Obras Maestras del Siglo XX: Dalí, Gargallo, Magritte y Le Corbusier Explorados

Cristo de San Juan de la Cruz de Salvador Dalí

Pintura española de mediados del siglo XX. Óleo sobre lienzo que representa a Cristo en la cruz. La originalidad del cuadro radica en su perspectiva única. Cristo pende de la cruz, mostrando su sufrimiento a través de la tensión en sus manos y espalda. La pintura está dividida en dos zonas: la eterna parte superior y el cotidiano paisaje inferior. Ambas están separadas por la distinta iluminación, pero unidas en el ojo del observador por la coincidencia del punto de fuga. Esta división en dos partes, la celeste y la terrestre, continúa una larga tradición en la historia del arte. Mientras que tradicionalmente se representaba al Espíritu Santo y a Dios Padre sosteniendo la cruz de su Hijo, aquí no están presentes Dios Padre ni el Espíritu Santo. Sin embargo, hay una luz, un foco por encima del crucificado, donde podemos encontrar la alusión a la Trinidad. Dalí elige para representar a Cristo en la cruz los escritos del místico español San Juan de la Cruz. Esta obra pertenece a una etapa de la pintura daliniana que se ha denominado estilo místico-religioso. La obra simboliza a Cristo redentor de la Tierra, de la humanidad, y con una propuesta plástica de gran modernidad, transmite el mensaje de la literatura mística española. En esta obra, el pintor revela de nuevo su extraordinaria técnica como dibujante. Es la obra de Dalí, El Cristo de San Juan de la Cruz.

La Última Cena de Salvador Dalí

Pintura española de mediados del siglo XX. Los elementos simbólicos geométricos son evidentes: el escenario es un dodecaedro. Dispone a los apóstoles en una perfecta simetría, oculta sus rostros y los muestra en adoración. Pensamos que es el momento de la institución de la Eucaristía, pero a la vez, la ausencia de detalles y la luz brillante dan un relieve especial a la transparencia del recinto y del propio Cristo. Una forma se eleva, acogedora y transparente, con los brazos abiertos, coronando la escena: es el cuerpo glorioso de Cristo, una referencia a la Resurrección. Estamos ante la obra de Dalí, La Última Cena, que corresponde al estilo llamado místico-religioso.

El Profeta (Guerrero) de Pablo Gargallo

Escultura española del siglo XX. Es una obra de escultura exenta de estilo cubista. Fue realizada unos años antes en yeso, y la que vemos está hecha en bronce. Representa a una figura masculina de pie, con barba y boca abierta, que parece estar gritando. Uno de sus brazos está levantado y el otro sostiene un cayado. Se cubre con una esquemática piel de cordero. Fundida en bronce, combina el uso de láminas planas, tubos ondulados y vacíos estratégicos. Los volúmenes ausentes están acotados por elementos curvos, como se aprecia en la mejilla izquierda. A partir de este eje crecen los diferentes elementos del cuerpo, siendo el resultado un equilibrio compositivo. Es la obra de Pablo Gargallo, El Profeta, que invita a seguirlo con el gesto firme de su brazo derecho, el cual condensa en su cuidada línea sinuosa una gran fuerza expresiva. Es un hombre en pleno arrebato de pasión, como se desprende de su expresión vehemente, pero con sus macizos pies sólidamente aferrados al suelo.

La Traición de las Imágenes (Ceci n’est pas une pipe) de René Magritte

Pintura surrealista del siglo XX. En esta obra, como en tantas de este pintor, se reflexiona sobre las palabras y las imágenes, título precisamente de un texto suyo publicado en la revista La Révolution Surréaliste. La obra del pintor es una permanente invitación a la reflexión a partir de los objetos más cotidianos. Las relaciones insospechadas entre los objetos son fuente de efectos poéticos, a la vez que una representación es motivo de comparación con la realidad y con la expresión verbal de esa relación. Esta obra se titula La Traición de las Imágenes y es una meditación sobre la representación del objeto (la pipa), realizada con una perfecta técnica dibujística, una precisa incidencia de la luz y sombras, y un colorido realista sobre un fondo del mismo tono. Es la obra del surrealista Magritte.

Capilla Notre-Dame du Haut de Le Corbusier

Arquitectura funcional de mediados del siglo XX. Arquitectura religiosa que su arquitecto definió como «lugar de silencio, plegaria, paz y alegría interior». De cemento armado blanco, coronada por un techo ondulado de volumen desmesurado, con líneas onduladas, curvas puras y planos inclinados, la capilla Notre-Dame du Haut se levanta sobre la llanura del río Saona. No parece un elemento pesado, sino una construcción ligera. Las ventanas se esparcen de manera libre para lograr los niveles de luz que el arquitecto eligió. El espacio interior es una nave oblonga con un altar central y tres capillas bajo las torres. Es la arquitectura de Le Corbusier, Notre-Dame du Haut.

Villa Savoye de Le Corbusier

Arquitectura funcional de principios del siglo XX. El programa de la casa está desarrollado de acuerdo con los cinco puntos para una nueva arquitectura propuestos por Le Corbusier durante los años 20:

  • El uso de pilotis: columnas ligeras que elevan el edificio de manera muy ligera.
  • El uso de terrazas-jardín.
  • La planta libre.
  • La fachada libre, independiente de la estructura.
  • Y las ventanas horizontales (fenêtre en longueur).

Todos estos puntos son, indudablemente, parte de la propuesta del funcionalismo o racionalismo, claros en esta extraordinaria obra. La Villa Savoye se desarrolla a partir de un esquema formal: un prisma de planta cuadrada. La casa se desarrolla en tres niveles: planta baja, primer y segundo piso. En la planta baja están ubicados el acceso para los automóviles, los locales destinados al servicio doméstico y un enorme vestíbulo de acceso. En el primer piso de la casa, los diferentes locales se distribuyen a lo largo de una planta que separa de manera muy clara el espacio público (cocina, comedor, sala de estar y terraza) del área privada de la casa: los dormitorios. Es la obra de Le Corbusier, la Villa Savoye.