Expansión Ultramarina y Creación del Imperio Colonial
7.1. El Descubrimiento de América
Cristóbal Colón llegó a Portugal alrededor del año 1476. Quería presentar su proyecto al monarca portugués, Juan II, para llegar a las Indias navegando por el Atlántico hacia Occidente. Su propuesta fue estudiada por un comité de expertos y fue rechazada al considerarla inviable. A continuación, se dirigió a la corte castellana y en 1492 los Reyes Católicos decidieron aceptar el dudoso plan de Colón y firmaron, en abril, las Capitulaciones de Santa Fe. Por medio de estas se establecía que Colón sería almirante de las islas y tierra firme, así como virrey y gobernador. Se estipulaban también los derechos económicos que tendrían sobre el comercio con las Indias.
El 3 de agosto de 1492 salieron del Puerto de Palos, en Huelva, tres embarcaciones (la nao Santa María y las carabelas Pinta y Niña) con 90 hombres. Después de hacer una parada en las islas Canarias, el 9 de septiembre, aprovechando los vientos alisios, continuaron su viaje por el Atlántico y el 12 de octubre del mismo año avistaban tierra.
Colón pensó que había llegado a las Indias y el éxito de este viaje animó a realizar otros. Los primeros los capitaneó también Colón, conocidos como los cuatro viajes de Colón, realizados en 1493, 1498 y 1502. A estos siguieron muchos más, denominados viajes menores, para distinguirlos de los de Colón. Todos ellos llevaron a concluir que las tierras a las que había llegado Colón no eran del continente asiático, sino un Nuevo Mundo, que además ofrecía grandes posibilidades económicas.
7.2. La Conquista y la Colonización
El siglo XVI es la época de las grandes conquistas americanas. Aunque el rey se reservaba el dictar las normas, en el fondo, la conquista fue una empresa privada. Las condiciones entre el monarca y el conquistador quedaban reguladas en un contrato o capitulaciones. El rey señalaba a los capitanes las tierras que podían ocupar y ellos corrían con los gastos de reunir soldados, abastecimiento y armas. Por eso, el monarca delegaba en el capitán algunos de los atributos del poder: administrar justicia, repartir tierras y, sobre todo, repartir encomiendas. El capitán también tenía que participar en las ganancias, ya que para ello había invertido su dinero.
Una vez conquistados los territorios, fue necesario colonizarlos. Jugaron un papel esencial los repartimientos y encomiendas:
- Una vez asentados en un territorio, el capitán repartía tierras entre sus soldados y les señalaba la encomienda que le correspondía a cada uno.
- La encomienda era un grupo de indígenas que tenían la obligación de trabajar para su encomendero a cambio de mantenimiento y de la instrucción en la religión católica, bajo un sistema perfectamente regulado por las leyes.
En los nuevos territorios también jugaron un gran papel las ciudades que fueron allí fundadas por los conquistadores.
7.3. Gobierno y Administración del Imperio
A pesar de las grandes dimensiones del continente americano, su conquista se realizó en un breve periodo de tiempo y fue llevada a cabo por un número reducido de hombres. El momento histórico de la conquista se desarrolla sobre todo en el reinado de Carlos I, quien lo incluyó en su política imperial. Aun cuando en un primer momento el monarca decidiera abrir las Indias a la explotación internacional y otorgar sus dominios en régimen de señorío, después de ser nombrado emperador, cambió de criterio y asumió directamente el proceso colonizador. La base estructural de este imperio en materia política y administrativa, creada en este momento, se mantendrá prácticamente inalterable hasta la emancipación de las colonias en el siglo XIX.
Durante este proceso se creará una red de instituciones con sede tanto en Castilla como en el propio continente americano, dadas sus peculiaridades y, sobre todo, la enorme distancia hasta el Nuevo Mundo.
Cuestiones Jurídicas y la Población Indígena
La colonización americana planteó problemas de carácter jurídico:
- El derecho de los castellanos para conquistar y gobernar el Nuevo Mundo.
- El derecho a convertir en esclavos a hombres libres, como eran los indios americanos.
