Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana en la Península Ibérica
La franja cantábrica y los Pirineos, debido a la pobreza de sus recursos, su clima adverso y las dificultades de acceso, resultaron poco atractivas para los conquistadores. Esto las convirtió en un excelente refugio para quienes se resistieron a la invasión, y de estas zonas surgieron los futuros reinos cristianos medievales.
El Reino Asturleonés (Siglos VIII-X)
La zona cantábrica, habitada por astures y cántabros, es el núcleo más antiguo. Pelayo, protagonista de la batalla de Covadonga, fue un noble visigodo al que los astures proclamaron rey. El primer monarca significativo fue Alfonso I, quien repobló su reino con mozárabes de esa zona. Con Alfonso II, el Reino de Asturias se convirtió en un estado consolidado con capital en Oviedo. La mayor expansión territorial se consiguió con Alfonso III, quien trasladó la capital a León. El siglo X fue un período de crisis debido a la práctica independencia del Condado de Castilla.
El Reino de Pamplona (Siglo IX)
Integrado por vascones, sus orígenes resultan confusos. La familia Jimena extendió su poder por tierras de La Rioja y llevó a cabo una política de enlaces matrimoniales con los territorios vecinos, incluido el Califato de Córdoba. Esto permitió el engrandecimiento del reino durante el reinado de Sancho III el Mayor, quien unió los condados de Castilla y Aragón, y ejerció autoridad sobre el Reino de León.
El Condado de Aragón
El Condado de Aragón se limitaba inicialmente a la zona de Jaca. Durante el reinado de Sancho III el Mayor, formó parte del Reino de Pamplona. A la muerte de Sancho, Aragón le correspondió a su hijo y se convirtió en un reino independiente.
Los Condados Catalanes
Carlomagno pretendió crear una barrera entre el Islam y el reino franco, conocida como la Marca Hispánica. Surgió un conjunto de condados integrados en la monarquía carolingia, pero con un creciente afán de independencia a lo largo del siglo IX. El Condado de Barcelona llegó a ser hegemónico.
Principales Etapas de la Reconquista Española
La Reconquista se divide en cuatro etapas principales, abarcando desde el siglo VIII hasta el siglo XIII.
Siglos VIII-X: La Ocupación de la Cuenca del Duero
Esta etapa se caracterizó por la ocupación de la cuenca del Duero, entre el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica. Esta zona estaba casi despoblada porque los bereberes la abandonaron después de la rebelión del 741 y porque muchos cristianos se dirigieron al Reino Asturiano durante las campañas de Alfonso I. En realidad, el avance durante esta época se limitó a la ocupación de territorios casi vacíos.
Siglo XI y Primera Mitad del XII: Avance hasta la Cuenca del Tajo
El siglo XI marcó el verdadero comienzo de la Reconquista. Se produjo un cambio significativo con el fin del Califato y el fortalecimiento de los reinos cristianos. La debilidad de los reinos de taifas hizo que se sometieran al pago de parias y permitió el avance cristiano hacia el sur. Alfonso VI, rey de Castilla y León, conquistó Toledo. Los reyes de Aragón, por su parte, avanzaron por el Valle del Ebro. Aunque los almorávides consiguieron frenar temporalmente el avance cristiano, los reinos cristianos lograron ocupar el Valle del Tajo hasta Lisboa y el Valle del Ebro hasta Tortosa.
Segunda Mitad del Siglo XII: Frenazo y Consolidación
El poder almohade y las disputas internas entre los reinos cristianos frenaron el avance. No obstante, se produjeron avances significativos: la creación y el protagonismo de las Órdenes Militares y la firma de tratados entre Castilla y León y la Corona de Aragón para delimitar los territorios en las conquistas.
Siglo XIII: La Gran Ofensiva y el Fin de la Reconquista
Ante el poder almohade, los reinos cristianos finalizaron sus disputas y se unieron frente al peligro común. Un ejército dirigido por los reyes de Castilla, Aragón y Navarra derrotó a los almohades en la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (1212). La Reconquista se reanudó con fuerza: Portugal fue el primer reino en completar su área de expansión; la Corona de Aragón avanzó con Jaime I el Conquistador; y Castilla y León, definitivamente unidas bajo Fernando III, conquistaron Extremadura y el Valle del Guadalquivir. Con Alfonso X el Sabio, se terminó la conquista de Andalucía y Murcia. Solo quedaba el Reino Nazarí de Granada.
