Arte y Arquitectura Islámica en España: De Córdoba a Granada

Orígenes y Características del Arte Islámico

Nacimiento del Islam y su Expansión

El islam surgió en la península arábiga en el siglo VII. Según la tradición, el profeta Mahoma recibió del arcángel Gabriel el Corán en lengua árabe, lo memorizó y lo recitó a sus seguidores. Este texto sagrado fue recopilado hacia el año 653. Por ello, el islam es una religión que nace intrínsecamente ligada a la cultura y la lengua árabes.

A la muerte de Mahoma, el islam se extendió con gran rapidez, y con él, su cultura y su lengua llegaron a lugares lejanos.

Características Generales del Arte Musulmán

El arte musulmán tiene un marcado carácter religioso y áulico. Fue un arte permeable a las influencias artísticas de los territorios que iba conquistando, lo que dio lugar a la aparición de múltiples estilos. La arquitectura sobresale notablemente frente a la escultura y la pintura. Sus principales características técnicas son:

  • El empleo de materiales humildes, entre los que destaca el uso del ladrillo.
  • El uso de columnas delgadas con distintos tipos de capiteles.
  • La gran variedad de arcos empleados (de herradura, lobulados, apuntados, etc.).
  • En las cubiertas, se utilizaron frecuentemente los alfarjes (techumbres elaboradas con vigas de madera entrecruzadas y labradas).

El Arte Hispanomusulmán: Etapas y Estilos en al-Ándalus

Arquitectura Califal (929-1031): El Esplendor de Córdoba

Los musulmanes se establecieron en la península ibérica en el año 711, territorio que llamaron al-Ándalus. Aquí se inició el arte hispanomusulmán, que recibió influencias del arte hispanorromano y del visigodo. La máxima exquisitez y refinamiento de este arte se alcanzó durante el Califato de Córdoba (929-1031). A esta etapa corresponden edificios públicos de gran importancia y celebridad.

La Mezquita de Córdoba

Entre las obras más destacadas se encuentra la Mezquita de Córdoba, la más importante de todo al-Ándalus y un referente de la arquitectura califal.

La Ciudad Palatina de Madinat al-Zahra

Fundada por Abderramán III en las vertientes de Sierra Morena, las obras de Madinat al-Zahra comenzaron en el año 936 y finalizaron tras la muerte de Al-Hakam II en el año 976. Fue abandonada tras las revueltas civiles de 1009 y 1010, lo que la convirtió en cantera tanto para posteriores edificios musulmanes como para los cristianos.

La ciudad tenía una planta rectangular y estaba rodeada de murallas con torres cuadradas, dispuesta en un sistema de terrazas. Al este se ubicaba la mezquita, y fuera de las murallas, los arrabales y los huertos. Hacia el 940 se elevó la parte occidental del alcázar y, en el 950, se amplió para crear el Salón Grande y el Salón Rico. Los estudios realizados demuestran que el arte califal cordobés alcanzó su plena madurez tanto a nivel arquitectónico como ornamental en esta ciudad.

La Decadencia del Arte Califal y los Reinos de Taifas

A partir de 1009, un nuevo sistema de poder cobró fuerza con la desintegración del califato. Mientras, los cristianos del norte avanzaban en su conquista, contribuyendo al debilitamiento de los musulmanes. Córdoba perdió su supremacía política, cultural y artística. Muchos de los artistas que residían en la capital califal se trasladaron a otras ciudades, donde continuaron desarrollando su creatividad en los nuevos reinos de taifas.

Entre estas ciudades destacó Zaragoza, donde se conservan los restos del Palacio de la Aljafería, un magnífico ejemplo que sigue el estilo del arte califal pero con una decoración más recargada. También de este periodo son las numerosas alcazabas (recintos fortificados) que se construyeron.

Arquitectura Almohade (Siglo XII): Austeridad y Grandeza

A mediados del siglo XII, los almohades invadieron la península y volvieron a unir al-Ándalus por un breve tiempo. Durante este periodo surgió el arte almohade, que se caracteriza por una mayor austeridad y sencillez en las construcciones. Se impondrá el panel de sebka, una decoración basada en redes de rombos. Del arte califal tomará los arcos de herradura apuntados y los lobulados. Se promovió una política de grandes construcciones, por lo que se edificaron gran cantidad de mezquitas y fortificaciones.

Sevilla se convirtió en su capital. Allí se construyó la mezquita mayor, que en el siglo XIV fue derribada casi en su totalidad para edificar un templo cristiano. De la construcción original se conserva su imponente alminar: la Giralda.

Arquitectura Nazarí (Siglos XIII-XV): El Refinamiento de Granada

Las campañas militares de Fernando III fueron reduciendo los territorios musulmanes. En la segunda mitad del siglo XIII, la presencia musulmana en la península se redujo al Reino Nazarí de Granada.

Las principales características del arte nazarí son:

  • La vuelta a una decoración profusa y detallada.
  • El uso de arcos falsos con una mera función decorativa.
  • Los arcos exteriores suelen ser de herradura apuntados.
  • Aparece un tipo de columna más estilizada y un capitel característico.
  • Se utilizan falsas cúpulas, como las de mocárabes.

El siglo XIV fue una etapa de gran fervor constructivo, con la proliferación de talleres excepcionales. Sin embargo, el siglo XV significó la época de decadencia del arte nazarí. La obra cumbre de este período es, sin duda, la Alhambra y su palacio de verano, el Generalife.

El Arte Mudéjar: La Pervivencia Islámica en Territorio Cristiano

El arte mudéjar es la pervivencia del arte musulmán en territorio cristiano. Los mudéjares eran musulmanes que permanecieron en los territorios conquistados por los cristianos, conservando su religión y lengua, pero con un estatus social inferior. Este fenómeno artístico tuvo una larga duración, comprendiendo desde el siglo XII hasta el XVI.

En este arte conviven formas del arte hispanomusulmán con las corrientes cristianas (románico, gótico). Los edificios suelen estar construidos en ladrillo, abunda la decoración geométrica y vegetal, y se cubren con ricos artesonados de madera. Sus manifestaciones más importantes se encuentran en focos como Toledo, Aragón (Teruel) y Sevilla.

El Foco de Toledo

Entre los edificios religiosos destacan dos sinagogas: la de Santa María la Blanca y la del Tránsito. En la arquitectura civil, es notable la Puerta del Sol, que formaba parte del recinto amurallado de la ciudad. Se trata de una puerta de piedra, flanqueada por dos potentes torres, con dos arcos de entrada: uno de herradura y otro, más modesto, semicircular. En la parte superior se encuentra una ornamentación formada por dos galerías de arquerías ciegas.

El Foco de Teruel (Aragón)

En Aragón, Teruel fue el foco mudéjar más importante. Destacó por el uso virtuoso del ladrillo y el azulejo cerámico. Sobresalen sus torres, que habitualmente salvan la vía pública por medio de un arco apuntado en su base. La torre de la iglesia de San Martín, construida hacia 1315 y con origen de alminar, presenta un cuerpo superior de campanas y ventanas abocinadas con arcos de medio punto. Su decoración exterior está realizada con una labor de sebka a modo de tapiz, donde se incluyen elementos cerámicos vidriados.