Ya en 1512-1513, las Leyes de Burgos plantearon el sistema de la encomienda, que consistía en la concesión de mano de obra india a cada colonizador para trabajar a su servicio, a cambio de lo cual se obligaban a protegerlos e instruirlos de forma cristiana. Aunque con ello se pretendía abolir la esclavitud, sin embargo, este sistema degeneró en esclavitud encubierta, por lo que el problema continuó durante el reinado de Carlos V.
La Iglesia irá adquiriendo cada vez mayor importancia en el proceso colonizador. Especial relevancia tuvieron figuras como Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria, que influyeron en la promulgación por Carlos V de las Leyes Nuevas de Indias. Por estas leyes se proclamaba oficialmente la prohibición de esclavizar a los indios y se modificaron las encomiendas, que quedaban ahora abolidas a la muerte del encomendero.
Con Felipe II se promulgaron las Ordenanzas de Segovia en 1573, en las que se prohibirá el uso del término conquista para referirse a América, pero esto no impedirá que se continúe la expansión colonial en el nuevo continente.
8. La Crisis del Siglo XVII: Los Austrias Menores
Felipe IV (1621-1665) y el Conde-Duque de Olivares
El 31 de marzo de 1621 fallecía Felipe III y su hijo fue coronado como Felipe IV. Su reinado fue largo, hasta 1665. Durante buena parte de su reinado, más de veinte años, su favorito fue el Conde-Duque de Olivares. Este valido se propuso llevar a cabo importantes reformas que devolvieran el antiguo esplendor a la monarquía hispánica, para que pudiese continuar siendo la principal potencia internacional:
Reformas de Olivares
- Medidas contra la corrupción: Impuso medidas contra la corrupción que se había apoderado de la administración del gobierno durante el reinado anterior. Creó dieciséis juntas de reforma encargadas de cuestiones concretas. En 1622 creó la Junta Grande de Reformación, cuyo fruto fue una estricta legislación en materia de costumbres y moral pública, así como la limitación de los excesos en la administración.
- Medidas de orden económico: Impulsó medidas con la intención de paliar la recesión económica que tuvo lugar durante este periodo. Entre estas practicó el proteccionismo comercial, prohibiendo el comercio textil extranjero, creó el impuesto único y suprimió las aduanas interiores.
- Unificación de la monarquía: Trató de unificar la monarquía, para lo que creó la Unión de Armas, un ejército común para toda la monarquía que debían mantener entre todos los reinos con sus aportaciones económicas. Este intento de centralización y el deseo de acabar con los fueros ocasionarían la revuelta armada de portugueses y catalanes.
Carlos II (1665-1700)
Cuando en 1665 muere Felipe IV, Carlos tan solo tenía cuatro años. En su testamento había nombrado regente a su viuda Mariana de Austria, que gobernará con la ayuda de su confesor, el padre Nithard. Este se enemistó tanto con el pueblo (prohibió los toros y el teatro) como con la aristocracia. Le sucede en ese puesto Don Juan José de Austria, hijo natural de Felipe IV.
La minoría de edad de Carlos II terminó en 1675. Carlos II fue una persona débil física y mentalmente. Su reinado estará marcado por la ausencia de hijos de sus dos matrimonios, lo que desencadenaría la Guerra de Sucesión.
8.2. La Crisis de 1640: Revueltas Periféricas
Durante la década de 1640 se desencadenaron diferentes revueltas localizadas en las zonas periféricas de la monarquía que pondrían en riesgo la pervivencia de esta.
Cataluña
Las relaciones políticas entre Cataluña y la monarquía de Felipe IV fueron de enemistad y crisis desde el mismo comienzo del reinado, pues el rey no se había trasladado a Cataluña a jurar su constitución y la nobleza catalana se sintió agraviada por este hecho.
Esta crisis se convertiría en un conflicto armado en la primavera de 1640. Actuaron como desencadenantes:
- En el ámbito interno: Las medidas de reforma practicadas por el Conde-Duque de Olivares no gustaron en absoluto en Cataluña, especialmente la idea de pérdida de autonomía de cada uno de los reinos a favor de la unificación y homogeneización de la monarquía de Felipe IV en su conjunto. Tampoco fue de su agrado el aumento y creación de nuevos impuestos que permitieran mantener la Unión de Armas.
