El Amor en el Siglo de Oro: Petrarquismo, Mística y Simbolismo

El Amor en el Siglo de Oro: Petrarquismo, Neoplatonismo y Mística

Orígenes: Petrarquismo, Amor Cortés y Neoplatonismo

La concepción del amor en los Siglos de Oro tiene como punto de partida a Petrarca, quien reúne dos filosofías del amor muy próximas: el amor cortés y el Neoplatonismo.

El Amor Cortés

Es un amor imposible, inalcanzable, dirigido a una dama a la que se considera superior. Es un amor no correspondido, que nunca puede consumarse, por lo que está condenado a permanecer en secreto.

Neoplatonismo

Según esta filosofía, el mundo es un reflejo de la belleza suprema y el hombre, desterrado en el mundo, debe aspirar a alcanzar la felicidad, una anticipación de la gloria divina, a través del amor y de la contemplación de la belleza. Así, el amor es un camino que conduce hacia Dios, una fuerza que eleva a lo absoluto, a la verdad suprema.

La Idealización de la Amada

La belleza de la dama es un reflejo de la belleza y de la armonía divina. Uno de los primeros tópicos de la poesía amorosa es la contemplación de la amada, que supone una forma de elevación espiritual hacia Dios, una anticipación de la gloria divina.

La contemplación amorosa da paso a la descripción de la amada, llevada a cabo a partir de los rasgos convencionales característicos del ideal de belleza femenino de la época: cabello dorado, ojos negros o verdes, tez pálida, mejillas sonrosadas, dientes blancos… Todos estos rasgos se repiten en todos los poetas.

Hay que destacar la importancia de los ojos y la identificación frecuente de la amada con la luz, de modo que la ausencia de la luz representa la ausencia de la amada, el desamor que produce oscuridad y niebla, imágenes que representan el dolor del amante.

El Sufrimiento del Enamorado

La ausencia de la amada provoca el sufrimiento del enamorado. En la mayoría de los poemas, el amor llega a identificarse como sufrimiento. Ahora bien, también en otros poemas el amor se convierte en el elemento que da sentido a la vida y que suaviza ante la inevitable llegada de la muerte.

Este sufrimiento amoroso puede estar motivado por diferentes causas:

  • El rechazo amoroso o la falta de esperanza: son la clave del sentimiento amoroso; no se puede concebir el amor sin el desamor.
  • La muerte de la amada: sufrimiento que lleva al enamorado a ansiar su propia muerte, como liberación para ir a reunirse con la amada. Una frase de Quevedo es: “el amor no pervive en el recuerdo sino en el cuerpo, sino en las cenizas”.
  • El engaño: se manifiesta de dos formas distintas. Por un lado, el engaño de la imaginación, de los sentidos, de los sueños; es frecuente que el enamorado sueñe con su amada o que sueñe que su amor es correspondido (la única manera del poeta de dar satisfacción). Por otro lado, los engaños de la amada que crean falsas esperanzas o incluso conducen a la muerte.
  • El goce de amar: El amor se convierte en la razón de la existencia. Por ello, no hay que intentar escapar de este goce-sufrimiento, pues el propio destino conduce sin remedio a él.
  • El amor sensual frente al amor ideal: Al hombre renacentista, caracterizado por el vitalismo, le atrae también el goce sensual de la belleza de la amada, lo que provoca un conflicto entre el deseo y la razón, que conduce al dolor.

El Amor Divino: Estética y Mística

En la segunda mitad del siglo XVI aparece la estética y la mística.

  • La estética representa el trabajo, el esfuerzo personal del hombre para alcanzar la perfección del espíritu: la purificación moral, mediante el dominio de las pasiones y la práctica de las virtudes.
  • La mística tiene el mismo punto de partida que la estética, la purificación, pero no como fin en sí misma, sino con otro objetivo: la unión con Dios.

La mística reúne tres vías:

  • La vía purgativa: en donde el alma se purifica de sus vicios y se libera de sus defectos.
  • La vía iluminativa: en donde el alma ya purificada goza de la presencia de Dios.
  • La vía unitiva: en donde el alma consigue la unión directa, amorosa, con Dios.

El Léxico Simbólico en la Mística

El léxico y los recursos estéticos de la locura amorosa a los que se da un valor simbólico:

  • Cántico espiritual: El proceso místico se describe completo; la vía purgativa, la iluminativa y la unitiva están netamente presentes.
  • En la noche oscura del alma: canta la huida del alma, la búsqueda y la unión con Dios.
  • En la llama de amor viva: expone la unión mística.

Se produce una ampliación del significado de las palabras que, además de conservar su sentido profano, adquieren el valor simbólico ya mencionado. Algunos ejemplos más característicos:

  • FUEGO: Representa la pasión amorosa o la belleza de la amada; simboliza en general la luz, la purificación, la gracia de Dios y, más concretamente, en Llama de amor viva, es el símbolo del Espíritu Santo.
  • NOCHE: Solía representar lo fúnebre, lo relacionado con la muerte; adopta un significado positivo: la contemplación mística, la purificación del alma que le permite iniciar el camino hacia Dios. La noche es la oscuridad necesaria para que el alma se despoje de lo humano y alcance el fuego divino. Fuego y Noche muestran las oposiciones y las antítesis.
  • La fuente: elemento propio de la literatura pastoril presente en el amor, se transforma en un símbolo de la fe.
  • La subida o la cumbre: representa el amor imposible, los obstáculos amorosos; obtiene también un valor simbólico en el que se refleja la trascendencia de lo humano, la purificación, paso inicial del alma en su camino hacia Dios.

Así, elementos de la naturaleza como el monte, que representa la altura, aparecen en el Cántico espiritual como símbolo del estado de perfección.