Cronología Histórica de Al-Ándalus, la Conquista de América y los Modelos de Repoblación Medieval

La Presencia Islámica en la Península Ibérica: Al-Ándalus (711-1492)

Conquista Musulmana (711-714)

Tras la muerte del rey Witiza, el duque Rodrigo se proclamó rey, provocando una guerra civil. Musa, gobernador de África, aprovechó las disputas internas y comenzó la conquista musulmana de la península. En poco tiempo, los musulmanes dominaron casi toda la península. La ocupación se realizó de dos formas: quienes resistieron perdieron tierras y derechos, mientras que quienes se rindieron voluntariamente conservaron sus derechos a cambio de tributos.

Emirato Dependiente (714-756)

Al-Ándalus fue una provincia del Califato de Damasco, gobernada por un emir delegado del califa. Durante este periodo hubo campañas militares, algunas con derrotas, como la batalla de Covadonga y la de Poitiers, y conflictos internos como la rebelión bereber de 741.

Emirato Independiente (756-929)

Tras la revolución en Oriente Medio que destruyó a los omeyas, Abd al-Rahman I llegó a España y se proclamó emir independiente políticamente, aunque seguía reconociendo la autoridad religiosa del califa de Bagdad. Fue un periodo de consolidación y reorganización del poder musulmán en Al-Ándalus.

Califato de Córdoba (929-1031)

Abd al-Rahman III se proclamó califa, logrando la independencia política y religiosa. Este fue el momento de mayor esplendor político, cultural y artístico, especialmente bajo Al-Hakam II. Militarmente, Almanzor lideró campañas contra los cristianos del norte, no para ocupar, sino para saquear. Tras su muerte, las luchas internas provocaron la fragmentación del califato.

Reinos de Taifas (1031-1090)

Con la deposición de Hisham III, Al-Ándalus se dividió en numerosos reinos de taifas, con frecuentes disputas y anexiones. Estos reinos seguían siendo ricos y culturales, pero dependían del pago de tributos a los cristianos debido a su inferioridad militar.

Unificación Almorávide (1090-1145)

El avance cristiano obligó a los reinos taifas a solicitar ayuda a los almorávides del norte de África. Yusuf, su líder, venció a Alfonso VI en Sagrajas, pero no consolidó su poder tras no recuperar Toledo ni Zaragoza. Su fanatismo religioso generó descontento y la llegada de los almohades aceleró la descomposición del poder almorávide, devolviendo la fragmentación de los reinos taifas.

Unificación Almohade (1146-1232)

Los almohades intentaron reunificar Al-Ándalus y destruyeron lo que quedaba del poder almorávide. Sevilla se convirtió en la capital. Obtuvieron victorias como Alarcos, pero sufrieron derrotas decisivas como Navas de Tolosa (1212), que marcaron su declive. Surgieron los terceros reinos de taifas, casi todos conquistados por los cristianos, excepto Granada.

Reino Nazarí de Granada (1237-1492)

El reino nazarí de Granada fue fundado por Muhammad I y dividido en tres coras: Elvira, Rayya y Pechina. Durante dos siglos tuvo disputas internas y sufrió la presión de Castilla, pagando tributos y reconociendo su vasallaje. Finalmente, en 1492, los Reyes Católicos conquistaron Granada, cerrando la Reconquista, que duró ocho siglos desde la llegada de Musa y Tariq en 711.

La Expansión Europea y el Descubrimiento de América

La caída de Constantinopla en 1453 cortó las rutas comerciales entre Europa y Oriente, dificultando la llegada de seda y especias. Por eso, Portugal buscó rodear África para llegar a India y las Islas de las Especias. Cristóbal Colón, un marinero genovés, propuso llegar a esas zonas navegando por Occidente, pero necesitaba financiación. Intentó convencer al rey de Portugal en 1482, pero fue rechazado porque Portugal prefería la ruta africana. Más tarde, los Reyes Católicos aceptaron su proyecto tras la conquista de Granada, ya que la aventura podía dar grandes beneficios y se perdía poco si fracasaba.

Los Viajes de Colón y las Capitulaciones de Santa Fe

El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, financiando el viaje de Colón y otorgándole los títulos de virrey, gobernador y almirante, además del 10% de las ganancias de las tierras descubiertas. Colón partió del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 con tres barcos: la Santa María, la Pinta y la Niña, con unos 90 hombres. Tras una escala en Canarias, y después de cinco semanas de travesía, llegaron a Guanahaní (Bahamas) el 12 de octubre de 1492, y después descubrieron Cuba y Santo Domingo.

