Recuperación del pasado y nuevos materiales en el siglo XIX
La arquitectura historicista y la arquitectura del hierro transforman la sociedad europea del siglo XIX. Rompen con la estructura neoclásica, buscando un arte inspirado en la Edad Media que fuera más original y cálido.
Eclecticismo arquitectónico
Dentro de esta corriente, destacamos el neogótico y el neomudéjar.
Neogótico
El neogótico nace de la atracción que el espíritu romántico sentía por el mundo medieval. Se levantan nuevos edificios y se restauran y completan edificaciones medievales como catedrales y castillos.
Destaca Viollet-le-Duc, con su trabajo en la Catedral de Notre Dame de París y sus características gárgolas. El ambiente artístico de la época fue muy proclive al medievalismo.
Edificios representativos
- El Palacio de Westminster, en Londres.
- Las famosas gárgolas de la Catedral de Notre Dame, en París.
- La iglesia de San Jerónimo el Real, en Madrid.
- La fachada de la Catedral de Barcelona.
- La Catedral de la Almudena de Madrid.
El arquitecto más relevante fue Pugin, quien construyó junto a Barry el Palacio de Westminster tras su incendio.
Neomudéjar
Se desarrolló en la península ibérica a finales del siglo XIX y principios del XX. Se asocia a construcciones de carácter festivo y de ocio, como casinos, balnearios y plazas de toros. En España fue reivindicado como un estilo nacional; el arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso vio en este arte, con su uso del ladrillo y los arcos de herradura, una expresión únicamente española.
En muchos casos, son obras de estilo neoárabe con el característico aspecto del ladrillo visto.
Obras destacadas
- Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid.
- Plaza de Toros de La Malagueta, Málaga.
- El edificio de Correos de Zaragoza.
- La estación de ferrocarril de Toledo.
- El Gran Teatro Falla de Cádiz.
- El Pabellón Mudéjar del Parque de María Luisa en Sevilla.
La arquitectura del hierro
Se caracteriza por la utilización de nuevos materiales industriales como el hierro, los remaches y el cristal. Esto permitió la creación de espacios diáfanos de gran amplitud y potenció una «arquitectura espectáculo», que buscaba sorprender a los visitantes con sus dimensiones y su relación con el ocio, como en la Biblioteca de París.
La primera Exposición Universal se celebró en el Palacio de Cristal (Crystal Palace) en Londres en 1851, bajo el título «Gran exposición de los trabajos de la industria de todas las naciones». Fue obra de Joseph Paxton y, aunque fue apodado el «monstruo de cristal», fue catalogado como una obra maestra y una de las maravillas del mundo arquitectónico. Se perdió a causa de un incendio.
El arquitecto Viel levantó el Palacio de la Industria. Londres y París se alternaron en la organización de estas exposiciones. La Exposición Universal de París de 1889 contó con una monumental Galería de Máquinas, que, aunque más pequeña que el Palacio de Cristal, huía del aspecto de invernadero.
Alexandre-Gustave Eiffel (1832-1923)
Ingeniero civil cuya primera gran obra fue el puente de Burdeos. Diseñó estaciones de ferrocarril y edificios de hierro, como el puente sobre el Duero en Portugal. Concibió la estructura metálica que sustenta la Estatua de la Libertad en Nueva York y, por supuesto, la Torre Eiffel para la Exposición Universal de París de 1889, conmemorativa del Centenario de la Revolución Francesa. La torre, que tomó su nombre, recibió numerosas críticas negativas y, en un principio, estaba previsto destruirla 20 años después de su creación.
La base de la torre es un cuadrado de 125 m de lado y alcanza los 325 m de altura, incluyendo sus 116 antenas. Está dividida en tres niveles.
Los inicios de la fotografía
Fue un largo proceso de investigación. La palabra «fotografía» significa «dibujar con la luz».
Los primeros procesos
A principios del siglo XIX, el francés Niépce obtuvo las primeras imágenes fotográficas. La más antigua que se conserva se llama Vista desde la ventana en Le Gras, realizada utilizando una cámara oscura con una placa de metal recubierta de betún. El principal problema era el tiempo de exposición, que requería más de 8 horas a plena luz del día.
