Arquitectura Griega: Armonía, Proporción y Equilibrio
La arquitectura griega se caracteriza por su constante búsqueda de la armonía, la proporción y el equilibrio. Concebida a escala humana, aspira a una belleza racional basada en el orden y la medida. Se trata de una arquitectura arquitrabada, es decir, sin arcos ni bóvedas, formada por elementos horizontales sostenidos por columnas.
Materiales y Policromía
Los griegos emplearon principalmente piedra caliza y mármol, materiales que permitieron construcciones sólidas y refinadas, aunque en sus orígenes también utilizaron el poros, una piedra arenisca. Los templos y edificios estaban originalmente policromados, aunque el color haya desaparecido con el tiempo.
Elementos Fundamentales del Edificio Griego
- Basamento o Crepis: Plataforma escalonada sobre la que se apoyaba el templo.
- Columnas: Servían de soporte y estaban compuestas por basa (en los órdenes jónico y corintio), fuste estriado y capitel.
- Entablamento: Descansaba sobre las columnas y se dividía en arquitrabe, friso y cornisa.
- Frontón: Triángulo superior decorado con esculturas.
Los Órdenes Arquitectónicos
En la arquitectura griega existían tres órdenes principales:
- Dórico: Sobrio y robusto, con columnas sin basa y fuste estriado de aristas vivas.
- Jónico: Más esbelto y decorativo, con capiteles en forma de volutas.
- Corintio: El más ornamental, caracterizado por sus capiteles decorados con hojas de acanto.
Los griegos desarrollaron una arquitectura basada en la proporción matemática y la corrección óptica, introduciendo ligeras curvaturas en el estilóbato y en las columnas para evitar ilusiones visuales y lograr una sensación de elasticidad y equilibrio.
Evolución Histórica de la Arquitectura
- Época Arcaica (siglos VIII y VI a.C.): Se consolidaron los órdenes dórico y jónico (ejemplo: Templo de Apolo en Egina).
- Época Clásica (siglos V y IV a.C.): Se alcanzó la perfección del templo griego. Máximo exponente: el Partenón de la Acrópolis de Atenas, obra de Ictino y Calícrates con esculturas de Fidias, que representa la síntesis entre racionalismo y belleza ideal. Otros ejemplos destacados son el Erecteión (de orden jónico) y el Templo de Atenea Niké.
- Época Helenística (finales del siglo IV hasta el I a.C.): Se mantuvo la estructura clásica, pero se buscaron efectos escenográficos y monumentales (ejemplo: Altar de Zeus en Pérgamo, con su friso de gran dramatismo).
El Teatro Griego
El teatro griego fue una construcción civil vinculada al culto de Dionisio y solía edificarse en la ladera de una montaña, con una planta semicircular. Estaba compuesto por:
- Cávea: Donde se ubicaba el público.
- Orquestra: Espacio circular destinado al coro.
- Escena: Servía de fondo arquitectónico.
- Proskenion: Donde actuaban los intérpretes.
Un ejemplo sobresaliente es el Teatro de Epidauro, del siglo IV a.C., célebre por su perfecta acústica y sus proporciones equilibradas. En conjunto, la arquitectura griega expresa el ideal de una civilización que concibe el arte como un reflejo del orden, la razón y la armonía del universo.
Escultura Griega: La Búsqueda de la Belleza Ideal
La escultura griega representa la búsqueda de la belleza ideal y el profundo estudio del cuerpo humano. A lo largo de su evolución, pasa de la rigidez arcaica al realismo expresivo del período helenístico. Los escultores griegos persiguen el equilibrio, la proporción, el movimiento y la expresividad, reflejando tanto la perfección física como la espiritual, conocida como sofrosine, es decir, el dominio de sí mismo y la armonía interior.
Los temas principales de la escultura griega son la mitología, los héroes y la figura humana. Se realizaron obras exentas (de bulto redondo), así como relieves que decoraban frisos, frontones y estelas funerarias.
