Características Generales de la Escultura y Pintura Románica
Función del Arte Románico
El arte románico siempre tiene un carácter subordinado a la arquitectura, con tres funciones básicas:
- Función moralizante: Pretende mover a la fe, mostrando vigor y expresividad.
- Función didáctica: Las imágenes sustituyen a los textos y proporcionan información sobre hechos religiosos (escenas bíblicas, la vida de Jesús, de los Santos, etc.) a una población en su mayor parte analfabeta. Por ello, se exige claridad.
- Función decorativa: Con tendencia a ser recargada (horror vacui).
Así, la iglesia, un lugar de culto religioso, se convierte al mismo tiempo en una escuela donde los fieles pueden aprender religión.
Precedentes e Influencias
- La tradición greco-latina (mímesis, bulto redondo, figura humana).
- La tradición céltica o de los pueblos germanos (geometría, abstracción y dinamismo).
- La tradición oriental (lo animalístico y abstracto).
- La tradición bizantina (hieratismo, jerarquía, modelos estilizados y rígidos).
Características de las Figuras
Antinaturalismo: rigidez, frontalidad, estilización del canon, isocefalia, expresionismo (rasgos muy marcados), perspectiva jerárquica. Destaca la Ley de adaptación al marco (las figuras se acomodan a las proporciones y forma de la superficie en las que se ubican: se estiran, se agachan…) de Focillon.
Autores y Consideración Social
Los autores son anónimos, aunque para sistematizar el estudio se habla de “Maestro de…”. Su consideración social es la de artesano y no de artista. Hay escasa libertad creativa: se repiten temas, motivos, iconografía…
Iconografía Románica
Procede de la Biblia, la historia, el paganismo o los Bestiarios (recogen la iconografía animalística medieval, real o fantástica, que representan de forma alegórica vicios, virtudes, misterios de la religión).
- Pantocrátor (del griego, todopoderoso): Tomado del capítulo IV del libro del Apocalipsis: Dios sentado en el trono rodeado del arcoíris.
- Tetramorfos: Rodeando al trono de Dios, aparecen los símbolos de los evangelistas: león (San Marcos), toro (San Lucas), hombre (San Mateo) y águila (San Juan).
- El Juicio Final y los 24 ancianos del Apocalipsis.
- La Ascensión de Cristo o de la Virgen.
- Virgen con el Niño (tallas y pintura).
- Escenas del Antiguo Testamento: la Creación, el Pecado Original, el sacrificio de Isaac…
- Escenas del Nuevo Testamento: Epifanía, huida a Egipto, entrada de Jesús en Jerusalén, prendimiento, descendimiento, duda de Santo Tomás, Pentecostés…
- Temática profana: trabajos de los meses, símbolos del Zodiaco, temas tomados de los Bestiarios.
- Motivos decorativos: vegetales (guirnaldas) o geométricos (grecas, meandros, cortinajes).
Símbolos Recurrentes
- Alfa (α) y Omega (Ω): Principio y fin de todas las cosas. Atributos divinos.
- La balanza: Justicia, castigo, culpas.
- El candelabro: Significado cósmico. El de 7 brazos alude a los 7 cielos y 7 planetas. Luz espiritual y de salvación.
- Círculo: El cielo, la perfección, la eternidad.
- Crismón: XP (Christos – Χριστός).
- Estrella(s): El espíritu, en lucha con las tinieblas.
Materias y Técnicas Artísticas
Escultura
Fundamentalmente en piedra (sobre dinteles, capiteles y portadas). Además, se elaboran tallas en madera o marfil, pintadas con colores vivos que se ubicaban en altares y capillas. Predomina el relieve sobre la escultura exenta.
Pintura Mural (Fresco)
Se aplica una capa de argamasa sobre el muro (2/3 de arena, 1/3 de cal) y luego otra capa más fina. Se calca un dibujo en el muro. Los colores (amarillo, rojo, verde, azul, blanco) se disuelven en agua (fresco) o en un aglutinante (temple). Se pinta con el muro húmedo (no se puede pintar con el muro seco). Se aplica un color base, luego se perfila con líneas negras y ocres, y finalmente se ilumina.
Pintura sobre Tabla
Se utilizan tablas de roble, pino o encina, cuyas juntas se tapan con telas de lino y se cubren con una mezcla de yeso y cola. Se dibuja con un punzón o pincel (perfilado) y se ilumina con color. Para dar relieve, se recurre al estuco (yeso, agua y cola). Se aplica pan de oro para el fondo, sobre el que se graban rosetas y motivos geométricos.
Miniatura
Se utiliza piel de ternera, cabra u oveja. El proceso es: bosquejo → iluminado (colores) → contorneado → rostro y detalles.