Al regresar a España, Colón llevó oro, objetos exóticos e indígenas a los Reyes Católicos y recibió recursos para su segundo viaje en 1493, con diecisiete barcos y unos 1.500 hombres. En este viaje se exploraron mejor las Antillas y se comprobó que no eran solo islas pequeñas, sino un conjunto de territorios extensos. También se evidenció que Colón era buen marinero pero mal gobernador, incapaz de controlar a los colonos, que abusaron de los indígenas, esclavizándolos y vendiéndolos. Colón realizó dos viajes más convencido de que buscaba la ruta a China, pero en 1500 fue arrestado por abusos y murió en 1506 en Valladolid sin saber que había descubierto un continente. Los portugueses descubrieron Brasil en 1499 y Américo Vespucio reconoció la costa sur en 1500, dando nombre al continente.

La Partición Territorial y la Conquista Continental

Portugal consideraba el viaje de Colón una violación del Tratado de Alcáçovas, por lo que en 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas, que establecía la división norte-sur y aseguraba a Portugal el dominio de Brasil. Tras tomar las Antillas, a partir de 1519 comenzaron expediciones hacia el continente. Hernán Cortés desembarcó en México y conquistó el Imperio Azteca, mientras que Francisco Pizarro inició en 1531 la conquista del Imperio Inca en Sudamérica. Hacia 1540 la conquista de América estaba prácticamente concluida, aunque el control real no cubría todo el territorio.

Tras la conquista comenzó la colonización. Los exploradores firmaban capitulaciones con la Corona, fijando objetivos y reparto del botín. Hacia 1550 unos 150.000 hombres emigraron, se adueñaron de la tierra y obligaron a los indígenas a trabajar mediante el sistema de encomienda.

La Administración Colonial

Las instituciones coloniales copiaban las de Castilla y se estabilizaron a partir de 1520. En España funcionaban dos importantes:

  • La Casa de Contratación (originalmente Casa de Indias), creada en 1503 en Sevilla, que controlaba toda la actividad económica entre España y las colonias.
  • El Consejo de Indias, creado en 1524 por Carlos V, que actuaba como tribunal, organismo consultivo y tenía facultad para proponer leyes y nombrar cargos.

En América se organizaron unidades territoriales como los virreinatos (Nueva España, Nueva Granada, Perú) con gran autonomía y gobernados por virreyes, las audiencias y gobernaciones, similares a las de Castilla, en las ciudades principales, y las capitanías generales, zonas con fines militares.

Modelos de Repoblación de la Península Ibérica (Siglos IX-XIV)

Este apartado describe cómo se repoblaron las tierras de la Península Ibérica durante la Edad Media, entre los siglos IX y XIV, después de que los cristianos conquistaran territorios a los musulmanes. El proceso muestra las diferentes formas de repoblación, los avances de la frontera cristiana y las zonas donde vivían musulmanes bajo dominio cristiano (mudéjares).

Tipos de Repoblación

  1. La Presura (Color Morado)

    Representa la repoblación nobiliaria y eclesiástica. Su territorio se extiende por el norte del río Duero y las zonas cercanas a los Pirineos. La presura era la ocupación de tierras vacías por campesinos, nobles o monjes. Según el derecho romano, quien cultivaba una tierra despoblada se convertía en su dueño. Dio lugar a pequeñas y medianas propiedades (minifundios). En Cataluña y el Pirineo se llamó aprissió.

  2. Repoblación ConcejiI o de Iniciativa Real (Color Rosa)

    Los reyes querían atraer población a las zonas de frontera, así que daban Fueros o Cartas Pueblas, que ofrecían ventajas y derechos a quienes se instalaban allí. Surgieron ciudades con concejos libres, con propiedades medianas y muchas tierras comunales (de todos los vecinos). Su territorio abarca desde el río Duero hasta los Montes de Toledo y el valle del Ebro.

  3. Repartimientos (Color Verde)

    Después de conquistar una ciudad, el rey repartía las tierras entre quienes habían ayudado en la guerra. Los nobles, el clero y las órdenes militares recibían las partes más grandes (donadíos). Así aparecieron los latifundios, grandes fincas con pocos dueños. Su territorio va desde el valle del Guadalquivir hasta la costa levantina, incluyendo Castellón y Murcia.