Modelos de Repoblación y Organización Social en la España Medieval
La organización social en el medievo cristiano fue consecuencia de tres factores principales: los modelos de repoblación, el papel de la Iglesia en el terreno ideológico y la fuerza militar en una sociedad en guerra casi permanente.
Modelos de Repoblación
La Presura (Siglos VIII-X)
Consistía en la ocupación de una tierra despoblada que se repartía en pequeñas y medianas propiedades. En estos territorios existía una población que carecía de organización política, y las tierras se consideraban abandonadas y sin dueño. Los reyes permitieron que los campesinos fueran dueños de las tierras que pudieran explotar. A esta forma de acceso a la propiedad se le llamó presura o aprisio. Los reyes podían ceder la explotación de la tierra a los colonos, quienes tenían que pagar una renta.
La Repoblación Concejal (Siglos XI y XII)
El territorio se dividía en concejos con grandes alfoces, regidos por una ciudad, un representante del rey y caballeros de defensa. El rey otorgaba un Fuero o Carta Puebla, normas que regulaban la vida municipal. Se caracterizó por el predominio de la mediana propiedad libre y la abundancia de tierras comunales.
La Repoblación de las Órdenes Militares (2ª mitad del S. XII y 1ª mitad del S. XIII)
La estructura de la propiedad predominante fueron los latifundios, dedicados a la ganadería. Había escasez de pobladores, el territorio disponible crecía mucho y la población muy poco.
La Repoblación por Repartimientos (Siglo XIII)
Los oficiales reales hacían inventario de los bienes y los dividían en donadíos. El resultado fue la adquisición de grandes latifundios por parte de la nobleza, las órdenes militares y la Iglesia.
Organización Social
Se consolidó una estructura tripartita definida por el clero, la nobleza y el estado llano.
La Nobleza
Los nobles no pagaban impuestos, tenían sus propios jueces y podían ocupar cargos políticos. Según su rango o riqueza, se distinguía la alta y la baja nobleza.
El Clero
El clero podía cobrar impuestos, como el diezmo. Gozaban de privilegios y no pagaban impuestos. También había alto y bajo clero.
El Pueblo Llano
El pueblo llano, formado por campesinos que podían ser libres o no libres, estaba obligado a trabajar en las tierras del señor. Otro grupo importante eran los burgueses.
Diversidad Cultural en la España Medieval: Cristianos, Musulmanes y Judíos
La existencia de mudéjares (musulmanes en territorio cristiano), mozárabes (cristianos en territorio musulmán) y judíos en ambas zonas, propició un rico intercambio de conocimientos entre las tres culturas.
Tras la caída del Imperio Romano, fue la Iglesia quien asumió el papel de la cultura, siendo los únicos centros de instrucción las escuelas monacales. Llegaron modos culturales como el arte románico y los cantares de gesta. El latín seguía siendo la lengua de la escritura culta hasta que aparecieron las obras de Gonzalo de Berceo o el Poema de Mio Cid. Las Universidades aparecieron en el siglo XIII y agrupaban a profesores y estudiantes. La colaboración intelectual entre cristianos, musulmanes y judíos se llevó a cabo en los centros de traducción del árabe, que surgieron en diversas ciudades. En el siglo XIII, el prestigio de Toledo se incrementó aún más bajo el mecenazgo de Alfonso X el Sabio, quien alentó, además, la utilización de las lenguas vulgares como el gallego y, sobre todo, el castellano. Cabe destacar la Escuela Cartográfica de Mallorca.
Manifestaciones Artísticas
Arte Románico
Pintura Románica
No existe concepción del espacio, de la profundidad, ni de la luz. Estamos ante representaciones mentales en espacios sagrados, con colores planos y brillantes. Predomina la línea o dibujo sobre el color. La composición sigue una jerarquía social. Los temas son religiosos.
