Introducción al Arte Románico y Gótico en la Península Ibérica
A mediados del siglo XI, los reinos de la península ibérica vivieron una etapa de dinamismo económico y político, lo que les permitió realizar importantes avances en su proceso de reconquista del territorio musulmán. Un efecto de esto fue el auge de la peregrinación a Santiago, que impulsó la construcción de una basílica. Hubo una gran influencia francesa, tanto política como cultural, que llegó a través de la Orden de Cluny.
Es importante considerar el contacto directo con los musulmanes, que generó influencias culturales, observables en elementos complejos o en el uso de materiales como el ladrillo, propios del arte islámico, en edificios románicos.
Podemos distinguir dos periodos principales: la segunda mitad del siglo XI y la primera del siglo XII, décadas centradas en el desarrollo del Camino de Santiago. Posteriormente, en el siglo XII, las ciudades comenzaron a consolidarse y a construir catedrales. Desde mediados del siglo XI, surgió con fuerza el Camino de Santiago, generando un flujo de personas, mercancías e ideas dirigidas al extremo occidental de la península ibérica. En el año 1075, se decidió la construcción de la nueva y grandiosa catedral de Santiago. Francia, por su parte, inauguró la peregrinación internacional, abriendo el Camino de Santiago.
El Camino de Santiago y su Impacto Artístico
La Catedral de Santiago cuenta con todas las características de las iglesias de peregrinación: tres naves y un amplio crucero; girola y capillas radiales; bóvedas de cañón en la nave central y de arista en las laterales; una amplia tribuna sobre las naves laterales y un programa escultórico en sus distintas portadas. El arquitecto principal es desconocido, aunque se cree que el Maestro Esteban contribuyó. Los obispos Diego Peláez y Diego Gelmírez impulsaron su construcción entre 1075 y 1128. Su tamaño es muy superior al de los templos románicos existentes en la península ibérica.
La planta es de cruz latina, simétrica y regular. Se organiza en tres naves precedidas por un nártex, cruzadas por un gran transepto dividido en tres naves. Los brazos del transepto tienen cuatro absidiolos y están rematados por dos grandes portadas. La cabecera cuenta con cinco capillas radiales. La nave central, de 22 metros de altura, ofrece una sensación de verticalidad y esbeltez. Está cubierta por una bóveda de cañón con arcos fajones, mientras que las naves laterales tienen bóvedas de arista y la tribuna, bóvedas de cuarto de cañón. La tribuna, el transepto y el deambulatorio permiten a los peregrinos circular por el templo sin interrumpir los oficios religiosos. En la nave central se alza el coro de piedra.
Obras Clave del Arte Románico
Arquitectura Románica: Ejemplos Notables
Catedral de Santiago de Compostela
Catedral de Santiago: Edificio religioso.
Arte Románico: Siglos XI-XIII.
Planta de cruz latina con tres naves, la central cubierta por una bóveda de cañón y las laterales con bóveda de arista. Cuenta con crucero, transepto, ábside y girola o deambulatorio para la libre circulación de los peregrinos. En la cabecera se trazan cinco absidiolos que servían como capillas y otros cuatro en la pared del transepto. Es la típica iglesia de peregrinación.
Ejemplos similares: Magdalena de Vézelay, San Martín de Tours, San Saturnino de Toulouse o San Marcial de Limoges.
Interior de la Catedral de Santiago de Compostela
Interior de la Catedral de Santiago de Compostela. Atribuido a: Maestro Esteban.
Arte Románico: Siglo XII.
Iglesia de peregrinación con tres naves, cuya nave central está cubierta con bóveda de cañón reforzada con arcos fajones; las laterales se cubren con bóveda de arista. Existe una segunda planta donde se abre una tribuna, y un ábside semicircular en la cabecera en el que se abren cinco absidiolos. Cuenta también con un amplio transepto y deambulatorio o girola.
Ejemplos similares: San Martín de Tours, La Magdalena de Vézelay, San Saturnino de Toulouse.
Iglesia de San Martín de Frómista
Iglesia de San Martín de Frómista, Palencia.
Arte Románico: Siglo XI.
