El Fascismo Italiano: Origen, Consolidación de la Dictadura de Mussolini y el Contexto de la Europa de Entreguerras

El Fascismo Italiano: Origen y Consolidación

La Crisis de Posguerra en Italia (1918-1922)

Durante la Primera Guerra Mundial (IGM), el coste de la vida en Italia había subido mucho más rápido que los salarios, y el nivel de vida de los trabajadores había bajado significativamente. Intentaron recuperar las pérdidas del poder adquisitivo. Este fue el origen de un movimiento huelguista y se desarrolló un movimiento de ocupación de tierras de los grandes propietarios.

En el ámbito político, la monarquía constitucional atravesaba una situación de fuerte inestabilidad. La monarquía y el régimen constitucional se apoyaban en una coalición de centro, que incluía al Partido Comunista Italiano, el Partido Popular y el Partido Socialista. Existía un nacionalismo exaltado, impulsado por la frustración de querer recuperar las tierras irredentas.

La Formación del Partido Nacional Fascista

Benito Mussolini fundó los llamados Fasci di Combattimento, un movimiento que agrupaba a antiguos combatientes y que tenía un programa populista y nacionalista. Mussolini transformó los Fasci en el Partido Nacional Fascista (PNF) y dotó a su partido de un nuevo programa. Las bases del partido se nutrieron de sectores obreros descontentos, pero sobre todo de la pequeña burguesía atemorizada por la crisis. Las escuadras fascistas protagonizaron numerosos actos de violencia social contra políticos, ayuntamientos y periódicos de izquierda.

La Marcha sobre Roma y el Ascenso al Poder

Los fascistas anunciaron que marcharían hacia Roma y reclamarían el poder. Ocuparon los edificios públicos de la capital y controlaron las instituciones del norte de Italia. Víctor Manuel III pidió a Mussolini que constituyese un nuevo ejecutivo. Intervino el Rey y el ejército. El viraje definitivo se produjo a partir del asesinato del socialista Matteotti, momento en el que Mussolini asumió plenos poderes del Parlamento y silenció a la oposición.

La Dictadura Fascista: Establecimiento del Régimen Totalitario

Mussolini inició un proceso encaminado a convertir Italia en un régimen totalitario en el que el Estado y el Partido Nacional Fascista quedasen identificados. Una nueva ley nombró a Mussolini Jefe de Gobierno y le otorgó todos los poderes. La Ley Rocco prohibió todos los partidos y sindicatos, a excepción de los fascistas. El Parlamento pasó a depender del Gran Consejo Fascista, dividido en la Cámara de los Fasci y las Corporaciones. La administración fue depurada de elementos no adictos al régimen. Se creó la OVRA (Organización de Vigilancia y Represión del Antifascismo) para perseguir y eliminar a los opositores.

Relaciones Iglesia-Estado y Política Exterior

  • Pactos de Letrán (1929): El Papa Pío XI reconoció el reino de Italia y a Roma como su capital. El Estado italiano pasaría al Vaticano una renta anual. El apoyo del Papado al régimen consolidó su situación.
  • Política Exterior: Se produjo una remilitarización y una expansión en la frontera con Yugoslavia, así como el expansionismo colonial.

El Dirigismo Económico Fascista

El régimen implementó un fuerte dirigismo económico, caracterizado por el total intervencionismo estatal, el proteccionismo y la tendencia a la autarquía (autosuficiencia económica). El Estado fue haciéndose con el control de sectores estratégicos. Solo se autorizaban las importaciones indispensables, pero la industria perdió competitividad.

Ejes de la Política Económica

  • Obras Públicas: Inversión en infraestructura.
  • “Batallas” Agrarias: Campañas para aumentar la producción (ej. Batalla del Trigo).
  • Política Natalista: Estímulo del crecimiento demográfico.

Se creó el IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial) para ayudar a las empresas con dificultades mediante la compra de sus acciones. La política autárquica condujo a una renovación de la industria nacional, pero generó una producción industrial de elevados costos y baja calidad. El paro aumentó y bajó el poder adquisitivo de los italianos, mientras los dirigentes fascistas concentraban la mayor parte de la renta.

Control Social y Propaganda

El fascismo pretendió controlar y dirigir a toda la sociedad a base de estimular su afiliación al partido o a los sindicatos fascistas. El control se ejerció en varios ámbitos:

  • Educación: Los maestros debían vestir camisa negra, y los profesores universitarios debían prestar juramento de fidelidad al régimen.
  • Religión y Familia: El catolicismo fue declarado religión oficial y se prohibió el divorcio. Se exaltó la maternidad y la familia tradicional.
  • Medios de Comunicación: Periódicos, libros y radio quedaron impregnados de los valores fascistas. El régimen favoreció el uso de los nuevos medios de comunicación para la propaganda.

El Contexto de la Europa de Entreguerras

Consecuencias de la Primera Guerra Mundial (PGM)

La PGM provocó la desmembración de los imperios autoritarios y el nacimiento de nuevos países que se convirtieron en repúblicas de carácter liberal parlamentario. En los países de Europa Occidental, la democracia se consolidó, aunque surgieron problemas económicos y una crisis social. Se limitaron los derechos sindicales, lo que generó oposición a la democracia.

Las Democracias ante la Crisis

Las democracias occidentales enfrentaron serios desafíos económicos y políticos:

  • Gran Bretaña: Las industrias tradicionales se habían quedado anticuadas, produciendo bienes poco competitivos y menos exportaciones. Además, tuvo que aceptar la rivalidad con Irlanda. El Partido Laborista permitió canalizar la crisis.
  • Francia: Se originó una gran coalición de radicales, socialistas y comunistas que formaron el Frente Popular.

En general, las democracias tendieron a encerrarse en sí mismas (políticas aislacionistas o proteccionistas).

La Aparición de Regímenes Autoritarios

La aparición de dictaduras se produjo especialmente en los países donde el sistema liberal tenía poca tradición y los partidos liberales se veían impotentes. Estos regímenes autoritarios prometían restablecer el orden, exaltar el nacionalismo y se apoyaban en los grandes propietarios, la Iglesia o el Ejército.