Transformaciones en la Monarquía Hispánica: De Carlos I a los Borbones

Comparativa de los Imperios de Carlos I y Felipe II: Desafíos y Legado

A comienzos del siglo XVI, con Carlos I, llegó al trono de la Corona de Castilla y Aragón la dinastía de los Austrias. Tanto con Carlos I como con Felipe II, España se consolidó como la potencia hegemónica de Europa. Sin embargo, el siglo XVII fue un periodo de crisis económica y demográfica, marcando el inicio del gobierno de los Austrias menores: Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

El vasto Imperio de Carlos I

Carlos I, hijo de Juana la Loca y nieto de los Reyes Católicos, heredó y gobernó un vasto conjunto de territorios:

  • Por parte de sus abuelos maternos (Reyes Católicos): Castilla y sus posesiones en América, así como Aragón y sus posesiones en Italia.
  • Por parte de su padre (Felipe el Hermoso, Casa de Habsburgo): Todos los territorios de los Habsburgo en Austria y los derechos al título de Emperador alemán.
  • Por parte de su abuela paterna (María de Borgoña): La herencia borgoñona, que incluía Luxemburgo, los Países Bajos, Artois y el Franco Condado.

Fue elegido Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, lo que le otorgó una posición de liderazgo en Europa.

Pilares de la Hegemonía Española

La hegemonía española en este periodo se basaba en cuatro pilares fundamentales:

  • Base militar: España contaba con un gran ejército, los Tercios, y una poderosa armada.
  • Base económica: Existía un floreciente comercio internacional, especialmente con América.
  • Base política: Se consolidó el poder autoritario del monarca.
  • Base ideológica: La defensa de la religión católica, que justificaba muchas de sus acciones exteriores.

Problemas Internos y Externos de Carlos I

El monarca tuvo que hacer frente a diversos problemas internos y externos, dada la dificultad de gobernar un imperio tan extenso y liderar una monarquía universal y cristiana.

Revueltas Internas

En sus primeros años de gobierno, se originaron importantes revueltas en el reino:

  • La Revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1522): Castilla era el corazón del imperio de Carlos V. Carlos V necesitaba dinero para su coronación imperial y solicitó a las Cortes la aprobación de nuevos impuestos. Aunque al principio se negaron, finalmente los aprobaron. A partir de entonces, Carlos I comenzó a marginar a las Cortes para centrarse en su poder personal. Esto provocó la sublevación de varias ciudades castellanas en 1520, que sustituyeron el poder municipal por “comunas” formadas por trabajadores, artesanos, miembros de la baja nobleza y del bajo clero. Los sublevados formaron la “Junta Santa de Ávila”. Los sublevados y la nobleza se enfrentaron, culminando con la victoria de la nobleza en la Batalla de Villalar (1521).
  • La Revuelta de las Germanías de Valencia y Mallorca (1519-1523): Esta revuelta tuvo un componente social más marcado. La epidemia de peste hizo que la nobleza huyera, lo que provocó un sentimiento de abandono entre artesanos y trabajadores. Estos crearon un ejército, pero finalmente fueron derrotados por la nobleza.

Todas estas revueltas internas resultaron favorables a la autoridad monárquica.

Conflictos Externos

Carlos I, además, tuvo que hacer frente a problemas heredados y nuevos desafíos internacionales:

  • El Imperio Otomano: Los turcos, tras conquistar Constantinopla, buscaban expandirse hacia los territorios cristianos y los dominios de Carlos I. Carlos I logró detenerlos en Viena, pero la alianza de los turcos con Francia le obligó a firmar la Paz de Augsburgo (1555), que reconocía la coexistencia de católicos y luteranos en el Imperio.

El Reinado de Felipe II: Continuidad y Nuevos Desafíos

En 1555, Carlos I decidió retirarse al Monasterio extremeño de Yuste y abdicó en favor de su hijo, Felipe II. Felipe II heredó todos los territorios de su padre, excepto el título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Además, anexionó las Islas Filipinas y Portugal (con su vasto imperio colonial).

