Castración de Delincuentes Sexuales: Un Debate Global sobre Ética, Reincidencia y Legislación

Castración Química: Un Enfoque Farmacológico contra Delitos Sexuales

El secuestro y violación de una niña de siete años en Corea del Sur la semana pasada indignó al público y provocó que el presidente Lee Myung-Bak considerara varias medidas, incluida la castración química, para combatir crímenes sexuales contra niños, según los medios locales.

¿Qué es la Castración Química?

Este procedimiento implica administrar medicamentos (a través de inyecciones o tabletas) para eliminar el interés sexual y hacer imposible que una persona realice actos sexuales. Los efectos son reversibles después de que la persona deja de tomar el medicamento. Lee dijo esta semana que todas las medidas disuasivas (incluida la castración química) deben ser consideradas, según The Korea Times.

Debate y Aplicación Global

Después de casos de alto perfil de violaciones de niños, los políticos en todo el mundo tienden a prometer represión y castigos más severos para los delincuentes sexuales, dijo Don Grubin, profesor de Psiquiatría Forense en la Universidad de Newcastle, en Reino Unido. «De alguna forma, lo comparo con cortarle la mano al ladrón», dijo. «Es muy simbólico».

El uso de la castración química, aunque es efectivo, es controversial, ya que los críticos argumentan que esta práctica forzada viola los derechos humanos. Este tratamiento ha sido utilizado de varias formas, ya sea de forma obligatoria a través de una sentencia o como una vía para que los delincuentes reduzcan su condena en prisión en varios países, incluidos:

  • Argentina
  • Australia
  • Estonia
  • Israel
  • Moldavia
  • Nueva Zelanda
  • Polonia
  • Rusia

Al menos nueve estados en Estados Unidos (California, Florida, Georgia, Iowa, Luisiana, Montana, Oregón, Texas y Wisconsin) tienen versiones de castración química en sus leyes, pero no está claro con qué frecuencia se administra en ese país. En México, se han presentado iniciativas de ley para aplicarla, pero estas no han prosperado. A principios de este año, Moldavia legalizó la práctica para aquellos sentenciados por crímenes sexuales contra niños.

Efectividad y Efectos Secundarios

En mayo, Corea del Sur utilizó por primera vez la castración química en un hombre que había sido condenado por cuatro cargos de violación o intento de violación contra niñas, según el Ministerio de Justicia coreano. Una ley que autoriza este tratamiento para criminales sexuales entró en vigor el año pasado después de una protesta pública por la reincidencia de violadores tras su liberación. El país podría estar a punto de ampliar su uso para castigar a aquellos que abusan sexualmente de víctimas de 19 años o menos.

«Es claro que los medicamentos funcionan», dijo Grubin. «Si observas a los hombres, sí reducen drásticamente su deseo sexual. Sí disminuyen la reincidencia (de delitos sexuales) en los hombres». Pero también tienen efectos secundarios, como osteoporosis, cambios en la salud cardiovascular, en los niveles de grasa en sangre y en la presión sanguínea, y síntomas similares a la menopausia en las mujeres.

Consideraciones Éticas

El uso es razonable si el delincuente acepta la medicación para controlar su deseo sexual, lo que algunos hacen, según Grubin. Además, es ideal tomar los medicamentos junto con ayuda psicológica, añadió. El tratamiento genera problemas cuando es utilizado contra la voluntad de una persona por motivos no médicos. «Aunque la castración es ostensiblemente para protección pública, también conlleva un sentido de retribución simbólica», escribió en un editorial de 2010 en la revista médica británica BMJ.

Castración Quirúrgica: El Caso de la República Checa y el Debate sobre Derechos Humanos

El primer ministro checo, Petr Necas, ha confirmado que mantendrá la práctica de castrar quirúrgicamente a los violadores en la nueva ley de sanidad que entrará en vigor el 1 de abril, a pesar de las protestas de numerosas organizaciones de derechos humanos y del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT). Necas señaló que era un método eficiente para impedir la reincidencia de los infractores.

