El Enigma del Nombre: Santo Domingo o Santo Domingo de Guzmán
Según la Constitución Dominicana, proclamada en 2015, el nombre de la isla de Santo Domingo y la capital de la República Dominicana es Santo Domingo de Guzmán. Sin embargo, según la primera Constitución Dominicana, proclamada en 1844, el nombre de la isla de Santo Domingo y la capital de la República Dominicana era simplemente Santo Domingo.
Surge entonces la pregunta: ¿Es Santo Domingo o Santo Domingo de Guzmán? ¿Quién fue este Santo Domingo de Guzmán y cómo llegó la ciudad a tener su nombre?
La historia de Santo Domingo de Guzmán comienza con su madre, Juana de Aza. Ella tuvo un sueño en el cual un perro saltó de su vientre con una antorcha en su boca y se puso a prender fuego. Los sueños eran vistos como visiones, y ella interpretó este sueño como una profecía de parte de Dios: iba a dar a luz a una persona especial que tendría gran importancia en el mundo, un “perro del Señor”.
Santo Domingo de Guzmán y la Orden de los Predicadores
Poco después, Juana dio a luz a un hijo y le puso por nombre Domingo, que en latín significa “del Señor”.
En 1209, el Papa Inocencio III lanzó la Cruzada Albigense en contra de una nueva creencia religiosa: los Cátaros. Este movimiento gnóstico, en parte, fue una respuesta a la corrupción de la Iglesia. Esta nueva religión puso en peligro la unidad católica, y por eso el Papa mandó a soldados para que convirtieran con la espada a quienes no querían ser convertidos. Además, mandó a un joven sacerdote, Domingo de Guzmán, para que convirtiera con palabras.
Destinado por el sueño de su madre, Domingo de Guzmán llegó a ser este “perro del Señor” y “prendió fuego” al mundo con su predicación. Creó una orden mendicante dedicada a la conversión de los “heréticos”: la Orden de los Predicadores, también conocidos por el gentilicio del nombre Domingo: los Dominicos o Dominicanos.
La orden llegó a tener el apodo de “los perros del Señor” principalmente porque “dominicanos” es el gentilicio de Domingo, pero también porque, por casualidad, en latín Dominicanis significa “perro del Señor”.
El Simbolismo del Perro y la Iconografía Religiosa
Quizás hoy pensemos en perros como animales sucios y no muy simbólicos, pero debemos recordar que, especialmente durante la Edad Media, el perro llegó a ser un símbolo iconográfico importante. El análisis de iconos y atributos en el arte religioso se llama iconografía.
Para comprender mejor la iconografía religiosa, podemos observar ejemplos en lugares como el Vaticano.
El arte verdadero, no importa si es cantado, escrito, tallado o pintado, es una forma de contar una historia. A veces ese mensaje es obvio y a veces es un poco más oculto. Descubrir estos mensajes es como un rompecabezas o un código que hay que descifrar. Y aquí, en el Vaticano, hay muchos “códigos” (y no, no estamos hablando del Código Da Vinci).
Por ejemplo, en una obra religiosa que representa el regreso del Hijo Pródigo, a primera vista puede parecer una obra cualquiera de “las antiguas medias raras esas”. Pero si miramos con más atención, está llena de simbolismos:
- El ángel representa el amor de Dios.
- Una mujer y un mono representan las avaricias y pecados que el hijo dejó atrás.
- El perro representa la fe y lealtad que el hijo demostró al regresar.
Estudiar y entender estos símbolos es parte de la iconografía. Al mirar con más profundidad el arte religioso, uno puede ver muchas veces el perro en representación de la Orden de los Dominicos o del mismo Santo Domingo.
Otros símbolos también están asociados con Santo Domingo:
- El perro.
- El símbolo del blasón de la Orden Dominica: una estrella.
- La flor de azucenas.
- La cruz florliseada (o flor de lis).
Estos elementos forman parte del escudo de Santo Domingo.
El Proceso de Canonización y los Santos Patronos
Unos años después de su muerte, Domingo fue declarado santo. De ahí en adelante, fue conocido como Santo Domingo. La palabra “santo” o “santa” proviene del latín e implica limpieza y sanidad moral. Específicamente en el catolicismo, es una persona que fue designada para interceder ante Jesucristo por la humanidad.
Para poder ser nombrado santo por el Papa, hay ciertos requerimientos:
- Vivir una vida que demuestre su dedicación a Dios.
- Ser responsable de por lo menos dos milagros.
- Estar muerto.
Luego, reciben un día del santo y se les asigna un patronazgo, lo que significa que están a cargo de intervenir entre Jesucristo y ciertos humanos en una ocupación, profesión o concepto específico. Hay miles de santos; aquí solo algunos ejemplos:
- San Ivo de Kermartin: Patrón de los abogados.
- Santo Tomás de Aquino: Patrón de académicos.
- Santa Anastasia de Sirmio: Patrona de tejedores.
- San Lorenzo: Patrón de comediantes.
- San Adriano de Nicomedia: Patrón de traficantes de armas.
- San Agustín de Hipona: Patrón de cerveceros.
- San Columbano: Patrón de motociclistas.
- San Drogo: Patrón de los feos.
- San Isidoro de Sevilla: Patrón del internet.
- Sancho: Patrón de las alturas (este último es un chiste, por supuesto).