Planta basilical de tres naves; muros gruesos reforzados con contrafuertes; cimborrio que cubre el crucero y cabecera con ábside semicircular con dos absidiolos en las naves laterales. Dos torres circulares en la entrada.
Ejemplos similares: Catedral de Jaca, Catedral de Santiago de Compostela, Iglesia de Santa María de Eunate.
Escultura Románica: Portadas y Claustros
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago
Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Autor: Maestro Mateo.
Arte Románico: Siglo XII.
Portada con tres arcos que se corresponden con las tres naves; destaca la decoración del tímpano central donde aparece representado el Cristo en Majestad mostrando sus llagas. Está rodeado por el Tetramorfos que representa a los cuatro evangelistas. Hay un grupo de ángeles con los símbolos de la pasión; y todo el conjunto del tímpano aparece rodeado por los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis. En las jambas se representa a los Apóstoles y Profetas; y en el parteluz aparece la figura del Apóstol Santiago. Todas las figuras, en mayor o menor medida, están tratadas con bastante realismo, lo que no era frecuente en la época. El movimiento de las figuras, las actitudes comunicativas, los cabellos y los ropajes reflejan una gran destreza técnica.
Otros elementos arquitectónicos: Bóvedas, cimborrios, tribunas, contrafuertes.
Portada de la Iglesia de Santa Fe de Conques
Portada de la Iglesia de Santa Fe de Conques.
Arte Románico: Siglos XI-XII.
Relieve en piedra con una composición adaptada al tímpano; aparece el Pantocrátor en el centro rodeado del Tetramorfos simbolizando a los apóstoles en la escena del Juicio Final con los salvados a la derecha y los condenados a la izquierda. La composición tiene un carácter didáctico y las figuras representan el antinaturalismo propio del arte Románico.
Ejemplos similares: San Lázaro de Autun, San Pedro de Moissac, Santiago de Compostela.
Incredulidad de Santo Tomás (Santo Domingo de Silos)
Incredulidad de Santo Tomás. Claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos).
Arte Románico: Siglos XI-XII.
Representación esquemática, geometrización de los volúmenes, isocefalia, frontalismo y antinaturalismo propio del románico. Carácter didáctico de la composición.
Ejemplos similares: Cluny, San Pedro de Moissac, San Juan de la Peña.
Última Cena y Anuncio de la Traición de Judas (San Juan de la Peña)
Última Cena y Anuncio de la Traición de Judas. Claustro del Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Autor: Maestro de Agüero.
Arte Románico: Siglo XII.
Capitel historiado en la galería del claustro; relieve esquemático y antinaturalismo románico.
Temas relacionados: Juicio Final, Tetramorfos, Maiestas Mariae.
Pintura Románica: Murales y Tablas
Maiestas Domini (Maestro de Tahull)
Maiestas Domini. Autor: Maestro de Tahull.
Arte Románico: Siglo XII.
Pintura mural (fresco). Pantocrátor rodeado de mandorla y del Tetramorfos. Colores planos, ausencia de perspectiva y contornos marcados con gruesas líneas negras. Simetría y posición hierática que evidencian el antinaturalismo románico.
Ejemplos similares: Maiestas Mariae del Maestro de Tahull; Frontal de Altar de San Quirze y Panteón Real de San Isidoro de León.
Panteón Real de la Colegiata de San Isidoro
Panteón Real de la Colegiata de San Isidoro (León).
Arte Románico: Siglo XII.
Pintura al temple sobre estuco, composición adaptada a la bóveda con colores planos y ausencia de perspectiva.
Temas relacionados: Maiestas Domini, Maiestas Mariae, Santos.
Características y Evolución del Arte Románico
La Escultura Románica: Función y Estilo
El clero utilizó las artes visuales para que la población aprendiera las verdades de la salvación, lo que favoreció el desarrollo del relieve. Los relieves solían ubicarse en lugares prominentes como las portadas de los templos, asegurando su visibilidad y facilitando la instrucción doctrinal. Destacan elementos como el tímpano, el dintel o el parteluz. Otro lugar de uso frecuente era en las columnas, destacando las basas, fustes, capiteles y modillones.