Evolución Estilística de la Escultura
Período Arcaico (siglos VII y VI a.C.)
Las figuras presentan una actitud rígida, frontal y simétrica, influenciada por el arte egipcio, donde predomina el hieratismo y la ley de frontalidad. Se reconocen por la sonrisa arcaica, los ojos almendrados y el cabello tratado de forma geométrica. Destacan los tipos de Kouros (jóvenes desnudos) y Koré (figuras femeninas vestidas). Hacia finales del siglo VI a.C., las figuras adquieren un aspecto más natural, con un estudio anatómico más preciso.
Período Clásico (siglos V y IV a.C.)
La escultura alcanza su máxima perfección al representar el ideal de belleza y equilibrio. Las figuras son armónicas, proporcionadas y serenas. Entre los grandes escultores destacan:
- Mirón: Buscó capturar el movimiento controlado (ej. el Discóbolo).
- Policleto: Definió el canon de las proporciones humanas (ej. el Doríforo).
- Fidias: Alcanzó la belleza ideal y la serenidad (ej. la Atenea Partenos y las esculturas del Partenón).
En el siglo IV a.C. surgen artistas como Escopas, Praxíteles y Lisipo, que aportan una mayor elegancia, naturalidad y expresividad a sus obras, visibles en piezas como el Hermes con Dionisos niño, el Apoxiomeno o la Venus de Cnido.
Período Helenístico (finales del siglo IV al I a.C.)
Se rompe con la serenidad clásica y se desarrolla una escultura mucho más expresiva, dramática y realista, que busca conmover al espectador. Se intensifica el movimiento, aparecen torsiones y diagonales, y los gestos reflejan dolor, pasión o esfuerzo. En esta etapa florecen las escuelas de Atenas, Rodas, Pérgamo y Alejandría, de las cuales surgen obras tan célebres como el Laocoonte y sus hijos, la Venus de Milo, el Galo herido o el Toro Farnesio. También se difunden las Tanagrillas, pequeñas figuras de terracota policromada que representan escenas y personajes de la vida cotidiana.
En conjunto, la escultura griega expresa el ideal humano de belleza, equilibrio y emotividad, convirtiéndose en una de las manifestaciones más refinadas y trascendentes del arte antiguo.
Grandes Maestros y Monumentos Emblemáticos
Escultores Destacados del Clasicismo y Post-Clasicismo
Fidias (Siglo V a.C.)
Escultor del período clásico, fue el máximo exponente del ideal de belleza y perfección griega. Se distinguió por la monumentalidad, el sentido religioso y la serenidad de sus obras. Entre ellas destacan la Atenea Partenos y el Zeus de Olimpia.
Escopas (Siglo IV a.C.)
Activo en el período clásico tardío, aportó un estilo más expresivo y dramático. Sus esculturas se caracterizan por rostros intensos y llenos de emoción, marcando el paso hacia el arte helenístico. Entre sus obras sobresalen el Friso del Mausoleo de Halicarnaso y la Cabeza de Meleagro.
Praxíteles (Siglo IV a.C.)
Representó figuras jóvenes y elegantes con posturas suaves y naturalidad en los gestos. Su estilo combina sensualidad y serenidad. Entre sus obras más conocidas se encuentran Hermes con Dionisio niño y la Venus de Cnido.
Lisipo (Siglo IV a.C.)
Escultor del final del período clásico y discípulo de Policleto. Renovó el canon de proporciones creando figuras más esbeltas y dinámicas. Fue un artista innovador y retrató personajes como Alejandro Magno. Entre sus obras más importantes destacan El Apoxiomeno y el Retrato de Alejandro Magno.
Monumentos Arquitectónicos Fundamentales
El Partenón (Acrópolis de Atenas, 447–432 a.C.)