Problemas Internos de Felipe II

Felipe II también se enfrentó a importantes problemas internos:

  • La Sublevación de las Alpujarras (1568-1571): Un levantamiento de los moriscos en Granada.
  • Conflictos en la Corona de Aragón: Especialmente el caso de Antonio Pérez, que puso en jaque la autoridad real en Aragón.

Conflictos Externos de Felipe II

Heredó de su padre los problemas externos y se sumaron otros nuevos:

  • Guerra contra Francia: Por la hegemonía europea, que culminó con la victoria de España en las Batallas de San Quintín (1557) y Gravelinas (1558).
  • Conflicto contra los Turcos: Fueron derrotados en la decisiva Batalla de Lepanto (1571).
  • La Sublevación de los Países Bajos: Un conflicto muy importante en el Atlántico, que se prolongó durante décadas y llevó a la independencia de las Provincias Unidas.

Cabe destacar que, en 1648, España reconoció la independencia de las Provincias Unidas (Países Bajos) en el marco de la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años.

Conclusión del Periodo de los Austrias Mayores

En conclusión, en el siglo XVI, España se convirtió en la gran potencia de Europa. Los dos monarcas, Carlos I y Felipe II, tuvieron que afrontar grandes problemas internos y externos, consolidando un vasto imperio y una monarquía autoritaria.

La Política Española en América en el Siglo XVI: Impacto y Consecuencias

El descubrimiento, conquista y colonización del continente americano fue un acontecimiento excepcional y de enorme trascendencia histórica. En el siglo XVI, la Monarquía Hispánica, bajo Carlos I y Felipe II, se afianzó como monarquía autoritaria y consolidó su imperio colonial, que se extendió por Europa, América, Asia y África.

Este descubrimiento tuvo grandes repercusiones en España y Europa, siendo trascendentales en muchos campos. Los territorios americanos se incorporaron a Castilla, trasladándose a ellos las leyes e instituciones propias de la Corona.

Instituciones de Gobierno y Administración Colonial

Las principales instituciones con sede en Castilla para la administración de América fueron:

  • La Casa de Contratación: Establecida en Sevilla en 1503, se encargaba de controlar todo lo relacionado con el comercio y la navegación con América, incluyendo la organización de flotas para evitar la piratería.
  • El Consejo de Indias: Creado en 1524 por Carlos I, era el órgano asesor de la Corona en todo lo relacionado con el gobierno de los territorios de ultramar. Además, tenía la suprema jurisdicción sobre los organismos y territorios americanos.

En América, la administración territorial se dividía en varias instituciones:

  • Virreinatos
  • Audiencias
  • Gobernaciones y Capitanías Generales
  • Corregimientos

Consecuencias del Descubrimiento de América

El descubrimiento de América trajo consigo múltiples consecuencias:

  • Políticas: España y Portugal se dividieron los territorios descubiertos en el Tratado de Tordesillas (1494).
  • Geográficas: Se amplió el conocimiento del mundo, revelando la verdadera extensión de los continentes.
  • Científicas: Se demostró que el planeta es una esfera, impulsando avances en cartografía y navegación.
  • Demográficas: Hubo una emigración, aunque inicialmente limitada, de españoles a América. Para la población indígena, las consecuencias fueron devastadoras, con una drástica disminución debido a enfermedades traídas de Europa y la explotación económica.
  • Económicas: Se estableció un intenso comercio entre Sevilla y América, principalmente de metales preciosos como oro y plata, y de nuevos cultivos como la patata, el maíz o el tomate. Sin embargo, la masiva llegada de metales preciosos a España ocasionó la “revolución de los precios”, un fenómeno inflacionario que contribuyó a la crisis económica del siglo XVII.

Impacto en la Población Indígena y la Sociedad Colonial

Para la población indígena, las consecuencias fueron profundas:

  • Disminución demográfica: Causada por enfermedades, guerras y la explotación laboral (encomienda, mita).
  • Proceso de aculturación: Imposición de la cultura, religión y lengua castellana.
  • Creación de una nueva sociedad: Una sociedad estamental y racialmente jerarquizada:
  1. En la cúspide, los españoles peninsulares, que controlaban la administración y los principales cargos.
  2. Después, los criollos, hijos de españoles nacidos en América.
  3. Por último, los hombres libres (indígenas y mestizos) y los esclavos negros traídos de África.

