De la Caída del Zarismo al Ascenso de Hitler: Movimientos Políticos y Crisis Global (1870-1933)

Partidos Políticos de Oposición al Zarismo

A partir de 1870, apareció el movimiento naródniki (populista), que defendía la abolición del zarismo y la implantación de un comunismo agrario, alimentado por la propia tradición comunal rusa y eslava. La organización «Tierra y Libertad» intentó llevar a cabo este programa político sin éxito.

De esta corriente surgieron dos nuevas líneas políticas:

  1. El Nihilismo: Cuyo principal objetivo era acabar con el zarismo mediante atentados. Fue uno de los orígenes del anarquismo ruso.
  2. El Partido Social Revolucionario (SR): Conocidos como «eseritas» por sus siglas.

Desde 1898, llegaron postulados marxistas a través de Plejánov, quien, junto a otros marxistas rusos, impulsó la fundación del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Este se fracturó en dos facciones:

  • Facción Menchevique: Defendía que Rusia debía completar su evolución hacia un régimen burgués y capitalista. Kerenski fue uno de sus líderes.
  • Facción Bolchevique: Defendía el paso inmediato a la vía revolucionaria obrera y campesina para acabar no solo con el zarismo, sino también con el capitalismo, y crear después una sociedad socialista.

En 1905, se formó el Partido Constitucional Demócrata (KDT o «Cadetes»), que defendía una reforma política tendente a la conversión del zarismo en una monarquía constitucional y parlamentaria, a imitación de las existentes en Europa Occidental.

La Revolución de 1905

Las pésimas condiciones de vida del campesinado y el proletariado ruso no hicieron más que empeorar, aumentando la agitación política y social. Esta alcanzó su máxima tensión tras la derrota rusa en la guerra contra Japón, lo que incrementó el descrédito del zar.

El Domingo Sangriento

La agitación comenzó con huelgas en San Petersburgo en enero de 1905. Durante una manifestación obrera ante el Palacio de Invierno, que reivindicaba reformas sociales y políticas, las autoridades ordenaron disparar a la multitud, produciéndose una matanza. Este evento es conocido como el Domingo Sangriento.

Esta masacre provocó la extensión de un movimiento revolucionario organizado por los partidos clandestinos contra el gobierno zarista, que se tradujo en huelgas y la creación de los Sóviets de campesinos y obreros. Algunas unidades del ejército se unieron al movimiento. Los revolucionarios exigían tierras para los campesinos y reformas democráticas y sociales.

El Manifiesto de Octubre

Ante la gravedad de la situación, el zar promulgó el Manifiesto de Octubre, que reconocía las libertades civiles del pueblo ruso e instituía un parlamento, la Duma. Estas medidas contribuyeron a apaciguar la situación social y permitieron al gobierno dedicarse a perseguir a los líderes revolucionarios.

La Revolución de Octubre de 1917

Los bolcheviques fueron ganando apoyo de los sóviets, incluidos los de mayor peso, como el de San Petersburgo (dirigido por Trotski). Existía gran insatisfacción por la falta de reformas políticas y sociales, y el país atravesaba un caos económico.

Lenin dio instrucciones para comenzar una insurrección armada, que estaría dirigida por Trotski y coincidiría con el II Congreso de los Sóviets de Rusia, que se celebraría en San Petersburgo. La noche del 24 de octubre, las milicias bolcheviques tomaron la ciudad y la sede del gobierno, cuyos miembros fueron detenidos. Mencheviques y socialrevolucionarios protestaron por esta acción unilateral y abandonaron el Congreso de los Sóviets.

Los bolcheviques crearon un gobierno en solitario: el Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin.

Bandos de la Guerra Civil Rusa (1918-1921)

La principal oposición al nuevo gobierno bolchevique provino de las fuerzas partidarias del zarismo, especialmente de antiguos mandos militares que crearon sus propios ejércitos, conocidos como los Rusos Blancos.

Estas tropas contaron con apoyo internacional (británico, francés, norteamericano y japonés).

A pesar de que inicialmente las fuerzas militares de los bolcheviques eran muy escasas, Trotski consiguió crear el llamado Ejército Rojo, una fuerza muy disciplinada militar y políticamente. El Ejército Rojo aprovechó la falta de coordinación entre los Rusos Blancos y consiguió recuperar el control de las grandes zonas del país, poniendo fin a la Guerra Civil.

La Nueva Política Económica (NEP)

Lenin decidió dar un giro en la política económica, inaugurando la Nueva Política Económica (NEP). Este modelo permitía cierta libertad en el campo, la pequeña industria y el comercio, pero mantenía el control del Estado sobre los sectores clave de la economía.

Esta nueva política favoreció la expansión económica y la aparición de una nueva clase media, tanto en el mundo rural como en el urbano, a la que se denominó «nepman».

La Lucha por el Poder tras Lenin

Se reforzó el régimen unipartidista del Partido Comunista Ruso (PCUS), cortando de raíz cualquier disidencia política. Cuando Lenin enfermó, comenzó una lucha por el poder entre los principales dirigentes comunistas.