Arte Gótico
El gótico es un arte burgués y urbano.
Arquitectura Gótica
Es una arquitectura esbelta, ligera y luminosa. Las construcciones más significativas son las catedrales, los ayuntamientos y los palacios. Su planta es de cruz latina con tres o cinco naves. La elevada bóveda de crucería se apoya en delgados pilares y los arbotantes o arcos tirantes trasladan el peso de las cubiertas a los contrafuertes exteriores. En los arcos apuntados destaca el rosetón.
Escultura Gótica
Sustituye la rigidez y el hieratismo románico por el naturalismo.
Pintura Gótica
Se desarrolla sobre todo en retablos. A partir del siglo XIV hay una mayor preocupación por el volumen y la perspectiva.
Organización Política e Instituciones en los Reinos Medievales Hispánicos
Organización Política en Castilla
En Castilla se produjo un fortalecimiento de la autoridad real basándose en el derecho romano. Este refuerzo de la autoridad real llevó a un conflicto entre el rey y la nobleza. El reforzamiento de la autoridad real se llevó a cabo mediante el desarrollo de una serie de instituciones:
Administración Central
- La Corte: Incluía una serie de cargos y oficiales al servicio del rey, como el mayordomo, el chanciller y el condestable.
- Consejo Real: Era un órgano técnico formado por legistas que asesoraba al rey en sus decisiones.
- Audiencia o Chancillería: Órgano supremo de justicia (con sede en Valladolid).
- Cortes: De carácter consultivo, aprobaban impuestos. Estaban formadas por representantes de la nobleza, el clero y las ciudades.
Administración Local
Se produjo un control a través de regidores y corregidores:
- Concejos: Eran la asamblea de todos los ciudadanos.
- Regidores: Sustituyeron a los concejos en la administración y gobierno de las ciudades, y eran nombrados por el rey.
- Corregidores: Oficiales reales nombrados también por la Corona, representaban al rey en los principales municipios.
Organización Política en la Corona de Aragón
La estructura política en la Corona de Aragón era diferente a la de Castilla, caracterizada por una confederación de reinos con distintas instituciones y leyes. Predominaba el pactismo entre el rey y sus vasallos. Los monarcas se veían obligados a pedir ayuda económica a las Cortes. Entre las instituciones, se distinguen las centrales y las locales:
Administración Central
- Virreinatos: El virrey representaba la autoridad real en los distintos reinos.
- Cortes: Integradas por nobleza, clero y alta burguesía.
- Justicia Mayor: Cargo controlado por la nobleza y designado por las Cortes.
- Diputaciones: Creadas con carácter temporal para organizar y recaudar los tributos concedidos al rey por las Cortes.
- Diputación del General de Cataluña o Generalitat: Se convirtió en el máximo órgano de representación política de Cataluña.
- Diputación del Reino de Aragón: Similar a la Generalitat catalana.
- Diputación del Reino de Valencia o Generalitat: Con competencias principalmente fiscales.
Administración Local
Los municipios estaban bajo el control de oligarquías urbanas, como el Consell de Cent en Barcelona.
La Crisis del Siglo XIV en la Península Ibérica: Demografía, Economía y Sociedad
En el siglo XIV se produjo una crisis general caracterizada por el hambre, las epidemias (especialmente la Peste Negra), las guerras y los conflictos sociales.
Crisis Económica
La principal actividad económica era la agricultura. La crisis agraria se debió a una disminución de la producción triguera, ya que se prefería cultivar productos comerciales. Además, las malas condiciones climatológicas provocaron, a mediados del siglo XIV, años de malas cosechas y crisis de subsistencias.
Crisis Demográfica
A mediados del siglo XIV, la Peste Negra, una epidemia procedente de Asia, provocó la muerte de entre un 20 y un 40% de la población. Sus consecuencias fueron la reducción de los núcleos rurales, la ruina de muchos pequeños propietarios agrícolas, el abandono de muchas tierras de cultivo y el incremento de la ganadería organizada en torno a la Mesta.
