Arte Paleocristiano: Orígenes, Arquitectura y Simbolismo Temprano

PALEOCRISTIANO

Aportaciones del Primer Arte Cristiano: La Basílica y la Nueva Iconografía

Introducción

La implantación y extensión del cristianismo en el Imperio Romano es un fenómeno que influirá decisivamente en su cultura y en su arte. Al principio, el cristianismo estaba perseguido, por lo que sus manifestaciones debían mantenerse en secreto. Sin embargo, tras la publicación del Edicto de Milán por el emperador Constantino (313 d.C.), el cristianismo queda legalizado, por lo que puede salir a la luz. Un siglo más tarde, con el emperador Teodosio, el cristianismo se convirtió en la única religión del Imperio, adquiriendo así una gran importancia que significó nuevas necesidades.

Arquitectura Paleocristiana: La Basílica

Los primeros lugares de reunión de los cristianos pasaban prácticamente desapercibidos, salvo por algunos detalles decorativos; se trataba de simples habitaciones en las viviendas particulares (conocidas como tituli). Otros lugares que se mantenían casi en secreto eran las **catacumbas**, que existen desde el siglo III. Localizadas en las afueras de Roma, son un conjunto de intrincadas y estrechas galerías subterráneas con varios niveles, excavadas en el blando tufo de la zona. En las paredes, a varias alturas, se encontraban los nichos (loculi) de los fallecidos, dispuestos longitudinalmente y tapiados con ladrillos y estuco, a veces decorados. Existían espacios más amplios, utilizados como enterramientos de grupos o familias, llamados cubicula, también dedicados a las celebraciones religiosas.

Pero cuando el cristianismo fue legalizado, fue preciso utilizar grandes construcciones capaces de albergar a cientos o miles de fieles. El edificio escogido fue la **basílica**, un tipo de construcción civil romana donde se administraba justicia y se realizaban negocios. Era idóneo debido a sus grandes dimensiones, apta para albergar grandes multitudes, y a su estructura en naves impares (la central más alta y más ancha), iluminadas desde arriba. Los arquitectos cristianos introdujeron algunas modificaciones clave: situaron la única entrada principal en uno de los lados cortos, eliminando un ábside, y ubicaron en el otro ábside el **presbiterio**, creando así un espacio alargado fuertemente orientado hacia el altar, lo que generaba una perspectiva de «espacio-camino».

La basílica estaría ricamente decorada con mármoles, mosaicos y pinturas murales. El espacio más ricamente ornamentado era el muro que precedía al presbiterio, que presentaba una estructura que recordaba un arco de triunfo. El techo solía ser plano, de madera, cubierto con tejado a dos aguas (una solución más sencilla y económica que una bóveda de cemento). El acceso se realizaba a través de un **nártex** o vestíbulo, situado en la nueva entrada principal. También era frecuente la presencia de un **atrio** porticado. Otra importante modificación fue la adición de una nave transversal, el **transepto**, situada justo delante del altar, que sobresalía ligeramente del resto del edificio. Esto confirió a la planta la apariencia de una cruz con uno de sus lados alargados hacia la entrada (la **planta de cruz latina**), con un evidente valor simbólico. De hecho, este modelo de templo se convirtió en el más importante y perduró hasta nuestros días.

Uno de los templos-basílica más antiguos y mejor conservados de Roma es la **Basílica de Santa Sabina**. Aunque las más antiguas (muy alteradas durante el Renacimiento y el Barroco) son la de **Santa María la Mayor** y **San Juan de Letrán**, la basílica de **San Pedro** fue derribada y vuelta a edificar en el siglo XVI. Otro edificio que se convirtió en prototípico fue la rotonda de la **Basílica del Santo Sepulcro** en Jerusalén, al parecer, el origen de los edificios de planta central que se desarrollaron posteriormente.

Edificios de Planta Central

En general, otros edificios religiosos se construían con **planta central** o de **cruz griega**, tales como:

  • Mausoleos: pequeños templos funerarios.
  • Baptisterios: lugares para el bautismo.
  • Martyria: pequeñas capillas donde se adoraban los restos de los santos y mártires.

La planta central facilitaba la colocación en el centro de elementos clave como la pila bautismal, el sepulcro o los restos del mártir. Los mejores ejemplos incluyen el **Mausoleo de Santa Costanza**, el de **Gala Placidia** y el **Baptisterio de San Juan de Letrán**. Este tipo de planta, incluso para grandes templos, se desarrolló posteriormente en el **arte bizantino**.

La Nueva Iconografía Paleocristiana

Los artistas cristianos se enfrentaron al desafío de representar nuevos temas partiendo de formas artísticas preexistentes de la cultura pagana, aunque sin introducir novedades técnicas ni formales significativas.

Escultura Paleocristiana

Debido a la nueva costumbre, introducida por el cristianismo, del **enterramiento** (en lugar de la incineración, propia de la cultura romana), los difuntos, especialmente los de familias ricas, comenzaron a enterrarse en **sarcófagos de piedra** decorados en relieve con motivos religiosos. Al típico sarcófago de estrígiles se le añadió el **crismón** o escenas de la Biblia, tales como:

  • Jonás y la ballena
  • Adán y Eva
  • Daniel en el foso de los leones
  • La Pasión de Cristo

Algunos temas paganos fueron readaptados, incluyendo:

  • El Buen Pastor
  • La Traditio Legis
  • El cordero
  • El pavo real (símbolo de la inmortalidad)
  • El pez

Destaca el **Sarcófago de Junio Basso**, decorado con un doble friso cuyas escenas están separadas por columnas. Además del relieve funerario en sarcófagos, también se encuentra escultura en bulto redondo, como representaciones de Jesús como joven maestro y el Buen Pastor.

Pintura Paleocristiana

Las primeras manifestaciones en este campo se reducen a pequeñas pinturas al fresco que decoraban los tituli. En las catacumbas, también los loculi o nichos eran decorados con pinturas al fresco, sobre todo los de personas pudientes, a menudo señalados con un arcosolium. Pero la decoración más destacada se encuentra en los cubicula, espacios más amplios que servían de enterramiento a grupos de personas y también se utilizaban para ceremonias religiosas.

Esta pintura se caracteriza por priorizar el mensaje sobre la forma, que a menudo puede parecer un tanto descuidada en aspectos como:

  • La composición
  • La proporción
  • La falta de perspectiva
  • La ausencia de fondos
  • El paisaje simplificado

Suelen estar enmarcadas por líneas que subrayan las formas arquitectónicas. Los temas principales incluyen:

  • Orantes
  • El Buen Pastor
  • El pez
  • Escenas de la Biblia
  • Jesús joven y sin barba