Los dos contendientes principales fueron:

  • Trotski: A quien Lenin, a pesar de sus méritos, no nombró sucesor.
  • Stalin: Quien era el Secretario General del partido.

Stalin, aunque era un personaje oscuro, tenía el control de los mecanismos internos del partido. Además, contaba con el apoyo de algunos rivales de Trotski (como Kaménev, Zinóviev o Bujarin).

El Crack de 1929 y la Gran Depresión

En octubre de 1929 se produjo la quiebra de la Bolsa de Nueva York, lo que contagió la actividad económica y financiera de Estados Unidos y se convirtió en una crisis mundial.

Causas del Crack Bursátil

Las causas del colapso bursátil se encontraban en los desequilibrios económicos de los años 20:

  1. Crisis de las actividades industriales tradicionales.
  2. Disminución del consumo por la caída de los salarios.
  3. Crisis de la construcción.
  4. Aumento de las actividades especulativas.

A pesar de estos síntomas negativos, el valor de las acciones siguió subiendo y la gente invertía en bolsa masivamente, lo que ocasionó una burbuja especulativa. Los bancos concedían créditos que la gente utilizaba para invertir en bolsa.

El Colapso y la Depresión

Cuando las acciones, a causa de la contracción de la producción y la restricción del crédito, comenzaron a bajar, la gente se asustó y empezó a vender. El 19 de octubre ya se había desatado el pánico: todos querían vender, y al salir tantas acciones, el mercado colapsó.

A partir de ese momento, comenzó una reacción en cadena y la economía de los Estados Unidos también colapsó, dando inicio a la Gran Depresión.

Al hundirse los bancos, los ahorros de los inversionistas se perdieron y el crédito se paralizó. Los bancos quebraron porque la gente retiró su dinero y porque no pudieron cobrar los créditos concedidos a quienes invirtieron en bolsa. La crisis se extendió a la industria, y el paro se disparó. Mucha gente sufrió hambre y miseria porque no existía ningún sistema de cobertura social.

Al hundirse los precios y la capacidad de consumo en el mundo rural, la miseria se extendió por el campo, y mucha gente perdió sus granjas. Disminuyó el índice de natalidad. Esta situación se extendió al resto del mundo: los países exportadores vieron caer la demanda, y los bancos europeos se contagiaron de la crisis americana. En 1932, ya había 30 millones de parados a nivel global.

El Ascenso del Nazismo en Alemania

La República de Weimar

En noviembre de 1918, el káiser se vio obligado a abdicar debido a un levantamiento popular. Se proclamó la República y se nombró a Ebert como canciller, con la misión de firmar el armisticio y frenar a los revolucionarios de izquierdas. En 1919, los comunistas iniciaron un movimiento revolucionario. El gobierno recurrió al apoyo de fuerzas paramilitares que consiguieron abortar este intento.

Se celebraron elecciones para crear una asamblea constituyente en la ciudad de Weimar. Esta Constitución estableció una república federal con un parlamento elegido por sufragio universal. Se formó una coalición de gobierno compuesta por el Partido del Centro, el Partido Democrático y el Partido Socialdemócrata.

La economía alemana colapsó, lo que generó un gran descontento social hacia la democracia y aumentó la actividad golpista. Con la aplicación del Plan Dawes y el Pacto de Locarno, comenzó una cierta estabilidad económica y política.

El Partido Nacionalsocialista (NSDAP)

En 1919, se fundó un pequeño partido nacionalista y racista, el Partido de los Trabajadores Alemanes, al que se unió Hitler. Más tarde, este le cambió el nombre a Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP).

Su ideología defendía una dictadura nacionalista y una política racista que preservaba la pureza racial y la eliminación de los supuestos enemigos de Alemania (marxistas y judíos).

Hitler lideraba el partido y, en 1923, intentó dar un golpe de Estado (Putsch de Múnich), pero fracasó y fue encarcelado. Al salir, replanteó los postulados del partido y decidió convertirlo en un movimiento de masas y participar en la vía parlamentaria.

El Impacto del Crack del 29

Al producirse el Crack del 29, la población se empobreció y el paro se extendió, lo que provocó un desprestigio de los partidos demócratas y aumentó el apoyo a los nazis, quienes prometían soluciones radicales.

En las elecciones presidenciales de 1932, se impuso Hindenburg, quien nombró canciller a Von Papen. En las elecciones parlamentarias de 1932, los nazis fueron la fuerza más votada, pero sin mayoría absoluta. Von Papen ofreció a Hitler entrar al gobierno, pero este se negó.

Finalmente, a causa de las luchas internas, Von Papen persuadió a Hindenburg para nombrar a Hitler canciller (enero de 1933). Una vez en la Cancillería, Hitler empezó a acumular poder y consiguió convocar nuevas elecciones en marzo de 1933. La campaña electoral estuvo plagada de violencia. En ese momento se produjo el incendio del Reichstag, que los nazis achacaron a los comunistas.