España: Del Franquismo a la Era Socialista de Felipe González (1982-1996)

La Dictadura Franquista: Pilares y Características

La dictadura franquista se sustentó en pilares fundamentales que configuraron su estructura y funcionamiento: el ejército, el partido único del régimen (F.E.T. de las J.O.N.S.) y la Iglesia Católica.

Soportes Fundamentales del Régimen

  • El Ejército: Fue el más destacado sostén del régimen y participó activamente en el poder, ya que una buena parte de los ministros y los gobernadores civiles eran militares de carrera.
  • El Partido Único (Falange Española Tradicionalista y de las JONS): Se encargó de dotar al régimen de sus bases ideológicas, de controlar los medios de comunicación y de suministrar una buena parte de los cargos de la administración. Para procurar el apoyo social al régimen, el partido constituyó cuatro organizaciones de masas: la juventud, la mujer, los universitarios y los patrones y trabajadores.
  • La Iglesia Católica: Tuvo un papel destacado en la legitimación y construcción del régimen franquista, que se definía como un Estado confesional católico. A cambio de este apoyo, la Iglesia obtuvo una financiación pública muy generosa (se reinstauró el presupuesto de “culto y clero”), el control casi total del sistema educativo y el predominio de los valores y la moral católica en el conjunto de la sociedad española.

Naturaleza y Apoyos Iniciales del Franquismo

Acabada la guerra, el general Franco instauró una dictadura fascistizada que incorporó una clara influencia de los totalitarismos alemán e italiano en campos como las relaciones laborales, la política económica autárquica, la estética, el uso de los símbolos o el unipartidismo. Se puso fin al sistema democrático, prohibiendo todos los partidos excepto el creado por el régimen y cualquier forma de representación popular. Esto supuso la persecución de todas las personas que no mostraran apoyo a la dictadura.

Desde sus inicios, la dictadura contó con el apoyo de las élites económicas y sociales (terratenientes, empresarios, financieros, etc.), que recuperaron el poder económico, social y político perdido durante la Segunda República. También contó con la adhesión de los propietarios agrícolas pequeños y medianos del Norte de España, que habían apoyado el alzamiento. Los grupos políticos que habían respaldado el golpe contra la República de 1936 se agruparon en torno al partido oficial, lo que supuso un apoyo fundamental para el franquismo, al igual que la Iglesia, que desde un principio se puso de parte de los golpistas y justificó el golpe de Estado, dándole legitimidad.

La España Socialista: El Gobierno de Felipe González (1982-1996)

En 1982, el PSOE, con Felipe González a la cabeza, ganó las elecciones con mayoría absoluta, presentándose como el motor del cambio necesario en España. El partido gobernó durante cuatro legislaturas consecutivas. En 1986 y 1989 renovó su mayoría, pero en 1993, debido a la pérdida de apoyo, tuvo que buscar alianzas con otros partidos para continuar gobernando.

El Proceso Reformista (1982-1989)

Economía y Modernización

Cuando el PSOE llegó al poder en 1982, España se encontraba en una grave crisis económica, producto de la crisis del petróleo y el crecimiento del desempleo, que superaba el 20%. Para solucionarlo, el ministro de Economía Miguel Boyer implementó un plan de ajuste que incluyó medidas como la reconversión industrial y la moderación salarial. Estas medidas fueron acompañadas por una serie de inversiones públicas en infraestructuras, apoyadas por los fondos europeos tras la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986. Aunque la situación mejoró tras la entrada en la CEE, el desempleo siguió siendo elevado y las desigualdades sociales entre las regiones más desarrolladas y las menos favorecidas crecieron.

Política Exterior y Adhesión Europea

Uno de los hitos internacionales más importantes fue la adhesión a la CEE en 1986, que significó la modernización de la economía española. Además, en 1986, España celebró un referéndum para ratificar su permanencia en la OTAN, un tema que dividió a la sociedad española. A pesar de las dificultades económicas para algunos sectores, como la agricultura, España se benefició enormemente de los fondos europeos.

Terrorismo y el Caso GAL

ETA continuó con su estrategia de atentados durante toda la década. El gobierno de González, en su lucha contra ETA, se vio implicado en los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), un escándalo que afectó gravemente su imagen. Sin embargo, el Pacto de Ajuria Enea de 1988, que aglutinó a todas las fuerzas políticas vascas contrarias al terrorismo, fue un paso importante hacia la resolución del conflicto en el País Vasco.

Reformas Legales y Sociales

En el ámbito interno, el gobierno socialista aprobó una serie de reformas legales que modernizaron España. Entre ellas destacan la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE, 1985), que democratizó el sistema educativo, y la despenalización parcial del aborto en 1985. En el ámbito militar, se redujo el tamaño del ejército y se sometió a control civil.

La sociedad española experimentó una modernización acelerada. El crecimiento económico y las reformas sociales mejoraron la calidad de vida de muchos ciudadanos, especialmente en términos de salud y educación, pero las desigualdades entre ricos y pobres aumentaron. Además, España dejó de ser un país de emigrantes para convertirse en receptor de inmigrantes, principalmente de África y América Latina.

El Desgaste del Gobierno (1989-1996)

Corrupción y Desconfianza

Durante los últimos años del gobierno socialista, comenzaron a aflorar varios casos de corrupción que perjudicaron al PSOE. Uno de los más conocidos fue el caso de Luis Roldán, director general de la Guardia Civil, quien se enriqueció de manera sospechosa durante su mandato. La impunidad de los dirigentes del PSOE y la falta de rendición de cuentas generaron un clima de desconfianza.

Elecciones de 1993: Pérdida de Mayoría

En las elecciones de 1993, el PSOE perdió la mayoría absoluta, obteniendo un 38,8% de los votos, frente al 34,8% del PP. Esto obligó a Felipe González a formar un gobierno de coalición con los nacionalistas catalanes (Convergencia y Unión). Aunque el PSOE se mantuvo en el poder, la legitimidad de su gobierno quedó comprometida.

El Auge del Partido Popular

Durante este periodo, el Partido Popular (PP) liderado por José María Aznar fue ganando terreno. En las elecciones al Parlamento Europeo de 1994 y en las municipales de 1995, el PP obtuvo victorias significativas, lo que mostró el desgaste del PSOE.

Elecciones de 1996: Fin de la Era Socialista

Finalmente, en las elecciones generales de 1996, el PSOE no pudo evitar la alternancia política. El PP ganó por un estrecho margen, con un 38,8% de los votos frente al 37,6% del PSOE. Esta derrota significó el final de casi 14 años de gobierno socialista y el comienzo de una nueva etapa con José María Aznar al frente del gobierno.