Literatura del Siglo XVII: El Barroco Español
En el estilo barroco se han distinguido dos tendencias principales: el conceptismo, basado en el ingenio, y el culteranismo, preocupado por la belleza formal. Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián representan el conceptismo; Luis de Góngora, el culteranismo.
Aunque se ha diferenciado entre la corriente conceptista y la culterana, en realidad no hay una oposición tajante entre ellas, porque ambas pretenden una expresión complicada mediante asociaciones ingeniosas y tienen una voluntad minoritaria, ya que obligan al lector a hacer un esfuerzo interpretativo.
Conceptismo y Culteranismo: Dos Estéticas
El Conceptismo
El conceptismo refleja la estética barroca centrada en el intelecto, en el juego de ideas o conceptos, a través de paradojas, antítesis, polisemia, etc. Tiende a la concisión expresiva, a la brevedad, al lenguaje elíptico, y suele emplear metáforas, a menudo despectivas. Se cultivó sobre todo en prosa y menos en poesía.
El Culteranismo
El culteranismo es el nombre despectivo que se dio al estilo de Góngora, a quien se acusaba de oscuro y difícil. La poesía culterana seguía la tendencia iniciada por Fernando de Herrera, en la segunda mitad del Siglo XVI, que aspiraba a crear un lenguaje poético diferente de la lengua común. Lo que caracteriza al culteranismo es la intensificación y acumulación de los recursos que empleaban los poetas barrocos. Los culteranos persiguen la brillantez formal y presentan una realidad embellecida mediante abundantes metáforas e imágenes hiperbólicas de difícil interpretación. Se cultivó en poesía más que en prosa y Góngora, que defendía una poesía minoritaria, es quien mejor representa esta tendencia.
Luis de Góngora (Poesía Culterana)
Es el creador de la poesía culterana. Inventa un lenguaje metafórico que presenta un mundo transformado y embellecido. También escribió poemas de tono burlesco y en formas tradicionales, recogidos en los romances y letrillas.
Obra Poética
Su poesía no pretende representar la realidad, sino transformarla, mediante las metáforas, en un mundo de belleza. La poesía es esteticista. En su obra se distingue una poesía culta y otra cercana a la lírica tradicional.
La Poesía Culta
Góngora escribe una poesía muy culta en sus sonetos, pero esta tendencia se intensifica cuando se retira a Córdoba desengañado del ambiente de la corte. Entonces escribe sus grandes poemas cultos (la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades).
Francisco de Quevedo (Conceptismo y Prosa)
Escribió abundante poesía y prosa. Combina lo culto y lo popular, el tono grave y el burlesco, con un estilo conceptista. La poesía de Quevedo refleja el contraste típico barroco: su lírica reflexiva de tono grave trata temas como el amor, la muerte, la decadencia hispánica, el desengaño y la fugacidad de la vida. Su poesía burlesca se refiere a temas anecdóticos.
Obra General
Es muy variada en todos los aspectos. Además de su obra en verso, tradujo a algunos poetas clásicos y escribió en prosa obras burlescas, políticas, morales y la novela picaresca La vida del buscón don Pablos.
La Poesía
Fue un autor muy conocido en su época. Aunque sus obras no se publicaron hasta después de su muerte, sus composiciones circularon en manuscritos, y sus romances y letrillas se transmitían como canciones. En su obra poética se distinguen dos estilos: la poesía grave, reflexiva y la poesía como juego de ingenio.
Estilo de la Poesía de Quevedo
Su poesía tiende al conceptismo. Entre los rasgos típicos de su poesía se pueden señalar: las metáforas originalísimas, la creación de nuevas palabras, el uso especial de las categorías gramaticales y los abundantes juegos de palabras conceptistas.
La Prosa Narrativa y Didáctica
La narrativa del Siglo XVII presenta novedades respecto a la del siglo anterior: no se cultivan novelas de caballerías (tras la obra de Cervantes), mientras que se desarrollan la novela picaresca (Guzmán de Alfarache y El Buscón), la novela corta y la narrativa alegórica, en la que destaca Baltasar Gracián con El Criticón. En la prosa didáctica, triunfa la sátira.
