Tipología Evolucionista del Conocimiento
Las actividades cognoscitivas, incluidas las que exigen razonar, han evolucionado partiendo de respuestas anteriores y son el producto de la selección conjunta, natural y cultural, de ciertos rasgos que poseen valor de supervivencia para nuestra especie.
El esquema general de la teoría sintética nos permite plantear, bajo una misma perspectiva, la evolución de las especies y de las culturas. Pero a esta perspectiva sintética debemos añadir una perspectiva dialéctica porque la evolución cultural es desigual y conviven a la vez distintas formas cognoscitivas. Hay que combinar el aspecto sincrónico y diacrónico.
Las culturas que no han generado un comportamiento racional y científico, en lugar de desaparecer, han perpetuado sus saberes ancestrales en las culturas civilizadas. Solo han desaparecido las culturas letales para la supervivencia.
Naturaleza y Cultura
La oposición entre naturaleza y cultura es una oposición cultural. Se trata de una distinción ya reconocida por los griegos en la antigüedad (estoicos y cínicos), cuando pretendieron fundamentar la razón en la naturaleza y defendían como máxima moral vivir conforme a la naturaleza. Según esta concepción, lo cultural sería lo artificial y artificioso, lo antinatural, algo de lo que deberíamos desprendernos para volver a la naturaleza. Con el paso del tiempo, esta valoración de la naturaleza ha ido cambiando.
Para la mentalidad del homo oeconomicus, la naturaleza es una fuente de recursos, aparentemente inagotable, que debe ser dominada y explotada por la tecnología y el trabajo. En esta perspectiva, lo cultural es más valioso que lo natural, porque ha sido penetrado por la actividad humana. Aplicando esta contraposición al conocimiento, distinguimos conocimientos naturales y artificiales:
- Llamamos conocimientos naturales a los saberes y habilidades que se transmiten por vía genética y son características de todas las especies animales, incluida la nuestra (universales conductuales).
- Llamamos conocimientos artificiales cuando la vía de transmisión es social y los organismos implicados son personas.
En la actualidad, el concepto de conocimientos naturales no está del todo cerrado y depende de las investigaciones de la etología.
Culturas Bárbaras y Culturas Civilizadas
Las culturas bárbaras se caracterizan por su carácter aislado, cerrado, frente al carácter cosmopolita y abierto de las culturas civilizadas. Las culturas bárbaras no solo carecen de intercambios hacia el exterior, sino que hacia adentro predominan las relaciones asimétricas como la dominación o la esclavitud. Estas culturas no tienen escritura.
Las culturas civilizadas, en cambio, mantienen intercambios frecuentes y profundos de todo tipo y han hecho cristalizar la idea de una civilización universal. Las relaciones internas son simétricas y transitivas. Hay tres rasgos fundamentales en estas culturas:
- La escritura.
- La moneda.
- La ciudad.
La escritura consigue de manera contundente la identidad recurrente de la comunicación y hace que el pasado quede asimilado al presente. Por otra parte, la idea de ciudad implica a todas las ciudades, es decir, todas las ciudades son iguales en cuanto a su estructura interna y la división del trabajo. Por eso podemos desprendernos de nuestra comunidad y vivir en cualquier ciudad. En la medida en que unos pueblos o unos rasgos culturales permanecen aislados y marginados de la corriente central de la civilización, recaen en la barbarie.
Saberes Bárbaros
Las sociedades bárbaras tienen unas formas específicas de conocimiento. Como están aisladas, colocan los acontecimientos en un tiempo mítico-histórico o tiempo originario. Como sus relaciones son asimétricas, juegan un papel muy importante la magia y la religión. Sin embargo, las necesidades básicas exigen el dominio técnico del entorno, por lo que siempre encontramos en las culturas bárbaras artes y técnicas.