Situado en la Acrópolis de Atenas, es un templo religioso de orden dórico realizado en mármol pentélico. Constituye una de las obras más representativas del período clásico griego. Fue edificado por los arquitectos Ictino y Calícrates bajo la dirección de Fidias. Su función principal era rendir culto a Atenea Partenos y conmemorar la victoria sobre los persas. En el interior se encontraba una gran estatua criselefantina —de oro y marfil— de la diosa, realizada también por Fidias.
- Estructura: Planta rectangular de tipo períptero octástilo (ocho columnas en la fachada principal).
- Espacios Interiores: Pronaos (vestíbulo), naos o cela (estatua de Atenea) y opistódomos (tesoro).
- Correcciones Ópticas: Refleja la búsqueda de armonía y equilibrio, logrados mediante la curvatura del estilóbato, la inclinación de las columnas hacia el interior y el ligero engrosamiento de las columnas angulares.
Templo de Atenea Niké (Acrópolis de Atenas, c. 420 a.C.)
Ubicado en la Acrópolis de Atenas y construido por el arquitecto Calícrates, pertenece al orden jónico. Fue edificado en honor a Atenea Niké, diosa de la victoria. Presenta una planta rectangular sencilla de tipo anfipróstilo tetrástilo (cuatro columnas en las fachadas delantera y posterior). Destaca por su proporción, elegancia y armonía. Los relieves del friso representan escenas de batallas, talladas con la técnica de los “paños mojados”, que otorga movimiento, naturalismo y delicadeza a las figuras.
Teatro de Epidauro (Siglo IV a.C.)
Construido por el arquitecto Policleto el Joven, es una de las obras civiles más destacadas de la Grecia clásica. Destinado a representaciones teatrales, destaca por su perfecta combinación de funcionalidad y belleza, su proporción equilibrada y su acústica insuperable.
Esculturas Emblemáticas del Helenismo
Laocoonte y sus hijos (Período Helenístico, Siglo I a.C.)
Escultura helenística atribuida a Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas. Representa el mito del sacerdote troyano Laocoonte y sus hijos atacados por serpientes. Es una composición helicoidal llena de diagonales que muestran una extraordinaria tensión muscular, mientras los rostros expresan dolor y desesperación. Esta obra refleja plenamente el estilo helenístico, caracterizado por el realismo, la expresividad extrema y el dramatismo, en contraste con la serenidad clásica.
Otras Obras y Conceptos Clave
- Discóbolo de Mirón (s. V a.C.)
- Escultura clásica que muestra el movimiento congelado antes del lanzamiento del disco. Destaca por su equilibrio corporal y naturalismo idealizado. Representa el ideal de belleza y perfección física del arte griego.
- Doríforo de Policleto (s. V a.C.)
- Ejemplo del Canon de proporciones, basado en reglas matemáticas de armonía. Presenta el contrapposto, con equilibrio entre tensión y descanso. Refleja el ideal clásico de belleza masculina y una simetría dinámica sin rigidez.
- Kouros de Anavysos (s. VI a.C.)
- Escultura del período arcaico con rigidez y frontalidad. El cuerpo es simétrico y hierático, con la típica sonrisa arcaica que suaviza la expresión. Su idealización geométrica refleja un arte aún anti-naturalista.
- Erecteión (421–406 a.C.)
- Templo jónico con columnas esbeltas y capiteles de volutas. Destaca su asimetría estructural adaptada al terreno y las cariátides que sustituyen columnas. Su decoración refinada refleja el gusto clásico tardío.
- Capitel Rizado (Orden Jónico)
- Elemento con fuste estriado y esbelto, apoyado en basa. Su capitel decorado con volutas muestra elegancia y ornamentación delicada, propia del arte jónico clásico.
- David de Miguel Ángel (1501–1504)
- Escultura renacentista en contrapposto, con postura natural y equilibrada. Muestra idealización del cuerpo humano y anatomía detallada y realista. La tensión contenida en su mirada expresa fuerza y serenidad.