Aunque la mayoría de las consecuencias fueron decisivas para el avance en muchos ámbitos, hubo algunas negativas que se extendieron a lo largo de los años.

Conclusión

En conclusión, la Monarquía Hispánica del siglo XVI, bajo Carlos I y Felipe II, llevó a cabo el descubrimiento, conquista y colonización del continente americano. Este hecho fue decisivo para la configuración del mundo moderno, creando el primer mercado global y sentando las bases de un nuevo orden mundial, con consecuencias positivas para España y Europa, pero a menudo devastadoras para la población indígena.

Los Proyectos de Reforma del Conde-Duque de Olivares

El siglo XVII fue un siglo de crisis económica y demográfica en España, gobernado por los Austrias menores: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Tras ser coronado Felipe IV, dejó gran parte de su poder en manos de su valido, el Conde-Duque de Olivares. Olivares se mostró hábil, capaz y dedicado a las tareas de gobierno, proponiendo una serie de reformas internas e impulsando de nuevo una política exterior belicista.

Principios de Gobierno de Olivares

Sus principios fundamentales fueron:

  • La Reputación: Buscaba recuperar el prestigio internacional de la monarquía española, que había decaído.
  • La Reformación: Su finalidad era fortalecer la monarquía y evitar la decadencia interna.

Principales Propuestas de Reforma

Las principales propuestas de reforma de Olivares fueron:

  1. Creación de Erarios Públicos (Bancos Públicos): Para dar solución a los problemas financieros de la Corona, propuso la creación de bancos públicos que liberarían a la monarquía de la dependencia de la banca extranjera. Estos erarios darían un interés a quienes depositaran dinero y concederían préstamos a la Corona. Esta propuesta fracasó debido a que para construir los erarios se necesitaba un capital fundacional que debía ser aportado por los súbditos con una fortuna superior a 2.000 ducados, y además, las Cortes se opusieron.
  2. La Unión de Armas: Pretendía crear un ejército permanente de más de 140.000 hombres, repartiendo los costes humanos y económicos entre todos los territorios de la monarquía (Castilla, Aragón, Valencia, Cataluña, Portugal, etc.). La Unión de Armas fracasó debido a la fuerte oposición de las Cortes de la Corona de Aragón, que veían en ella una amenaza a sus fueros y privilegios.
  3. Centralización Política del Estado: Su objetivo era la unificación de la monarquía bajo unas mismas leyes e instituciones, siguiendo el modelo de Castilla. Esta propuesta también fracasó debido a la resistencia de los reinos periféricos, que defendían sus particularidades jurídicas e institucionales.

Todas estas propuestas de reforma estaban recogidas en el Gran Memorial, un informe que el Conde-Duque de Olivares escribió para Felipe IV.

Consecuencias para el Gobierno de Olivares

La oposición a sus políticas y el fracaso de sus reformas trajeron consigo graves consecuencias para el gobierno de Olivares, destacando la Crisis de 1640, que provocó rebeliones en Cataluña, Portugal y Andalucía, entre otros lugares. Esto llevó a que, en 1643, Felipe IV destituyera al Conde-Duque de la política, siendo sustituido por Luis de Haro. Otras consecuencias fueron los levantamientos sociales en Nápoles y Sicilia, la inestabilidad del Imperio español y el hecho de que los objetivos centralistas no se llevaron a cabo.

Conclusión

En conclusión, la mayoría de las propuestas de reforma que hizo Olivares fracasaron debido a que los grupos sociales y territorios que podían ser perjudicados las boicotearon, defendiendo sus privilegios y autonomía frente al centralismo real.

La Guerra de Sucesión Española: Causas y Bandos en Conflicto

El siglo XVIII en España se caracteriza por el inicio de la dinastía borbónica, tras la muerte de Carlos II y el estallido de la Guerra de Sucesión Española, que culminó en 1713 con el triunfo de Felipe V.

