Espacio
En la novela no hay referencias espaciales precisas, pero aparecen algunos elementos geográficos y los aspectos históricos y socioculturales reflejados que permiten afirmar que se alude a Chile. De todas formas, la voluntad de que no aparezca explícitamente el nombre de Chile puede deberse a la intencionalidad de Isabel Allende de que su denuncia sea extrapolable a las trayectorias históricas de otros países latinoamericanos.
La acción transcurre básicamente en dos lugares: en la hacienda de Las Tres Marías y en la casa de la esquina. Los dos espacios simbolizan el poder de Esteban Trueba y el de su clase. Además, ambos muestran dos modos de vida: el mundo rural frente al urbano.
La Hacienda
La encuentra en un estado de total abandono y la recupera. Trueba desarrolla con total impunidad su papel dominante. Tras el terremoto, la construye siguiendo con exactitud los planos y con los mismos materiales. Esteban subraya así la necesidad de que el sistema que representa permanezca inmune.
La Casa de la Capital
La gran casa de la esquina es el espacio de Clara y de las mujeres. Esteban también deja su huella. Situada en el barrio alto, Trueba pretende crear un espacio de esplendor que se notara desde la calle, destinada a albergar varias generaciones de una familia numerosa; sin embargo, con el tiempo, el interior se convierte en un laberinto, debido a las remodelaciones hechas por Clara, que la adapta a sus necesidades.
Desde muy pronto, Esteban se retira al sector delantero de la casa, que es símbolo de poder y riqueza. Clara y su séquito espiritual ocupan los cuartos de atrás, de forma que esa parte simboliza la creatividad y el instinto femenino. La casa de la esquina es también el espacio en el que se desarrollan actividades que Trueba no puede aprobar. El sótano, que es un espacio privado de las mujeres en un momento dado, es empleado por Esteban para guardar las armas con las que pretende derrocar al nuevo presidente. Es víctima del engaño de su nieta Alba, que cambia las armas ocultas en cajas por piedras.
La casa, en el contexto de la novela, es un símbolo de la nación chilena. Es un espacio cerrado donde se implantan los valores de la clase dominadora. Estos valores determinan la inclusión o la exclusión de los miembros según se ciñan o no a la ideología dominante.
Tiempo
En La casa de los espíritus, la autora ubica perfectamente al lector en el tiempo histórico real del desarrollo de la trama. Se distinguen dos tipos de expresiones temporales:
Tiempo Externo
Desde el comienzo del siglo XX hasta aproximadamente un año después del golpe militar de 1973. Existe una premeditada indeterminación que la autora busca en la presentación de algunos personajes reales; este mismo rasgo se extenderá tanto al tiempo como al espacio.
Se nos ofrecen referencias a hechos datables. Existen referencias a cuatro eventos clave de la historia de Chile, como son el terremoto de Chillán, la elección de Salvador Allende, el golpe de estado y la muerte de Pablo Neruda. Otras referencias serían la I Guerra Mundial y la II.
Tiempo Interno
La novela relata la historia de la familia Trueba-del Valle a lo largo de cuatro generaciones. Durante la novela persisten:
- Indicaciones generales acerca del tiempo en que se desarrolla la trama: Clara escribe sus cuadernos de anotar la vida durante cincuenta años. Tras la muerte de Clara, pasan veinte años hasta que un Esteban Trueba de noventa años se siente con ánimo de explicar su vida más de medio siglo después.
- Referencias temporales a las edades de los personajes: Clara predice su matrimonio el día en que cumple 19 años; Clara muere el mismo día en que Alba cumple siete años.
- La obra relata una historia a lo largo de casi setenta y cinco años, con múltiples referencias internas que nos van indicando el paso del tiempo.
Solo al final de la novela entendemos que el texto en sí nos narra unos hechos ocurridos en un tiempo anterior, de ahí el esquema circular. Encontramos casos de retrospección, pero más relevantes en la novela son las anticipaciones.
Ahora bien, no todas las predicciones que se hacen tienen el mismo valor y están ligadas al mismo propósito; por ello, distinguimos dos tipos. En primer lugar, anticipaciones vinculadas a la personalidad de los personajes y, en general, a toda esa visión mágico-realista que envuelve buena parte de la obra. Estas no afectan tanto al desarrollo de los hechos.
Más importantes son las anticipaciones narrativas vinculadas al testimonio de los narradores, que atienden al propósito de adelantar los acontecimientos y de favorecer el desarrollo de la intriga. Estas dos no alteran el desarrollo de la trama, permitiendo al lector una fácil interpretación de los hechos.
Estructura
La novela muestra una estructura externa de 14 capítulos y un epílogo. En el epílogo se explica la variedad de puntos de vista con que se ha de leer la novela. Está dirigido al lector con el objetivo de que comprenda mejor la novela. Todos los capítulos están titulados por la autora de modo significativo. A partir de la muerte de Clara se inicia la época del estropicio.
Temáticamente, se divide en dos partes:
Estructura Temática
La Primera Parte: Más amplia y con ritmo más lento. La historia familiar de los Trueba hasta la muerte de Clara. Ámbito personal. Se muestran los avatares de la familia en cuatro generaciones: casa, familia, ilusiones, conflictos y tensiones. Desde un punto de vista político, se ve la continuidad de la derecha.
La Segunda Parte: Breve y con ritmo más rápido. Los sucesos políticos se imponen a los familiares. Ámbito nacional. Nos muestra las repercusiones de la vida política en los miembros de la familia.
Solo en el epílogo se percibe una estructura circular: se abre y se cierra con la voz de Alba y las palabras escritas por la abuela Clara. Con estas palabras de la novela, volvemos a los orígenes, pero ya nada es igual. Trueba, el abuelo-patriarca, comienza y acaba el relato en una situación poco ventajosa.
Mecanismo de la Repetición
Otro elemento estructural importante es el mecanismo de la repetición:
- La relación de afectividad entre madres e hijas y la responsabilidad de transmitir el pasado familiar.
- El placer de la escritura de Alba y Clara y la lectura de los cuentos mágicos del tío Marcos.
- Los nombres luminosos.
- La imaginación como elemento femenino, el ansia de nuevas experiencias del linaje masculino, el pelo verde de Rosa y de Alba.
- La construcción, destrucción y reconstrucción de espacios.
- La violencia.
Otro elemento estructural importante, relacionado con la circularidad en la novela, son las anticipaciones que cohesionan el texto, ligando sus distintas partes.