La Evolución Política de Al-Andalus y los Sistemas de Repoblación Cristiana en la Península Ibérica

La Evolución Política de Al-Andalus

A continuación, se describe la evolución política de Al-Ándalus a través de sus principales etapas:

Emirato Dependiente de Damasco (711-718)

Al-Ándalus fue gobernada por un emir nombrado en Damasco. Su capital era Córdoba. Durante este periodo, fracasó la expansión tras los Pirineos debido a la derrota en Poitiers (732), así como la repoblación de la Meseta Norte. Además, se produce la aparición de los primeros núcleos de resistencia en el norte peninsular tras la Batalla de Covadonga (722).

Se crearon tres «marcas» fronterizas: Mérida, Toledo y Zaragoza. Se produjo una gran inestabilidad política como consecuencia de las luchas internas entre árabes, bereberes y sirios, quienes estaban enfrentados por el reparto de tierras y cuestiones fiscales.

Emirato Independiente (756-912)

Con Abd-al-Rahman I, Al-Ándalus se independiza políticamente del Califato Abasí de Bagdad, aunque se mantuvo una dependencia religiosa. En este periodo se consolida el estado andalusí y se afianza la autoridad del emir gracias a:

  • La creación de un ejército permanente de mercenarios.
  • La recaudación de impuestos.
  • La administración en manos de familiares.

Durante este periodo se produce una gran islamización de la población y la creación de una sociedad compleja.

Califato de Córdoba (929-1031)

El Califato de Córdoba constituye el periodo de mayor esplendor económico, político, militar y cultural de Al-Ándalus, en parte debido al cobro de tributos (parias) a los núcleos cristianos del norte.

En el año 912, Abd-al-Rahman III accedió al emirato y en el 929 se autoproclamó califa, uniendo el poder político y religioso. Además, pacificó y controló las marcas fronterizas. Su hijo, Al-Hakam II (961-976), mantuvo la prosperidad y protegió la cultura, la ciencia y el arte.

Por su parte, el califa Hisham II (976-1013) trasladó la capital a Medina Azahara y dejó las riendas del estado a Abu Amir (conocido como Almanzor), quien estableció una dictadura militar y llevó a cabo numerosas campañas contra los reinos cristianos del norte. Tras la muerte del visir-general Almanzor (1002), comienza la decadencia económica, política y militar, y el avance de los núcleos cristianos del norte.

Reinos de Taifas (Siglo XI)

Se produce la rebelión de la aristocracia árabe contra los hijos de Almanzor, lo que lleva a la fragmentación del califato en los Reinos de Taifas. Estos se formaron principalmente por origen étnico:

  • Taifas árabes: Sevilla, Córdoba, Badajoz, Toledo y Zaragoza.
  • Taifas bereberes: Málaga y Granada.
  • Taifas eslavas: Tortosa, Valencia, Játiva y Murcia.

Esta división permitió el avance de los reinos cristianos, a los que debían pagar parias. Al hundirse la línea defensiva del Tajo, Alfonso VI de Castilla conquista Toledo (1085).

Intervenciones Norteafricanas y Reino Nazarí de Granada

Tras la conquista de Toledo, los reinos taifas pidieron ayuda a los Almorávides, un poder norteafricano que llegó en 1086, recuperó Valencia y, a partir de 1094, unificó Al-Ándalus y practicó la guerra santa contra los infieles. Sin embargo, hacia 1140 este imperio se desmoronó debido a una nueva división en taifas y al empuje de un nuevo imperio norteafricano, los Almohades, que terminaron haciéndose con el control de Al-Ándalus en la Batalla de Alarcos (1195), hasta que fueron derrotados en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212).

Tras la derrota de 1212, los cristianos acabaron con todos los reinos de taifas, excepto Granada. En este momento, Muhammad I fundó el Reino Nazarí de Granada, unificando el territorio de Málaga, Granada y Almería. Este reino se mantuvo gracias a la llegada permanente de andalusíes, a la explotación agrícola del territorio y a la diplomacia y pago de parias a Castilla. Permaneció hasta 1492, cuando fue conquistado por los Reyes Católicos.

Sistemas de Repoblación Cristiana

A continuación, se comenta el ámbito territorial y las características de cada sistema de repoblación, así como sus causas y consecuencias.

La repoblación es el reparto y ocupación por los cristianos de las tierras reconquistadas a los musulmanes. De esta manera, según fueron extendiéndose hacia el sur, los reinos cristianos aplicaron diferentes fórmulas de ocupación:

Repoblación por Presura

  • Ámbito territorial: Se llevó a cabo al norte del Duero entre los siglos VIII y X.
  • Características: Consistía en la libre ocupación de tierras por parte de los repobladores-campesinos, animados por los nobles y la monarquía. Se les concedía la tierra para que cultivasen y eran hombres libres.
  • Consecuencias: Las zonas cultivadas con este sistema dieron lugar a la aparición de pequeños y medianos propietarios.

Repoblación Concejal por Fueros

  • Ámbito territorial: Se llevó a cabo en las zonas comprendidas entre el Duero y el Guadiana, en el valle del Ebro y en el norte del Levante. Se desarrolló en los siglos XI, XII y XIII.
  • Características: Consistía en la división del territorio en concejos con grandes términos (alfoces) regidos por una ciudad donde se instalaba un representante del rey y un grupo de caballeros para su defensa. El rey otorgaba un conjunto de normas que regulaban todos los aspectos de la vida municipal llamados fueros o cartas pueblas. A los pobladores se les concedía solares, tierras y disfrute de los bienes comunales.
  • Consecuencias: El resultado era el predominio de la mediana propiedad libre y abundancia de tierras comunales.

Repoblación por Donadíos Reales (Grandes Latifundios)

  • Ámbito territorial: Las zonas repobladas por este sistema son: La Mancha, la Baja Extremadura y Andalucía en los siglos XIII y XIV.
  • Características: El rey otorgaba a un señor feudal o a órdenes militares derechos para conquistar, repoblar y defender un territorio (lo hacían a través de la concesión de fueros con privilegios a determinadas villas que debían pagar tributos o prestaciones).
  • Consecuencias: El resultado es la creación de grandes latifundios ganaderos.

Repoblación por Repartimiento

  • Ámbito territorial: Las zonas repobladas fueron el Valle del Guadalquivir y el litoral levantino en el siglo XIII.
  • Características: Los bienes obtenidos se distribuían entre quienes participaban en la conquista en función del rango social de quien los recibía.
  • Consecuencias: El resultado es la adquisición de grandes latifundios por la nobleza, las órdenes militares y la Iglesia, permitiendo a los musulmanes permanecer como colonos.