Mito
El saber mito-poético o legendario está basado, por lo que sabemos de las sociedades primitivas, en relatos ritualizados que se transmiten literalmente y sin alteración por vía oral. Los mitos explican el origen, la organización y el destino de una comunidad étnica, cuya identidad trata de preservar. También explican los fenómenos relevantes de la existencia cotidiana. Lo más característico de los mitos es la dramatización de los fenómenos de la naturaleza como acciones de tipo humano y personal. Las fuerzas naturales aparecen como vivas, conscientes e intencionales, y por eso, hablamos de explicaciones antropomórficas. Los mitos constituyen una fuente de cohesión social que permite las referencias mutuas, la hospitalidad y el intercambio de parejas, incluso cuando el pueblo ha tenido que dividirse. Las narraciones míticas tienen carácter simbólico y establecen pautas de comportamiento que deben seguirse como normas y mandatos (tabúes). Por todas estas razones, el mito no es un conocimiento gratuito.
Magia
El conocimiento mágico o empático coexiste en las culturas bárbaras con los mitos, pero sus secretos solo son poseídos por una casta especial de brujos o chamanes, cuyo superior prestigio social se basa en el dominio que parece tener sobre la naturaleza y las personas. El brujo sabe ejecutar con corrección fórmulas secretas gracias a las cuales ocurren los acontecimientos deseados. El brujo o chamán prefigura como casta al científico y al maestro. Manipula los objetos de la naturaleza para lograr resultados físicos o psíquicos. En ocasiones, somete a los adolescentes de la tribu a pruebas o exámenes que les permiten acceder a la edad adulta (rito de iniciación). Pero la casta de los brujos oculta celosamente sus secretos y no permite que los resultados insatisfactorios invaliden sus ceremonias.
La Religión
Es difícil caracterizar objetivamente el conocimiento religioso y diferenciarlo bien del mito o la magia, porque el terror reverencial que suscita lo santo o numinoso causa una actitud de sumisión en los creyentes y concede cierto poder mágico a los sacerdotes que ofician las ceremonias religiosas. Hay dos grandes teorías que han intentado explicar el fenómeno religioso:
Fenomenología
El conocimiento religioso tiene para esta teoría un origen específico: la admiración, el asombro que paraliza el alma ante lo maravilloso, lo terrorífico o lo misterioso, causando la admiración a los fenómenos ocultos o los seres misteriosos.
Sociología y Antropología de la Religión
Niega el origen específico de la religión y lo atribuye más bien a una dimensión objetivante y normalizante de situaciones límite como el nacimiento, la muerte, el matrimonio, etc. Esta teoría no niega que haya un complemento sobrenatural en las religiones, pero les parece posterior a la idea del orden natural.
La Técnica
La técnica más elemental se remonta a casi más de 1000 siglos, y el desarrollo técnico sigue las mismas peripecias que la evolución del hombre. Pero la clasificación del conocimiento técnico va emparejada a la duración del trabajo y supone una progresiva especialización en distintas categorías. En este sentido, las técnicas son los precedentes genealógicos de las ciencias. Implican siempre operaciones concretas que permiten la transformación eficaz del medio, aunque solo sea mediante una repetición mecánica de las acciones que ocasionalmente han llevado al éxito. Debemos distinguir la técnica que caracteriza las sociedades bárbaras de la tecnología propia de las culturas científicas.
Ortega ofrece una periodización de la evolución de la técnica muy sencilla y que sigue el criterio de las relaciones entre hombre y técnica. Distingue tres estadios:
Técnica del Azar
Es el invento casual del hombre prehistórico. Es el azar el que proporciona el invento. En esta fase, el repertorio de técnicas es muy escaso, así también como su diferenciación biológica.
Técnica del Artesano
Supone una división real del trabajo en profesiones y categorías de la realidad. El repertorio de técnicas ha crecido mucho, pero no tanto como para que su desaparición hiciera imposible la supervivencia. Se sigue identificando la técnica con la persona. El invento da lugar al instrumento, pero no a la máquina.
Técnica del Técnico
Se pasa del instrumento a la máquina, de la que el hombre es su auxiliar. El repertorio de técnicas es tal que su desaparición supondría también la desaparición de gran parte de la humanidad. Hay una nueva división del trabajo en hombre-técnico o ingeniero.
Ortega se confunde al llamar teoría de técnica a lo que es tecnología, pues el paso del artesano al técnico solo es posible gracias a la ciencia.