Arte y Arquitectura Islámica en Al-Ándalus: Mezquita de Córdoba y Alhambra

Arte y Arquitectura Islámica

El arte islámico, de origen humilde, presenta una gran diversidad cultural. Respecto a la arquitectura, destaca la escasa preocupación de los arquitectos por los problemas constructivos y su gran interés decorativo. La decoración es abundante, a menudo motivada por la pobreza de los materiales utilizados, como el ladrillo, que obliga a recubrirlos. Excepcionalmente, utilizan la piedra.

Características de la Decoración Islámica

La decoración es de gran variedad, riqueza y fantasía, con un gusto marcado por la repetición. Podemos hablar de tres tipos principales:

  • Vegetal o de ataurique: Representación de figuras naturales.
  • Geométrica o de lacería: Representación de figuras geométricas repetidas.
  • Epigráfica: Representación de lenguaje islámico (caligrafía).

La Mezquita: Estructura y Elementos

El monumento característico de la arquitectura árabe es la mezquita, que suele ser de gran tamaño para la reunión de los fieles. En la planta de la mezquita, hay un patio descubierto y cerrado (*sahn*) donde suele haber fuentes, y una zona cubierta o sala de oración (*haram*). El muro del fondo de la sala de oración se llama *qibla* y está orientado hacia La Meca. La parte más sagrada es el *mihrab*, y a ambos lados se encuentran el *mimbar* (púlpito) y la *maxura* (recinto reservado). La mezquita se completa con una torre o *alminar* (o minarete) desde donde el almuédano llama a la oración.

Soportes y Arcos

Como principal soporte, utilizan el muro (a soga y tizón, de piedra o barro). También emplean la columna, que no presenta capiteles originales hasta la época de las invasiones africanas. El arco más característico es el de herradura, de origen visigodo, pero que los árabes modifican elevando su centro en un tercio sobre la línea de impostas. También utilizan otros arcos como el apuntado, el de herradura apuntado, el de medio punto, el mixtilíneo y los arcos falsos.

Es común descentrar el trasdós del arco para parecer más elevado, inscribiéndolo en una moldura adintelada llamada *alfiz*, que da lugar a superficies triangulares, las *albanegas*, que eran las antiguas enjutas romanas. Los arquitectos árabes suelen encabalgar los arcos, lo que da un aspecto barroco, denominándose *sebka*.

Bóvedas

Las bóvedas utilizadas en su época final eran las más características y aportan la bóveda califal o de nervios, en la que ninguno de los nervios pasa por el centro, cerrándose en una bovedilla menor gallonada. Utilizan también falsas bóvedas que crean con *mocárabes* o *mucarnas*, sin presiones estructurales.

La decoración en el periodo califal es característica del *ataurique* (hoja de cardo) y de la *lacería*, decorada con triángulos y cuadrados.

La Mezquita-Catedral de Córdoba

La Mezquita de Córdoba se inicia en el año 785 sobre la iglesia cristiana de San Vicente, que los cristianos cedieron a Abderrahmán I. Se construirá con una orientación Sur-Norte. Después de ocupar toda la iglesia, se quedará pequeña. Abderrahmán II amplía unas dos terceras partes de lo construido y derriba el muro de la *qibla* original. Alhakén II vuelve a ampliar, pero con Almanzor y el crecimiento de la población de Córdoba, amplía de nuevo y derriba el muro oriental. Estas ampliaciones en la zona cubierta exigen cambios en el muro de la *qibla*, en el patio, el alminar, las fachadas, etc.

Lo más destacado es la superposición de los arcos y soportes y el lobulado. En la parte inferior se levantan columnas y arcos de herradura, y en la superior, pilares y arcos de medio punto. La transición entre el pilar y el capitel se realiza con volutas para suavizar las formas y las líneas rígidas.

Las bóvedas de nervios o califales se encuentran, por ejemplo, sobre el *mihrab*, que es un espacio reducido al que se accede por un arco de herradura clásico sostenido por jambas revestidas con mosaicos de vidrio bizantino sobre el dintel.

En el exterior, sus fachadas más antiguas definen el tipo de fachada cordobesa. Las Puertas de San Esteban y la del Obispo son planas, sin abocinamiento, y las dovelas son de gran tamaño. Esto se inscribe en un arco de herradura enmarcado por un *alfiz*. La parte superior del pórtico se decora con arcos de herradura enlazados y a los lados con arcos lobulados y celosías.

El Reino Nazarí y la Alhambra de Granada

Después de las invasiones norteafricanas, en el siglo XIII surge el reino nazarí en Granada. El arte árabe llega a su fin con un proceso de barroquización en la decoración. Durante la etapa de los reinos de Taifas, la decoración alcanza su plenitud en la Alhambra de Granada.

Se utilizan arcos falsos en placas de yeso, con *mocárabes* para crear falsas bóvedas. Los muros se recubren con cerámica vidriada en la parte inferior y yesos en la superior.

El nuevo soporte nazarí presenta basa, fuste liso y un capitel con un primer cuerpo cilíndrico y un ábaco con moldura cóncava. Los temas decorativos son el lazo, con estrellas de 6 o 12 puntas, y el carácter vegetal. La decoración epigráfica puede ser *cúfica* o cursiva.

La Alhambra: Estructura y Palacios

La Alhambra se inicia en la época de Mohamed II, quien construye una alcazaba cuya muralla se prolonga hasta cerrar la meseta.

El Cuarto de Comares es el núcleo de la Alhambra, donde destaca el Salón del Trono, junto a otros más pequeños, oratorios, baños y dos patios: el Patio de los Arrayanes y el Patio del Mexuar, destinado a la administración de justicia, con portadas, arquerías, airosas cubiertas con saledizos y fuentes con vegetación y estanques.

El Cuarto de los Leones, de Mohamed V, incluye otros cuartos menores como el del Partal y el de Machuca, y algunas torres que se convirtieron en palacetes, como la Torre de Yusuf o la Torre de las Armas.

La Alhambra se completa con un pequeño palacete, el Generalife, un conjunto de arquitectura y jardinería.