Localización de las Obras
Escultura
Se encuentra tanto en el exterior (portada, ábside, canecillos) como en el interior (capiteles y claustros).
- Portada: Tímpano (Pantocrátor y Juicio Final con los 24 ancianos del Apocalipsis); arquivoltas (Santos, Profetas, Apóstoles…); parteluz y jambas (estatuas-columna).
- Capiteles, ventanas, canecillos, arquerías…: Temas religiosos, vegetales, geométricos, faunísticos.
Pintura
Se localiza en superficies de piedra lisa de las iglesias, sobre todo en el ábside. Los altares y las cabeceras de las iglesias se cubren con pinturas sobre tabla.
Miniaturas
Las miniaturas se encuentran en Beatos (como el de Burgo de Osma o el de San Isidoro de León), Biblias, etc.
Composición y Estilo
Se caracteriza por la estructuración por zonas, geometrización, ritmos ornamentales (metamorfosis) y simetría. Hay una fuerte tendencia al horror vacui.
En la pintura, predomina la bidimensionalidad (no hay profundidad ni volumen), de gran fuerza expresiva, con predominio de la línea y de la abstracción. Hay una ausencia de elementos de la naturaleza.
Obras Maestras del Románico: Ejemplos Destacados
La Catedral de Santiago de Compostela
Contexto Histórico y Construcción
Se sabe poco de la primera iglesia ubicada en el lugar de la actual catedral, excepto que fue una obra menor. A finales del siglo IX se levantó un templo de mayores dimensiones, más rico y suntuoso, que fue destruido por Almanzor a fines del siglo X, y reconstruido y vuelto a consagrar en el año 1002.
Según relata el Códice Calixtino, en 1075 Diego Peláez, obispo de Compostela, proyecta la construcción de este gran centro de peregrinación a la manera de Saint-Foy de Conques, cuyas obras corrieron bajo la dirección de los maestros Bernardo y Roberto y la participación de un tal Maestro Esteban.
Pese a un periodo en el que las obras estuvieron paralizadas (1088-1093), en 1103 la iglesia estaba construida hasta el transepto y en 1122 prácticamente terminada.
Descripción Arquitectónica
En planta, el cuerpo principal de la catedral lo constituyen tres largas naves divididas en diez tramos: la nave principal alcanza una anchura de 8,10 m por 4 m las naves laterales. Idéntica disposición adopta el transepto, con tres naves de cinco tramos y dos capillas por brazo en el muro oriental.
Las dos naves laterales se prolongan tras el crucero, en un deambulatorio de tres tramos rectos, que abarca la Capilla Mayor, donde se encuentra la imagen del Apóstol. En los muros externos del deambulatorio se abren otras cinco capillas radiales, de las cuales, la central es la más antigua.
El templo responde al modelo de planta de la Iglesia de Saint-Foy de Conques, a la que la Catedral de Santiago supera en dimensiones, aproximándose en tamaño y forma a la de Saint-Sernin de Toulouse. Adquiere en todas ellas gran relevancia la galería alta o triforio, que corre por encima de las naves laterales, tanto en el cuerpo principal como en el crucero. Esta galería recibe la luz directamente del exterior y la transmite a la nave central, y además sirve para albergar más peregrinos en el templo.
En el alzado, la basílica compostelana se caracteriza por una relación altura-anchura de las naves de casi 3:1 (22 m de altura mide la nave central), cuando la habitual en el románico es 2:1.
El cierre del espacio se realiza de acuerdo a lo habitual en el estilo románico:
- Bóveda de medio cañón reforzada con arcos fajones en la nave central.
- Bóvedas de aristas en las naves laterales separadas por tramos por los arcos fajones.
- En el triforio se utiliza una cubierta de cuarto de círculo que no solo cierra el espacio, sino que también tiene la función de transmitir los empujes de la cubierta al muro perimetral.
- La novedad estriba en la curvatura del deambulatorio, cubierto con bóvedas cuyas aristas curvilíneas se cruzan en desproporcionados espacios que se abren hacia el muro exterior y se cierran hacia los pilares interiores. Este esquema se puede encontrar en obras posteriores.
Evolución y Reformas Posteriores
Aunque el interior de la Catedral ha sufrido reformas posteriores, conserva las características y la impronta del estilo románico; sin embargo, el exterior ha variado por completo.
- El Códice Calixtino habla de nueve torres y diez pórticos con tres fachadas principales. De ellas solo una queda en pie, la meridional: Platerías, aunque con variaciones. La puerta de la fachada Occidental desapareció al poco tiempo de ser concluida y en el último tercio del siglo XII, el Maestro Mateo levantó en su lugar el Pórtico de la Gloria, en el que se aprecia influencia de Saint-Denis.
