La red fluvial en España: Vertientes atlántica y norte/cantábrica
1. Factores físicos
El relieve y la topografía influyen directamente en la organización de las vertientes y de las cuencas hidrográficas, las cuales se separan por unidades del relieve. La erosión de los ríos aumenta proporcionalmente con la inclinación del terreno. Por otro lado, el roquedo (más o menos permeable) determina la escorrentía —es decir, la circulación superficial o subterránea del agua— y su dureza contribuye a una mayor o menor erosión fluvial.
El clima ejerce una gran influencia: las precipitaciones determinan el caudal de los ríos y sus variaciones estacionales, mientras que las temperaturas inciden en la tasa de evaporación del agua. Finalmente, la vegetación cumple funciones cruciales: aminora la evaporación al proporcionar sombra, reduce la erosión al frenar la fuerza del agua y disminuye el riesgo de inundaciones al retrasar la incorporación del agua de precipitación al cauce fluvial.
2. Tipo de régimen y características
Los ríos de las vertientes atlántica y cantábrica presentan un régimen pluvial oceánico, alimentado por las regulares precipitaciones propias del clima oceánico. No obstante, presentan diferencias significativas:
- Ríos de la vertiente cantábrica: Son ríos cortos, ya que nacen en montañas cercanas a la costa. Poseen una gran fuerza erosiva debido a la pendiente. Son caudalosos y de régimen regular gracias a la abundancia de lluvias durante todo el año.
- Ríos de la vertiente atlántica: Exceptuando las cuencas gallegas y andaluzas, son ríos largos, pues nacen cerca del Mediterráneo y desembocan en el Atlántico. Su fuerza erosiva es escasa al discurrir por llanuras (donde apenas se hunden), aunque forman barrancos en los desniveles. Su caudal es abundante por sus numerosos afluentes, pero su régimen es irregular: presentan estiaje en verano y crecidas con las lluvias de otoño y primavera.
3. Aprovechamientos hídricos, impacto de la actividad humana y políticas aplicadas
El aprovechamiento de los recursos hídricos en España se fundamenta en infraestructuras de captación:
- Embalses: Útiles para la producción de energía, riego y abastecimiento, aunque generan altos costes, problemas de sedimentos e impactos sociales y ambientales.
- Desalinizadoras: Aportan agua dulce para distintos usos, a pesar de sus elevados costes operativos.
La gestión se regula mediante la Ley de Aguas. Los Planes Hidrológicos de Cuenca determinan los recursos disponibles, mientras que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) coordina los planes de las cuencas. Este último es elaborado por el Estado con el fin de cumplir la normativa europea, asegurar el suministro en todo el territorio y garantizar un uso racional del agua para proteger su disponibilidad a largo plazo, su calidad y el buen estado ecológico.
Formaciones vegetales de España: vegetación de la región atlántica
1. Factores físicos y humanos
La vegetación de la región atlántica está condicionada por diversos elementos:
- Factores físicos: Destaca el clima oceánico (temperaturas suaves y humedad elevada), que permite el desarrollo del bosque caducifolio. El relieve favorece la existencia de vertientes húmedas a barlovento y la creación de pisos de vegetación. Los suelos, generalmente ácidos, condicionan la presencia de especies específicas.
- Factores humanos: Incluyen la intensa transformación histórica mediante talas e incendios, así como la sustitución de la vegetación natural por repoblaciones de pino y eucalipto. Estas prácticas han reducido la extensión del bosque original, dando paso a paisajes de vegetación secundaria como la landa.
2. Tipos de especies y características
Las especies están adaptadas a la humedad constante y temperaturas moderadas:
- Bosque caducifolio: Predominan árboles altos como el roble (que requiere suelos silíceos) y el haya (que precisa mayor humedad).
- Bosque marcescente: Aparece en zonas de transición; sus árboles conservan las hojas secas durante el invierno.
- Landa y prados: La degradación del bosque da lugar a la landa (matorral denso). Los prados son formaciones herbáceas extendidas para el pasto ganadero.
Estas especies presentan adaptaciones morfológicas como hojas anchas para captar la radiación y troncos rectos para competir por la luz en ambientes frescos.
3. Aprovechamiento económico
La vegetación atlántica es un pilar económico basado en tres ejes:
- Explotación forestal: El roble y el haya proporcionan maderas de alta calidad para carpintería. Las repoblaciones de pino y eucalipto se destinan a la producción de resina, celulosa y pasta de papel.
- Actividad ganadera: Los amplios prados naturales sostienen una ganadería bovina y ovina relevante, impulsando la industria cárnica y láctea (queseras).
- Usos tradicionales y servicios: La landa se ha usado históricamente como cama para ganado y abono. Actualmente, estos espacios poseen un alto valor en turismo rural y recursos recreativos, reforzando la economía local.