Crisis Política y Social
La crisis política se produjo por el intento de la monarquía de fortalecer el poder real y la oposición de la nobleza a dicho fortalecimiento. Por otro lado, la crisis social se produjo por el intento de la nobleza de conservar y aumentar su poder económico y social (conocida como reacción señorial). Esta situación provocó tensiones sociales como:
- Rebeliones campesinas de carácter antiseñorial.
- Conflictos urbanos: enfrentamiento entre los estamentos urbanos más bajos y las oligarquías, como en Barcelona entre La Biga y La Busca.
- Rivalidad entre bandos de la nobleza por el control de las instituciones municipales.
- Pogromos contra los judíos, a quienes el pueblo odiaba especialmente en tiempos de crisis por su prosperidad económica. En estos ataques, muchos judíos murieron y sus propiedades fueron destruidas.
La Expansión Mediterránea de la Corona de Aragón
El origen de la expansión aragonesa por el Mediterráneo se encuentra en los intereses comerciales y dinásticos. Desde el siglo XIII, los monarcas aragoneses emprendieron una importante expansión por el Mediterráneo, conquistando Baleares, Sicilia, el reino de Nápoles y Cerdeña. Durante un breve período de tiempo, Aragón dominó también los ducados griegos de Atenas y Neopatria, conquistados a principios de siglo por tropas mercenarias catalanas. La expansión aragonesa por el Mediterráneo Occidental chocó con los intereses del rey de Francia y del Papa, generando un conflicto que se extendió durante el reinado de los Reyes Católicos y los primeros reyes de la Casa de Austria hasta el reinado de Felipe IV.
Paralelamente a esta expansión política, se desarrolló un activo comercio internacional, en el que Cataluña desempeñó un papel principal. También mantenía una ruta que cruzaba el Estrecho de Gibraltar y llegaba hasta Flandes por el Atlántico. En Barcelona se introdujeron nuevas técnicas y procedimientos comerciales:
- La letra de cambio.
- Creación de compañías comerciales.
- Un tribunal con jurisdicción específica: el Consulado del Mar.
- Establecimiento de cónsules o delegados en las principales plazas comerciales.
La etapa de máximo esplendor del comercio catalán fue el siglo XIV. Pero la profunda crisis de Cataluña en el siglo XV afectó a la actividad comercial, y Valencia sustituyó a Barcelona como principal puerto mercantil de la Corona de Aragón. No obstante, el avance turco y la caída del Imperio Bizantino aceleraron la decadencia del comercio mediterráneo.
Las Rutas Atlánticas: Expansión Castellana y Portuguesa y la Conquista de Canarias
Desde el siglo XIII, el Atlántico cobró un interés especial para castellanos y portugueses, tanto por motivos políticos como comerciales y económicos. Esta rivalidad entre ambos reinos se resolvería durante el reinado de los Reyes Católicos con el descubrimiento de América. La expansión de Castilla por el Atlántico se realizó en dos etapas:
- En primer lugar, el dominio del Estrecho de Gibraltar.
- En segundo lugar, la conquista de Canarias.
Dominio del Estrecho
Posteriormente, el objetivo fue la zona del Estrecho, tanto por motivos económicos como estratégicos. En 1292, Sancho IV conquistó Tarifa, y en 1462, Enrique IV, Gibraltar.
Conquista de Canarias
La conquista de Canarias se enmarca en la expansión por el Atlántico sur de castellanos y portugueses en la Baja Edad Media, periodo en el que destacan los avances técnicos en la navegación: la brújula, el astrolabio y la carabela. Los problemas políticos de Castilla hicieron que se beneficiara Portugal, que ocupó Ceuta, Madeira, las Azores y avanzó por la costa africana hasta el Cabo de Buena Esperanza. Las Islas Canarias estaban en esta zona de expansión portuguesa, pero fueron ocupadas por Castilla. En su conquista se pueden distinguir dos fases:
- De 1402 a 1474: Se ocuparon Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera y El Hierro por iniciativa de la nobleza, que las incorporó al régimen señorial.
- De 1475 a 1496: La monarquía intervino directamente en la conquista de las islas restantes (Gran Canaria, La Palma y Tenerife), que se mantuvieron como tierras de realengo.
El archipiélago canario fue motivo de rivalidad entre Castilla y Portugal.