin a la experiencia radical en la revolución. La burguesía moderada deseaba consolidar la revolución instaurando una república conservadora y censitaria y frenar a los extremistas, ya fueran jacobinos o realistas.

La nueva Convención persiguió a los defensores del Terror, derogó la Ley del Máximo General sobre los precios de los artículos de primera necesidad y liberalizó la economía.

La Constitución del Año III propugnaba un régimen liberal, es decir, de la burguesía propietaria. Era una constitución conservadora: establecía dos cámaras y el sufragio restringido, y el poder ejecutivo recaía en un Directorio de cinco miembros.

La nueva constitución se basó en los departamentos, descentralizada, y una política liberal.

El Directorio

Comenzaba así la última etapa de la revolución. El Directorio fue un régimen forzado a recurrir con frecuencia a la fuerza para imponer sus decisiones, que ellos consideraban así. Las revueltas populares y las amenazas tanto de los realistas como de los radicales fueron reprimidas por el ejército.

Sieyès, autor del famoso panfleto, preparó un golpe de Estado con la ayuda de Napoleón Bonaparte. El 18 de Brumario, Sieyès consiguió que Napoleón fuera nombrado comandante de las tropas de París. Napoleón prometió a los franceses el retorno a la calma y forzó el nombramiento de tres cónsules provisionales. De esta forma concluía la revolución.