Filósofos Presocráticos: Los Orígenes del Pensamiento Occidental
Parmenides
Parmenides asentó su filosofía sobre una verdad fundamental: el ser es, tiene existencia; el no ser no es, no existe. El no ser es impensable. El ser humano solo puede pensar en aquello que existe; lo no existente es absurdo, impensable y contradictorio.
- Lo que es no puede cambiar. El cambio supone que se deja de ser una cosa y se pasa a ser otra; el cambio es, por tanto, pura ilusión.
- El no ser no existe y es impensable, por lo que tampoco puede haber movimiento.
- El ser es único.
- El ser es una esfera homogénea y maciza.
Heráclito
Su concepción del mundo parte de que toda la realidad está en constante cambio, movimiento y devenir. Heráclito da a entender que está cambiando constantemente de un estado a otro. Asegura que nadie puede bañarse dos veces en el mismo río. Apunta a que detrás de todos estos cambios y movimientos hay una perpetua lucha entre contrarios, una tensión entre opuestos. Defiende que detrás de todos los procesos naturales hay un orden, en el que el fuego ocupa una posición central. El resto de elementos (agua, tierra, aire) proceden del fuego y terminan convirtiéndose en fuego.
Tales de Mileto
Aseguraba que todo procedía de un principio natural, el agua, a partir del cual se derivan las demás realidades (rocas, plantas o animales).
Anaxímenes
Identificó el arjé con el aire. A partir de este elemento se origina toda la naturaleza gracias a dos procesos: condensación y rarefacción. El proceso de condensación consiste en comprimir lo disperso; el proceso de rarefacción, el proceso opuesto, lo comprimido se dispersa.
Pitágoras
Según los pitagóricos, todas las cosas están formadas por números. Conciben la naturaleza, el cosmos, como un todo viviente y divino donde hay armonía y orden. El paso del día a la noche, el cambio de las estaciones… son procesos que muestran regularidad que anida en lo más profundo de la naturaleza, una realidad y armonía que surgen de las relaciones numéricas.
Empédocles
Reconoce la existencia de los cuatro elementos (tierra, aire, agua, fuego) a partir de cuya combinación se forman tanto los seres vivos como los inertes.
- El universo es pleno: los cuatro elementos llenan todo el universo, no hay vacío.
- El universo es eterno: no ha sido creado, ha existido desde siempre.
- El universo es finito: tiene unos límites definidos, más allá de los cuales no hay nada.
Empédocles introdujo dos fuerzas: el amor y la discordia; en el amor se unen y en la discordia se separan.
Demócrito
Empédocles introdujo dos fuerzas: el amor y la discordia; en el amor se unen y en la discordia se separan.
Es el principal representante del atomismo. Su filosofía radica en afirmar la existencia de los átomos y del vacío.
Los Átomos
La realidad no es infinitamente divisible, sino que está formada por unos minúsculos corpúsculos indivisibles que denominaron átomos. Son individuales, como el ser de Parmenides; son esferas homogéneas, indivisibles y macizas. Para el atomismo, la realidad reside en los átomos.
El Vacío
Los atomistas, a diferencia de Parmenides y de la mayoría de filósofos griegos, defendían la existencia del vacío, de la nada. Consideran que el vacío es necesario para que se produzca el movimiento.
Platón y Aristóteles: Pilares de la Filosofía Clásica
Teoría de las Ideas de Platón
Platón formuló la Teoría de las Ideas con el objetivo de superar las concepciones contradictorias de pensadores como Parmenides y Heráclito. Platón acepta que el mundo sensible se encuentra en un constante cambio y devenir. Y añade que no es posible hacer ciencia sobre aquello que está en perpetuo cambio. Platón está convencido de que es posible el conocimiento seguro y firme. La Teoría de las Ideas defiende la existencia de dos mundos. Uno es el mundo en el que vivimos, y en el que se encuentran los seres materiales; es el mundo sensible, caracterizado por la imperfección.
Teoría de las Ideas de Platón (Continuación)
Sin embargo, este mundo sensible se encuentra en un constante cambio y devenir. Y añade que no es posible hacer ciencia sobre aquello que está en perpetuo cambio. Platón está convencido de que es posible el conocimiento seguro y firme. La Teoría de las Ideas defiende la existencia de dos mundos. Uno es el mundo en el que vivimos, y en el que se encuentran los seres materiales; es el mundo sensible, caracterizado por la imperfección. Sin embargo, este mundo sensible es como una sombra de otro mundo, caracterizado por la perfección, en el que se encuentran las Ideas. Platón defiende una concepción dualista de la realidad, un dualismo ontológico.
Conceptos Aristotélicos
Sustancia y Accidente
La sustancia se define como todo aquello que existe y que es una realidad concreta. Cada sustancia es diferente al resto, es individual y forma una unidad. Aristóteles es realista, considera que, independientemente de las facultades del pensamiento, existe un mundo externo, la realidad sustancial, que es posible conocer y entender mediante nuestro intelecto. Para describir una sustancia hay que tener en cuenta las muy distintas maneras en las que ese objeto puede presentársenos. Las características que pueden atribuirse a una sustancia y que no pueden existir con independencia de ella se denominan accidentes. Según Aristóteles, toda sustancia se define al determinar su género y su diferencia específica.
