El Legado Clásico en Roma: Influencia Etrusca y Desarrollo Arquitectónico Romano

La Visión del Clasicismo en Roma

Los Precedentes Etruscos

La cultura etrusca influyó decisivamente en algunos caracteres del arte romano, sobre todo en lo referente al urbanismo. Uno de los elementos más significativos de la cultura y el arte etrusco fue el culto especial que rindieron a los muertos. Ello se plasmó tanto en escultura (efigies de los difuntos) como en pintura (los frescos).

Arquitectura Etrusca

Los etruscos conocían los elementos constructivos del arco y la bóveda. Las construcciones más representativas son los templos, las tumbas y los sistemas de fortificación. Los templos son similares a los griegos, rectangulares y con acceso frontal y posterior. La gran importancia dada por los etruscos a la vida de ultratumba les llevó a crear vastas necrópolis compuestas por túmulos de grandes y medianas dimensiones en los que se abren numerosos hipogeos. Las tumbas etruscas tenían la misma estructura que las casas: un atrio (espacio central), un tablinum (habitación principal situada al fondo) y alrededor de estos se disponían otras estancias. En cuanto al urbanismo, sus ciudades estaban bien organizadas, con planos orientados al estilo de la cuadrícula de Hipódamo, y con el cardo y el decumano bien señalizados.

La Plástica Etrusca

La plástica etrusca estaba destinada a rendir culto a los muertos. Así, las pinturas decoraban las paredes de las tumbas con escenas alegres para disipar la tristeza de la muerte. Por su parte, la escultura se manifiesta a través del relieve, decorando los sarcófagos, y del retrato.

La Pintura Etrusca

Del arte pictórico solo se conservan los frescos con los que se decoraban las paredes de las tumbas. Los personajes alegres y dramáticos representados en estos frescos no parecen obedecer a un ideal de belleza, sino que se representan hombres y mujeres de facciones grandes y expresivas. La temática es generalmente de carácter funerario.

La Escultura Etrusca

La escultura etrusca es básicamente funeraria y recuerda el estilo arcaico griego, en la que predominan la frontalidad y el hieratismo. Los materiales escogidos son la terracota policromada y el bronce. También se conservan muestras de relieves de los sarcófagos, en los que se representa al difunto solo o acompañado por su esposa (como el Sarcófago de Cerveteri). Mención especial merece la escultura en bronce, como la Loba Capitolina. Las únicas esculturas exentas en terracota conservadas pertenecen al conjunto escultórico del templo de Veyes en el Lacio, como el Apolo de Veyes.

La Arquitectura Romana: Características Generales y Tipologías Constructivas

La arquitectura romana adopta elementos etruscos y griegos. Además del urbanismo, existe arquitectura privada y pública, aunque predomina la segunda. Hay muestras de arquitectura religiosa y también una gran variedad de construcciones civiles y de obras de ingeniería. De los etruscos heredaron el arco y la bóveda. El arco se empleó para la construcción de puentes y acueductos. La bóveda, para cubrir la mayoría de los edificios públicos (basílicas, termas y templos). Los órdenes arquitectónicos son los mismos que adoptó Grecia: el dórico, el jónico y el corintio. Además, introdujo el orden toscano y el compuesto, que es la unión del orden jónico con el corintio. Bajo el Imperio, la arquitectura romana se caracterizó por la edificación de construcciones colosales y lujosas en cuanto a su decoración. Ejemplos notables incluyen el Ara Pacis (altar dedicado a Augusto), el Foro Romano, el Arco de Orange, el Coliseo, el Teatro de Marcelo y el Mausoleo de Agripa. Como principal material utilizaron el mortero, una mezcla de arena, cal, agua y cantos. Aun así, los romanos no dejaron de utilizar para sus construcciones el ladrillo, empleado en las bóvedas, y en alguna ocasión el mármol e incluso el granito.

La Ciudad Romana

En el Imperio romano existieron dos tipos de ciudades: las viejas y las nuevas. En el Oriente Medio predominaban las ciudades viejas. En el Occidente mediterráneo, rural, fundaron ciudades de nueva creación. Además, el Estado romano concedía el estatuto legal de ciudadano romano a sus habitantes, lo que les otorgaba ciertos privilegios. En general, la ciudad romana adopta en su disposición el esquema de organización del campamento militar. Se desarrolla en torno a dos grandes ejes: el cardo máximo (brazo norte-sur) y el decumano (brazo este-oeste). En el cruce de las dos calles principales se situaba el foro, zona privilegiada y centro de la vida urbana. En él se encontraban todos los edificios necesarios para el desarrollo de actividades religiosas (templos), comerciales, políticas y administrativas (la basílica).

Arquitectura Privada Romana

Las viviendas romanas derivan de las etruscas, con un patio central alrededor del cual se organizan las habitaciones. En el interior se desarrollaba la vida cotidiana. Destacan dos tipos de viviendas romanas: las domus, viviendas urbanas para familias acomodadas, y las insulae o casas de vecinos populares. Además, existen las residencias campestres o villae, segundas residencias de las familias más pudientes. Hacia el siglo II a.C. se desarrolló el esquema de la domus. Solían constar de tres partes: el vestíbulo o acceso; las insulae o casas de alquiler y por último, las villae o centros de explotación agraria. En el interior de estas viviendas estaba profusamente decorado con frescos y mosaicos, como sucede en la Villa Adriana en Tívoli, o la Casa de Livia en Roma. Las viviendas mejor conservadas, domus y villae, se encuentran en Pompeya y Herculano.

Arquitectura Pública Religiosa Romana

El templo romano estuvo vinculado al arte etrusco y constaba de un pórtico profundo elevado sobre un podio. Más adelante se vio influido por el arte griego. En época imperial, el templo romano dejó de tener el mismo interés que el griego, por lo que dejó de ser la principal edificación. De clara influencia griega es el prototipo de planta, rectangular y con tres celas, como el Templo de la Fortuna Viril en Roma, o bien circular como el de Vesta en Tíbur (Lacio). La fachada presenta los mismos elementos y utiliza los mismos órdenes. Las diferencias del templo romano con el griego se ven claramente en la Maison Carrée de Nimes. Pero el templo más importante es el Panteón de Agripa, en Roma.