La Religión en la Antigua Roma: Cultos, Dioses y la Evolución de las Creencias

Características Fundamentales de la Religión Romana

  • Centro de la vida: La religión era una parte esencial de la vida política, institucional y social en Roma.
  • Ritos establecidos: Los ritos se conservaban desde la antigüedad. Se esperaba del ciudadano que continuara las tradiciones tanto en la esfera privada como en la pública.
  • Panteón: Los dioses que formaban parte del panteón romano eran compartidos con otros pueblos. La primera influencia detectada es la etrusca. Posteriormente, se aprecia la similitud con el panteón griego. También recibió influencia de Oriente (Cibeles, Mitra, Isis). El nacimiento del cristianismo haría que, con el tiempo, el Imperio Romano se cristianizara (Edicto de Milán, 313 d.C.).

La Religión Privada en Roma

En el ámbito familiar, los romanos tenían una serie de dioses que los protegían y a los que veneraban. Eran habituales las ofrendas en el altar familiar. El pater familias era el encargado de que se cumplieran los ritos precisos.

  • Lares: Eran los dioses que protegían el hogar. Era habitual que en la casa hubiera un pequeño altar con la figura del Lar familiaris. Este solía ser una figura joven con un cuerno de la abundancia.
  • Penates: Eran los dioses de cada familia que cuidaban de las provisiones (del latín penus = despensa). El Estado romano también tenía sus propios Penates, que Eneas trasladó a Roma desde Troya.
  • Manes: Eran las almas de los muertos de la familia. Se los veneraba para que no atormentaran a los vivos.

La Religión Oficial Romana

La religión oficial se centraba en un panteón que era el resultado de la asimilación de los dioses griegos con los romanos. En la monarquía se veneraba a la llamada Tríada Capitolina (Júpiter, Juno y Minerva). Posteriormente, con el contacto con el mundo griego, se formó un panteón con paralelismos entre las divinidades griegas y las romanas.

¿Sabías que…?

Las Parentalia eran unas fiestas que se celebraban en febrero en honor de los manes o difuntos familiares (parentes). Se visitaban los cementerios y se dejaban en las tumbas flores, leche y vino, para que los muertos no tuvieran hambre y no persiguieran a los vivos. Estas fiestas tenían un carácter funesto, por lo que durante su celebración se suspendían los matrimonios y se cerraban los templos.

El Sacerdocio Romano

Los sacerdotes tenían un lugar privilegiado en la sociedad romana. Eran funcionarios civiles y formaban distintos colegios:

  • Pontífices: El Pontifex Maximus presidía este colegio. Era un cargo religioso de suma importancia política. Además de presidir las ceremonias religiosas públicas, era el que vigilaba la correcta realización de los ritos y establecía las fiestas variables del calendario. Además, este colegio recopilaba en unos Annales los designios de los dioses. Ellos interpretaban qué querían los dioses y realizaban los ritos necesarios para mantener la Pax deorum. Julio César tuvo este cargo al inicio de su carrera.
  • Flamines: Se ocupaban del culto de una divinidad específica. Los flamines maiores eran tres (Dialis, Martialis y Quirinalis) y se dedicaban a las tres divinidades principales (Júpiter, Marte y Quirino). Los flamines minores eran doce y se encargaban del resto del panteón. Para poder ser flamen maior, era necesario ser patricio.
  • Augures: Eran los encargados de la adivinación. Antes de una acción grave del gobierno, indagaban qué les parecía a los dioses.
  • Vestales: Eran sacerdotisas que velaban por el fuego sagrado de Roma y veneraban a Vesta. De ellas se encargaba el Pontifex Maximus.

Mitología Romana

Las leyendas y fábulas de dioses y héroes se transmitían en el mundo romano a través de las obras de escritores insignes. Algunos recogieron los mitos griegos, como los poetas Virgilio u Ovidio. El primero relata la historia de Eneas desde que parte de Troya hasta que funda una nueva ciudad en Italia en su obra La Eneida. Por su parte, Ovidio nos presenta una concatenación de mitos y leyendas en las Metamorfosis.

Por otro lado, también hubo escritores que contaron los orígenes de Roma, mezclando hechos históricos con leyendas arcaicas (como Tito Livio en Ab Urbe Condita o Desde la fundación de la ciudad).

Sistemas Filosóficos Griegos y su Influencia en Roma

Junto a la religión tradicional, algunos sistemas filosóficos griegos influyeron en la concepción de la vida de los romanos. Destacamos:

  • Epicúreos: Es una doctrina filosófica de época helenística que promueve la búsqueda de la felicidad personal y el placer entendido como ausencia de dolor. No debe entenderse como una entrega a los placeres físicos, sino como un intento de llevar una vida moderada y prudente. Para llegar a la felicidad, hay que perder el miedo a los dioses y a la muerte.
  • Estoicos: Es una doctrina filosófica de época helenística que promueve el control de las emociones y de las pasiones. Busca la serenidad y aspira a la virtud, que identifica con el conocimiento. Séneca y Marco Aurelio son los representantes más destacados del estoicismo en Roma.

Cultos Mistéricos Orientales en Roma

La expansión del Imperio facilitó la introducción de otras creencias en el mundo romano. Estas formaron lo que llamamos cultos mistéricos, ya que no sabemos exactamente en qué consistían sus ritos, pues se guardaban en secreto.

  • Cibeles: Entró desde Asia Menor en el siglo II a.C. Es una diosa de la naturaleza que los romanos veneraban como Tellus y Magna Mater.
  • Mitra: Proviene de Persia y se introdujo en el siglo I a.C. Es el dios de la luz y del sol. Suele ir acompañado de un toro.
  • Isis: Llegó a Roma desde Egipto en el siglo I d.C. También es una diosa de la naturaleza y de la maternidad.

El Cristianismo en el Imperio Romano

La llegada del cristianismo a Roma causó un gran rechazo al principio. De hecho, son conocidas las persecuciones de los cristianos durante los mandatos de emperadores como Nerón o Domiciano.

Sin embargo, Constantino dio un giro a la historia al convertirse él mismo al cristianismo. Fue él quien promulgó la libertad de culto en el año 313 d.C. con el Edicto de Milán.

Fue finalmente Teodosio quien prohibió los cultos paganos e impuso el cristianismo como religión oficial del Imperio en el año 380 d.C. con el Edicto de Tesalónica.