Materia y Forma
Las sustancias o entidades son, según Aristóteles, un compuesto de materia y forma. La materia es todo aquello capaz de recibir una forma. Es el elemento diferenciador que distingue a los individuos de un mismo género; es el principio de individuación. La forma es la organización y disposición de la materia. Es la esencia del objeto, lo universal que hay en tal objeto.
Acto y Potencia
Se denomina potencia a todas las posibilidades de realización que se encuentran en los seres. El acto es la realización que se encuentran en los seres. El acto es la realización concreta a la que han llegado los seres en un momento preciso. El acto es, por tanto, la actualización de alguna característica que una sustancia en potencia. Por tanto, para Aristóteles, todas las cosas materiales se componen de acto y potencia.
Acto y Potencia (Continuación)
Es decir, cualquier ser vivo o inerte, tiene unas características concretas, pero también tiene otras que todavía no han llegado a ser realidad.
La Verdad en la Filosofía: Diversas Perspectivas
La Noción Griega de la Verdad
En la Cultura Hebrea
La idea de verdad se refiere primordialmente a las personas, al compromiso que se adquiere al realizar una promesa. Verdad es fiabilidad, es confianza, que inspira y que merece quien es fiel.
En la Cultura Griega
La verdad se refiere originalmente tanto a la realidad como al conocimiento. La verdad se opone a las apariencias; la verdad se identifica con la realidad misma. Un conocimiento es verdadero cuando capta la verdad de las cosas, cuando no se queda en las apariencias.
La Verdad como Adecuación
La verdad es la adecuación de la cosa y del entendimiento, según repite Tomás de Aquino. Las cosas son verdaderas por su adecuación o conveniencia con el entendimiento, pero en este caso con el entendimiento divino. La teoría tradicional de la adecuación establece que la verdad y la falsedad se dan en el juicio, la verdad y la falsedad se dan en los enunciados o proposiciones.
falsedad se dan en los enunciados o proposiciones.
Teoría Semántica de la Verdad
Comienza por insistir en que la verdad y la falsedad son propiedades de las proposiciones. Es necesario distinguir niveles en el lenguaje: el primer nivel de lenguaje es aquel en el cual hablamos de las cosas. Este nivel se denomina lenguaje-objeto. Un nivel superior es el que hablamos acerca de las cosas. Este nivel se denomina metalenguaje respecto al primero. Esta teoría se limita a proponer una definición de verdad en la cual no se dice nada acerca de la relación entre las propiedades y la realidad. Por ello, como señaló el propio Tarski, es compatible con cualquier teoría filosófica de la verdad, sea la teoría de la correspondencia, sea cualquiera otra de las teorías.
La Verdad como Coherencia
No tiene sentido hablar de verdad y de falsedad respecto de proposiciones tomadas aisladamente. Esta teoría afirma que una proposición es verdadera si es coherente con el resto de las proposiciones del sistema. La palabra coherencia puede entenderse en dos sentidos: débil y fuerte. En sentido débil: la coherencia es la ausencia de contradicción. En sentido fuerte: la coherencia es deducibilidad.
La Verdad como Acuerdo Racional
Un enunciado es verdadero cuando puede alcanzar la aceptación de todos en un diálogo en el cual se argumente sin ningún tipo de limitación. La verdad se entiende, por tanto, como un acuerdo racional de todos los interlocutores en un diálogo sin limitaciones.
La Verdad como Acuerdo Racional (Continuación)
Únicamente de todos en un diálogo en el cual se argumente sin ningún tipo de limitación. La verdad se entiende, por tanto, como un acuerdo racional de todos los interlocutores en un diálogo sin limitaciones.
Pragmatista
Rechaza que el conocimiento tenga una función meramente teórica. El conocimiento tiene siempre una función práctica; como consecuencia de ello, los filósofos pragmatistas identifican la verdad con la utilidad en el sentido más amplio de este término.
Principios Metafísicos Fundamentales
El Principio de No Contradicción
Expresa la necesidad de no contradecirse; es imposible afirmar y negar un mismo predicado a un mismo sujeto al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. Dos proposiciones contradictorias no pueden ser a la vez verdaderas.
El Principio de Identidad
A es necesariamente A: el ser es; el no ser no es. El predicado añade al sujeto el carácter de necesidad que tiene el ente de ser lo que es y no otra cosa. Es otra forma de expresar el principio de contradicción.
El Principio del Tercer Excluso
Cualquier cosa es o no es, no cabe término medio. O bien: no hay medio entre dos proposiciones contradictorias. O es o no es, y no hay más.
El Principio de Razón Suficiente
Todo ente tiene una razón suficiente de su existencia. O bien: todo ser tiene una razón suficiente de ser. Se refiere a la necesidad de una explicación, de una razón, para dar por sentado un ente cualquiera. Las cosas no existen por casualidad; siempre se puede encontrar una razón de su existencia.