Introducción al Esperpento en Luces de Bohemia
Características del Esperpento y su reflejo en la obra
Luces de bohemia es la primera obra a la que Valle-Inclán otorga el nombre de «esperpento» y que contiene, en la Escena XII, una teoría explícita de este nuevo género. Es interesante señalar que el autor hace referencia a antecedentes españoles, citando a Quevedo. En la propia obra, Valle-Inclán afirma: «El esperpentismo lo ha inventado Goya».
La Escena VI (famosa por el preso catalán) y la Escena XI (la terrible escena de la madre con el niño muerto en sus manos) se consideran los dos momentos de mayor intensidad de la obra.
La trama de la obra narra la última noche de la vida de Max Estrella. Valle-Inclán se inspiró en la figura y muerte del novelista Alejandro Sawa, quien nació en Sevilla en 1862, llevó una vida bohemia y se casó con una francesa. Murió en 1909, en la miseria, ciego y loco.
La obra se convierte en una metáfora trágica y grotesca de la imposibilidad de vivir en una España deforme, injusta y opresiva, donde no hay pureza ni honestidad. La peregrinación de Max Estrella es un viaje al «fondo de la noche». Max desciende a los abismos de la injusticia, y no se sabe si lo que lo mata es el frío, el hambre, el alcohol o el dolor que lo rodea. Varios críticos han coincidido en ver en la obra un descenso a los infiernos, una imitación de la Divina Comedia. En su peregrinación infernal, Max va acompañado por Don Latino, al igual que Dante fue acompañado por el poeta latino Virgilio.
Estructura de Luces de Bohemia
Las quince escenas
Luces de bohemia no se divide en actos, sino que se compone de quince escenas. La obra anticipa el final desde la Escena I con la muerte de Max, y el billete de lotería premiado que le habría sacado de la miseria tras su fallecimiento.
Preludio
La Escena I: Max en su casa, anhelo de morir.
Peregrinación de Max por la noche madrileña
Se divide en dos etapas paralelas:
- Escenas II-VI: Desde su salida de casa hasta su estancia en el calabozo con el obrero catalán.
- Escenas VII-XI: Desde su salida de la cárcel hasta la muerte del obrero catalán.
Ambas etapas culminan con un momento de gran intensidad y tragedia.
El final de la peregrinación
Escena XII: Max regresa a su casa y muere, donde se expone la teoría del esperpento.
Epílogo
Escenas XIII-XV: Se consuma el suicidio anunciado al principio de la obra.
Los Personajes en Luces de Bohemia
Un denso mundillo humano puebla la obra, con más de cincuenta personajes. Algunos de ellos se inspiran en seres reales. Sobre los personajes de Luces de bohemia, Valle-Inclán afirmó: «Son peleles, fantoches o patizambos que juegan una tragedia».
En cambio, Buero Vallejo señaló que algunos de esos personajes escapan a la condición de peleles y adquieren una considerable talla humana, como Max Estrella, el obrero catalán o la madre del niño muerto.
Max Estrella y Don Latino
Max Estrella
En él se mezclan el humor y la queja, la dignidad y la indignidad. Junto a su orgullo, posee una amarga conciencia de su mediocridad. Destaca su sentimiento de fraternidad hacia los oprimidos y la ternura que muestra ante la muchachita prostituida.
Don Latino
Es un gran fantoche, un canalla y un miserable por su deslealtad (al final le roba a Max la cartera con el famoso décimo que resultará premiado).
Otros grupos de personajes
Los demás fantoches se agrupan en diferentes categorías:
- Burgueses: El librero Zaratustra, el tabernero Pica Lagartos.
- Policías: El capitán Pitito, Serafín el Bonito.
- Pedantes: El periodista Don Filiberto, Basilio Soulinake.
- Personajes populares: La portera, las prostitutas, la Lunares o los sepultureros.
- El coro: Presente en la Escena XI, en torno a la madre y su niño muerto.
La técnica de caracterización de los personajes es magistral, basándose no solo en sus actos, sino también en su forma de hablar.
El Lenguaje en el Esperpento de Valle-Inclán
Rasgos lingüísticos clave
Deformación
Elemento fundamental del esperpento. Se observa, por ejemplo, en la policía a caballo que habla irónicamente, o en la esperpentización de la muerte del protagonista, donde Basilio Soulinake insiste en que Max no está muerto, sino cataléptico (Escena XIII).
Degradación de los personajes
Se manifiesta por los frecuentes rasgos de animalización. Los hombres se transforman en fantoches o peleles; por ejemplo, cuando Latino se convierte en el «perro» de Max.
Contraste entre lo doloroso y lo grotesco
La cima de esta técnica se alcanza en el velatorio de Max.
Humor
Caracterizado por la mordacidad y la risa agria, sirve de consuelo ante el hambre y los malos gobernantes.
Riqueza y variedad de registros lingüísticos
Se emplean el lenguaje pedante o cursi, el uso paródico de citas literarias, expresiones formularias o administrativas, el desgarro coloquial y los vulgarismos del habla madrileña castiza.
Diálogos ágiles y rápidos
Contribuyen al dinamismo de la obra.
Acotaciones
Poseen un carácter literario y emplean la frase nominal. Destaca especialmente la caricatura del Ministro, que asoma en el despacho con la bragueta desabrochada y los «quevedos» bailándole sobre la panza como dos ojos absurdos (Escena VIII).