Procedimiento y Contexto Europeo

La República Checa es uno de los pocos países europeos que mantienen la castración quirúrgica como castigo a los agresores sexuales. La operación consiste en la extracción de tejido testicular para reducir la producción hormonal y así disminuir el instinto sexual del atacante con el objetivo de evitar que reincida. La práctica está prohibida en todos los países europeos, excepto en Alemania, donde solo se realiza en casos muy particulares y bajo estricto control.

Controversia y Postura del Consejo de Europa

La decisión de Praga ha desatado fuertes protestas por parte de grupos de derechos humanos, y particularmente del Consejo de Europa, una organización intergubernamental que promueve la cooperación regional. Si bien la ley checa exige el consentimiento escrito del infractor, confirmando su sometimiento voluntario al procedimiento, algunos prisioneros han dado su anuencia sin ser plenamente conscientes de lo que estaban aceptando y con el único fin de eludir sentencias más largas.

La República Checa permitió que al menos 94 presos fueran castrados quirúrgicamente en la última década. En sus informes de 2009 y 2010, el Consejo de Europa señalaba que la castración era «degradante» e «innecesaria desde el punto de vista médico», así como «invasiva, irreversible y mutilante». También sostenía que la renuencia del gobierno checo a reemplazar la práctica «por otras formas de intervención» era decepcionante y perturbadora. El Consejo de Europa pidió una moratoria de las castraciones como paso previo para su abolición. No obstante, el portavoz del Comité del Consejo de Europa para la Prevención de la Tortura, Patrick Muller, dijo que la organización carece de mecanismos para presionar a Praga.

Activismo y Cuestionamiento del Consentimiento

Por su parte, los grupos de derechos humanos en la República Checa realizan su propia campaña. La directora del Comité Helsinki Checo, Anna Sabatova, dijo que el gobierno debería aceptar la petición del Consejo de Europa y buscar otros métodos de tratamiento igualmente efectivos, como medicamentos y psicoterapia. Los activistas checos también cuestionan el carácter «voluntario» de las operaciones. Señalan que los infractores detenidos en centros psiquiátricos aceptan la castración simplemente porque están desesperados por recuperar la libertad o, al menos, por someterse a un tratamiento como pacientes externos. Con ello, están demasiado presionados como para tomar una decisión «voluntaria».

«Nuestra preocupación es que es muy difícil asegurar que una persona dé realmente su consentimiento de manera voluntaria. Pueden aceptar ser castrados para poder salir (del centro psiquiátrico), lo que pone en duda su carácter voluntario», dijo la abogada Zuzana Durajova, de la Liga Checa de Derechos Humanos.

Argumentos a Favor y en Contra

El gobierno argumenta que la práctica es una de las mejores formas de reducir la reincidencia de los agresores y cuenta con el apoyo de sexólogos. «Las probabilidades de que alguien reincida tras haber sido sometido a una castración quirúrgica son de alrededor del dos por ciento. La castración reduce los impulsos sexuales a un nivel en el que los individuos son capaces de controlarse», aseguró a la prensa local el prominente sexólogo checo, Petr Weiss. Añadió que los hombres sometidos a las operaciones eran «sádicos, agresores sexuales y pedófilos» que, después de ser castrados, llevaban una «vida normal» solo con la restricción de que su sexualidad se veía reducida. Y añadió: «Pero su sexualidad les ha generado más problemas que placer, y muchos han pasado toda su vida en prisión o bajo tratamiento psiquiátrico. No considero que reducir su sexualidad sea una gran desgracia», dijo Weiss.

Sin embargo, los críticos señalan que no hay estudios científicos suficientes que garanticen la efectividad de la castración quirúrgica. Ales Butala, abogado de derechos humanos e integrante de la delegación del Consejo de Europa que visitó la República Checa, dijo que había encontrado evidencia de tres casos de infractores castrados que volvieron a cometer ataques sexuales, incluidos delitos de pedofilia. «La castración quirúrgica es contraria a la ética, porque no es médicamente necesaria y porque los hombres castrados son privados del derecho a la reproducción».