Causas del Conflicto

El siglo XVIII en España comienza con la muerte de Carlos II, el último rey de la Casa de Austria, sin descendencia en 1700. Su testamento designó como sucesor a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, quien fue coronado como Felipe V, dando inicio a una nueva dinastía en España: los Borbones.

La mayoría de las potencias europeas recelaban que una misma dinastía gobernara las coronas de España y Francia, rompiendo así el equilibrio de poder europeo que Inglaterra había buscado mantener. Por ello, Inglaterra, Holanda y Austria se opusieron al testamento y apoyaron a otro candidato al trono español: el Archiduque Carlos de Habsburgo.

Dentro de España, la situación también fue compleja: Castilla apoyó el testamento de Carlos II y a Felipe V, mientras que la Corona de Aragón se inclinó por el Archiduque Carlos, ya que este representaba un modelo político descentralizado que respetaría sus fueros e instituciones tradicionales.

Esta división interna y externa derivó en la Guerra de Sucesión Española (1700-1713), que fue tanto una guerra civil en España como un conflicto internacional.

Composición de los Bandos en Conflicto

En el conflicto se enfrentaron dos bandos bien diferenciados:

  • Bando Borbónico: Formado por Francia y Castilla, que representaban un modelo de monarquía centralizada y absolutista.
  • La Gran Alianza Antiborbónica: Formada por Inglaterra, Austria, la Corona de Aragón, Holanda y Portugal. Apoyaban al Archiduque Carlos de Habsburgo y defendían un modelo de estado más confederal y el mantenimiento del equilibrio de poder en Europa.

Desarrollo del Conflicto

El conflicto se puede dividir en dos etapas:

  • Primera etapa (1700-1711): La Gran Alianza Antiborbónica consiguió importantes victorias, como la toma de Gibraltar (1704) y Menorca (1708). Sin embargo, a partir de 1707, los Borbones también lograron grandes victorias, como la de Almansa (1707) y Villaviciosa (1710), igualando la situación.
  • Segunda etapa (1711-1713): En 1711 ocurrió un hecho trascendental: la muerte del Emperador alemán sin descendencia. La corona imperial pasó al Archiduque Carlos, quien fue coronado como Carlos VI. Esto cambió el panorama, ya que las potencias europeas no deseaban que un mismo monarca acumulara tanto poder como Emperador y Rey de España.

La guerra concluyó con la firma del Tratado de Utrecht (1713) y el Tratado de Rastatt (1714), que confirmaron la victoria de los Borbones en España y sus territorios de ultramar, y la de Carlos VI en el resto de Europa. Felipe V de Anjou, ya rey de España, tuvo que ceder algunos territorios y renunciar a sus derechos sobre la corona francesa.

El Nuevo Orden Europeo tras la Paz de Utrecht y el Papel de España

El siglo XVIII se caracteriza por el inicio de la dinastía borbónica en España, tras la muerte de Carlos II y el inicio de la Guerra de Sucesión Española, que culminó en 1713 con el triunfo de Felipe V.

Configuración del Nuevo Orden Europeo

Con el fin de la Guerra de Sucesión Española y la firma de los Tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714), se confirmó la victoria de Felipe V como rey de España y sus territorios de ultramar, mientras que Carlos VI de Austria consolidó su posición en el resto de Europa. Felipe V, como parte de los acuerdos, tuvo que ceder importantes territorios:

  • A Austria: Nápoles, Flandes, Milán y Cerdeña.
  • A Saboya: Sicilia.
  • A Inglaterra: Gibraltar y Menorca.

Además, Felipe V tuvo que renunciar a sus derechos sobre la corona francesa, lo que garantizaba el equilibrio de poder en Europa y evitaba la unión de las coronas de España y Francia.

El Papel de España y los Pactos de Familia

Tras estos tratados, el principal objetivo de la política exterior española fue recuperar Gibraltar y Menorca, y defender su vasto imperio colonial. Inglaterra se convirtió en su principal enemigo, mientras que Francia, bajo la misma dinastía Borbón, se consolidó como su aliado natural, con quien mantuvo los Pactos de Familia.

