El David de Miguel Ángel: La Encarnación del Ideal Renacentista
Identificación
Estamos ante El David, una escultura exenta realizada a principios del siglo XVI (1501-1504) por Miguel Ángel Buonarroti, uno de los grandes artistas del Renacimiento en general y del Cinquecento italiano en particular.
Análisis Formal y Material
La escultura de bulto redondo fue realizada a través del cincelado directo sobre un solo bloque de mármol, abandonado en la Catedral de Florencia. Es la representación de David, el rey bíblico, al estilo clásico: un hombre joven, completamente desnudo y con la figura de un atleta, que porta en su mano izquierda una honda y sobre el muslo, una piedra. Su frontalidad es solo aparente; el leve giro de la cabeza hacia su izquierda, ofreciéndonos su perfil, obliga al espectador a cambiar su punto de mira. Otros aspectos clásicos de la obra son la curva inguinal, el contrapposto, el cabello trepanado o la preocupación por la musculatura.
La figura está sometida a una gran tensión interior, propia de la preparación previa al enfrentamiento con Goliat, en el que el joven David pone todos sus músculos en tensión y observa atentamente al enemigo. El movimiento es contenido, centrípeto. Su rostro transmite vida interior, pasión, tensión. Es la terribilità de Miguel Ángel.
Interpretación y Contextualización
Obra cumbre del Cinquecento renacentista, fue encargada por la Opera del Duomo de la Catedral de Florencia. El artista rompe con la iconografía tradicional del pastor bíblico y encarna al guerrero, que expresa fortaleza e ira. Dado que iba a presidir la entrada del Palacio de la Signoria de Florencia, la escultura debía ser la encarnación de los ideales de la república y del Renacimiento florentino.
La vibración de los huesos, arterias y músculos bajo la piel, de suprema realidad, así como el movimiento centrípeto cuyas líneas de fuerza vuelven al bloque, son rasgos miguelangelescos. Esto supone un alejamiento del clasicismo por la expresividad, buscando mostrar la psicología del personaje y dotarlo de un carácter amenazador, la Terribilità. La obra contrasta con los David de Donatello y Verrocchio.
Otros ejemplos de la maestría de Miguel Ángel incluyen obras arquitectónicas como la Basílica de San Pedro del Vaticano y pictóricas como los frescos de la Capilla Sixtina.
La Trinidad de Masaccio: Innovación y Humanismo en el Quattrocento
Identificación
La Trinidad de Masaccio es un fresco pintado por Masaccio, localizado en la Iglesia de Santa Maria Novella, Florencia. Realizado durante el Quattrocento italiano entre 1425 y 1427, esta obra del Renacimiento se enmarca en un periodo de importantes cambios, como el descubrimiento de América (1492) y la Reforma Protestante de Martín Lutero (1517).
Una característica fundamental del Renacimiento es el humanismo o antropocentrismo: el hombre toma conciencia de su importancia como ser creado por Dios y se toma como ejemplo el mundo clásico por su armonía, belleza y perfección. La difusión de la cultura fue posible gracias a la invención de la imprenta de Gutenberg (c. 1440-1450), y al mecenazgo de la Iglesia (sobre todo los Papas) y de la clase burguesa, que prosperó en ciertos lugares de Europa como Flandes e Italia gracias al comercio y la banca.
Análisis Formal y Material
La composición de la obra es triangular, cerrada y simétrica, utilizando la geometría para conferir armonía. De forma descendente, en la parte superior se reúne lo sagrado (la Trinidad: Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo), luego los mediadores entre Dios y los hombres (María y San Juan) y finalmente los simples mortales (los donantes: un mercader y su esposa).
En la parte inferior de la obra, justo detrás del altar, se abre un nicho donde se encuentra un esqueleto. Sobre él se lee la inscripción: “Fui lo que tú eres y serás lo que yo soy”. El único movimiento de la obra es el gesto que hace la Virgen señalando a su hijo en la cruz. Estas características hacen que las figuras parezcan esculturas, lo que se realza mediante la perspectiva del marco arquitectónico clásico que las encuadra: los casetones de la bóveda, los pilares adosados jónicos, las pilastras corintias y el arco de medio punto.
Predomina la línea sobre el color. La influencia de Giotto se deja ver en los colores rosas y azules de los mantos, el blanco y el verde del fondo. Masaccio intercala colores cálidos (rosa) y fríos (azul), destacando la gradación de las tonalidades para dar solidez y volumen. Masaccio subraya la nueva importancia del hombre ante lo divino, siendo la Trinidad el eje de la composición. Además, todo el fondo está tratado por medio de una arquitectura clásica, evocando un Arco del Triunfo como símbolo del Triunfo de Cristo sobre la muerte.
Interpretación de la Obra
Aunque representa la Trinidad, introduce la imagen de un esqueleto. Con esto se promete a la humanidad la resurrección, puesto que Cristo resucitó y ascendió a los cielos. El hombre muere por el pecado original, pero la muerte de Cristo perdona al hombre y su posterior resurrección es la esperanza de la vida eterna.
La influencia de Masaccio será muy importante para pintores del Quattrocento, como Piero della Francesca, o del Cinquecento, como Miguel Ángel.