Las reformas de la Catedral de Compostela prosiguen durante siglos, principalmente en el exterior:
- El cimborrio gótico con el que se cubrió el crucero en el siglo XV.
- En el siglo XVI se transformaron y construyeron capillas.
- El claustro se terminó en el siglo XVII y en el tercer cuarto del siglo XVIII se construye la fachada de la Azabachería y la fachada barroca del Obradoiro.
La Portada Oeste de la Abadía de San Pedro de Moissac
Contexto y Temática: La Parusía
La portada oeste de la abadía de San Pedro de Moissac es un modelo de gran portada francesa que representa la “Parusía” o Juicio Final, según la visión del capítulo IV del Apocalipsis de San Juan:
“Vi que había un trono en el cielo y Uno sentado en el trono (…) Vi veinticuatro tronos alrededor del trono y sentados en los tronos a veinticuatro Ancianos con vestiduras blancas y coronas de oro sobre sus cabezas (…) Delante del trono hay como un mar transparente, semejante al cristal. En medio del trono y en torno al trono cuatro seres (…) El primer Ser es como un león; el segundo Ser, como un novillo; el tercer Ser tiene un rostro como de hombre; al cuarto Ser es como un águila en vuelo (…) Los cuatro Seres repiten sin descanso día y noche: “santo santo, santo, Señor, Dios todopoderoso. Aquél que era, que es y que va a venir” (…) Vi también en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por el anverso y por el reverso sellado con siete sellos (…) Cuando [el Cordero] lo tomó, los cuatro Seres y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos…”
Análisis Formal e Iconográfico
Las distintas partes de la portada están sustanciosamente decoradas siguiendo la ley de adaptación al marco y la ley de los ritmos subyacentes de Focillon.
- En el dintel aparecen rosetas con el símbolo de la cruz.
- El parteluz tiene leones inscritos en un esquema geométrico (tres rectángulos y tres diagonales).
- En las jambas, adaptadas al espacio alargado, se encuentran las figuras estilizadas de Isaías y de San Pedro.
- Las tres arquivoltas responden a un arco apuntado y están decoradas con motivos vegetales.
En el majestuoso tímpano se ha representado el Juicio Final, la segunda venida de Dios al mundo como juez. Cristo en majestad aparece en el centro, en mediorrelieve y de gran tamaño, con un nimbo crucífero en su cabeza y dentro de una mandorla o almendra mística, sentado en un trono (similar a un emperador bizantino o señor feudal). Es un Dios omnipotente, infinito, separado del hombre por la eternidad, que con la mano derecha bendice o marca el misterio de la Trinidad y con la izquierda sostiene el “Libro de la Vida”, centro y eje de la representación. Destacan los pliegues anchos, sinuosos y vigorosos de la túnica y del manto que tienden a hacer más abstracta la imagen.
Está rodeado por el Tetramorfos (águila, toro, león y ángel), símbolo de los cuatro evangelios, y dos serafines estilizados, uno a cada lado, todos ellos en tamaño mediano. En bandas paralelas, separados por olas, simétricamente dispuestos y en altorrelieve, se encuentran los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis en gloria con Dios. Todos tienen puesta la mirada en el centro y algunos presentan posiciones forzadas y antinaturales. Portan en sus manos violas y copas de perfumes, que representan las oraciones de los santos que alaban y dan gloria a Dios.
Dios, el Tetramorfos y los serafines (mundo celestial) tienden hacia la geometrización y la abstracción; más realistas son las figuras de los veinticuatro ancianos que han alcanzado la gloria pero siguen siendo humanos y de pequeño tamaño. Entre la divinidad y la humanidad se abre un abismo.
La finalidad de la escultura es fundamentalmente didáctica y representativa (no interesan los detalles del acabado, ni las proporciones de las figuras, ni la belleza de estas). Por ello, a través de este relieve se representa y transmite la ideología de los grupos dominantes, el clero y la nobleza.
- En la sociedad feudal, establecida por Dios, cada uno tiene su lugar y su importancia, como los personajes que aparecen en este conjunto escultórico; de ahí los distintos tamaños. Si alguien osa rebelarse, será castigado por el señor feudal en la tierra y por el Señor en la hora del juicio.
En el tímpano, en la parte superior, se halla la representación del Bien; en el parteluz, en la parte inferior, figuras de leones amenazantes, el mundo del Mal que tienta al hombre y contra el cual tiene que luchar para ganar la vida eterna, siguiendo las enseñanzas evangélicas y los ejemplos de vida de los santos, colocados a ambos lados de los accesos al templo (Isaías y San Pedro).
