El Viaje del Desarrollo Psicológico: Duelos, Cognición y Estructura de la Personalidad
El desarrollo humano es un proceso complejo, marcado por diversas transiciones y aprendizajes. Desde la adolescencia hasta la conformación de la personalidad adulta, el individuo atraviesa etapas cruciales que definen su psique y su interacción con el entorno. Este documento explora conceptos fundamentales de la psicología del desarrollo y la personalidad, abordando los duelos de la adolescencia, los paradigmas de pensamiento, las etapas cognitivas según Piaget y la estructura del aparato psíquico desde una perspectiva psicoanalítica.
Los Duelos de la Adolescencia: Una Perspectiva Psicoanalítica
Según la psicoanalista Arminda Aberastury, cada duelo implica un proceso de renuncia ante la pérdida de un objeto significativo. Este proceso se compone de tres fases esenciales:
- Negación: El sujeto rechaza la idea de la pérdida, mostrando incredulidad, ira o resistencia.
- Resignación: Se admite la pérdida, lo que suele ir acompañado de sentimientos de pena y tristeza.
- Desapego: Se renuncia al objeto perdido, permitiendo la adaptación a la vida sin él y la posibilidad de apegarse a nuevos objetivos.
Aberastury postula que el adolescente debe afrontar tres duelos fundamentales para transitar hacia la adultez:
- Duelo por el cuerpo infantil: El adolescente experimenta cambios corporales rápidos e importantes que, en ocasiones, puede percibir como ajenos o externos, ubicándose en un rol de observador más que de actor de su propia transformación física.
- Duelo por el rol y la identidad infantil: La pérdida del rol infantil obliga al adolescente a renunciar a la dependencia y a asumir nuevas responsabilidades. Paralelamente, la identidad infantil debe ser reemplazada por una identidad adulta, un proceso que a menudo genera angustia debido a la falta de una identidad clara y consolidada durante esta transición.
La Evolución de los Duelos en la Postmodernidad según Obiols
El sociólogo y psicólogo Guillermo Obiols sugiere que los duelos, tal como se concebían en el modernismo, han evolucionado en la postmodernidad. Este cambio se atribuye a una transformación en los valores sociales, donde los valores del yo ideal han cobrado preeminencia, mientras que los del ideal del yo han pasado a un segundo plano.
- El yo ideal se caracteriza por la búsqueda de satisfacción inmediata de los deseos y una menor consideración hacia el otro; representa lo que uno desea ser.
- El ideal del yo, en contraste, valora el esfuerzo, el reconocimiento, la consideración del otro y la postergación de los logros; representa lo que uno debe ser.
Paradigmas de Pensamiento en las Ciencias Sociales
Paradigma de la Simplicidad
La característica central de este paradigma es la racionalidad, que permite la medición y cuantificación de los fenómenos. Observa los fenómenos desde una perspectiva estrictamente objetiva, donde la razón es el eje central. La objetividad prevalece en todo momento, dejando de lado la subjetividad, la cual es considerada aleatoria, insegura e irrelevante en este enfoque.
Paradigma de la Complejidad
Este paradigma aborda los fenómenos desde múltiples ángulos, trascendiendo la objetividad estricta y sin buscar un rumbo único o preestablecido. La subjetividad es su cimiento, propiciando la confrontación dialógica y la participación de diversas disciplinas. Es un enfoque cualitativo que reconoce la ausencia de una verdad absoluta y donde el investigador asume su propia perspectiva y la influencia de su subjetividad en el proceso de conocimiento.
El Desarrollo Cognitivo según Jean Piaget: La Etapa de las Operaciones Concretas
Según Jean Piaget, alrededor de los 7 años, los niños ingresan en la etapa de las operaciones concretas. Esta fase se denomina así porque los niños comienzan a pensar de manera más lógica que en etapas anteriores, siendo capaces de considerar múltiples aspectos de una situación. Sin embargo, su pensamiento aún está limitado a situaciones concretas y al “aquí y ahora”.
Durante esta etapa, los niños realizan muchas tareas a un nivel significativamente superior al que podían en la etapa preoperacional. Desarrollan una mejor comprensión de conceptos clave como:
- Conceptos espaciales: Entienden mejor las relaciones espaciales, la distancia entre lugares y el tiempo estimado para llegar a ellos. Su habilidad para recordar rutas y señales, usar mapas y modelos, y comunicar información espacial mejora con la edad. Aunque niños de 6 años pueden encontrar objetos ocultos, a menudo carecen del vocabulario apropiado para dar instrucciones claras.
- Causalidad: Comprenden las relaciones de causa y efecto.
- Categorización: Mejoran su capacidad para clasificar objetos y eventos en categorías.
- Razonamiento deductivo e inductivo:
- Razonamiento inductivo: De acuerdo con Piaget, los niños en esta etapa utilizan el razonamiento inductivo. A partir de observaciones sobre miembros particulares de una clase (personas, animales, objetos o eventos), llegan a conclusiones generales sobre la clase como un todo.
- Razonamiento deductivo: Aunque en menor medida que el inductivo en esta etapa, comienzan a desarrollar la capacidad de predecir resultados específicos a partir de premisas generales.
- Conservación: Comprenden que ciertas propiedades de un objeto (como la cantidad, el volumen o el peso) permanecen inalteradas a pesar de cambios en su apariencia.
El Yo y su Función en el Aparato Psíquico (Psicoanálisis)
El Yo es la parte de la personalidad que se organiza como resultado de la interacción con el ambiente. Gracias a su capacidad para evaluar y comprender la realidad, el Yo permite al sujeto afrontar las amenazas externas e internas. Se rige por el principio de realidad y en él operan los procesos secundarios (percepción, pensamiento racional).
Es fundamentalmente consciente, y su dominio en las actividades del sujeto es crucial para la salud psíquica. El Yo tiene como fin mediar entre los deseos y demandas del Ello y las exigencias del Superyó, buscando una satisfacción realista en el mundo exterior. Evoluciona con la edad, adaptándose a las distintas exigencias del Ello y actuando como intermediario con el mundo externo.
El Yo se rige por el principio de realidad, buscando satisfacer los impulsos del Ello de manera apropiada y utilizando el razonamiento realista, característico de los procesos secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el Yo debe mediar entre las tres instancias psíquicas (Ello, Yo, Superyó) para mantener la organización integrada del individuo y su equilibrio psicológico.