Símbolos y Personajes Clave en La casa de Bernarda Alba de Lorca

Símbolos en La casa de Bernarda Alba

Los símbolos son elementos físicos que aluden a una experiencia psíquica interna y en la obra destacan:

  1. Los colores blanco y negro

    La primera impresión del espectador es el contraste entre las paredes muy blancas y las mujeres de luto, que sugiere una oposición entre dos extremos, dos fuerzas que se enfrentarán hasta la victoria de una de ellas. Al principio de la obra, la blancura de las paredes indica la obsesión de Bernarda por mantener la pureza y la virginidad de sus hijas; el afán de limpieza se relaciona con la voluntad de aparentar decoro, lo que de verdad le interesa. El carácter de vitalidad que se atribuye al blanco se concreta en pasión sexual a través de Adela, que sale por la noche vestida con las enaguas blancas. María Josefa pasea por la casa con una oveja en brazos como si se tratara de un hijo. La contraposición de la oveja-hijo y el color blanco expresa la imposibilidad de maternidad. El color negro representa lo negativo, la represión, la intolerancia, la muerte, y se muestra en las ropas de luto, el abanico negro, pozos, la noche…

  2. El abanico

    Se asocia a lo femenino, y las flores que lo adornan, a esperanza y pasión, pero encontramos la frustración de los sentimientos positivos cuando es arrojado al suelo por Bernarda y sustituido por otro negro.

  3. La sangre

    Aporta el color rojo el significado de deseo sexual, de la violencia física y el odio.

  4. El bastón

    Tiene un doble simbolismo: apoyo (símbolo de vejez) y objeto de poder. En la obra, su faceta como símbolo de la edad se desvanece ante el significado más potente de mandato e incluso arma, ya que Bernarda lo utiliza para imponer orden. La destrucción del bastón es momento máximo de rebeldía de Adela.

  5. El calor

    Favorece la maduración de los procesos biológicos y contribuye a excitar la sensibilidad erótica de las hijas.

  6. El caballo

    Uno de los elementos más frecuentes en Lorca. Aparece asociado a los deseos instintivos y a la potencia sexual masculina (lo relacionamos con Pepe el Romano); su color blanco le da un carácter trágico.

  7. El río (agua)

    Da riego y fertilidad a la tierra, es cambiante como el tiempo. Las palabras con las que Adela replica a Martirio son claro ejemplo: «La que tenga que ahogarse que se ahogue. Pepe es mío».

  8. Los sonidos

    Son otros elementos significativos. Se oyen campanas, tocando a muerto y llamando al rosario respectivamente, indicio de prácticas religiosas de una sociedad católica conservadora. Los golpes de bastón imponen silencio. Los sonidos de los panderos y carrañacas de los segadores (símbolo de alegría). Los ruidos del corral que Martirio oye todas las noches, y el golpe final es un signo para sugerir la muerte de Adela.

  9. Los augurios

    Repartidos por toda la obra, presagian el final trágico y contribuyen a crear el clima del entorno. Las perlas con el significado de lágrimas, la sal derramada como premonición de mala suerte y los ladridos de los perros anuncian la muerte de uno de sus moradores.

Caracterización de Personajes en La casa de Bernarda Alba

La casa de Bernarda Alba lleva como subtítulo «Drama de mujeres en los pueblos de España». Solo mujeres intervienen en la obra. Dos detalles:

  • El primero, los personajes principales aparecen dotados de nombres propios mientras que los otros llevan nombres descriptivos (criada, mendiga…) o bien genéricos (mujer 1, 2, 3).
  • En segundo lugar, se observa que después del nombre de las protagonistas aparecen todas las edades, entre 80 de María Josefa y 20 de Adela.

La caracterización de los personajes y el ambiente se encuentra en boca de las protagonistas, aunque también se emplean otras técnicas:

  1. Caracterización indirecta

    A través del diálogo y de la opinión de otros personajes. Por ejemplo, Bernarda: La Poncia y la Criada, antes de aparecer en escena, la critican. Las mujeres del duelo también la critican. Otros personajes: Martirio («es un pozo de veneno»), Adela («es la más joven de nosotras»), Angustias («está vieja y enfermiza»), etc.

  2. Caracterización por su autodefinición

    El personaje habla acerca de sí mismo. Martirio reconoce que es débil y fea, mientras que Adela presume de juventud y belleza. La Poncia se considera una criada fiel y ejemplar: «Soy buena perra».

  3. Caracterización por su comportamiento y lenguaje

    La actuación de Bernarda contrasta con la actitud sumisa de sus hijas y criadas. Magdalena y Amelia se resignan a su suerte. Angustias vive «feliz» por su proyecto de boda con Pepe el Romano. Martirio se debate entre su pasión por Pepe y su aparente moralidad. Adela se muere por un impulso amoroso y expresa su deseo de liberarse de la madre. La Poncia es esquiva, va de tentadora (habla de hombres a las hijas) pero teme a Bernarda; sus temores y odio le impiden hablar de forma clara. María Josefa vive en su «locura» y «ve» la realidad y habla verazmente, pero no es escuchada. El lenguaje caracteriza a los personajes: insultos y vulgarismos de La Poncia, lenguaje de Bernarda, simbólico y surrealista de su madre, María Josefa…

  4. Caracterización por movimientos escénicos

    Los movimientos de Bernarda son vigorosos y violentos. Ese dinamismo es contrastado por el estatismo de sus hijas, que permanecen casi siempre sentadas en actitud de espera. Este estatismo y los movimientos delicados de las mujeres contribuyen a crear un ritmo lento, que provoca sensación de estar presenciando unas vidas apagadas.

  5. Caracterización por objetos

    El bastón de Bernarda simboliza la autoridad. El abanico de colores y el traje verde de Adela son objetos de rebeldía. El retrato de Pepe simboliza el deseo y la frustración de las hermanas. Las flores en la cabeza de María Josefa simbolizan rebeldía, amor y libertad. La oveja es signo de locura y de instinto maternal frustrado.