Los claustros de los monasterios destacan por su antinaturalismo, cuyo objetivo es simbolizar los preceptos religiosos. Al estar vinculada a la arquitectura, la escultura románica obedece a la “ley del marco”, adaptando las figuras a su forma y resultando en posturas forzadas o imposibles. Entre las imágenes simbólicas de la cultura románica, podemos destacar la Dextera Domini, el Agnus Dei o cordero místico, el Crismón y la paloma. Como representación del pecado, se esculpían animales y seres monstruosos como dragones, sirenas o centauros, que solían ubicarse en los capiteles o en las columnas. En la península ibérica, se siguieron especialmente los modelos franceses, destacando las escuelas de Cataluña y Castilla.
La Pintura Románica: Temas y Técnicas
La pintura tenía como intención comunicar los dogmas y sentimientos religiosos. Para ello, los templos incluían espacios específicos para albergar las pinturas: muros, fachadas y altares. El tema principal de estas pinturas fue el Apocalipsis, con el Pantocrátor y los cuatro evangelistas como figuras centrales. La Virgen exalta su virginidad y maternidad, aunque a menudo no mantiene una comunicación directa con el Niño. Cuando aparecen figuras profanas, estas están dotadas de un carácter simbólico, como los signos del zodiaco o el calendario. Estas figuras se suelen representar como animales o bestias que destacan por su fealdad. Podemos destacar, a su vez, la pintura sobre tabla conservada en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
El Arte Gótico: Hacia el Naturalismo
La Escultura Gótica: Innovación y Temática
La escultura gótica alcanzó un gran esplendor, permaneciendo estrechamente ligada a la arquitectura. El principal soporte de la escultura monumental son las portadas de las iglesias, que cumplen la misma función didáctica que durante el Románico. Destacan tres elementos principales: el tímpano, a menudo dividido en registros horizontales; las arquivoltas, que siguen la dirección del arco; y las jambas, cuyas figuras tienden a independizarse del marco arquitectónico. Los capiteles se decoran con motivos vegetales. El material más utilizado es la piedra, aunque también se emplean madera y mármol.
La escultura gótica se caracteriza por el naturalismo y la humanización, en claro contraste con el Románico. Ejemplos de este naturalismo se observan en:
- La comunicación entre las figuras.
- Las expresiones individualizadas.
- El gusto por los detalles.
Las escenas suelen ser más narrativas, favoreciendo la inclusión de detalles cotidianos. En cuanto a la iconografía, aparecen nuevos temas, aunque se mantienen algunos del Románico: se sigue representando el Juicio Final, pero como una escena más humanizada con la presencia de la Virgen y de San Juan; las escenas de la vida de Jesús adquieren un gran desarrollo; y el culto a la Virgen se manifiesta con imágenes como la Anunciación o la Coronación.
Dentro del templo, los fieles se adoctrinaban al contemplar el retablo que decoraba la capilla principal. Se concibe como una pieza de interior confeccionada en madera policromada. La principal causa de su desarrollo radica en la necesidad de embellecer el altar mayor. El programa iconográfico de los retablos podía ser pictórico y escultórico, mientras que el de las tablas y los relieves era de casillero. Cataluña optó por los retablos pintados, y durante la segunda mitad del siglo XIV, los hermanos Serra abastecieron a toda la región con sus obras. Castilla se decantó por los retablos escultóricos. En 1481, Pieter Dancart trazó el de la Catedral de Sevilla.
La Pintura Gótica: Retablos y Nuevas Corrientes
Las catedrales góticas, al tener más ventanas, reservaban menos espacio para la pintura mural. Esto permitió un desarrollo muy importante de la pintura sobre tabla, que con el tiempo adoptó la forma de tríptico o políptico. El retablo es la culminación de esta técnica. Se utilizaba la técnica del temple, empleando materiales como huevo o huesos de animales molidos. En la iconografía se multiplican las imágenes de santos, la naturaleza, el Calvario y la Crucifixión de Cristo, los caballeros y la aparición del retrato. Los teóricos medievales representaban la “maniera greca” como la imitación de los mosaicos bizantinos. Simone Martini expresó la síntesis de las dos corrientes, produciendo un arte preciosista. Realizó en 1315 la Maestà y en 1328 la imagen del condottiero Guidoriccio da Fogliano.