  • Primer Pacto de Familia (1733): Fruto de esta alianza, España recuperó Nápoles y Sicilia, que se entregaron a Carlos (futuro Carlos III de España).
  • Segundo Pacto de Familia (1743): España se implicó en la Guerra de Sucesión Austriaca, recuperando Parma y Plasencia, que se entregaron al infante Felipe.
  • Tercer Pacto de Familia (1761): España se implicó en la Guerra de los Siete Años, apoyando a Francia contra Inglaterra. Como resultado, perdimos Florida, pero recibimos Luisiana. Años después, se recuperaron Menorca (1782) y Florida (1783), pero Gibraltar permaneció bajo control británico.

Conclusión

La alianza con Francia, a través de los Pactos de Familia, fue una constante en la política exterior española del siglo XVIII, buscando recuperar territorios perdidos y defender los intereses coloniales. Esta dinámica se mantuvo hasta la Revolución Francesa (1789), que provocó un gran cambio en Europa y en el mundo occidental.

Los Decretos de Nueva Planta: Configuración del Estado Borbónico

Los Decretos de Nueva Planta fueron un conjunto de decretos promulgados por Felipe V de Borbón a principios del siglo XVIII (entre 1707 y 1716) en los que se ponía fin al régimen jurídico e institucional propio de la Corona de Aragón.

Principios de la Reforma Borbónica

Felipe V trajo consigo un nuevo modelo de Estado absolutista y centralizado. Para su implantación, procedió a realizar una profunda reforma del gobierno y de las instituciones, siempre partiendo de dos principios básicos:

  • La Centralización: Concentración del poder en la figura del monarca y en la administración central.
  • La Uniformidad: Aplicación de las mismas leyes e instituciones en todos los territorios del reino.

Impacto de los Decretos de Nueva Planta

Los Decretos de Nueva Planta suprimieron las instituciones y privilegios (fueros, Cortes, Justicia Mayor de Aragón, etc.) de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia, Aragón, Cataluña y Mallorca), que habían apoyado al Archiduque Carlos durante la Guerra de Sucesión. Se castellanizó la administración, imponiéndoles las leyes, instituciones y cargas de Castilla, y el castellano como lengua oficial en la administración.

Es importante destacar que los territorios que apoyaron a Felipe V durante la guerra, como el País Vasco y Navarra, conservaron sus fueros, por lo que no se logró una total uniformización institucional de España.

Reformas en la Administración Central y Territorial

Los Borbones reformaron la administración central con el objetivo de consolidar la monarquía absoluta. Para ello, se reformó el sistema tradicional de gobierno de los Austrias, basado en los Consejos:

  • El Consejo de Castilla pasó a ser el órgano principal de gobierno de todo el reino.
  • Se mantuvo el Consejo de Indias para los territorios americanos.
  • Las Secretarías de Estado y Despacho se convirtieron en órganos funcionales imprescindibles para el gobierno de los Borbones, especializándose en áreas como Guerra, Marina, Hacienda, Justicia, etc.
  • En 1787, se creó la Junta Suprema de Estado, un antecedente del Consejo de Ministros.
  • Las Cortes de los reinos de la Corona de Aragón fueron abolidas, y las Cortes de Castilla se convirtieron en las Cortes Generales del Reino, aunque con un papel muy limitado.

Por otro lado, los antiguos virreinatos propios de la Corona de Aragón fueron sustituidos por demarcaciones provinciales al frente de las cuales se situaba un Capitán General, con funciones militares y de gobierno. La figura del virrey solo se mantuvo en Navarra y en América.

En 1711, se creó el cargo de Intendente, que controlaba las circunscripciones de tamaño medio. Los intendentes dependían directamente del rey y constituían un nexo fundamental entre el poder central y las provincias, encargándose de la hacienda, el ejército, la justicia y el fomento económico.

Conclusión

En conclusión, con los Decretos de Nueva Planta, España pasó de ser una monarquía compuesta de reinos con leyes y fueros diferenciados a un Estado unitario, centralista y absolutista, dejando atrás la concepción pactista-federal de los siglos anteriores y sentando las bases del Estado moderno español.