  4. Tierras de las Órdenes Militares (Color Naranja)

    Las órdenes de Alcántara, Calatrava y Santiago recibieron grandes zonas casi vacías, sobre todo en Extremadura, La Mancha y parte de Teruel. Las dividieron en encomiendas, dirigidas por un comendador. Los campesinos trabajaban las tierras y las órdenes les protegían. Predominó la ganadería y los latifundios.

  5. Los Mudéjares (Zonas Rayadas)

    Eran musulmanes que vivían en territorios cristianos. Pagaban impuestos como la jizya y seguían su religión, su lengua y sus costumbres. Vivían sobre todo en el valle del Ebro, Teruel, Cuenca, Valencia, Murcia, Córdoba, Jaén, Sevilla y Badajoz. Su presencia disminuyó con el tiempo y fueron expulsados entre los siglos XV y XVI.

Elementos Cartográficos y Consecuencias

Los puntos rojos marcan ciudades que recibieron un fuero, típicas de la repoblación concejil. Las líneas de colores indican cómo fue avanzando la frontera cristiana desde el siglo X hasta el XIV, cuando solo quedó musulmán el reino nazarí de Granada.

El proceso de repoblación provocó una gran diferencia entre el norte y el sur:

  • En el norte, predominaban las pequeñas propiedades campesinas (minifundios).
  • En el sur, se formaron grandes fincas (latifundios) en manos de nobles y órdenes militares, mientras los campesinos trabajaban por un salario (jornaleros).

Este desigual reparto de la tierra fue el origen de muchos conflictos agrarios que continuaron durante siglos en la historia de España.

Estudio de Caso: La Repoblación de Cádiz en el Siglo XIII

1. Contexto Histórico

El texto trata sobre la repoblación de Cádiz en el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1284). Su objetivo era asegurar el dominio cristiano en Andalucía después de conquistar la ciudad. Cádiz tenía una gran importancia estratégica y económica por su puerto, lo que la hacía atractiva para el comercio y la navegación. Alfonso X utilizó la repoblación por repartimientos, típica del sur, para atraer a una población variada y fortalecer el control cristiano. Muchos repobladores procedían del País Vasco, Santander, la Meseta Central y otras zonas de Andalucía.

2. Tipos de Repoblación en la Península Ibérica (Recapitulación)

A continuación, se resumen los principales modelos de repoblación:

  • La Presura (Siglos VIII-X): Se aplicó en las tierras del norte del Duero y el piedemonte pirenaico. Consistía en ocupar tierras vacías y cultivarlas; quien las trabajaba se convertía en su dueño. Fue una iniciativa de campesinos, nobles o monjes, y dio lugar a una sociedad con pequeñas y medianas propiedades.

  • La Repoblación ConcejiI (Siglos XI-XII): Se desarrolló entre el Duero y los Montes de Toledo, y en el valle del Ebro. El territorio se organizaba en concejos con un representante del rey y caballeros que protegían la zona. El monarca otorgaba fueros o cartas pueblas, que regulaban la vida de los vecinos. El resultado fue una propiedad mediana libre con muchas tierras comunes.

  • La Repoblación por Órdenes Militares (Siglo XIII): Se dio en el valle del Guadiana, Teruel y el norte de Castellón. Las órdenes de Calatrava y Santiago recibieron grandes extensiones de tierra por su ayuda en la conquista. Estas tierras se dividían en encomiendas. La estructura resultante fueron latifundios dedicados sobre todo a la ganadería.

  • La Repoblación por Monjes: Pequeños grupos de monjes fundaron asentamientos que más tarde se convirtieron en grandes monasterios, como Sahagún, San Millán de la Cogolla, Santo Domingo de Silos, Ripoll y Poblet. Estos monasterios poseían amplias tierras y atraían a muchos campesinos.

3. Consecuencias Territoriales

En el norte de Hispania se generalizó la pequeña propiedad (minifundios), mientras que en el sur abundaron los latifundios, en manos de nobles y órdenes militares. Los campesinos trabajaban para ellos a cambio de un jornal. Este mal reparto de la tierra fue la causa de conflictos agrarios que se mantuvieron durante siglos en la historia de España.