Niépce entró en contacto con Daguerre, quien consiguió obtener fotografías sobre una superficie de plata pulida, procedimiento que denominó daguerrotipo. Este método resolvía algunos problemas, ya que reducía los tiempos de exposición y mejoraba la nitidez.
Paralelamente, Talbot trabajó en Inglaterra, donde obtenía negativos sobre un soporte de papel a partir de los cuales reproducía copias positivas. Este proceso fue llamado calotipo.
Inicialmente, el daguerrotipo fue mucho más popular por su utilidad para obtener retratos de gran calidad de imagen. Estos retratos comenzaron a divulgarse entre la clase burguesa por ser más baratos que los pintados, lo que le dio un gran impulso a la técnica.
La técnica del retrato fotográfico de Nadar
Nadar fue un fotógrafo, periodista, ilustrador, caricaturista y aeronauta francés. Por consejo de un amigo, compró una cámara fotográfica que utilizó para realizar retratos de grandes personajes de la política y la cultura, como Baudelaire. Una de sus fotos sirvió como modelo a Manet para un grabado.
Nadar se servía únicamente de la luz, el modo de iluminar al modelo, el gesto, la mirada y la actitud. Seguía los cánones clásicos ya asentados en la pintura, pero con una técnica nueva.
La popularización de la fotografía
George Eastman patentó una cámara para aficionados más asequible, la cámara Kodak 100 vistas, con el eslogan: «Usted apriete el botón, que nosotros hacemos el resto».
Anaïs Napoleón fue una de las primeras mujeres fotógrafas. Conoció a su marido en París y se instalaron en Barcelona, donde montaron un estudio de fotografía. Trabajaban con el daguerrotipo y realizaban tarjetas de visita que incluían fotografías.
El retrato en pintura y el retrato en fotografía
La pintura resultó afectada por el nacimiento de la fotografía, ya que esta copiaba la realidad, lo que supuso un replanteamiento del concepto de arte. La daguerrotipia y el calotipo adoptaron rápidamente el género del retrato. No solo compitieron con el retrato pictórico, sino que extendieron todo su potencial.
La falta de sensibilidad de las placas provocaba que los retratos implicaran largas tomas de hasta 15 minutos de exposición. El éxito de la fotografía de retrato fue inmediato. Su primer gran impacto fue la democratización del retrato: las familias podían tener una imagen suya en sus casas por un precio más asequible. Las sales de plata eran la base de esta nueva técnica.
El retrato ya no era un privilegio de los ricos. La burguesía utilizaba la fotografía en sus carte de visite (tarjetas de visita). Ingres, a pesar de firmar una protesta de grandes artistas en contra de cualquier asimilación de la fotografía al arte, no hizo ascos a posar delante de un objetivo. Se argumentaba que solo un artista (un pintor) podía interpretar el alma de la persona retratada.
En el siglo XIX, con la naciente clase media, podemos distinguir dos corrientes fotográficas:
- Purismo: Sostenía que la fotografía debía limitarse a registrar la realidad con la mayor objetividad posible. Es el origen de la fotografía documental.
- Pictorialismo: Consideraba la fotografía como un arte. A través de la elección del modelo, la composición y la luz, buscaba crear obras únicas, imitando a la pintura al copiar sus composiciones, motivos y efectos. Se desarrolló en Francia, Austria y Estados Unidos, y la propia pintura acabó recibiendo influencias de la técnica fotográfica.
La fotografía objetiva y el Realismo
El Realismo buscaba reflejar la realidad más cercana y cotidiana, rechazando la retórica romántica y la idealización neoclásica. Con este movimiento se abandonan los temas medievales, clásicos y orientales para centrarse en temas contemporáneos tratados con objetividad, donde el artista se ve como parte de la sociedad. Algunos pintores representativos son Camille Corot (Una mañana, la danza de las ninfas) y Millet (El Ángelus, Las espigadoras).