- En el ámbito externo: La declaración de guerra de Francia convirtió a Cataluña en el primer frente militar. El envío de tropas castellanas a la zona y la demanda de mayores contribuciones económicas para su mantenimiento aumentaron las tensiones entre catalanes y castellanos, que al fin estallaron en el alzamiento campesino y popular de la primavera de 1640.
La revuelta comenzó en Girona, zona donde se habían producido los mayores enfrentamientos entre las tropas allí establecidas y los campesinos catalanes, y se desarrolló en dos fases:
- Carácter social: Lo que parecía un conflicto político-constitucional se transforma en un conflicto de clases, dirigido por el campesinado. Si en un primer momento el objetivo eran las tropas reales, pronto se volvieron también contra la nobleza y la clase acomodada.
- Carácter político: Ante esa amenaza, los nobles deciden ponerse a la cabeza de la rebelión antes que verse sometidos a ella. A partir de ese momento, la rebelión toma carácter político.
La creciente tensión social vivida en la primavera de 1640, ante la presencia de tercios reales en Cataluña como consecuencia de la guerra contra Francia, supuso que el 7 de junio de 1640, un pequeño incidente desatara la revuelta que se conocerá como el Corpus de Sangre, por coincidir con la festividad del Corpus Christi. Este día, centenares de campesinos entraron en Barcelona y se concentraron en la casa del lugarteniente Conde de Santa Coloma. A continuación, saquearon las casas de los funcionarios reales. Finalmente, la ciudad se amotinó y los sublevados la tomaron durante tres días, asesinando al virrey y a funcionarios y jueces reales.
Ante esta situación, Olivares optó por resolver el conflicto por la fuerza, ordenando la ocupación militar de Cataluña, para lo que envió un ejército de 30.000 hombres. Las clases dirigentes catalanas decidieron pedir ayuda militar a los franceses y el 16 de enero de 1641 Cataluña intentó la transformación en una república independiente bajo el protectorado de Francia. La solución no duró mucho, pues el 23 del mismo mes Cataluña juraba fidelidad al rey francés. Con la ocupación militar francesa se reproducirían los mismos problemas que con la castellana, lo que llevó a nuevas conspiraciones, esta vez profelipistas, hasta que, en 1652, Cataluña volvió a formar parte de la monarquía hispánica.
Portugal
Entre 1628 y 1630 se produjeron violentas revueltas en diferentes lugares de Portugal. Estas tenían como causa las reformas de Olivares de carácter administrativo y las diferentes medidas fiscales. La nobleza portuguesa tuvo que comenzar a pagar impuestos de los que hasta el momento se habían encontrado exentos, por lo que se empezó a alentar y legitimar el separatismo.
En 1637 se sucedieron disturbios en el sur de Portugal y será en 1640 cuando se formalice la rebelión definitiva. Miguel de Vasconcellos, hombre de confianza de Olivares y principal elemento de gobierno en Portugal, fue asesinado y la princesa Margarita de Saboya, virreina de Portugal en ese momento, fue escoltada hasta la frontera. Los rebeldes se apoderaron con facilidad de todo Portugal y proclamaron rey al Duque de Braganza, como Juan IV.
Finalmente, la independencia de Portugal se reconoció en 1668, durante la regencia de Mariana de Austria (madre de Carlos II).
8.3. El Ocaso del Imperio Español en Europa
La política exterior de los Austrias menores estuvo condicionada por tres principios: defensa del patrimonio español, defensa del comercio con América y defensa del catolicismo.
En 1609 Felipe III había firmado la Tregua de los Doce Años con Holanda, inaugurando un periodo de paz en la política exterior.
Este periodo de paz terminó cuando en 1618 el rey de España decidió enviar desde Flandes un ejército en apoyo de sus parientes, los Habsburgo austriacos, frente a los que se había sublevado Bohemia. Era el comienzo de la que después se llamó Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Se trató de un conflicto largo y complejo en el que intervinieron un elevado número de contendientes.
Causas de la Guerra de los Treinta Años
Las causas del conflicto hay que buscarlas en factores de diferente índole:
- Factores religiosos:
- La división religiosa del imperio, firmada en la Paz de Augsburgo en 1555, supuso el abierto enfrentamiento entre católicos y protestantes.
- El constante intento por parte de la dinastía de los Habsburgo de introducir en el imperio la Contrarreforma católica, que encontró una fuerte oposición sobre todo en Bohemia.