En los otros géneros novelescos se da una cierta renovación: desaparece la novela de caballerías y se cultiva la novela picaresca, tal vez porque es un género adecuado para transmitir la visión crítica, pesimista y desengañada de la época. En este género destacan Mateo Alemán, con el Guzmán de Alfarache, y Quevedo con El Buscón. En la novela de Mateo Alemán las andanzas del pícaro sirven al autor para expresar su crítica social y moral. Presenta a un protagonista malo por naturaleza. También abunda un tipo de prosa didáctica que se manifiesta a través de sátiras o mediante las colecciones de emblemas.
La Prosa de Quevedo
Escribió una abundante prosa, en la que predominan los temas políticos y morales. Su tono es pesimista, a veces amargo. En su prosa se distinguen obras muy variadas:
- Sátiras morales y alegóricas: Los sueños constituyen una sátira contra diversos tipos sociales, distintas profesiones, etc.
- Obras políticas: En Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás, a partir de textos de los evangelios, hace una dura crítica de la política de su tiempo.
- Obras filosóficas y morales: La cuna y la sepultura, de inspiración ascética, muestra su pesimismo y desengaño ante la existencia.
- Obras de crítica literaria: La culta latiniparla y La aguja de navegar cultos, contra el culteranismo.
- Obras festivas o burlescas: Algunas son La vida de corte y las Cartas del caballero de la Tenaza. Son breves narraciones sobre temas muy variados, cuadros costumbristas en los que aparece una realidad caricaturizada hasta el extremo. Muestran una visión despiadada del ser humano.
- Novela picaresca: El Buscón, que es una de las grandes obras de la picaresca, por la profundidad con que refleja la decadencia moral de la época y por su estilo, un modelo de conceptismo.
El Teatro del Siglo XVII: La Comedia Nueva
El teatro alcanza su plenitud y logra una gran popularidad con dramaturgos como Lope de Vega y Calderón de la Barca. Destaca el éxito del teatro de los corrales, que convive con el teatro religioso y el cortesano, las tres modalidades que existían desde el siglo anterior.
Modalidades Teatrales
Teatro Religioso (Autos Sacramentales)
Se manifiesta a través de los autos sacramentales, que presentaban personajes abstractos en forma de alegoría. Trataban sobre el tema religioso de la eucaristía y presentaban un conflicto entre el bien y el mal. Los autos se representaban en torno al Corpus, al aire libre, frente a la Iglesia. Este tipo de teatro está relacionado con la Contrarreforma, pues era el instrumento más adecuado para explicar al pueblo de forma comprensible un dogma esencial del catolicismo.
Teatro Cortesano
Se representaba en los salones o jardines de los palacios. Bajo el reinado de Felipe IV, las innovaciones escenográficas permitieron conseguir que los actores desaparecieran y volaran, luciendo comedias mitológicas o fantásticas que encandilaban al público cortesano. Calderón usó muchos de esos elementos escenográficos.
Teatro de los Corrales
El teatro popular alcanzó un gran éxito de público en el Siglo XVII, tanto en España como en Inglaterra. Las representaciones teatrales constituían acontecimientos sociales; el teatro era el espectáculo más popular de la época. Los corrales eran patios descubiertos y rodeados de casas. En un extremo del patio solía situarse el escenario. Ante el escenario había bancos a los que se accedía pagando un suplemento, y detrás, de pie, los hombres del pueblo o mosqueteros que mostraban su satisfacción o disgusto por la representación. Las mujeres y hombres estaban separados.
Lope de Vega (El Fénix de los Ingenios)
Lope de Vega fue un excelente poeta, el más sencillo y natural de su época, que escribió lírica de tipo tradicional, sonetos y poesía épica. En la poesía amorosa y religiosa, de fondo autobiográfico, logra una intensa emotividad. Como narrador alcanzó una calidad en su novela dialogada La Dorotea.