El surgimiento de la cinematografía
El cine necesitó una larga evolución experimental y técnica. El objetivo era encontrar la manera de captar y reproducir una imagen en movimiento, basándose en el fenómeno óptico de la persistencia retiniana.
En el siglo XIX se desarrollaron varios «juguetes ópticos», con precursores como Muybridge y Marey.
- Taumatropo: Superficie plana y circular con una imagen diferente en cada lado. Al girar, se crea la ilusión de que ambas imágenes se superponen.
- Fenaquistiscopio: Disco con varios dibujos que, al girar, generan una ilusión de movimiento.
- Zootropo: Cilindro con ranuras a través de las cuales se observan figuras que parecen animarse al girar.
- Linterna mágica: Precursora del cinematógrafo. Aplicaba el principio de la cámara oscura pero de forma inversa, proyectando imágenes hacia el exterior.
Los pioneros europeos
La historia del cine como espectáculo comenzó en París en 1895. Evolucionó desde el primitivo cine mudo de los hermanos Lumière, con su cinematógrafo, hasta el cine digital del siglo XXI.
Thomas Edison, inventor de la lámpara incandescente y el fonógrafo, estuvo muy cerca de inventar el cine al presentar el kinetoscopio. Sin embargo, este aparato tenía funciones muy limitadas: funcionaba a 40-46 fotogramas por segundo y solo permitía ver unos 20 segundos de película.
En París, los hermanos Lumière crearon el cinematógrafo, un aparato que funcionaba a 16 fotogramas por segundo y permitía la toma, proyección y copiado de imágenes en movimiento. Sus primeras obras consistieron en una serie de imágenes documentales.
George Méliès
Fue un ilusionista francés que, tras usar inicialmente el cinematógrafo, se convirtió en un pionero del cine de ficción. Creó rudimentarios pero eficaces efectos especiales, como se puede ver en su famosa película Viaje a la Luna.
Segundo de Chomón
Fue un cineasta español que destacó como pionero del cine mudo. Es comparado con Méliès por su gran calidad técnica y creatividad. Fue uno de los grandes nombres del cine de su tiempo, siendo contratado por las más importantes empresas cinematográficas de la época.
La Escuela de Brighton
En Gran Bretaña se experimentó a partir del kinetoscopio de Edison, lo que dio lugar a la llamada Escuela de Brighton, con cineastas como George Albert Smith y James Williamson, entre otros.
Las primeras aportaciones americanas
El primer gran éxito del cine estadounidense fue Asalto y robo de un tren, dirigida por Edwin S. Porter, que combinaba diferentes planos en beneficio de la narración. Nueva York era entonces el epicentro de los cineastas.
David Wark Griffith
El punto de partida para el cine estadounidense moderno fue David Wark Griffith con su película El nacimiento de una nación. Fue pionero en el uso de un vocabulario de filmación que todavía domina el celuloide hoy en día, permitiendo narraciones complejas y una gran solidez en el relato. En 1913 fue aclamado como el «padre del cine». Su imaginación y su gran destreza detrás de las cámaras lo convirtieron en el director más importante del mundo en esa época.
Los tres discursos cinematográficos
Se pueden distinguir tres tipos de discursos cinematográficos iniciales:
- El discurso de los Lumière: Pretende plasmar la realidad a modo documental.
- El discurso de Méliès: Aplica a la puesta en escena la tradición carnavalesca y teatral.
- El discurso de Griffith: Combina la imagen cinematográfica con el discurso propio de la novela decimonónica.
Charles Chaplin y el cine mudo
Charles Chaplin (1889-1977), nacido en Londres, fue actor, humorista, compositor, productor, guionista, director, escritor y editor. Adquirió popularidad mundial en la era del cine mudo con su personaje Charlot (The Tramp), convirtiéndose en un símbolo del humorismo. Es una de las figuras más reconocidas de la cinematografía mundial. Sus técnicas incluían la mímica y el slapstick (acciones exageradas de violencia física fingida). Con el tiempo, dirigió, produjo y compuso la música de todas sus películas. Entre sus obras más destacadas se encuentran La quimera del oro, Luces de la ciudad, Tiempos modernos y El gran dictador.