Clasificación de las Sustancias Psicoactivas
Según su Promesa o Efecto Deseado
Fármacos de Paz
Prometen alguna forma de paz al amortiguar la conciencia moral (como el alcohol o el éter); por analgesia directa (morfina y codeína); por inducir euforia (heroína); por asfixia del cerebro (neurolépticos); o por embrutecimiento anímico (barbitúricos, sedantes y tranquilizantes tipo Valium). Causan adicción.
Fármacos de Energía
Prometen alguna forma de energía, como la cocaína, el crack o la cafeína. Su abuso resulta dañino y su efecto es comparable al de un electrodoméstico al que se le aumenta la tensión eléctrica.
Fármacos Visionarios
Otorgan o prometen alguna forma de “excursión psíquica”, tanto menores (MDMA, éxtasis, drogas de diseño) como mayores (mescalina, LSD). Conllevan peligros extraorgánicos.
Según sus Efectos en el Sistema Nervioso Central (SNC)
Depresores del SNC
Alcohol
Su consumo se estimula por la publicidad y las tradiciones. Es un sedante del SNC que deteriora el desempeño sexual. Los efectos del alcohol dependen de la cantidad y frecuencia de ingestión. En pequeñas cantidades, amortigua la conciencia, reduce las inhibiciones sociales y produce sensaciones de relajación y euforia. En mayor cantidad, provoca daños en el sistema nervioso y en el hígado, interfiere en la percepción y disminuye la autoconciencia. En alcohólicos crónicos, puede originarse el síndrome de Korsakov, que borra de la memoria cualquier acto reciente, aunque el individuo pueda recordar su infancia.
Fármacos Sedantes (Barbitúricos)
En dosis ligeras, tienen un efecto similar a la embriaguez del alcohol. En dosis grandes, pueden ocasionar confusión mental grave o síntomas psicóticos (pérdida de contacto con la realidad). La sobredosis puede causar coma o la muerte por parálisis de los centros cerebrales reguladores de la respiración.
Fármacos Tranquilizantes (Ansiolíticos)
Sirven para combatir la ansiedad o aliviar el nerviosismo y el estrés. Aunque su poder adictivo es escaso, con dosis altas se puede generar una gran dependencia física.
Opiáceos
El opio es una droga psicoactiva ya utilizada por los griegos con fines placenteros o medicinales (para aliviar jaquecas). Las dos sustancias derivadas del opio más importantes son la morfina y la heroína. La morfina fue descubierta por el químico alemán Friedrich Sertürner en 1805 y ha sido uno de los analgésicos más utilizados para aliviar el dolor. Durante el siglo XX, la adicción a los opiáceos ha girado en torno a la heroína, comercializada en 1898 para aliviar la tos. Los opiáceos producen tolerancia, dependencia física y psicológica. El fármaco más utilizado para combatir la adicción a los opiáceos es la metadona, una sustancia sintética derivada del opio.
Estimulantes del SNC
La sustancia estimulante que se usa con más frecuencia es la cafeína, presente en el café, el té, muchos refrescos y el chocolate. Otros estimulantes conocidos son:
Anfetaminas
Antiguamente eran recetadas para perder peso, y muchos pacientes desarrollaron dependencia. En la actualidad, sus usos legales se limitan al tratamiento de la narcolepsia, la hiperactividad infantil y para contrarrestar la sobredosis de fármacos sedantes. Las anfetaminas aceleran el metabolismo y el consumo de recursos corporales, produciendo una gran variedad de efectos en la conducta: aumentan el rendimiento, mejoran el nivel de alerta y combaten la fatiga. A largo plazo, producen tolerancia, y dosis elevadas pueden causar insomnio y deterioro de las condiciones físicas y mentales. En dosis altas, pueden generar dependencia física. También pueden originar la llamada psicosis anfetamínica, caracterizada por alucinaciones y delirios paranoides.
Cocaína
Incrementa la actividad de las vías dopaminérgicas del cerebro. Provoca sensaciones de euforia, seguridad y bienestar. Cuando sus efectos se disipan, pueden surgir trastornos del sueño, ansiedad o depresión. La bebida Coca-Cola incluyó cocaína en su formulación desde 1886 hasta 1906.
Sustancias Visionarias (Alucinógenas)
MDMA (Éxtasis)
Droga sintética con propiedades estimulantes y alucinógenas. Puede provocar:
- Deshidratación
- Aumento de la temperatura corporal
- Tensión muscular
- Desmayos
- Escalofríos
- Confusión
- Problemas con el sueño
- Ansiedad
- Paranoia
Marihuana y Hachís
Derivadas de la planta de cáñamo (Cannabis sativa). La marihuana se obtiene de las hojas y flores secas, mientras que el hachís es una resina concentrada extraída de la planta de cannabis. El principal componente psicoactivo es el THC (tetrahidrocannabinol). Los efectos varían desde euforia, risas incontrolables y desinhibición, hasta estados de aprensión, ansiedad y una introspección profunda que puede llevar a la reflexión sobre oportunidades perdidas.
Sustancias Psicodélicas
Término acuñado por el psiquiatra Humphry Osmond. En este grupo se encuentran el LSD, la mescalina y la psilocibina. Fueron utilizadas por el movimiento hippie como una vía de autoexploración y también influyeron en la música (como las canciones de The Beatles) y el arte (como la estética de Andy Warhol). Este tipo de drogas cambian la percepción sensorial y alteran la concepción del espacio, del tiempo y del sentido del yo. Distorsionan la percepción y el conocimiento, pero también refuerzan la sensibilidad y producen la transmutación de sensaciones, donde el sonido puede experimentarse como visión y el tacto como sonido.