Al final, los santos importantes reciben un puesto aquí en el Vaticano, y más aún si son fundadores de una orden. Como este ejemplo, incluso sin el nombre, podemos reconocer a Santo Domingo de Guzmán, el patrón de los científicos, cuyo día del santo es el 4 de agosto.
La Influencia Dominicana en el Nuevo Mundo
Alrededor de 1491, un fraile dominico, Diego de Deza, se acercó a los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, en apoyo de una idea revolucionaria de un joven marinero llamado Cristóbal Colón: establecer una nueva ruta a Asia. Deza vio una posibilidad de establecer misiones de predicadores en Asia y, según varios historiadores, fue central en convencer a los Reyes Católicos de apoyar la misión de Colón.
Gracias al apoyo de Deza, entre otros patrocinadores, Colón embarcó en su viaje, y la Orden de los Dominicos llegó a ser una parte fundamental de la conquista del Nuevo Mundo.
Claro, miembros de otras órdenes también llegaron a la isla. Por ejemplo, el primer monasterio del Nuevo Mundo, el Monasterio de San Francisco, fue fundado por la Orden de los Franciscanos. Pero el primer convento del Nuevo Mundo fue el de los Dominicos, en el cual surgió la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, conocida como la Universidad de Santo Domingo.
Como se mencionó, aunque fue nombrada por otro santo, Santo Tomás de Aquino, el santo patrón de los académicos, la universidad dejó de existir por la invasión haitiana, pero renació como la UASD (Universidad Autónoma de Santo Domingo).
La iconografía del escudo de la UASD todavía recuerda los orígenes de la universidad. Si miramos con más detalle, vemos:
- El águila imperial bicéfala de los Habsburgo, representando a la realeza española.
- La sagrada cátedra de Santo Tomás de Aquino.
- La estrella de Santo Domingo.
- Los ramos de laurel y de palma como símbolos de victoria.
- Y aquí está otra vez el perro con la antorcha incendiando la tierra.
El Debate sobre el Origen del Nombre “Santo Domingo”
Aunque se ha comentado muchas veces, a menudo se olvida mencionar el papel de la Orden de “los perros del Señor” en la conquista del Nuevo Mundo. Desde Diego de Deza, quien consiguió a Cristóbal Colón el apoyo real, hasta Fray Bartolomé de las Casas, quien estuvo entre los primeros dominicos en defender a los taínos y fundar la primera universidad del continente americano, vemos los efectos de la orden sobre la isla.
Entonces, surge la pregunta: con tanto significado que tuvieron Santo Domingo y sus dominicos sobre la isla, ¿fue esta la razón por la cual se usó el nombre de Santo Domingo de Guzmán para la ciudad y la isla? Parece lógico, pero la verdad es que no se sabe realmente ni la razón ni la fecha exacta.
Lo que sí está relativamente seguro es quién decidió usar el nombre por primera vez: Bartolomé Colón, el hermano de Cristóbal Colón.
Teorías sobre la Fecha y Razón del Nombre
En cuanto a la fecha y la razón, hay varias teorías. En la gran mayoría de los libros y documentos históricos, solo se registra “Santo Domingo”, sin ninguna mención de “Guzmán” como parte del nombre.
Teoría 1: Día de Santo Domingo
Algunos afirman que Bartolomé Colón fundó la ciudad el 4 de agosto de 1496, y como este fue el día de Santo Domingo (el día domingo de la semana), usó este como el nombre para la ciudad.
Teoría 2: En Honor al Padre de Colón
Otros afirman que usó el nombre en recuerdo de su propio padre, cuyo nombre fue Domingo Colón, y que su santo patrón fue Santo Domingo de Guzmán.
Inconsistencias en las Afirmaciones
Sin embargo, hay algunos problemas con cada una de esas afirmaciones:
- Primeramente, se sabe que Bartolomé Colón no estaba en la isla el 4 de agosto de 1496.
- El 4 de agosto de 1496 no fue domingo, sino un jueves.
- Además, parece que el día de Santo Domingo en tiempos de Colón era el 5, no el 4 de agosto.
- Para tener la facultad legal de fundar una ciudad, Bartolomé Colón tuvo que ser reconocido como almirante por la Corona Española, y la Corona le otorgó este derecho apenas en 1497.
Estas inconsistencias dejan en duda muchas de las afirmaciones históricas.
La segunda afirmación también es “media chiva”, aunque fue un hijo de Colón quien la afirmó. Porque si fue en honor del padre de los hermanos Colón, ¿por qué le pusieron “Santo Domingo” en vez de simplemente “Domingo”? Ese Domingo no era ningún santo. Y si fue porque Santo Domingo de Guzmán fue el santo patrón del padre de Colón, bueno, Domingo Colón era tejedor de ocupación, y como aprendimos, la santa patrona de los tejedores es Santa Anastasia de Sirmio, no Santo Domingo.
Conclusión: La Persistencia del Nombre
Aunque ciertos detalles son debatidos, el nombre de Santo Domingo —sea la isla, la ciudad o hasta la provincia— se deriva del nombre de Santo Domingo de Guzmán y de la Orden de los Dominicos.
Incluso en el escudo de la ciudad de Santo Domingo se recuerda la importancia de los dominicos, ya que incluye la cruz de Santo Domingo de Guzmán. Es posible que por esto, en los últimos años, se cambió en la Constitución el nombre de la ciudad de “Santo Domingo” a “Santo Domingo de Guzmán”, en honor al fundador de la Orden de los Predicadores, conocidos como los Dominicos o “los perros del Señor”.
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