Las fuentes iconográficas y formales son variadas: el Apocalipsis de San Juan mencionado, comentarios del Apocalipsis de la propia abadía, un manual de Sermones para la predicación, figuras o dibujos (sarcófagos paleocristianos) conocidos por los artistas y, para los animales, algún “bestiario” como la Clave de San Melitón o el Bestiario árabe inspirado, a su vez, en el “Phisiologus” bizantino.
Significación y Trascendencia
Los relieves de la portada tenían una gran importancia, al igual que las pinturas del ábside, ya que todos los fieles fijaban su vista en ellos al entrar en la casa de Dios.
Es una obra importantísima de la escultura francesa y que tendrá gran influencia en la región, por ejemplo en Souillac.
El Ábside de Sant Climent de Taüll (Barcelona)
Características Generales y Autoría
En el arte pictórico románico, la decoración del ábside de la iglesia de Sant Climent de Taüll alcanza la cumbre por sus características tan singulares y por la personalidad del artista, movido por un instinto realista que tiende a realzar el contenido vital de las figuras dentro de su hieratismo.
El nombre del autor se desconoce, pero se trata de un artista muy bien formado que vitalizó las fórmulas iconográficas convencionales, imprimiéndoles una animación que lo conduce a huir de la simetría para impulsar el contenido humano de las figuraciones.
Descripción Iconográfica y Formal
En el ábside central, se encuentra la figura de Cristo Majestad dentro de la mandorla (de forma elíptica o almendrada); sentado en el arco del cielo; descansa sus pies descalzos en una semiesfera que podría representar a la Tierra. La mandorla está situada sobre un fondo de tres bandas paralelas horizontales pasando de color azul claro al plomizo con una intermedia de ocre.
Cristo es una figura mayestática en actitud de bendecir con la mano derecha; con la izquierda sostiene el libro abierto en el que se lee la inscripción “EGO SUM LUX MUNDI” (Yo soy la luz del mundo).
El rostro está ordenado en los trazos según una perfecta simetría axial; destacan el dibujo de los ojos impresionantes. La nariz divide su cara con el fuerte trazo de dos paralelas que se van ensanchando para marcar las cejas. Los bigotes caídos enmarcan sus curvos labios, dirigiendo la atención hacia la barba que reproduce las ondas del cabello.
El Pantocrátor lleva túnica blanca y gris, y manto azul, con festones ornamentales que imitan un dibujo de rombos y círculos de colores azul y rojo. A cada lado de esta figura central aparecen dos letras: Alfa y Omega, el principio y el fin, mostrando que en Dios comienzan y acaban todas las cosas. Por su sentido final, la omega tiene un carácter apocalíptico.
El Tetramorfos aparece en la semicúpula a los lados del Pantocrátor: inscritos dentro de dos círculos, el león, símbolo de San Marcos, a la derecha de Cristo; en los otros círculos de la izquierda el buey, símbolo de San Lucas; a la derecha arriba, en un espacio triangular, un ángel que representa a Mateo y lleva el libro del Evangelio, y el otro, con las manos veladas, lleva el águila de San Juan.
Cierran la composición en uno y otro lado, dos ángeles – serafines con los cuerpos envueltos con seis pares de alas llenas de ojos que indican la revelación y los brazos en actitud de aclamación.
El muro cilíndrico está limitado con inscripciones donde figuran los nombres de los personajes. Estos están enmarcados por arcos rebajados, trazados a ojo, que descansan sobre capiteles pintados con carácter vegetal que coronan las columnas. Las columnas imitan al mármol con un dibujo ondulado.
Separados por la ventana axial están, a la derecha de Cristo, la Virgen, San Bartolomé y Santo Tomás; al otro lado, San Juan, Santiago y ¿San Felipe? Los personajes están tratados siguiendo la simetría axial, la ropa (túnica y manto) y decoración es rica. La Virgen y San Juan sostienen, con la mano velada, un plato que irradia luz y el Evangelio, respectivamente. El conjunto evoca la imagen apocalíptica de la Iglesia. Cierra todo esto una complicada cenefa ornamental originada por una greca tratada con perspectiva.
Significación y Trascendencia
La pintura románica influye en el ámbito artístico contemporáneo (vanguardias), pese a que durante siglos sus obras han estado olvidadas ya que se pensó que era fruto de gentes primitivas.
Sin embargo, aunque la plástica románica y la contemporánea convergen en algunos aspectos formales, sus significados son muy distintos: la abstracción de nuestro siglo no es ni ornamentación, ni magia, ni religión.