Obra Lírica y Narrativa
Fue un poeta popular por sus romances y sonetos. Cultivó abundante lírica de tipo tradicional y sonetos de tema amoroso, religioso y burlesco. Su poesía es emotiva, sincera y de tono humano. También compuso poesía épica con poemas como La hermosura de Angélica y el poema épico burlesco La Gatomaquia. Como narrador, cultivó la novela corta, la novela bizantina, la novela pastoril y, sobre todo, la novela dialogada que recrea sus amores juveniles desde la madurez.
El Teatro de Lope de Vega: La Comedia Nueva
A finales del Siglo XVI, inició un teatro más sencillo que el anterior, que se amoldaba al gusto público y daba agilidad a la representación. Esa nueva forma teatral se llamó Comedia Nueva.
Características de la Comedia Nueva
Creada por Lope de Vega, presenta numerosas innovaciones respecto al teatro anterior. La nueva fórmula alcanzó un gran éxito y quedó fijada como norma de todo teatro del Siglo XVII. La renovación se basa en la ruptura con las normas clásicas, es decir:
- Rechazo de las tres unidades: Según Aristóteles y los renacentistas, la obra dramática debía reflejar las unidades de lugar, tiempo y acción. Lope decide acabar con las restricciones que esta tradición clásica imponía a la obra dramática y hace todos los cambios que considera que serían del gusto del público. La unidad de acción es la más respetada por Lope, aunque junto a la acción principal establece una secundaria que le sirve de contraste.
- La obra se presenta en tres actos: Acoge esta innovación, puesta en práctica por compañías italianas y valencianas que conoció durante su destierro. A grandes rasgos, los actos corresponden a la exposición, nudo y desenlace del argumento.
- Mezcla de lo trágico y lo cómico: Mientras la tradición imponía tonos diferenciados para la tragedia y la comedia, en el teatro de Lope se mezclan tonos y ambientes diferentes.
- Uso de diferentes tipos de versos (Polimetría): La obra está escrita en verso.
- El decoro: Es la adecuación entre el tipo de personaje y su forma de hablar.
- La figura del gracioso: Se trata de un personaje que proviene de la evolución y profundización del bobo de Lope de Rueda y a veces alcanza bastante complejidad.
- Intercalación de elementos líricos: Canciones y bailes animan y dan colorido y vistosidad al espectáculo, algo muy apreciado por el público del momento.
Temas del Teatro de Lope de Vega
Lope defendía la libertad en la elección de temas, y su teatro presenta una temática variada: religiosa, de enredo, etc. Pero el autor opinaba que los temas que más conmovían al pueblo eran los conflictos de honra y honor. Los temas se clasifican en:
- El tema religioso: Aparece en autos sacramentales y en comedias.
- Comedias de historia y leyendas españolas: Están basadas en asuntos que toma de las crónicas, leyendas y canciones, como El caballero de Olmedo.
- Comedias contemporáneas de amor y enredo: Obras llenas de intrigas que se sitúan en ambientes rurales o urbanos de la época y que giran en torno al tema amoroso, con alcahuetas, muchachas que se disfrazaban de hombres, etc. Suelen tener un tono desenfadado y un final feliz. Ejemplo: El perro del hortelano.
Calderón de la Barca (Visión Profunda del Barroco)
Calderón de la Barca refleja una visión del mundo muy propia del Barroco, pesimista y conservadora: la vida es pura vanidad, un sueño del que despertaremos al morir, y el mundo es el teatro en el que actuamos según el papel que nos ha adjudicado el autor-Dios. Es un teatro culto, que plantea temas profundos mediante personajes simbólicos y que revela una cuidada elaboración en la trama y el estilo. Calderón parte de la fórmula de Lope, pero evoluciona en una dirección, al suprimir lo secundario y profundizar en el esquema central de la obra: la elaboración de la trama, el tema y los personajes. El teatro de Calderón evoluciona en ese proceso de esquematización.