Cronología de la trilogía “La lucha por la vida”
La trilogía La lucha por la vida de Pío Baroja, compuesta por La busca, Mala hierba y Aurora roja, presenta una cronología detallada, aunque no siempre precisa. La busca se publicó en 1903 y la trilogía completa en 1905. El arco temporal de la vida de su protagonista, Manuel, se distribuye de la siguiente manera:
- La busca: Abarca de 1885 a 1888. Manuel tiene entre diez y catorce años.
- Mala hierba: Transcurre de 1892 a 1896. Manuel pasa de los dieciocho a los veintiuno.
- Aurora roja: Se sitúa entre 1900 y 1902. Comprende la vida de Manuel desde los veinticinco hasta los veintisiete años.
El relato sigue, en general, un orden cronológico, salvo en los escenarios donde es necesario presentar antecedentes de personajes o en las narraciones retrospectivas de algunos de ellos. En Aurora roja, sin embargo, se rompe esta linealidad de forma más evidente.
Inconsistencias y anacronismos en la obra
Se dice que la trilogía posee una conexión cronológica muy estricta, incluso sorprendente. Es posible situar la obra en un tiempo real si se tienen en cuenta ciertos hitos históricos. Por ejemplo, la coronación de Alfonso XIII (17 de mayo de 1902) figura en Aurora roja. Si a esto le sumamos el reencuentro de Manuel con Juan dos años antes (1900), cuando llevaban separados quince años, se calcula que el comienzo de la trilogía debe situarse en 1885.
No obstante, existen anacronismos notables:
- El repatriado de Cuba: Este personaje aparece en Mala hierba en mayo de 1895, es decir, tres años antes de la pérdida real de la isla en 1898.
- El debut de “la Chelito”: En Mala hierba se menciona la Exposición Universal de París, donde debuta como bailarina Chuchita, la hija de la Coronela. En la novela, su debut ocurre en 1896, mientras que su personaje en la vida real, “la Chelito”, debutó en 1900.
- El crimen de la calle de Fuencarral: Pablo Beltrán de Heredia señala que Pío Baroja se inspiró en este famoso crimen, datado en 1888, para el suceso que ocurre en la pensión al inicio de la novela, situándolo en la calle de Malasaña. Si se tomara esta fecha como el inicio de la acción, la aparición del repatriado de Cuba seguiría sin coincidir con su momento histórico.
Podemos afirmar que los momentos reales fechables son el crimen de la calle de Fuencarral (1888), la pérdida de Cuba (1898), el debut de “la Chelito” (1900) y la coronación del rey (1902), pero aparecen en la obra sin una precisión cronológica rigurosa. El paso del tiempo en la novela se conoce principalmente por las referencias a la edad de Manuel.
Ajuste cronológico final
A pesar de las discrepancias, en Aurora roja la cronología es más exacta. Los datos de la novela fijan con precisión su desenlace: la coronación del rey tiene lugar el 17 de mayo de 1902; en consecuencia, la muerte de Juan ocurre al amanecer dos días después, y su entierro se produce el 20 de mayo. Por tanto, la novela transcurre durante dos años, desde abril de 1900 (cuando Juan aparece en casa de Manuel) hasta el 20 de mayo de 1902.
Resumiendo la cronología más aceptada:
- La busca: Se desarrolla entre el verano de 1888 y noviembre de 1891.
- Mala hierba: Desde esa misma fecha hasta el verano de 1896.
- Aurora roja: Abarca desde abril de 1900 a mayo de 1902 (con un salto de cuatro años entre la segunda y la tercera novela).
El tratamiento literario del tiempo en Baroja
Las referencias cronológicas de Baroja no son siempre precisas. El autor conocía muy bien lo que era el tempo literario y cómo medirlo en la narración. Al comienzo de La busca, alude a ello cuando tres relojes dan horas distintas, sugiriendo que todas las referencias temporales son relativas o imprecisas. Para Baroja, el tiempo astronómico y el tiempo psicológico no tienen la misma profundidad ni la misma intensidad.
El tiempo de la novela no tiene que ceñirse a una exactitud rigurosa. A Baroja solo le preocupa la cronología relativa de los hechos que consigna. No le importa dar fe con precisión de los momentos sucesivos de los acontecimientos. Lo que realmente le interesa es mostrar que La busca y Mala hierba constituyen un relato lineal sin solución de continuidad, mientras que Aurora roja se inicia cuatro años después. Las dos primeras novelas representan nueve años seguidos del aprendizaje del protagonista; en la última, Manuel ya está “clasificado” y se novelan otras cuestiones.
El ritmo narrativo
El periodo de vida de Manuel que abarca la obra comprende desde sus 13 hasta los 26 años; por lo tanto, el tiempo total transcurre a lo largo de 14 años. Sin embargo, las dimensiones objetivas del relato no se ajustan a las mediciones reales del tiempo.
El ritmo varía a lo largo de la trilogía:
- La primera parte de La busca es la más lenta.
- La rapidez aumenta y alcanza su máximo en la última parte de La busca y en la primera de Mala hierba.
- En el resto de Mala hierba, el ritmo vuelve a disminuir.
- En Aurora roja, la lentitud es mayor y va decreciendo desde la primera a la tercera parte, sin llegar al ritmo anterior.
El lector no siente este ritmo temporal de forma abrupta gracias a la técnica narrativa de Baroja, que sabe combinar ingredientes como el tiempo, los acontecimientos, las evocaciones, el interés psicológico y la intervención de los personajes. El tratamiento del tiempo por parte de Baroja tiene como fin entretener. La narración es como un río con sus afluentes: el río sería la vida de Manuel y los afluentes, las distintas situaciones por las que va pasando.
Estructura y ambientes en la obra
Los ambientes sociales y topográficos separan las tres novelas entre sí:
- La busca: Los suburbios de Madrid.
- Mala hierba: El centro urbano y el hampa.
- Aurora roja: El mundo obrero y la inquietud social.
Baroja consideraba la novela como una estructura abierta. Por ello, las tres novelas de La lucha por la vida ofrecen un final abierto a diferentes posibilidades. El final de cada novela deja un hilo argumental en suspenso. Baroja no quiere ofrecer una conclusión cerrada, dejándola a la interpretación del lector. Las razones por las que Baroja estructura la trilogía de esta forma radican, sobre todo, en los cambios de ambiente que marcan la evolución del protagonista.